2 semanas después.

2:30 a.m

Nunca había probado un bizcocho tan delicioso como el de su café, no quería sonar pretencioso pero era el más delicioso que había comido.

—Papá me hizo café —le comentó al niño en sus brazos, Byeol hacía su toma de esa hora mientras el omega comía un bizcocho y tomaba el café en una taza.

TaeHyun estaba más que dormido, había reaccionado al llanto del bebé pero por palabras del omega siguió durmiendo.

BeomGyu se paseó por la cocina tomando de su café, mirando cada cierto tiempo a su hijo.

—Ow, no me mires así —pidió mirando al bebé que solamente paseaba su mirada aleatoriamente por la cara del omega— Si me miras así terminarás durmiendo con nosotros —explicó dejando la taza en la encimera para limpiar las comisuras de su bebé.

Habían decidido empezar a dejar a Byeol en su propia habitación, durmiendo en su cuna. El bebé lo había tomado bien, y los padres también se estaban acostumbrando.

Iban poco a poco, a pasos de pingüino, pero se sentía orgullosos de no haber tenido un accidente y de que su bebé no llorase más que cuando su pañal estaba sucio o necesitaba comer.

Justo ahora el omega entró a la habitación del bebé que ya estaba satisfecho, BeomGyu se había encargado de sacarle los gases y ahora solo debía hacerlo dormir.

La mayoría de veces Byeol se quedaba dormido antes de terminar la toma, o con unos segundos usando su chupete, pero ésta vez, rechazó el objeto cuando el omega se lo ofreció.

Por eso, BeomGyu recurrió a otra opción.

Abrazó al pequeño en su pecho, acariciando su espalda, Byeol instintivamente se hizo bolita, viéndose aún más pequeño de lo que era. BeomGyu empezó a caminar con lentitud por la habitación, meciéndose poco a poco.

—You are my sunshine... My only sunshine... —entonó suavemente apoyando su mejilla en la cabeza de su bebé con suavidad, Byeol bostezó unos segundos, adormecido— You make me happy...  When skies are gray... —cantó sonriendo levemente, se quedó en frente de la cuna, meciendo su cuerpo de lado a lado con suavidad, pasando sus dedos por la espalda de su bebé— You'll never know... dear... how much i love you... —agachó la cabeza, besando suavemente la frente del bebé que ya estaba de ojos cerrados, aún así, BeomGyu siguió cantando y meciéndose— Uhm... Uhm uhm...—tarareó sin recordar muy bien la parte que seguía, rodeando aún más con su aroma a su cachorro que ya dormía plácidamente y siquiera fue consiente de cuando fue dejado en su cuna, con una manta de nubes cubriéndolo y algunos peluches rodeándolo en caso de emergencia para que no se lastimara con los barrotes, estaba muy pequeño aún, pero los padres preferían prevenir.

BeomGyu se quedó apoyado en la cuna unos segundos, sonriendo inconscientemente al ver a su bebé dormir.

Lo más prudente era que él mismo fuera a acostarse para despertar a eso de las cinco para la otra toma de Byeol.

Pero en lugar de eso, se quedó unos minutos velando el sueño de su hijo mientras le daba vueltas a las inseguridades que había desarrollado.

Desde que negó el roce íntimo con el alfa, TaeHyun no había vuelto a tocarlo con esas intenciones, incluso dudando un poco sobre tocarlo en ciertos lugares, cómo por ejemplo, la cintura.

BeomGyu mordió su labio inferior dejando a Byeol para ir con su esposo que dormía abrazando una almohada.

—Tae... —llamó con suavidad palmeando el hombro del alfa que hizo un sonido con la garganta— T-tae...

—¿Q-qué pasa, cielo? —preguntó el alfa apenas y abriendo un ojo para poder ver a su esposo.

—¿Cuánto me amas del uno al diez? —preguntó mirando al alfa, ansioso y en espera de una respuesta.

TaeHyun pasó su mano derecha por su cara, tratando de procesar la información.

—¿Qué dijiste, cariño?

—¿Qué cuánto me quieres del uno al diez? —repitió jugando con sus dedos.

El alfa no podía creer aún que había sido despertado por eso.

Aunque no le sorprendía, era su esposo.

—Pues... Diez —contestó pasando sus dedos por sus ojos, bostezando.

—Oh... ¿Y por qué no cien? —preguntó el omega ofendido.

—Me dijiste del uno al diez —señaló confundido. BeomGyu suspiró entrando a la cama, acomodándose en su lugar sin desarmar el nido que tenían.

