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Ocho meses de gestación.











Luego de tantos cambios de humor y antojo tras antojo, en esos momentos YeonJun estaba tranquilo, no había estado tan tranquilo los meses anteriores pero ninguno estaba preocupado por ello ya que el especialista les mencionó lo normal que era.

Seguía con cansancio, hinchazón en los pies y aveces no quería ni moverse de la cama por el dolor de espalda que tenía después de estar mucho tiempo de pié.

Aún así, estaba tranquilo y descansando.

Ese día estaban sólo ellos dos en la casa, la señora Choi había decidido llevar a JinSung por unas galletas, el parque, también uno que otro juguete. Una tarde de nieto y abuela que los adultos le concedieron sin problemas.

—Tu mamá tiene a JinSung muy consentido... —opinó YeonJun abriendo una bolsa de papas, SooBin tomó asiento frente a él, extendiendo un frasco de polvo, picante.

Era leve y SooBin se encargó de poner una cantidad pequeña, YeonJun comiendo con relajación y gusto, no era todo el picante que quería pero debía conformarse con eso.

SooBin entró a la cama con un suspiro, tomando asiento tras su pareja que no tardó en recostar su espalda del alfa que lo abrazó por la cintura.

—No tanto...

—Claro que sí, hay que hablar con él para evitar que nos haga berrinche luego.

—Pero está pequeñito, déjalo gozar —defendió SooBin besando el hombro de su pareja que siguió comiendo sus papas, colocando música en su teléfono.

Ese día en particular estaba relajado, sin dolores de espalda, los pies no le dolían tampoco. Aunque bueno, sólo se había levantado a cepillar sus dientes y al baño cuando lo necesitó, de resto, estaba en la cama.

—JiHyun nace dentro de poco —recordó SooBin mirando el calendario en su teléfono con una sonrisa, YeonJun sonrió chupando sus dedos con algo de picante.

—¿Y estás nervioso?

—Si...—afirmó sin dudar. SooBin ya había tratado con bebés, muchos bebés y niños, los cargaba, jugaba con ellos y demás.

Pero ésta vez se sentía diferente.

—Conociste a JinSung bebé... Y no fué problema para tí —señaló YeonJun mirando sus papas, las dejó a un lado cuando se le quitó el apetito— Pero entiendo porqué estás nervioso... —afirmó con una risita cerrando los ojos, apoyando su cabeza del alfa— Yo también estaba nervioso cuando fuí papá por primera vez.

—Ya soy papá... —señaló el alfa abriendo una aplicación, recordando que no había visto su horóscopo de la semana.

—Sabes de qué hablo —finalizó YeonJun quedándose en silencio, SooBin murmurando un poco mientras buscaba su signo.

YeonJun frunció un poco el ceño, una pequeña incomodidad recorrió su espalda unos cuantos segundos.

—¿Otra vez el horóscopo, SooBin? —preguntó con una pequeña risa.

—Sabes que sí, ¿Quieres que lea el tuyo? —afirmó, YeonJun sintió nuevamente presión en el vientre, suspiró sintiéndose extraño.

—No, gracias... No entiendo eso...

—Ah, igual lo voy a leer, pero no te diré...

—Dame agua, por favor... —pidió recibiendo casi de inmediato la botella de agua qué mantenían a un lado de la cama.

—Está interesante ésta semana...

—¿Y qué dice? —preguntó a pesar de que nunca lo entendía, sintiendo dolor agudo en la zona lumbar, apretó los ojos. Bebió del agua con lentitud.

—Uhm, que trabajos mejores vendrán... Eso tal vez es una señal para no aceptar el trabajo de la empresa de tecnología...

—Tal vez... No me convence —secundó sintiendo el door pasar de a poco, miró hacia abajo, observando su vientre sobre de su ropa.

—Ofrecen muy poco para lo que piden, tampoco soy tan desesperado...

—Por supuesto que no...

—Lo peor es que me piden descuento, obvio yo no hago descuentos y menos ahora, son unos locos...

