[144]
1 mes después.
Byeol 11 meses de nacido.
Choi YeonJun ocho meses de gestación.
YeonJun suspiró cortando frutas en una tabla para su hijo, el niño esperando pacientemente en el sillón, hablando con sus juguetes, SooBin estaba limpiando el baño, con un leve tarareo.
—¿Qué prefieres, mi bebé? ¿Panqueques o puré de verduras? —preguntó YeonJun agregando un poco de azúcar al envase, JinSung prestó atención.
—Uhmmm... Panqueques, por favorcito...
—Bien, pero debes esperar un poco más a qué se preparen —explicó, JinSung asintió de acuerdo, quedándose hablando en el sillón, usando voz aguda y riendo mientras jugaba.
YeonJun siguió pecando las frutas, todavía le faltaban uvas y también melón.
—Hijo, en un momento voy a jugar contigo, así que piensa en el mejor juego que tengas, ¿Si? —avisó SooBin saliendo del pasillo con guantes de limpieza, JinSung asintió emocionado.
—¡Si, papito! ¡Si, si! —afirmó, el momento favorito de su día era jugar con alguno de los dos.
SooBin entró a la cocina para lavar sus manos y guardar algunos utensilios.
—SooBin, carga a la bebé... —pidió el omega con una mueca, le dolía la espalda, no aguantaba los pies, estaban hinchados, y aparte de eso, la bebé se estaba moviendo y era doloroso e incómodo.
—¿Y si vas con JinSung? —preguntó, YeonJun negó con la cabeza empezando a preparar los panqueques.
—Cárgala mientras cocino —lloriqueó colocando el molde de corazón, empezando a hacer los panqueques.
—Recuerda lo que nos dijeron, mi amor... —murmuró, sin querer alterar al omega por negarle algo, YeonJun suspiró quedándose en silencio.
Ya había llegado a la etapa crucial, el octavo mes. Y les habían avisado que lo mejor era no alterar de ninguna manera la posición de la bebé es decir, les habían prohibido levantarla como SooBin había hecho los últimos meses.
—Ven, mi niño, ya está listo —avisó YeonJun minutos después dejando el desayuno del niño en la mesa, tomó asiento a un lado del niño con un suspiro.
SooBin sólo lo observó antes de seguir con sus deberes.
Por los detalles de su embarazo, les habían dicho que era posible que la bebé se adelantara, era totalmente normal, pero también había que estar atentos.
¿Y quién más atento que Choi SooBin?
—Calma, estoy doblando la ropa.
—¿De pié? ¿Te busco una silla?
—Estoy bien... Ya casi termino...
—O mejor lo hago yo, ven —pidió dispuesto a doblar la ropa que él mismo lavó.
YeonJun chasqueó la lengua, negando.
—Que no, a mí me toca doblarla ésta semana...
—¡Pero yo leí en mi horóscopo-...
—Si si, el horóscopo esto, el horóscopo aquello, ¿Qué te decía? —preguntó mirando una de las camisas del alfa caer al suelo, la observó fijamente, SooBin fue quien se agachó para tomarla y doblarla él mismo.
—Que hoy era un día de sorpresas, ¿Y si nace hoy?
—No nacerá...
—¿Cómo sabes?
—Sólo lo sé —alzó los hombros, pasando a doblar la ropa interior de ambos, en ese momento JinSung entró al cuarto de lavado.
—Papito, ¿Qué es el hocorúscupo? —preguntó abrazando la pierna del alfa que rió, pellizcando su mejilla.
—Es un mago que te dice lo que te va a pasar —contestó, JinSung abrió la boca asombrado.
YeonJun sonrió terminando de doblar la ropa, escuchando a JinSung insistirle al alfa que le leyera el horóscopo, las palabras del supuesto mago.
Y claro que SooBin lo hizo, desde su teléfono.
—¡Es muuuuy aburrido, papito!
—Es interesante —señaló el alfa, JinSung negó con la cabeza— Cuando crezcas un poco más, vas a entender —asintió, mirando de reojo a YeonJun entrar a la habitación de JinSung con la cesta de ropa limpia y doblada— Hijo, ¿Qué tal si ayudamos a papá a guardar tu ropa?
—¿Ropa? —preguntó recibiendo un asentimiento, JinSung asintió de inmediato se levantó para ir a su habitación, mirando la cesta de ropa en brazos del omega que había tomado asiento en el suelo, en posición de indio.
YeonJun podía sentarse en el suelo sin problemas, sin esfuerzo.
El problema era levantarse.
Pero para eso tenía a su alfa.
—Yo quiero, papi... —pidió mirando la cesta, YeonJun empezó a explicarle cómo debía ser, señalando los cajones en dónde iba cada cosa.
JinSung empezó a moverse con cuidado, SooBin se le unió como ayuda, pero JinSung soltó un quejido.
—No...
—¿No quieres que te ayude? Es mucha ropa...
—Yo puedo yo solito...
—Si quieres ayuda, aquí estoy —prometió tomando asiento a un lado de YeonJun que terminaba de doblar una que otra prenda.
