[28]
20 días de nacido.
Aparte del cuidado del bebé, de cambiar pañales, su ropa, alimentarlo, limpiarlo, también estaba el cuidado del omega.
—Me duele —se quejó el omega saliendo de la ducha en bata de baño, caminando a pasos cortos.
No conforme con todo el dolor de la labor de parto, también después de tener a su bebé, debía aguantar dolor.
El dolor de la cesaría se hizo presente días atrás, con la respuesta de BaekHyun, había estado tomando los medicamentos recetados y había estado usando la faja médica para protejer la cicatriz y además, ayudar a la inflamación de su abdomen.
Miró a su bebé dormido en el centro del nido, rodeado de almohadas, lo acababa de dormir así que tenía tiempo para antes de que despertara.
Su esposo entró a la habitación con un plato de galletas, las dejó en el buró que estaba desocupado y observó al omega tomar la faja.
—Te ayudaré con eso —dijo señalando la faja. BeomGyu asintió, aceptando, antes se la había puesto él solo, pero sentía que no la apretaba lo suficiente.
TaeHyun avanzó hacia él tomando el artículo en manos, no era difícil colocar una faja, solamente debía tener cuidado de no lastimar al omega.
BeomGyu quitó la bata, quedando en ropa interior, sintió sus mejillas calientes por la mirada del alfa bajando por su cuerpo.
—Está... —TaeHyun abrió la boca sin decir nada más, no había visto a su esposo sin ropa desde hace tiempo, y sólo ahora podía ver la incisión de la cesárea además de lo que en realidad era un cuerpo después de dar a luz.
—Estás loco si pensabas que iba a volver con el abdomen plano —le dijo el omega en un tono bajo, volviendo a colocarse la bata, sacándolo de sus pensamientos. TaeHyun negó con la cabeza frunciendo el ceño.
—Eso lo sé, mi amor —se acercó y besó su nariz castamente.
BeomGyu se cubrió de nuevo con la bata, desviando la mirada.
Actualmente, el abdomen del omega era casi igual al abdomen que tenía cuando cumplió los cuatro meses de embarazo, obviamente, había cambiado por algunas estrías, al igual que por la enrojecida incisión que aún seguía cuidando.
—Cielo... —TaeHyun se extrañó los primeros segundos, luego comprendió por completo la situación.
Inevitablemente, BeomGyu empezó a sentir una inseguridad apoderarse de él.
¿Y si a Kang ya no le gustaba por el cambio de su cuerpo? Desde que se conocieron TaeHyun había halagado sus piernas esbeltas, su abdomen plano, esa contextura delgada pero formada que a Kang TaeHyun le volvía loco en esas épocas hasta la actualidad.
Hasta no hace mucho, nueve meses atrás, lo recuerda besando con devoción su abdomen plano y levemente tonificado.
Ahora no estaba plano, y tampoco tonificado.
No era el omega esbelto con el que se había casado.
¿Entonces...
—BeomGyu, escúchame —TaeHyun lo sostuvo de la cintura, mirándolo directamente a los ojos— Mírame —pidió buscando la mirada del omega, BeomGyu mordió su labio inferior— ¿Cómo crees que yo pueda pensar eso, mi cielo? Los cambios de tu cuerpo fueron para traer a mi hijo a este mundo, es completamente normal, y yo lo único que puedo hacer es ayudarte, agradecerte y admirarte por tener la valentía de dar a luz a un niño, de soportar casi nueve horas de contracciones sin anestesia, de estar nueve meses pasando por mareos, cambios de humor, dietas, no me importa que tengas una cicatriz, no me importa que tengas estrías, no me importa que no seas el omega esbelto con el que me casé. Ahora eres el omega que amplió nuestra familia y estoy orgulloso de ti, te sigo amando como lo hice el primer día que te conocí y no vuelvas a pensar, por favor, que voy a dejar de hacerlo por un cambio en tu cuerpo —le habló fluido y con esa sinceridad que llegaba al corazón del omega. BeomGyu soltó una pequeña lágrima, luego otra y otra.
Y ya estaba llorando, hipeando y sollozando en el hombro de alfa.
TaeHyun lo abrazó con afecto, acariciando su espalda.
—Estés cómo estés, eres hermoso, BeomGyu, el día que te deje de amar fue porque me volví loco —sonrió dejando que el omega llorase en su hombro, sentimental.
Había escuchado que los omegas duraban un mes o menos de eso con los síntomas de embarazo, parecía ser el proceso de regular las hormonas, el cuerpo volviendo a la normalidad y asimilando que no había ningún bebé.
Y eso, ponía extremadamente sensibles a los omegas, podía ser agresivos, también irritables.
Pero su esposo, era sensible.
—Pongamos la faja, Gyu, para que te vistas —le dijo suavemente. El omega se separó de él sorbiendo su nariz quitando de nuevo la bata— No quiero que te resfries —Kang le acarició las mejillas antes de separarse un poco, para poder colocar la faja— Me tienes que decir hasta donde aprieto —avisó pasándola por la cintura ajena, apretando poco a poco la faja en el omega que se sostuvo de sus hombros quedándose en silencio, cosa que era un "sigue" para Kang.