—Muy locos... —secundó con un suspiro, removiéndose con incomodidad, YeonJun empezó a sudar, apretó la botella del agua, volviendo a beber de ella.

Él conocía esa sensación.

Pero... No podía ser...

—Pero ya no daré más ofertas de las que les dí, y la empresa está de mi lado, ellos-...

—SooBin.

—¿Uhm? —preguntó el alfa prestando atención al omega por su tono de urgencia, sólo allí notó que estaba sudado.

—Llévame al hospital...

—¿P-para qué?

—¡A sacarme una muela porque se me antojó, SooBin! ¡Creo que esto-... —se quedó callado y volteó con rapidez al alfa que ya estaba pálido, mirando con los ojos bien abiertos.

—Dime que arrojaste agua a la cama, por favor... YeonJun, ¿Derramaste el agua?

—Tengo el agua en la mano, SooBin —enseñó volteándose a ver en medio de sus piernas, la cama estaba húmeda, llegaba hasta donde estaba el alfa que muy lejos de quedarse en blanco reaccionó de inmediato, primero buscando la mochila que tenían preparada y luego con el omega que ya estaba de pié en la habitación.

Eran apenas ocho meses. Aún faltaban semanas para pisar los nueve meses.

¿Cómo iba a nacer en ese momento?

—A-algo está mal... Está mal... —balbuceó el omega cuando estuvo en el auto, no había sentido más dolor y eso le preocupaba por muy raro que sonara.

—No, no está mal —negó SooBin muy seguro, conduciendo algo rápido, pero manteniendo las normas de tránsito.

—¿¡Cómo sabes!? ¿¡Te lo dijo el horóscopo acaso!? —preguntó YeonJun asustado, sintió algo de dolor, se tensó en su lugar, encajando las uñas en el asiento, rasguñando el cuero.

SooBin mordió su labio inferior, concentrándose en el camino, y acelerando un poco al ver la clínica  a un par de manzanas.

—¿Te duele?

—¿¡Tú qué crees, Choi SooBin!? —preguntó entre dientes el omega, sudando y removiéndose del dolor,  SooBin tragó grueso.

Bien, no podía ser imprudente en ese momento, no podía decir mucho.

—¿Puedes caminar? —le preguntó al omega cuando estuvieron en el estacionamiento, YeonJun asintió, el dolor había pasado así que pudo caminar sujeto a SooBin el camino del auto a la recepción— Buenas noches, mi pareja está en labor de parto, necesita-...

—¿Cuánto tiempo tiene? —preguntó la recepcionista masticando un chicle, anotando en una hoja, SooBin respondió con rapidez, YeonJun se apoyó del escritorio, suspirando y controlando su respiración.

—Señorita, denle la habitación y la atención y luego le digo lo que quiera —pidió SooBin empezando a molestarse.

—Necesito los datos primero, espere, por favor.

—¿Y le digo que se aguante? ¡Está en labor de parto! ¿¡Le digo al bebé que se devuelva o qué!? —preguntó con el ceño fruncido, la mujer lo observó masticando el chicle.

—Si me contesta, es más rápido.

—¡Carajo, anota rápido entonces! —le gritó, YeonJun empezó a sentir dolor de nuevo, se encogió en su lugar, también molesto por la actitud de la mujer.

¿Qué tipo de atención era esa?

Ellos había ido antes a esa clínica, todos los chequeos habían sido ahí, pero esa era la primera vez que veían a esa mujer.

—¿Qué relación tiene con el paciente?

—¡Es mi abuelo! ¿¡O no ve, acaso!? ¡Es mi abuelo que me vino a acompañar a dar a luz a su nieta, imbécil! —gritó YeonJun golpeando con una mano el escritorio, llamando aún más la atención de las personas en sala de espera que empezaron a murmurar, mirando lo que pasaba— ¿¡Acaso quieres que de a luz aquí parado!? ¡DAME UNA HABITACIÓN ANTES DE QUE TE PARTA EL ESCRITORIO EN LA CABEZA! —amenazó adolorido, SooBin lo tomó del brazo. Volteó a la derecha, un enfermero se aproximaba a ellos con una silla de ruedas.

