[42]
Kang Byeol cuatro meses de nacido.
—Nos hace falta, atún, aceite, azúcar, sal, harina, huevos, queso... ¿Qué más nos falta, Byeol? —preguntó BeomGyu tomando las manos de su bebé que estaba mucho más grande. El pequeño observó a BeomGyu hablarle, soltando una risa que achicó aún más sus ojos y abultó sus mejillas.
Ese día, irían de compras para la alacena.
—Y ropa para Byeol —recordó Kang peinando su cabello con sus manos, el omega aún seguía hablando con el niño, besando sus mejillas.
Byeol ya había cumplido los cuatro meses y varios enterizos empezaron a ajustarle, a tal grado que el niño lloró más de una vez cuando se sentía incómodo y apretado, de inmediato los padres dejaron las prendas a un lado, pero eran cada vez menos las que quedaban y era inaceptable que su bebe tuviera tan poca ropa.
—¿De qué color es el chupete de hoy? —preguntó Kang mirando a su hijo acostado en la cama, mirando todo y prestando atención cuando los escuchó hablar, moviendo sus pies.
—Verde... O tal vez celeste —habló BeomGyu mirando la ropa de su bebé, era en tonos verdes, pero también tenía detalles de celeste— Trae el verde pastel —pidió tomando a Byeol en brazos para dejarlo acostado en su hombro.
Byeol se mantuvo en su lugar, recibiendo el chupete cuando el alfa se lo dió con cuidado.
—Se va a dormir —señaló el alfa mirando a su hijo empezar a succionar el chupete con lentitud, apenas y haciendo sonido, quedándose acostado en el hombro del omega.
—Vámonos a gastar dinero —ordenó el omega saliendo de la casa, dispuesto a gastar todo lo necesario para su bebé y obviamente, llegar con todos los insumos para su casa.
Ya habían salido varias veces con Byeol y, hasta ahora, no había pasado nada exótico o extravagante, habían sido sumamente cuidadosos con eso así que no había de qué preocuparse.
—¿Se durmió? —preguntó el omega haciendo a su esposo voltear a la cara del bebé, apenas llevaban cinco minutos en el auto.
—Se durmió —afirmó mirando al bebé mantener el chupete en la boca moviéndolo entre sueños, no se preocuparían si lo soltaba en el suelo ya que estaba conectado con un prendedor a su ropa, quedaría colgando.
El camino fue de unos diez minutos, BeomGyu se sintió nervioso al saber que estarían lejos del auto, sumamente lejos.
Cuando Byeol despertara, pasarían unos minutos antes de lloriquear por su toma.
Estaría en público, lo sabía, y la opción de devolverse al auto era nula.
No sería la primera vez que lo haría en público, ya había tomado confianza en eso, pero seguía con los típicos nervios.
—Tiene que ser ropa con estilo, Byeol es un ícono de la moda, no un bebé cualquiera —habló BeomGyu pasando por las tiendas de bebés, mirando las vitrinas por encima. TaeHyun soltó una carcajada.
—No niego lo del estilo, pero, ¿Ícono de la moda? Tiene cuatro meses —mencionó pasando un brazo por la cintura ajena, caminando a la par y aveces guiando al omega hacia los lados.
—No lo subestimes, es un mode-... ¡Mira ese! —señaló acercándose a la tienda que llamó por completo su atención.
Tenían dibujos, algunos eran unicolor, había gorros de diferentes diseños, chupetes de muchísimos más colores, peluches.
Era todo un mundo de implementos para bebé.
—Antes de empezar a ver, no nos descontro-... ¿TaeHyun? —el omega volteó cuando no sintió al alfa, arqueó una ceja cuando miró a su esposo tomar gorro de lana azul, otro verde, otro marron con orejas de oso— TaeHyun, te decía que no nos descontrolemos —retomó sus palabras caminando hacia el alfa, dándole pequeñas caricias en la espalda a Byeol cuando se removió en medio de su sueño.
TaeHyun miró los gorros en sus manos.
—¿Cómo me vas a pedir control? —preguntó ofendido— Byeol necesita ropa nueva y bonita —señaló prestando atención a la mujer que se paró detrás de BeomGyu con una sonrisa, mirando a Byeol enternecida— Buenas tardes —saludó el alfa atrayendo a BeomGyu hacia él.
—Buenas tardes —respondió la mujer. Era una señora mayor, no pasaba de los cincuenta años según sus cálculos y por el nulo olor supieron que era una beta— Soy la encargada de la tienda, puedo ayudarlos en lo que deseen.
—Muchas gracias —agradeció BeomGyu con una pequeña sonrisa.
—Hay gorros de mejor calidad al fondo, incluso más económicos —señaló al ver las prendas en manos del alfa— Tienen un bebé muy precioso, me recuerda a mi sobrino —comentó recibiendo un nuevo agradecimiento de BeomGyu— ¿Podría saber cuánto tiempo tiene?
—Cuatro meses —contestó el omega sintiéndose confiando con la mujer.
