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—¿Ya estás más calmado? ¿Quieres más té? —preguntó el alfa cuando miró a su esposo terminar el té, BeomGyu sorbió su nariz negando con la cabeza, TaeHyun se inclinó a él, detallando su cara para saber si quería seguir llorando o en realidad estaba más calmado.
Mientras hacía eso, Byeol se removió en su hombro, volteando su cabeza al otro lado, más que dormido.
—¿Te traigo algo, cielo? ¿Quieres que te compre algo de comer? —preguntó de nuevo el alfa usando su mano libre para peinar el cabello de su esposo con cuidado, el omega negó con la cabeza, mirando las bolsas de compra.
Habían quedado arrugadas y suponía que las barras de proteínas que había comprado estaban rotas, después de todo, usó esas bolsas con toda su fuerza.
—Oh, sí quiero algo —recordó con un asentimiento, sintiéndose más calmado y relajado, más que todo porque estaba su esposo ahí. TaeHyun le prestó atención— Un batido de fresa... No lo tenía ni por la mitad y se lo arrojé a ese loco.
—Bien, bien, vamos —aceptó el alfa levantándose de su lugar, los empleados del local los dejaron ir, dejando el té gratuito, había sido una emergencia después de todo.
BeomGyu caminó a un lado de su esposo, mirando a Byeol, dormido, con un chupete amarillo, un abrigo marrón, la pijama de navidad que era verde con rojo y unos calcetines blancos.
—TaeHyun, ¿Por qué Byeol está así?
—¿Así cómo? —preguntó caminando mientras entrelazaba su mano con la del omega.
—Con esa ropa, ¡Todavía está en pijama incluso! —señaló, TaeHyun rió sabiendo que eso era totalmente inaceptable para ellos.
Byeol siempre salía con ropa que combinara y con un chupete que hiciera juego.
¿Su ropa era verde? El bebé tenía tres tonalidades de verde diferente en chupetes.
¿Azul? Tenía varios azules.
Y muchas personas ajenas a ellos que había conocido a Byeol halagaban lo hermoso que se veía el bebé combinado.
La lindura de Byeol, más una combinación de colores pasteles, era una bomba de ternura.
—¿Cómo puedes sacar así a la calle a un ícono de la moda? —preguntó el omega, TaeHyun soltó una carcajada.
—Fue una emergencia, cariño, no iba a durar veinte minutos combinando ropa mientras le pegabas con las bolsas a un maniático —explicó, recibiendo un asentimiento del omega que notó un detalle.
—Okey, lo entiendo... Pero Byeol sigue teniendo la pijama —señaló, TaeHyun se quedó en silencio unos segundos.
—Eh...
—Cuando te llamé por segunda vez le estabas dando un baño, ¿Y le volviste a poner la pijama? —preguntó, acusándolo, TaeHyun alzó los hombros sin preocupaciones.
—No está sucia, y además, está cómodo y calientito con su pijama de navidad —excusó caminando directo al local de los batidos.
BeomGyu estaba calmado, solamente atisbos del llanto, cómo la nariz tapada y los ojos hinchados, pero estaba calmado y aún más cuando TaeHyun empezó a hablar y a hablar con él, para distraerlo.
—Hice compras en línea.
—¿Otra vez, Kang TaeHyun? —preguntó mirando a su esposo pagar el batido de fresa, Byeol se removió en el hombro de alfa, TaeHyun le dió algunas palmadas en la espalda, caminando la posición del bebé que escondió su cara en el pecho del alfa.
—Compré cosas útiles para Byeol, ¿Bien? Son cosas necesarias.
—¿Cómo qué?
—Una carreola, por su puesto —contestó muy seguro, BeomGyu alzó las cejas.
Una carreola.
Desde que había nacido Byeol, se habían encargado se comprar la cuna, cangurera, tapetes para que jugara, múltiples artículos.
Pero no una carreola.
BeomGyu recibió su batido a los minutos, agradeciendo a su esposo que solamente besó su cien, caminando hacia el estacionamiento del centro comercial para volver a casa.
