El apartamento estaba excesivamente desordenado para Choi YeonJun.

Había juguetes por todos lados, bloques, autos, peluches, su hijo había jugado por horas con SooBin y habían dejado un desastre en la sala de estar.

—Mi vida, vamos a ordenar, ¿Si? —le propuso a su hijo que estaba jugando en sillón con su peluche y un avión de plástico.

—¡No, no, ashi! —negó rápidamente con la cabeza al ver que su papá iba a ordenar los juguetes.

—¿Quieres que lo deje así? —preguntó recibiendo un asentamiento del pequeño, YeonJun se acercó a su hijo— Pero, ¿Y si papá se cae? Hay muchos en el piso.

—No.

—Uhm... ¿Y qué tal si los apilamos todos allá? —preguntó señalando la esquina especifica en dónde iba la caja de los juguetes del niño. JinSung hizo sus labios un pico, pensando.

—Papá... Papá jue-... Jue-... —el omega esperó pacientemente por la pronunciación de su hijo que estaba avanzando para bien, y a pesar de que le costara la fluidez, lo intentaba— Juega con... Mi —el pequeño se señaló a sí mismo. YeonJun lo tomó en brazos con una risa.

—Papá juega contigo, sí, JinSung —asintió besando su mejilla— Pero no están jugando ahora, ¿Podemos recoger? Luego podrán sacar todo.

—Uhm....Poco.

—¿Ordenamos poco?

—Shi.

—Bien, vamos a ordenar poco —aceptó la negociación con su hijo, dejándolo en el suelo para que ayudara, con el pasar de los meses, JinSung empezó a caminar trayectos cortos, sujetándose de alguna cosa, sea la pared, sillón, o la mano de alguno de sus padres.

Estaba avanzando para bien y de manera sana.

—Jun, está lista la mochila —SooBin apareció, con una mochila grande en su hombro, mirando al omega y el niño ordenar los juguetes y dejarlos en una esquina.

—Bien, en un momento nos vamos —avisó el omega recibiendo los juguetes que el niño le llevaba, para dejarlos ordenados en el rincón.

Después de hablar con el especialista Byun el día de la reunión, habían decidido tener un día solos para poder hacer una marca temporal. JinSung se quedaría esa noche al cuidado de su antigua niñera, teniendo la suficiente confianza y amistad con la muchacha para dejarlo con la omega toda la noche en el apartamento.

JinSung ya sabía que esa noche no dormiría en medio de ambos, ya se lo habían explicado y no había reaccionado mal.

—Solo hay que esperar que Han llegué —dijo tomando otro juguete, pero el pequeño se quejó.

—¡Ya, ya! —se arrodilló en el suelo y empezó a gatear hasta el sillón donde solo quedaban diez juguetes. YeonJun dejó esos juguetes ahí, después de todo, no estaba tan desordenado como antes.

SooBin dejó la mochila en el sillón individual, llevaban ropa interior, un cambio extra y sus artículos personales.

—Con el pasar del tiempo, has invadido mi apartamento —acusó YeonJun mirando al alfa tomar asiento a su lado con una risa.

SooBin poco a poco había pasado de dormir días, a dormir semanas con YeonJun, sin ir a su apartamento. Y ahora, una parte del armario de YeonJun tenía su ropa, tenía artículos de higiene en el baño del omega, rara vez dormían separados.

—Deberíamos mudarnos juntos oficialmente, me tratas como un invasor —acusó el alfa besando la mejilla del omega. YeonJun carcajeó mirando a su hijo moverse hasta ellos.

—Podemos hacerlo, cuando este lindo niño de aquí cumpla dos años —dijo levantando a su hijo para dejarlo en su regazo. JinSung observó a los adultos con una sonrisa.

—¿Papá?

—¿Si? —SooBin besó la mejilla del pequeño que se aferró a sus orejas.

JinSung solo se quedó en silencio, riendo cuando recibió los besos del alfa y las cosquillas del omega.

La niñera no tardó en llegar, incluso llegó minutos antes de que la hora citada se hiciera.

Saludó con gusto a YeonJun y se presentó cordialmente al alfa desconocido.

—¡Jiji, que lindo volver a verte! —saludó al pequeño que estaba de pié, sujeto al sillón, le sonrió a la mujer al reconocer a su agradable niñera, la omega con aroma a maracuyá se sorprendió al verlo de pié.

—H-hola... ¡Hola! —gritó alzando sus brazos rápidamente para ser levantado por la mujer que chilló de alegría levantando al infante.

—¡Creces muy rápido, jiji! —le dijo, besando su mejilla. SooBin rió, se notaba el afecto que la mujer había desarrollado por JinSung, lo había conocido desde recién nacido, después de todo.

YeonJun rió acercándose a su hijo, ya debían irse.