—Ah, la peor etapa, los bebés crecen y crecen, ¡No se detienen! —mencionó con una sonrisa amable— En el pasillo cinco hay algunas prendas que son ajustables, le pueden durar un poco más que las de este aparador —informó. TaeHyun asintió poco a poco.
—¿Podría darnos asesoramiento con algunas cosas? Si es tan amable, señora... Uhm... —achicó un poco sus ojos para leer el prendedor de la mujer que decía su nombre— Señora Che... —dijo el nombre con una sonrisa amable— Yo soy Kang BeomGyu y él es mi esposo, Kang TaeHyun.
—Un gusto, señores Kang —mencionó con una pequeña sonrisa empezando a caminar para el asesoramiento, hablando de las prendas, enseñando algunas, economizando en otras prendas.
Los padres estaban satisfechos y felices con la atención, llevaban un carritos considerablemente lleno de ropa, tanto enterizos, pijamas, abrigos, conjuntos, gorros, medias, unos cuantos chupetes para completar la colección de colores que tenía BeomGyu, y obviamente, peluches.
—Ese, señora Che, no le haga caso a mi esposo —pidió BeomGyu señalando un oso de peluche marrón con un botón en forma de corazón como nariz.
—Byeol ya tiene muchos peluches, no caben en la cuna ya y tampoco en los cajones —mencionó el alfa abrazando a su hijo que seguía durmiendo en su hombro, con la cara escondida en el cuello del alfa.
A lo largo del recorrido se habían pasado al bebé que apenas y se dió cuenta del cambio de brazos.
Ahora el omega tenía más movilidad, y TaeHyun no sabía si era bueno o malo.
—¿Quién te dijo que es para Byeol? Es decir, yo también existo —mencionó con obviedad, examinando el peluche cuando estuvo en sus manos.
—Ya tienes uno de oso y más grande que ese —recordó Kang mirando el peluche.
¿Lo peor?
Estaba bonito.
—Viene con este otro más pequeño —mostró la mujer un tarro de miel, igual de peluche, BeomGyu soltó un sonido de sorpresa tomándolo en manos.
—¿Y por qué? —preguntó abrazando los dos peluches. TaeHyun usó su mano libre para señalar la placa que traía el oso con su nombre.
—Porque se llama Honey.
—Ya estoy cansado... Tae, las hormonas-...
—Ningunas hormonas —contestó el alfa llevando unas seis bolsas de la compra qué habían hecho en la tienda de bebé, tres en cada mano y con el dichoso peluche llamado honey.
El omega chasqueó la lengua, caminando mientras veía las tiendas que pasaban.
—Tengo sed —mencionó mirándolo fijamente— Y hambre. Me traes a caminar como un demente, con calor, y de paso, de paso Kang TaeHyun, no me compras la malteada que te pedí —regañó falsamente mirando que habían entrado al piso de los locales de comida.
Su momento había llegado.
Paseó por los pasillos y revisó los menús, pensando en qué podían comer. Tomó en cuenta la opinión de su esposo y decidieron.
Comida rápida.
El local era algo pequeño, pero cómodo, tenía mesas con sillones, individuales y grupales, para BeomGyu fue un milagro encontrar uno algo apartado de los demás y casi al fondo.
Byeol se removió poco a poco, jalando un poco el cabello del omega que se quejó por la fuerza del bebé.
El típico lloriqueo no se hizo esperar, BeomGyu le dió un par de palmadas en la espalda con suavidad.
—¿Necesitas cubrirte? ¿Estás cómodo aquí? —preguntó el alfa sabiendo muy bien que era hora de la toma de su hijo.
—Está bien, estamos alejados —calmó con una pequeña sonrisa desabrochando disimuladamente su camisa, se rodó un poco más adentro, estaba prácticamente oculto, no era algo que se veía a simple vista.
Las personas estaban dispersas, cada uno concentrado en su comida y ambiente, ¿Quién prestaría atención a un omega en la esquina del local?
Acomodó a su cachorro correctamente, Byeol ladeó la cabeza, parpadeando poco a poco por su despertar, BeomGyu le sonrió dándole un pequeño saludo.
Ya habían pedido su comida, y por palabras del mesero llegaba en quince minutos.
—No tan rápido, cachorro —murmuró recibiendo el pañuelo que le pasó el alfa, limpiando las comisuras del bebé que movió sus manos.
Bastaron diez minutos, y el mesero llegó con ellos, entregando la comida con amabilidad, ofreciendo traer cualquier otra cosa, sin prestarle atención a lo que hacía BeomGyu.
Agradecieron observando su comida.
—Voy a esperar a que Byeol termine —mencionó el omega recostando su espalda del asiento, mirando a su hijo que se aferró a su camisa, observándolo fijamente, soltando sonidos cuando el omega le hablaba.
TaeHyun volteó de inmediato cuando captó de reojo a alguien acercarse a ellos, de inmediato lo identificó como un alfa.
Fue inevitable ponerse alerta.