SooBin miró a su pareja, se inclinó besando su mejilla una y otra vez, cariñoso.
—Que bonito eres... —murmuró besando su barbilla, YeonJun se dejó hacer, entregándole a su hijo las prendas de ropa que debía guardar— ¿Tu crees que JiHyun sea igual a ti? Será muy hermosa... —murmuró recostando su cabeza en el hombro ajeno, YeonJun sonrió.
—Obvio será muy hermosa —afirmó, recibiendo el halago con gusto, JinSung cerró el cajón con cuidado de no pisar sus dedos, YeonJun empezó a pasarle pantalones, uno por uno que el niño guardaba con cuidado, algo torpe para que quedaran uno encima del otro, pero con la intención de ayudar que era lo importante.
SooBin siguió besando su mejilla, besitos pequeños.
Con el octavo mes, el aroma a fresas estaba más dulce, suave y relajante.
Y con ese octavo mes, YeonJun estaba notando que SooBin estaba mucho más cuidadoso, más protector, más atento de lo que había estado esos meses.
Tanto, que en las noches, SooBin había estado con el sueño más ligero.
—¿Qué haces despierto? ¿Te duele algo? JiHyun... —murmuró adormecido cuando captó que el omega se levantó con un quejido en la noche, abrió los ojos de inmediato, YeonJun negó con la cabeza.
—Sólo quiero ir al baño... —contestó con una risa. Caminando con cuidado.
En ese momento, ya tenían todo listo, la habitación de la bebé estaba lista, tenía ropa, SooBin había hecho una compra masiva de peluches, almohadas pequeñas y de color lila pastel, había armado una cuna, solamente debían empezar a hacer una mochila grande para el momento de su nacimiento.
—¿Y qué hay que llevar? —preguntó SooBin sin estar muy seguro de qué empacar, ambos estaban en la habitación de la bebé días después, JinSung aún dormía.
YeonJun tomó asiento en un sillón individual que había comprado para la habitación, de color blanco para que no rompiera la paleta de colores.
—Pañales... Su ropa y la mía... —murmuró tomando uno de los peluches de la bebé, un elefante esponjoso, sonrió apretando el peluche. SooBin recordó algo, haciendo un gesto.
—Quédate aquí, voy a buscar algo.
—Claro que no me voy a mover —afirmó jugando con el peluche, el alfa lo dejó sólo, YeonJun pasó la vista por la habitación.
Los colores que predominaban eran el lila y el blanco, eran tonos suaves, hermosos y que ambos había elegido para la habitación y su decoración.
Miró a su pareja entrar con una bolsa de regalo, soltó una sonrisa en grande sintiendo emoción.
—No te había dado tu regalo de ocho meses... —habló el alfa con una sonrisa igualmente, dándole la bolsa de regalo al omega que la recibió con emoción, empezando a abrirla, SooBin le acarició el cabello, besando su frente— Espero te guste, mi amor.
—SooBin... —murmuró, YeonJun sacó una pijama, de color celeste, suave y con botones, un poco grande, una talla más grande de hecho.
—Esta es para que la uses... En el hospital... La compré más grande y suave para que no estés incómodo —explicó el alfa mirando la reacción del otro— ¿No te gusta?
—¡Me encanta! —afirmó con una sonrisa, mirando al alfa que pareció relajarse con una risa.
YeonJun miró la bolsa, había otra cosa más abajo.
—Y ese para JiHyun —señaló, YeonJun abrió la boca pero no dijo nada, solamente miró el paquete de color lila, una dedicatoria arriba.
Para la princesa de papá.
Abrió el paquete con sumo cuidado, revelando una manta suave y de color blanco, en una de las esquinas tenía un bordado en color lila.
Choi JiHyun.
—Esto es... —se quedó callado, sintiendo un nudo en su garganta, todos esos meses SooBin le había dado regalos a él y a su bebé, y cada uno de los regalos le había sacado lágrimas.
Y ese no era la excepción.
Aún más cuando vió que no era sólo una manta, si no que un gorrito, un enterizo y mitones de color lila.
—No sé si le quedará grande... O pequeño... N-no estoy seguro, pero me aseguraron que le queda a cualquier recién nac-...
—Cállate, SooBin —chistó jalando las mejillas del alfa para besarlo en agradecimiento, su aroma a fresas llenando la habitación, SooBin sonrió, feliz de lograr nuevamente su cometido.
YeonJun pasó su mano por su cara, quitando un par de lágrimas.
—Esto es lo que vamos a llevar... —murmuró refiriéndose al regalo, SooBin alzó las cejas.
—¿Y si no le queda?
—No estés nervioso —rió el omega pasando sus manos por la tela de la cobija, SooBin rió tomando la pañalera que llevarían, empezando a meter las cosas necesarias que le indicaba el omega y que él mismo recordaba. Hace días le había preguntado a los Kang para guiarse.
Y hablando de los Kang...
Nos vemos!
The_Dark_Diamond04
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