—Mi amor, te quedarás con Han, ¿Si?

—¿Pa? —ladeó la cabeza sin entender, aunque a los segundos se distrajo con los aretes de la mujer que le prestó atención a YeonJun cuando le habló.

—En mi cama dejé un nido armado como siempre, ya sabes, tienes toda la despensa a tu disposición, uhm... ¿Qué más? —pensó unos segundos. No había mucho que decirle, Han ya sabía cómo funcionaban las cosas, y sobre todo, conocía a su hijo— No dudes en llamarme, ah, te pasaré el teléfono de SooBin por cualquier emergencia.

—Claro, los llamaré sin dudarlo —sonrió. Han no se metía en las cosas personales de YeonJun, era su jefe y a pesar de que habían formado cierto vínculo, no era un vínculo en el que pudiera preguntar, opinar o decir cosas de más.

Ella podría hacerse una idea de por qué la había llamado, muchísimas ideas cruzaban por su cabeza, pero no era su problema, solo debía cuidar a esa hermosura de bebé.

Sus padres se despidieron con amor, besando una y otra vez sus mejillas, marcando con su olor al pequeño que solo se dejó hacer, amando ser mimado por los dos.

—Nos vemos —dijo YeonJun saliendo delante de SooBin.

El alfa cerró la puerta.

Solo quedó Han y JinSung.

—¿Papá? ¿Pa? —preguntó mirando hacia la puerta, sintió que fue levantado en brazos de la omega que le sonrió.

—¿Quieres galletas? Traje muchas para nosotros dos —le dijo al niño, distrayendo su mente del foco central.

JinSung asintió repetidas veces, emocionado.

—¡Lletha! ¡Lettha!

—¿Cinco estrellas? Que elegante —rió YeonJun bajando del auto, SooBin dejó las llaves con el encargado, entrando de la mano del omega.

—Lo mejor para lo mejor, y lo especial para los momentos especiales —fue su respuesta, entrando al hotel lujoso, cinco estrellas.

Ya era de noche, habían salido directo a comer algo, pasearon los alrededores y al ver la noche caer fueron directo al hotel.

—Buenas noches —saludó SooBin al recepcionista que le sonrió amable.

—¡Oh, hola! —el beta le contestó al saludo— ¿La misma de siempre? —preguntó con una ceja levantada. YeonJun miró directo a SooBin, con el ceño fruncido.

SooBin balbuceó confundido.

Era la primera vez que iba a alquilar, ¿Cómo que la misma de siempre?

—¡Ah, deja de jugar, Henry! —le reclamó al recepcionista que rió.

—Solo bromeo, señorito, este de aquí no viene desde hace...¿Una semana? —preguntó el beta a su conocido, SooBin bufó estirando la tarjeta. YeonJun relamió sus labios, su aroma a fresas se hizo más intenso.

—¡Solo cobra, hombre! —le dijo con el ceño fruncido. Henry y SooBin eran amigos de la preparatoria, el beta solo duró unos meses en la universidad, estudiar no era lo suyo a decir verdad, y prefirió buscar empleo, y ahí está, de recepcionista en ese hotel cinco estrellas, ganando bien, y con una vida estable.

—¿Cuántos días? —preguntó para saber el monto— La última vez pagaste unas horas, esto no es motel, viejo.

—Por la luna, deja de decir mentiras, uh... Solo una noche, medio día.

—Un día —corrigió el omega cruzándose de brazos— Un dia, Henry —dijo el nombre del recepcionista con fastidio, avanzando hasta el ascensor.

El beta carcajeó y se encargó de cobrar el monto exacto, entregando la tarjeta y buscando la llave de la habitación.

—Disfruten —dijo cuando el alfa le arrancó la tarjeta de la mano.

—Imbécil —murmuró ganando una sonrisa del beta.

SooBin llegó con YeonJun justo a tiempo, el ascensor se abrió, las personas salieron y ellos pudieron entrar, solos.

—Ah, Henry es mi amigo de la secundaria, ¿Bien? He venido para acá pero solo para hablar con él —le explicó al omega que solo asintió con la cabeza, serio.

YeonJun no estaba celoso, confiaba en SooBin, si no, no lo dejara a cargo de su hijo, no lo dejaría dormir con él, no lo dejaría ayudarlo en su celo.

Simplemente no lo tendría cerca.

Pero, Henry le había caído un poco pesado.

—Es amigable luego de que lo conoces —comentó SooBin bajando en el piso indicado, buscaron la habitación sin problemas.

—Ujum —dijo YeonJun, haciendo de sus labios un pico. No, no le caía bien Henry hasta ahora.

Aunque no debería pensar en eso, estaban ahí por una cosa en específico.