Cuando BeomGyu la sintió lo suficientemente justa, lo detuvo.
—Gracias —murmuró el omega sintiendo que lo jalaron de la cintura con cuidado, TaeHyun lo besó sin decir palabras, envolviendo su cintura con ambos brazos, BeomGyu lo sostuvo de los hombros.
—Te amo, bonito —le dijo al separarse, BeomGyu sorbió su nariz enrojecida, sus ojos aún cristalizados, parecía estar aguantando las ganas de llorar.
TaeHyun buscó en el armario un pantalón de pijama, se agachó para colocarlo en su esposo, BeomGyu volvió a romper en llanto sintiendo al alfa vestirlo con cuidado.
—Pu-puedo... Hacerlo... Yo —dijo entre el llanto, TaeHyun le metió un brazo, y el otro en una camisa a botones de pijama.
Abrochó botón por botón.
—Ven, necesitas un abrazo de oso —le dijo abriendo sus brazos, el omega negó con la cabeza tallando sus ojos en un fallo intento de detener las lágrimas— ¿Por qué?
—P-peso... Peso mucho —y siguió llorando, aún con las palabras anteriores del alfa frescas en su mente.
TaeHyun rió acercándose un paso al omega, lo sostuvo de la cintura.
—Para algo hago ejercicio, ¿No? —preguntó ahora agachándose un poco para sostenerlo de los muslos. BeomGyu cedió, abrazando los hombros del alfa cuando este lo alzó, por inercia enroscó sus piernas en la cintura ajena, TaeHyun lo abrazó igualmente meciendo su cuerpo de lado a lado.
BeomGyu apoyó su mejilla en el hombro ajeno, trató de calmar su llanto, se sentía inseguro, triste e inexplicablemente sensible.
—Byeol...—dijo alzando la cabeza para ver a su hijo, el bebé dormía plácidamente. Aún faltaba para que despertara.
TaeHyun lo miró directamente a los ojos, le sonrió con ternura.
—¿Te sientes mejor? —preguntó sin molestarle el cargar el peso del omega encima, no pesaba y tampoco le importaba.
Si tenía que cargar a BeomGyu todo un día, lo haría con gusto.
El omega asintió lentamente inclinadose para juntar sus labios con el alfa que sonrió, besándolo.
—¿Quieres galletas? —preguntó avanzando hacia donde había dejado el plato, BeomGyu se sintió avergonzado, TaeHyun lo estaba cargando sin problemas, pidió que lo bajara para comer galletas.
Comió en silencio, sin llorar.
TaeHyun se desvió hacia la cama, se recostó en la cama, con cuidado se inclinó al bebé que dormía. Besó sus mejillas con cuidado, apoyó su nariz en la mejilla regordeta del bebé, olió al bebé.
Olía a miel, a café, y un toque de talco de bebé, era un olor dulce, delicioso.
El bebé se quejó entre sueños, lloriqueando al despertar, el alfa besó su mejilla arrullando al pequeño que despertó con calma, sin llorar.
—Que rico hueles, mi niño lindo —le dijo con voz aguda, sintiendo una excesiva ternura cuando el bebé se movió un poco más energético, haciendo sonidos— Quiero cómo... Ah, que tierno eres —agarró las manos del bebé y las besó, conteniéndose de abrazarlo y apretarlo. Sentía ternura, demasiada y no sabía cómo contenerla.
Escuchó un sollozo, volteó de inmediato hacia donde estaba el omega, BeomGyu dejó la última galleta en el plato, sin poder comerla por el llanto que se presentó ante la escena de TaeHyun con Byeol.
¿¡Por qué era tan tierno!? ¿¡Por qué su esposo estaba dispuesto a hacerlo llorar!?
—Beom-... Oh —el bebé también empezó a llorar, BeomGyu también estaba llorando.
¿Ahora que iba a hacer?
Aveces YeonJun decidía tener un tiempo de ocio, aunquesea dos horas sin estar estresado por lo que hacía su hijo, por qué estaba tan callado, y así sucesivamente.
Y con la llegada de SooBin, había podido hacerlo, y bien, sonaba como si estuviera usando a SooBin cómo niñero pero en realidad no.
SooBin ese día había decidido que YeonJun tuviera su tiempo de descanso, de consentirlo y hacerle lo que pidiera.
—Quiero chocolate... Caliente —pidió cubierto con una colcha en medio del nido que había hecho esa mañana, hecho bolita.
SooBin besó su cien antes de desaparecer directo a la cocina para preparar la petición del omega.
Últimamente YeonJun comía chocolate, pero era normal, al omega le gustaba.
—¿Qué tú haces, papá? —preguntó JinSung apoyado de la columna de la cocina, moviendo su pie derecho, balanceándose. SooBin sonrió tomando en brazos al pequeño, besó su mejilla antes de empezar a calentar el chocolate de su pareja.