—Una carreola es necesaria —afirmó TaeHyun, a pesar de que el omega no le estaba recriminando la compra— Va a seguir creciendo y se vuelve más grande y pesado, y hay veces que no podremos cargarlo, y será más cómodo.
—Lo sé, lo sé, ¿Y qué más pediste? No creo que te hayas conformado con un artículo.
—Le compré un juguete a JinSung... Y pues, entre búsqueda y búsqueda, encontré chupetes, también unos peluches...
—Pero, JinSung no usa chupete, ¿O son para Byeol? Él ya tiene muchos...
—Son para la bebé —contestó mirando la expresión de su esposo cambiar a una enternecida, TaeHyun miró el camino, una pequeña vergüenza— Y también unas de esas diademas para bebés, con lazos... Y un enterizo, no compré más —finalizó, BeomGyu sonrió enternecido.
Desde que TaeHyun había descubierto las compras en líneas en una página de niños, se la pasaba pidiendo cosas en internet, y BeomGyu estaba considerando seriamente en confiscarle la tarjeta o los documentos necesarios para el pago.
Aunque era en vano, porque TaeHyun podría pagar en efectivo perfectamente.
—¿Puedes conducir tú? —preguntó el omega extendiendo las llaves al alfa que asintió. Ambos se acercaron un poco para poder pasar a Byeol, el bebé apenas y soltando un quejido por el cambio, BeomGyu lo sostuvo con un brazo, besando la coronilla del bebé.
TaeHyun abrió la puerta por él, en los asientos traseros.
—¿Sabes qué quiero comprar?
—¿Qué, mi cielo?
—Una licuadora —contestó bebiendo su batido con calma, Byeol recostado en su pecho, TaeHyun frunció el ceño confundido— YeonJun y SooBin se van a empezar a mudar la semana que viene, sería un buen detalle... —opinó, recibiendo un asentimiento del alfa que estaba de acuerdo.
Y hablando de mudanza...
—¡Papito, mi papá yeyito está llodando otra vez! —avisó JinSung en el marco de la puerta, antes de devolverse a pasos rápidos, abrazando la cabeza del omega sentado en el suelo, YeonJun abrazó el torso de su hijo— Papi, ¿Po qué estás tiste?
—N-no estoy triste... —negó el omega soltando un lloriqueo, sintiendo a su hijo pasar con cuidado su mano por su cabello, JinSung no entendía nada y mucho menos cuando hace segundos había estado ayudando al omega a guardar las cosas en las cajas y de repente había empezado a llorar.
—¿Tentimental? —preguntó, recordando que había escuchado esa palabra de SooBin, YeonJun afirmó escuchando los pasos del alfa ir hacia ellos, entrando a la habitación. Estaban en la de JinSung.
—Hijo, afuera tienes los juguetes en dónde no van y es peligroso —avisó SooBin, JinSung asintió entendiendo la orden, besó la coronilla del omega y se fue, correteando y tarareando, él sabía que debía recoger los juguetes, pero se distraía en el proceso.
Por otro lado, SooBin se agachó frente a YeonJun.
—¿Qué pasó, mi bonito? —preguntó con suavidad, acariciando el cabello ajeno, YeonJun pasó sus manos por sus ojos húmedos, sorbió su nariz.
—E-encontré esto... —enseñó, sacando de un caja un enterizo diminuto de color amarillo, pertenecía a JinSung, y SooBin recordaba haber visto al bebé llegar con ese enterizo a la universidad, sonrió entendiendo que el omega se había puesto sentimental por eso— E-era m-nuy chiquitito y yo-... —y nuevamente, siguió llorando, soltando un sollozo, SooBin besó su cien, quedándose a su lado, secando sus lágrimas con sus dedos— ¡Y no me puedo parar de aquí! —se quejó en voz alta, haciendo al alfa dar un salto en su lugar por el cambio de tono y de tema.
SooBin balbuceó mirando al omega.
—¿C-cómo que no te puedes parar? —preguntó dejando una mano en la espalda del omega que pasó sus manos por su cara antes de señalarse a sí mismo.