—¿Ya? —preguntó el alfa cuando el omega se lanzó directo a sus labios, rodeando sus hombros.

—Ya esperamos mucho —murmuró entre beso y beso, atrayendo al alfa con él, había ubicado la cama tamaño king, y SooBin también estaba al tanto del camino.

—Debo buscar... Los condones —suspiró sintiendo a YeonJun jalarlo del cuello.

—A JinSung no le vendría mal un hermano —rió el omega soltando a su pareja para dejarlo ir por los condones. Ninguno de los dos tenía planes de embarazo, JinSung estaba perfectamente bien como estaba, y su relación aún no llegaba a ese punto de otro hijo.

Solo iban por la marca temporal, nada más.

SooBin se apresuró a buscar los dichosos condones, teniendo cuatro en mano.

YeonJun lo observó sentado en la cama, los condones quedaron arrojados a un lado.

El alfa se inclinó hacia él, besó la mejilla del omega con cariño.

—Te amo —susurró deslizándose hasta sus labios, sin dejarle contestar.

Ambos se fundieron en un beso intenso, apasionado. El omega se aferró a las ropas del alfa cuando sintió su espalda tocar la suave cama.

—Qui-quitate... La ropa —pidió deslizando sus manos por debajo de la playera del alfa que rió, separándose de él.

SooBin se quitó la playera, arrojándola a un lado insignificante, volvió a tomar los labios del omega con los suyos, desabrochado los pantalones de su pareja.

Entre besos húmedos y jadeos, en cuestión de segundos, ya ambos estaban desnudos.

YeonJun respiró con dificultad, los besos de SooBin viajaron por sus mejillas, por su cuello y luego por sus pezones.

—Soo-... —mordió su labio inferior sintiendo su cara caliente, seguramente estaba sonrojado.

—No pasará nada, mi amor... —fue lo único que le dijo antes de seguir estimulando con su boca. YeonJun lo sostuvo de los hombros, encajando sus dedos en la piel expuesta.

Oficialmente, YeonJun había dejado de producir leche hace unos meses atrás, ya podría despreocuparse por eso. Muchas veces, en los inicios de su relación el omega prefería posponer los encuentros sexuales por esa incómoda situación, y las veces que se dejó convencer por SooBin, el alfa olvidaba por completo ese detalle y al succionar, terminaba con un gran trago de leche natural en la boca.

Y a SooBin en ningún momento le asqueó o le impactó, el podría seguir sin problemas, pero la vergüenza que recorría a YeonJun en ese momento era tanta que dejaba a SooBin sólo en la habitación, y le ofrecía una buena ducha de agua fría después.

Ahora, nada los iba a detener.

—Ya estás lubricando, con tan poco, mi amor —murmuró el alfa paseando su mano por su abdomen, YeonJun mordió su labio inferior. Los aromas se hicieron más intensos a medida que las caricias avanzaban, ambos estaban ansiosos y desesperados.

El omega arqueó la espalda, dejó una mano cubriendo su boca y la otra en el brazo del alfa, los dedos de SooBin hicieron un camino por sus muslos hasta llegar a su entrada que ya había producido el suficiente lubricante, hizo un par de círculos con dos dedos y empujó poco a poco, YeonJun, por inercia, separó un poco más las piernas.

SooBin soltó una risa ronca, inclinadose al omega.

—Nuestro cachorro no está aquí, puedes hacer todo el ruido que te plazca —le dijo, YeonJun de inmediato quitó su propia mano de su boca y jaló de la nuca al alfa, fundiendo sus labios en un beso desordenado— Solo somos tu y yo... —le susurró antes de embestir con sus dedos, provocando un gemido alto.

Esa noche no estaba JinSung a una habitación de distancia, esa noche podrían hacer todo el ruido posible sin preocupaciones.

Solo eran ellos dos.

El siguiente capítulo tendrá un poco de lemon, traté de no ser tan explícita por la temática del fic, aún así, espero les guste y aquellas personitas que no les agrade pueden irse a mitad del capítulo, no hay problemas ;)

Por cierto, explicaré sobre la marca temporal.

En este Omegaverse, hay dos marcas, la marca temporal y la permanente.

La marca temporal funciona uniendo a alfa y omega por uno o dos meses, no es tan profunda y con esa solamente se pueden trasmitir y sentir, pues... Los sentimientos de ambos. Debe ser hecha constantemente, no renovada porque esta se borra por completo.

Y la marca permanente (que es la que tiene BeomGyu) es la unión permanente de alfa y omega, pueden comunicarse por medio de ese lazo, transmitir sentires, es profunda y nunca se borra, solamente se debilita con el tiempo y hay que renovarla.

Espero se haya entendido, cualquier duda comenten y les estaré respondiendo u.u

Nos vemos en el siguiente cap!

The_Dark_Diamond