[158]
Día del aniversario, esposos Kang.
TaeHyun soltó un tarareo, terminando de cambiar a Byeol que estaba dormido, el bebé había tenido un accidente que el pañal no había logrado evitar y despertó, TaeHyun se encargó de darle una ducha, y cambiarlo.
Pero en el proceso, Byeol se quedó dormido de nuevo.
Byeol frunció el ceño en medio de su sueño, soltando un quejido, TaeHyun lo arrulló, siseando un poco, tomó un chupete a un lado, lo colocó en los labios del bebé que se estiró tomando el chupete, dejó sus brazos hacia arriba, estirándose completamente.
El alfa sonrió mirándolo dormir, el chupete moviéndose con lentitud, terminó de colocarle unos calcetines al bebé.
Ese día, Byeol se iría con su abuela, la madre de BeomGyu para que ellos pasaran su día sólos.
TaeHyun salió de la habitación, buscando a su esposo.
—¿Ya estás listo? —preguntó el alfa mirando a su esposo terminar de peinar su cabello, BeomGyu lo observó desconfiado.
—Uhm, si... —asintió acercándose a él, abrazó al alfa por la cintura— ¿Por qué tú sigues en pijama?
—Bueno... Sólo saldrás tú, yo me quedaré —explicó, besando su frente con afecto.
—Dime qué haremos... —pidió juntando sus narices unos segundos, manteniendo el contacto visual, TaeHyun soltó una risa por la insistencia.
—Te reservé un cupo en un spa —contó, el servicio era de cuatro horas, con masajes relajantes, tratamientos para la piel y demás.
Era un lugar perfecto para relajarse y pasar un momento diferente.
Y TaeHyun pensó de inmediato en eso para su esposo porque pensándolo bien desde el día uno del embarazo el omega se enfrentó a muchísimos procesos, sentimentales, hormonales, corporales, como pareja la llegada de su primer bebé fue llevadera y hermosa, aún así, había que ser realistas.
Era cansado.
Amaban completamente a su bebé, así como su rutina actual, no tenían de nada de qué quejarse, pero un descanso por lo menos de un día era un gran regalo.
Realmente, el spa le ofreció paquetes de pareja, pero TaeHyun prefirió enviar a su esposo sólo.
—Yo reservé en tu restaurante favorito... El que está junto al mirador... —murmuró el omega aún abrazado a su esposo que abrió la boca con sorpresa.
—No me digas que...
—Conseguí estar en la terraza —completó el omega sonriendo apenas el alfa se emocionó por ese dato, abrazándolo aún más fuerte y agradeciendo ese regalo.
TaeHyun le besó la mejilla una y otra vez, el omega rió, teniendo en cuenta algo.
—Y... ¿Te vas a quedar todo ese tiempo con Byeol? —preguntó recibiendo un asentimiento del alfa— ¿No debería preparar más biberones?
—Está bien con lo que hay, estoy seguro —asintió, BeomGyu se separó de él, caminando a la cocina para revisar.
—¿Y la comida? ¿Quieres que te-...
—No —negó TaeHyun con una risa, BeomGyu hizo una mueca.
—No me parece justo —explicó el omega acercándose de nuevo a su esposo que lo abrazó automáticamente.
—A mi sí, mientras estás en el spa cuidaré a nuestro bebé —asintió, besando su mejilla varias veces— Sólo relájate y no pienses mucho las cosas —pidió guiando al omega a la salida de la casa, le entregó sus llaves, además de su billetera, le colocó un abrigo y besó su frente de nuevo.
—Siento que te estás deshaciendo de mi —rió el omega recibiendo la tarjeta del alfa, alzó las cejas.
—Cuando salgas del spa, ve al centro comercial que hay al lado y compra la ropa que usarás en la cena, puedes comprar lo que quieras, sin límites —ofreció entregando otra tarjeta con la dirección del spa, BeomGyu asintió, dándole un abrazo a su esposo con una sonrisa.
—Gracias... —murmuró escondiendo su nariz en el cuello del alfa que sonrió, devolviendo el abrazo.
—Disfruta mucho, cielito —deseó abriendo la puerta por el omega.
TaeHyun quedó sólo en la casa segundos después, cerró la puerta a sus espaldas poniéndose manos a la obra mientras Byeol dormía.
Le preparó el desayuno, organizó la habitación de ambos y se sentó en el sillón con su laptop, revisando el correo que le había enviado el concesionario.
Aparte del spa, su tarjeta de débito, había más regalos ese día.
Un auto del año, cómodo, espacioso, y con muy buenas características, de color gris y vidrios ahumados era otro de los regalos.
Ya era hora de tener un auto extra, uno para cada uno de ellos para hacer las cosas más cómodas.
—¡Mama! ¡Papapa! ¡Papa! —escuchó un grito agudo de la habitación de Byeol, sonrió haciendo a un lado la laptop para revisar a su bebé, entró a la habitación mirando a Byeol de pié en la cuna, mirándolo entre los barrotes— ¡Papa! —chilló emocionado alzando los brazos para que el alfa lo sacara de ahí.
—¿Cómo dormiste, mi garrapata rabiosa? —preguntó besando la mejilla del pequeño que bostezó, estirándose aún en brazos del alfa que rió.
—Mama...
—Se fue —explicó mirando como Byeol empezaba a ver a todos lados, buscando rastros del omega.
TaeHyun tomó su laptop con su mano libre y fue a la mesa del comedor para estar más cómodo.
—Papa... —llamó el bebé tocando la mejilla del alfa que lo observó.
—Dime, Byeol.
—Titi —pidió antes de recostar su cabeza del hombro ajeno, aún adormecido. TaeHyun se movió por la cocina, buscando el biberón de su bebé, lo preparó con el bebé aún en brazos, sirviendo la leche extraída.