TaeHyun pensó que ya dormirían, pero BeomGyu lo observó fijamente.

—¿Me amas? —preguntó. Ya iban unas cinco veces en esas dos semanas que preguntaba lo mismo, o tal vez más, ninguno de los dos llevaba la cuenta.

—Eternamente, mi amor —contestó antes de bostezar de nuevo, aguantando las ganas de volver a dormir.

BeomGyu asintió lentamente dándose la vuelta, él mismo se apegó al alfa que lo abrazó por el hombro, sin tocar su cintura.

Desde la perspectiva de TaeHyun y de lo poco que le explicó el omega a base de muchas preguntas, era que sí en efecto tenía inseguridad con su cuerpo y se sentía incómodo con ese toque, para TaeHyun lo primordial era la comodidad de su esposo, y sentía que hasta tocando su cintura ya estaba incomodándolo.

Pero solamente se dejó guiar cuando el omega movió su mano, dejándola puesta en su cintura.

TaeHyun sonrió levemente, abrazándolo ahora sí cómo era debido, hundiendo su nariz en el cabello de su esposo, estaban en su posición favorita para dormir, la dichosa cucharita.

—TaeHyun...

—Mnh.

—¿Te puedo hacer más preguntas? —preguntó jugando con la mano arriba de su cintura, tomando dedo por dedo, distrayéndose con eso.

—Claro, cielo —contestó cerrando los ojos sin poder aguantar más.

—Si bajo o subo más de peso... ¿Me amarías?

—Tu peso no mide mi amor por ti, cielito lindo —negó besando su coronilla— Estés cómo estés, te voy a amar, no hay condiciones para amarte —explicó con seguridad.

A TaeHyun no le importaba cuántas veces debía repetirlo, lo diría una y otra vez, veinte veces al día si era necesario.

—¿Quieres escuchar algo? —preguntó ahora él, recibiendo un asentimiento del omega— Te amo hasta la luna y de regreso, BeomGyu. Te amo de todas las maneras que hay, te amo como mi amigo, mi novio, mi compañero, mi omega, mi esposo, mi alma gemela, te amo de muchas formas y cada día me esfuerzo para transmitir todo el amor que siento por tí —habló sin ser interrumpido en ningún momento, BeomGyu siguió jugando con sus dedos, un pequeño nudo en su garganta y un cosquilleo en su pecho— Desde que éramos adolescentes te he amado de esta forma, solamente se fue intensificando más y más, tanto que en la habitación de al lado está durmiendo una pequeña gotita de nuestro amor, te amo en todas tus facetas, mi cielo. No dudes de mi amor por ti o enserio me voy a enojar —finalizó besando otra vez su coronilla. BeomGyu dejó de jugar con sus dedos, se quedó en silencio.

TaeHyun inhaló profundamente, el aroma a miel volviéndose excesivamente dulce, sonrió sintiéndose satisfecho con lo que había dicho, abrazó al omega hacia él, cayendo dormido en unos minutos que BeomGyu no habló, solamente se quedó en silencio mirando a la nada con ese cosquilleo que siempre había sentido desde que lo conoció.

Su esposo sabía que decir y como decirlo. Se sintió satisfecho y pleno, por eso, cerró los ojos para dormir con la mente y el corazón más tranquilo.

No importaba cuántas veces lo preguntara, TaeHyun siempre le respondía diferente, lo hacía todas las veces que se lo pedía sin problemas.

A eso de las cinco y treinta y cinco, Byeol lloró en su cuna, haciendo al omega levantarse, besando castamente a su esposo cuando el alfa abrió poco a poco los ojos.

—Yo me encargo —dijo de nuevo antes de irse a la habitación de su bebé.

Byeol tenía el pañal sucio, y además tenía hambre.

Mientras cambiaba a su bebé con cuidado empezó a darle vueltas a otro pequeño asunto.

Desde antes de que Byeol naciera, y cuando nació, TaeHyun se había encargado de todas las tareas domésticas.

Lavaba la ropa, limpiaba la casa, cocinaba las tres comidas e incluso algo extra por si le provocaba, lavaba los platos y se encargaba de hacer las compras.

Esas tareas, se las habían dividido a lo largo de los años de convivencia, si BeomGyu lavaba la ropa, TaeHyun cocinaba, si BeomGyu cocinaba, TaeHyun lavaba los platos. Además de que ambos tenían el acuerdo de limpiar la casa ambos, dividiéndose las habitaciones, cocina y sala de estar.

Pero él no había hecho nada en ese tiempo, mucho antes de dar a luz no había siquiera lavado un plato.