—¡No puedo! ¡No puedo moverme de aquí! —negó, ahora estresado, SooBin apretó los labios.
Aveces le resultaba un poco gracioso y tierno.
—¿¡Y te vas a reír!? ¡No claro, cómo tú eres un poste de luz que anda por ahí como si nada! —le reclamó, SooBin negó con la cabeza.
A YeonJun se le estaba empezando a complicar el hecho de levantarse o agacharse aún más de lo que ya estaba antes, además de que el cansancio era demasiado.
—¡Tu hija pesa mucho! ¿¡Y sólo te vas a reír!?
—No me estoy riendo, mi amor...
—¿¡Ah no!? No soy ciego, Choi —señaló con el ceño fruncido, SooBin relamió sus labios, calmando sus ganas de reírse— ¿Me ves cara de comediante o qué?
—No no, mi amor, ven —animó tomando al omega con cuidado de la espalda para ayudarlo a levantarse con lentitud y alerta para no hacerle algún daño.
YeonJun suspiró cuando estuvo de pié, pasó sus manos por su cara al tenerla aún húmeda por las lágrimas.
—Se dice gracias —bromeó SooBin tras el omega que volteó con el ceño fruncido.
—¡Gracias nada! Me viste cara de payaso, te apuesto a que tú tuvieras ésta panza y no te moverías ni un centímetro —regañó rodando los ojos después, SooBin rió abrazándolo por la espalda, besando su mejilla una y otra vez.
—No dije nada malo, mi bonito... No te molestes —murmuró, YeonJun cruzó los brazos mirando las cajas en el suelo con las pertenencias de JinSung, bien organizadas y dobladas por sección.
Ya habían hecho lo mismo en su propia habitación, al día siguiente los de la mudanza irían a buscar lo que estuviera listo.
—¿Cómo no me voy molestar si te estás burlando? —preguntó acomodando su cabello, sintió otro beso en su mejilla.
—No me estoy burlando, Yeyo, sabes que soy incapaz de hacerlo —aclaró, el omega escuchó atentamente, mirando las manos del alfa juguetear sobre su abdomen, cubierto con un suéter de lana, estaba haciendo frío.
—¿Entonces de qué te ríes?
—Te digo que no me río —negó pasando su nariz por el cuello del omega, dejando pequeños besos cariñosos— Sólo me da ternura, te ves muy tierno, mi gordito bonito, te amo y tu sabes que-...
—¿Tu qué? —cortó el omega, SooBin se detuvo, pensando en lo que había dicho— ¿Tu qué, Choi SooBin? —preguntó de nuevo el omega con un tono que aclaraba que se había molestado.
SooBin balbuceó un par de veces, el omega se separó de él, caminando a la salida de la habitación.
—¡E-escucha-! No fue mi intención, y-yo lo digo p-porque-...
—¿¡Por qué estoy gordo!? Eso lo sé, tenemos espejo, Choi —contestó, cruzando los brazos, SooBin caminó tras el omega, logrando sujetar uno de sus brazos con cuidado— ¡Uy, no me hables, Choi SooBin! —le gritó molesto antes de irse a la habitación de ambos, azotando la puerta, dejando en silencio el lugar.
SooBin suspiró, apoyándose de la pared, mirando la puerta de la habitación cerrada.
—¿Papi se molestó? —preguntó JinSung apareciendo con una pequeña sonrisa.
—Si...
—¿Otra vez?
—Si, Jiji, otra vez —afirmó el alfa caminando con el niño que movió un avión con sus manos, haciendo el sonido del motor.
—Papito, papi se molesta mucho por ti... Y te grita —habló distraído, SooBin tomó asiento en el sillón, mirando a JinSung— Te grita muchote...
—Si, lo hace...
—Y dice: "no me hables, Choi Subin" —imitó con una voz aguda, aún moviendo su avión en el aire, SooBin rió— O te dice: "¡Tu no tienes ésta panza!" —recordó, JinSung podría haber estado lejos de ellos cuando YeonJun tenía sus pequeños (grandes) cambios de humor, pero lograba escuchar y había sido tan repetido que ya se había aprendido las frases del omega.