Con los meses, el habla de JinSung había mejorado notablemente, en fluidez y pronunciación, ambos se habían encargado de estimular al niño lo suficiente, teniendo un resultado exitoso.
Lo único que aún estaban trabajando era el caminar, no lo hacía por tanto tiempo y siempre terminaba gateando o pidiendo que alguien lo cargase.
—Vamos a llevarle el chocolate a papá —dijo el alfa tomando la taza en su mano derecha, con la otra mano tomó la mano del niño que caminó sin problemas.
SooBin miró la taza de chocolate caminando con cuidado para que no se desbordara.
Pero no vió el auto de juguete en el suelo.
Fueron cuestiones de segundos, el alfa tropezó y soltó la taza, el estruendoso sonido hizo gritar al pequeño y aún más cuando fue alzado con rapidez evitando que pisara los pedazos de vidrio.
—¿¡Qué pasó!? —gritó YeonJun desde la habitación, tomando asiento en la cama.
SooBin esquivó los vidrios y entró a la habitación mirando a su pareja.
—JinSung...
—¡No, papá! —negó de inmediato el niño removiendose en su lugar para que el alfa lo bajara, cuando tocó el suelo miró al omega que esperó pacientemente una explicación— ¡Papá puso cocholate en taza! ¡Y-y... y... ¡Hizo así! —explicó caminando de un lado a otro, YeonJun asintió prestándole atención al pequeño con una pequeña sonrisa— ¡Y un auto ama-amallillo! Y... ¡Pum! ¡Se rompió y está sucio! ¡Fue papá, no yo, pa! -negó con su cabeza asegurándose de que YeonJun supiera que él no había hecho nada, que todo había sido culpa de su papá.
SooBin se cruzó de brazos, soltando una risa.
—Entiendo, bebé, entonces fue tu papá —JiSung asintió seguro— Entonces... ¿Qué debería hacer? —preguntó el omega alzando a su hijo con él en la cama. SooBin arqueó una ceja.
—Limpiaré todo, y te haré más chocolate, ven, JinSung, ya-...
—¡Trincón! ¡Trincón!
—¿Rincón? —preguntó YeonJun tratando de corregir la palabra de su hijo.
—Si, rin-rin... Rincón a papá —sentenció abrazando al omega que rió. SooBin bufó.
—Ya vuelvo, voy a limpiar, luego me quedo en el rincón —aceptó su castigo desapareciendo para poder limpiar el desastre que había causado.
Ese día, SooBin efectivamente duró tres minutos en el rincón y pudo haber sido más tiempo, pero JinSung quiso jugar.
YeonJun aprovechó ese día para pensar, darle vueltas a un mismo asunto, pensando y pensando hasta que casi le doliera la cabeza.
Solo fue en la noche, que SooBin se estaba duchando, suspiró moviéndose de lado a lado nervioso.
¿Y si se molestaba? ¿Y si lo dejaba? ¿Y si lo abandonaban de nuevo?
No, SooBin no es así...
No lo es.
—Pensé que ya estabas acostado —el alfa salió con una pequeña sonrisa, solo con una toalla en la cintura y algunas gotas cayendo del cabello. YeonJun negó con la cabeza caminado hacia el armario, sacó una toalla pequeña y un cepillo de cabello, todo eso con una expresión preocupada, SooBin había estado sintiendo los nervios del omega por medio de la marca todo el día, y no entendía muy bien la razón.
—Solo... Quería secarte el cabello —dijo haciendo al alfa tomar asiento en la cama, se sentó en su regazo a horcajadas. Empezando a pasar la toalla por el cabello ajeno.
—¿Y qué más? —preguntó el alfa rodeándolo de la cintura, agachando la cabeza, cerró los ojos sintiendo al omega secar con delicadeza.
YeonJun tragó grueso siguiendo con el movimiento de la toalla, se quedó en silencio mientras seguía secando y quitando el exceso de agua.
SooBin no quiso presionarlo, por eso, se quedó en silencio, esperando pacientemente.
Cuando el cabello estuvo seco, YeonJun lo peinó con cuidado, desenredando los pocos nudos y colocándolo decente.
—Quería hablar contigo... Sobre... Uh... —tartamudeó un poco evitando la mirada del alfa. YeonJun tomó aire, tratando de tomar la suficiente valentía de decirlo.
—Vamos, Junnie, nada malo va a pasar —le dijo el alfa acunando sus mejillas. YeonJun lo miró a los ojos usando toda la valentía posible.
—Mi celo... n-no llegó este mes... Nu-nunca se había retrasado, SooBin... Solo me pasó... M-me pasó... Cuando... —sintió sus ojos cristalizarse y un nudo formarse en su garganta.
SooBin se quedó en silencio, con una expresión neutral. YeonJun sintió miedo.
—Cuando quedaste embarazado —le completó la frase el alfa. El omega agachó la cabeza soltando las primeras lágrimas.
¿Cómo sería la reacción?
Qué les parece? U.u
The_Dark_Diamond
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