—Yeyo...

—¿¡NO SABES LO QUE ES UNA EMERGENCIA!? ¡ANDA A HACERLE PREGUNTAS BOBAS A OTRO! ¡RIDÍCULA! —gritó, la recepcionista sólo de encogió un poco intimidada por el omega.

Un omega dando a luz era lo más agresivo que se podía ver en un hospital, todos lo sabían.

—Venga por aquí, ¿Cuánto tiempo tiene? —preguntó el enfermero cuando el omega tomó asiento en la silla de ruedas. YeonJun suspiró.

—Ocho meses...

—Habitación doscientos cincuenta —avisó el enfermero, SooBin asintió antes de ver a la recepcionista.

—¿Cuál es su parentesco?

—Su esposo.

—No veo anillo.

—¿¡Y acaso es policía!? ¡No voy a perder más tiempo! —le preguntó a los gritos antes de irse tras el enfermero que les dió la habitación y se encargó de llamar al doctor que ellos mismos habían pedido que atendiera su parto, es decir, el mismo que había hecho los chequeos mensuales y sabía sobre la situación desde un inicio.

SooBin cerró la puerta a sus espaldas mirando a su pareja caminar de lado a lado con lentitud, tomando aire y botando.

—Yeyo-...

—No hables —pidió el omega dejando una mano en sus ojos, adolorido y tratando de aliviarse un poco mientras caminaba.

SooBin se sentía nervioso, tenía miedo y estaba preocupado, tenía muchas emociones en ese momento pero debía controlarlas.

—El parto se adelantó un mes... —habló el especialista entrando a la habitación, miró al omega, pidiéndole que tomara asiento en la camilla— Es prematura, claro está... Haremos un eco para saber cómo está —avisó el especialista empezando a moverse de un lado a otro, siendo lo más rápido que podía para evitar tragedias.

SooBin se mantuvo a un lado de la camilla, usó su teléfono para avisarle a su mamá y a sus amigos, con los dedos temblando y un nudo en la garganta.

La situación en sí era estresante y el hecho de que fuera prematura lo preocupaba aún más.

—No está en una buena posición, hay que esperar a que se mueva —diagnosticó mirando la pantalla, YeonJun solamente dejó una mano en sus ojos, mordiendo su labio inferior— Tenemos que monitorear sus latidos —indicó al enfermero que se movió para colocar los respectivos aparatos. El doctor miró al alfa que ya lo observaba fijamente— Lo mejor es que no coma nada y no se mueva de dónde está, hay un poco de riesgo en este momento, pero podemos solucionarlo, los bebés prematuros de ocho meses tienen muchas probabilidades de sobrevivir.

—¿Qué tanta probabilidad?

—Noventa por ciento —contestó el especialista antes de empezar a monitorear tanto a la bebé como al omega que estaba llorando en silencio, mordiendo su labio inferior para aguantar cualquier sonido, sintió incluso como le colocaban una vía intravenosa, pero no se movió de su lugar.

Solamente cuando sintió una mano en su cabello, quitó la mano de sus ojos.

—Todo va a estar bien, mi amor... —murmuró el alfa, escuchando el primer sollozo del omega que se aferró a él cuando lo abrazó, llorando como un niño, con miedo— JiHyun está bien...

—¿Y-y si no?

—Claro que lo está —afirmó dejando una mano en el pecho del omega, acariciando para calmarlo— Es una niña muy fuerte... —murmuró besando la coronilla ajena.

Choi JiHyun se había adelantado un mes, era preocupante, y aparte de ellos, los demás integrantes empezaron a preocuparse por la niña y el mismo omega.

Porque en un parto siempre se concentran en el bebé.

Pero, ¿Y la madre dónde queda?















































¿Qué opinan?

Nos vemos!

The_Dark_Diamond04

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