—¿Qué debería hacer para que no me grite, Jiji? —preguntó volteando algunas veces a la puerta, JinSung pensó, caminando a SooBin para pedir que lo sentara en su regazo, aún jugando con su avión.
—Dile a papi que lo amas mucho mucho muchote y le das un besito especial —solucionó con un asentimiento, SooBin rió.
—¿Un besito especial, JinSung?
—Si.
—¿Y qué es eso?
—Un besito aquí —señaló sus labios hechos un pico, SooBin soltó una risa, asintiendo y agradeciendo la solución del niño que se sintió orgulloso y feliz de poder ayudar a sus papás.
En ese momento, YeonJun salió de la habitación, refunfuñando y con una mano en la espalda.
—Papi, ¿Qué haces? —preguntó JinSung mirando con concentración su avión, aún así, manteniendo una conversación. SooBin evitó hablar, solamente mirando al omega disimuladamente.
—Busco algo para comer, Jiji —contestó con suavidad, a pesar de su ceño fruncido.
—¿Me das una probadita? Por favorcito.
—No puedo, mi bebé, es muy picante para ti —contestó haciendo a SooBin fruncir ahora el ceño.
Por el tiempo de gestación que tenía, el especialista le había ordenado disminuir el picante, ya que podría inducir el parto y no era algo beneficioso ni para la bebé, ni para el omega.
Aún así, SooBin la madrugada del día anterior había encontrado a YeonJun comiendo ramen picante.
Así que no podía comer nuevamente picante.
—Yeon, picante no —avisó recibiendo una mirada del omega.
—¿Por qué? ¿Me pongo más gordito? —preguntó achicando los ojos al alfa que negó con la cabeza.
—No es eso, YeonJun, ya comiste en la madrugada, es suficiente, sabes que eso induce el parto y no es bueno —negó con seriedad, YeonJun chasqueó la lengua— No te lo digo por mal, y lo sabes, no puedes, no ha pasado ni un día, busca otra cosa, por favor.
—¿Qué tal una barra dietética? Porque al parecer me quieres matar de hambre —chistó, molesto, YeonJun obedeció a lo que había dicho su pareja.
Después de todo, tenía razón.
—Te prepararé algo, puedes esperar y-...
—No quiero —negó con el ceño fruncido, JinSung mirando a sus papás intercalando su mirada, en silencio.
YeonJun tomó galletas saladas, atún, otras cremas que no eran picantes, además de algunas fresas y una barra de chocolate, junto a una botella de agua. Se las llevó a la habitación.
—Yeyo, puedes-...
—¡No me hables, Choi SooBin!
—¡No me hables, Choi Subin! —imitó JinSung al mismo tiempo del omega, adivinando sus palabras y en el momento que lo diría, YeonJun abrió la boca pero nada salió, miró a JinSung con el ceño fruncido. El niño le devolvió la mirada al omega, con una pequeña sonrisa.
—No remedes a papá, ¿Si? Eso es malo, mi niño —explicó, recibiendo un asentimiento del niño que se recostó del pecho de SooBin que observó al omega que lo único que hizo fue rodarle los ojos antes de volver a su habitación.
¿Había sido tan malo decirle gordito bonito?
Era obvio que el peso de YeonJun fue aumentando con el embarazo, sus mejillas se hicieron más regordetas, su abdomen obviamente, su cuerpo entero estaba pasando por un cambio en el que era inevitable no subir de peso.
SooBin había visto todo ese proceso diariamente en silencio, y en su mente le había apodado como "gordito bonito" y esa vez, se le había salido sin querer.
¿El apodo era muy malo enserio?
No sabía muy bien, pero debía resolver esa molestia antes de ir a dormir.
No dejaría al omega dormir molesto, no se lo permitía.
¿Qué dicen del apodo de SooBin? ¿Qué opinan?
Nos vemos!
The_Dark_Diamond04
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