Se sintió mal por eso.

—Que bonito, mi amor —halagó al bebé cuando lo tuvo listo y cambiado, aún así, Byeol estaba inquieto por su hambre— Ya voy, ya voy —calmó desabrochando su camisa de pijama antes de tomar correctamente a su bebé que se alimentó con desespero— Con calma... Te puedes ahogar —explicó a pesar de que Byeol seguía comiendo con desespero, soltando pequeños sonidos.

BeomGyu se paseó por la habitación, eran las cinco, TaeHyun normalmente se levantaría a las ocho, así que podría empezar a recoger algunas cosas, y preparar el desayuno.

Solo tenía que esperar a que su bebé se durmiera.

—¿Ya? Fue muy poco, bebé —le habló acomodando al bebé en su hombro para sacar los gases— Debería cortar mi cabello —murmuró cuando el bebé jaló un poco su cabello.

Ahora que lo pensaba, los bisabuelos de Byeol aún no lo conocían más allá de una fotografía, eran los únicos en no haberlo visto en persona o siquiera haberlo levantado. Habían quedado en ir pronto, pero ese pronto ya iba para tres meses.

Se recordó hablarlo en cuanto el alfa se levantara.

Para cuando TaeHyun se levantó justamente a las ocho, arrastrando los pies y despeinado, el alfa se desvió a la habitación de Byeol con un bostezo, inclinádose para ver al niño en la cuna unos segundos.

—Buenos días... —murmuró pasando sus manos por sus ojos.

—¡Buenos días, Tyun! —saludó el omega saliendo de la cocina para abrazar al alfa, recostando su mejilla en el pecho ajeno.

TaeHyun lo abrazó por la cintura, besando su coronilla.

—Hice el desayuno —comentó emocionado, jalando al alfa hacia la mesa del comedor.

—¿Desde qué hora estás despierto? —preguntó tomando asiento cuando el omega lo tomó de los hombros. BeomGyu sonrió besando su mejilla.

—Desde las cinco y media. ¡Mira! Te hice waffles con miel —dijo dejando dicho plato frente al alfa que balbuceó un poco antes de agradecer con una pequeña sonrisa.

BeomGyu tomó asiento a su lado, con el mismo desayuno, la única diferencia era que TaeHyun tenía tres y él tenía uno.

—También hice jugo de fresa, pero prefiero que esté más frío —comentó mirando fijamente al alfa, en espera a que comiera.

TaeHyun tomó su tenedor y un cuchillo para comer, saboreando después de mucho tiempo los waffles con miel de su esposo.

—¿Y qué tal? —preguntó mirando al alfa masticar lentamente.

—Me enamoraste otra vez, precioso —contestó haciéndolo avergonzarse.

BeomGyu comió de su waffle, teniendo al alfa a su lado, ambos en silencio, solamente uno al lado del otro.

El alfa fue el primero en terminar, dejando el plato limpio, si una sola migaja.

—Estaba delicioso, cielo, gracias —agradeció de nuevo besando la mejilla del omega que asintió sintiéndose satisfecho con hacer el desayuno para su esposo y que, de paso, le gustara.

BeomGyu se levantó de su lugar para servir el jugo de fresa en dos vasos, colocando algo de hielo en el del alfa conociendo muy bien los gustos de su esposo.

—Deberíamos ir con tus abuelos, son los únicos que no conocen a Byeol —comentó haciendo al alfa asentir.

—Claro, mis padres no dejan de escribirme para ir con él —rió tomando del jugo de fresa, soltó un sonido de satisfacción, estaba delicioso y con hielo aún más— ¿Qué quieres almorzar? —preguntó mirando como BeomGyu negaba de inmediato con la cabeza.

—Yo haré el almuerzo.

—Yo lo hago.

—No, yo lo quiero hacer.

—Puedo hacerlo yo, mi amor, mientras estás con Byeol —el omega se quedó en silencio ante las palabras del alfa, mirándolo fijamente, cruzó sus brazos mientras abultaba poco a poco sus labios.

TaeHyun suspiró.

—Lo hacemos los dos.

—¡Si, si! —aceptó el omega con una sonrisa.

Se las podrían arreglar con Byeol de ahí hasta la hora del almuerzo.

Las inseguridades después del embarazo afectan a muchos :/ poco a poco BeomGyu irá trabajando en ello, espero les esté gustando.

¿Qué opinan de un smut por acá? Ahora que lo pienso no hay smut del TaeGyu y eso que es la pareja principal xd

Nos vemos!

The_Dark_Diamond04