Se sentía orgulloso de poder hacer eso, con el tiempo había agarrado la práctica necesaria.
—Un momento, hijo —pidió calentando un poco la leche en el microondas, Byeol bostezó de nuevo, abrazando el cuello del alfa que le acarició la espalda, mirando los segundos del microondas pasar.
Sacó el biberón y midió la temperatura de la leche en su dorso, estaba adecuada.
Tomó asiento en la mesa, Byeol estaba extremadamente tranquilo.
—¿Te dormiste? —preguntó, tocando los costados del bebé que no le contestó— Byeol, mira, titi... —habló sonriendo cuando el bebé se irgió, volteando en búsqueda del biberón.
TaeHyun lo acomodó, acostado en su regazo, le llevó el biberón a la boca, asegurándose de que estuviera cómodo.
Siguió revisando el correo en la laptop, leyendo y respondiendo luego, confirmando todos los datos y además, pidiendo un servicio extra que se basaba en que la agencia movería el auto hasta la casa y ellos no tendrían que buscarlo al consecionario.
Confirmó las horas, pagó todo y envió el correo con el comprobante.
Bajó la mirada, Byeol lo observaba fijamente mientras bebía.
—Hoy vas a ir con la abuela, mamá y papá tienen cosas que hacer —le habló, quitando el biberón cuando ya estuvo vacío.
—Yeya...
—Si, vas a ir con la abuela por un día solamente —le explicó, Byeol se estiró, tocando la cara del alfa que se dejó hacer, confiando en que su hijo no le metería un dedo en el ojo.
Aunque no debió confiar mucho.
—¡Byeol, mi ojo! —se quejó apretando los ojos luego de que el bebé metiera sus dedos ahí con fuerza, lastimando al alfa.
Byeol soltó una carcajada, mirándolo fijamente.
—No te lo devuelvo porque eres muy pequeñito —señaló el alfa, mirando a su hijo.
—No...
—No lo voy a hacer —negó con la cabeza, Byeol lo imitó, TaeHyun sonrió— ¿Quieres comer? ¿Comida? Co... Mi... Da...
—Dida...
—Comida...
—Dida...
—Co... Mida —repitió, Byeol lo veía fijamente, tocando su cara, repitiendo.
—To...
—Comi... Da...
—Todida...
—Comida...
—Tomida...
—¡Muy bien! —felicitó besando su frente, Byeol sonrió, soltando una risa.
Muy pocas veces, Byeol se veía dispuesto a repetir todo lo que decían, y eso era algo que los dos aprovechaban al máximo.
—Ahora di... Te amo —enseñó, Byeol metió un dedo en su boca, mirando al alfa— Te amo...
—Mo...
—Pero saca el dedo de tu boca, hijito —pidió con una sonrisa sacando el dedo del niño que le prestó atención, con los ojos bien abiertos, redonditos y brillantes— Te... Amo...
—Amu...
—Ajá, muy bien... Te amo...
—E amu...
—¡Perfecto! —festejó volviendo a besar su frente, Byeol sonrió— Ahora di, otorrinolaringólogo....
—Totototodododo... —repitió con rapidez.
—¡Muy bien, lo dijiste perfecto! —festejó TaeHyun sacándole una gran sonrisa al bebé que carcajeó cuando el alfa lo alzó por los aires, repartiendo besos en sus mejillas.
En un principio la relación de Byeol con el alfa era muy despegada, el bebé no era tan pegado al alfa, pero ahora, eran inseparables y a pesar de que la mayoría del tiempo TaeHyun lo estuviera fastidiando, Byeol amaba estar con su papá.
Jugaba con él, le preparaba y daba de comer, lo arropaba todas las noches, Byeol siempre pedía que fuera TaeHyun quien lo durmiera, compartían la siesta de la tarde a veces. TaeHyun le daba un amor desbordante a su hijo, y él se lo devolvía con el simple hecho de sonreírle cuando lo veía.
Byeol recibía amor y muchísima atención de parte de los dos, no había carencias de algo en su tan corta edad, no le faltaba nada y jamás le faltaría algo.
Porque ellos se lo habían prometido.
A TaeHyun le podría faltar algo, pero a Byeol no.
A BeomGyu le podría faltar algo, pero a Byeol no.
—Ahí viene el avión...
—¡Añón! —repitió emocionado, abriendo la boca para que el alfa le diera la cucharada de comida, TaeHyun rió mirándolo comer con gusto.
Mientras Byeol estuviera feliz, ellos lo estarían.
Byeol era su estrella, su pequeña y brillante estrella y por eso, su nombre.
Byeol significa estrella, así como también especial.
Él era su pequeña estrellita especial.
Y si lo pensaba bien, su esposo era su cielo, su hijo su estrella, él sin problemas podía ser el sol...
Pero hacía falta una luna... Una pequeña lunita que aún no llegaría pero viviría en su mente hasta el día de su llegada.
—¡Corre Byeol, corre! —animó al niño que lo perseguía por el pasillo de la casa, Byeol lo siguió lo más rápido que pudo, entrando al baño— ¡Hora del baño! —canturreó el alfa alzando los brazos, Byeol lo imitó.
—¡Añooo! —repitió dejándose hacer por el alfa que le sacó todas las carcajadas posibles en el baño y fuera de él.
Agradecía poder vivir eso, agradecía tener esa familia, agradecía todo lo que había pasado en su vida ese último año.
Pero más que todo, agradecía a su esposo, por hacerlo realidad.
Seguiré actualizando por acá! Espero les guste!
Ya me siguen en Inkitt?
The_Dark_Diamond04
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