—Buenas tardes —saludó el alfa desconocido en un tono tosco, frunciendo el ceño y dándole una mirada despectiva a BeomGyu— Quisiera pedirles que tengan un poco más de decencia, es desagradable que tenga que ver esto mientras como, que falta de educación, ¿Acaso no sabe que existen los baños?
—¿Por qué no te vas tú a comer allá? —preguntó TaeHyun levantándose de su lugar, BeomGyu suspiró dándole una mirada a Byeol, procurando que una de las solapas de su camisa cubriera al niño y por ende la parte de su pecho— ¿Ah? ¿Por qué no te llevas tu plato y comes en el baño si tanto te incomoda?
—Tengo a mis hijos en esa mesa, es incómodo y horrible. Mi esposa no hacia-...
—¿Ah sí? ¿Tienes hijos? Pues esos niños tuvieron la misma necesidad que mi hijo tiene ahora de comer y no se lo vamos a negar, y no me importa que tú esposa lo haya hecho, no vamos a ir al baño a darle de comer —cortó con el ceño fruncido, siendo más temperamental de lo normal, su aroma se intensificó y amenazaba con la mirada al alfa frente a él que imitó su postura erguida.
BeomGyu estiró una mano con intensión de llamar la atención de TaeHyun, pero ambos alfa siguieron peleando, alzando cada vez más la voz.
—¡Es horripilante que esté desnudo en un local de comida! ¡Hay niños, hay personas queriendo disfrutar de su comida! ¡No es agradable verlo así!
—¡Así como hay personas queriendo comer, mí hijo también quiere hacerlo! ¿¡Acaso no te entra en la cabeza!? ¡Además! ¿¡Qué hace viendo a mi omega!? —preguntó a los gritos. Para ese punto todo el local estaba en silencio, algunos grababan la situación, otros opinaban a murmullos y los empleados trataban de calmar la situación.
¿Qué tan grave era la lactancia?
¿Por qué resultaban esos problemas por alimentar a un bebé en público?
BeomGyu en otras circunstancias habría sido el primero en romper una silla en la cabeza del otro alfa, pero tenía a un bebé en brazos que debía cuidar y no podía alterarse si ya su esposo lo estaba.
—TaeHyun, basta... —mencionó cerrando poco a poco su camisa con su mano libre, limpió las comisuras de su bebé que lo observó fijamente antes de estirar su mano al omega, BeomGyu besó el pequeño dorso antes de prestar atención a la situación.
—¡Eres el único imbécil que se ha quejado de esto! ¡Tenemos minutos aquí y siquiera el mesero nos dijo algo! ¿¡Acaso es ilegal lo que está haciendo!? —le preguntó sin poder evitar el impulso de darle un empujón al alfa cuando este se acercó más a él, invadiendo su espacio personal.
TaeHyun reaccionó de inmediato cuando el alfa le contestó con un puñetazo, lo esquivó antes de devolverselo.
—¡Detente! —gritó el omega levantándose, sintiéndose ansioso e impotente por no poder hacer nada, solamente abrazó a Byeol a su pecho cuando el bebé lloriqueó, miró a los empleados separar a su esposo del desconocido.
Ambos alfas se observaron fijamente, separados y con las respiraciones agitadas.
Querían volver a lanzarse encima del otro.
—Vámonos —ordenó BeomGyu cuando encontró la mirada de su esposo.
—¿Por qué tenemos que irnos nosotros y no ese cabrón? —preguntó en tono alto, el otro alfa gruñó haciendo gesto de devolverse, TaeHyun también imitó el gesto.
—Te dije que nos vamos, Kang —volvió a ordenar el omega frunciendo el ceño, ubicó con la mirada a uno de los meseros que fue con ellos con rapidez.
Pidió la comida para llevar mientras miraba fijamente a TaeHyun, un alfa que no era de pelear a golpes por cosas mínimas, que rara vez empezaba una pelea física, un alfa que no era tan temperamental.
—Mira cómo estás —mencionó con un pequeño suspiro pasando su mano libre por la ropa arrugada de su esposo, luego peinó su cabello, TaeHyun no lo observó solamente se quedó mirando como el alfa con el que había peleado conversaba, o más bien, discutía con un mesero que le pedía salir del local por los disturbios.
TaeHyun se sintió feliz, satisfecho cuando miró al alfa y su familia salir del local, volteó a ver a su esposo. BeomGyu mantenía el ceño fruncido.
—¿Qué pasa? —preguntó mirando a Byeol, el bebé estaba tranquilo en brazos del omega, volvió a observar a su esposo que dijo las palabras mágicas.
—En la casa hablamos.
Oh...
Creo que me van a regañar.
¿Yo? Yo soy fan de hacer referencias de otros fics en otros fics JAJAJAJAJAJAJA ¿Se esperaban la aparición de la señora Che y Honey?
Espero les haya gustado este cap, está hecho con mucho amor, cómo todos u.u
Por otro lado...
¿Qué opinan de la lactancia en público? Los leo!
The_Dark_Diamond
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