Luego de darse duchas más tranquilos, por turno, la familia Kang estuvo completamente cambiada con sus pijamas de navidad a juego.

Ya estaban listos para empezar con la navidad, y apenas Byeol estuvo jugando y distraído, empezaron a sacar todos los adornos de sus empaques para empezar a cambiar los adornos normales de la casa para poder algo navideño.

¿Los cuadros minimalista que BeomGyu duró horas en escoger cuando se mudaron? Fueron reemplazados momentáneamente por adornos navideños, y decoraciones que hicieran juego con los colores de la navidad.

—No.

—Si, yo lo hago.

—No, tu eres muy torpe.

—¿¡A quién llamas torpe!?

—A ti, cielito.

—Tae...

—Que no, te puedes marear y caer, no quiero eso —explicó el alfa subiendo unos tres escalones de una escalera, el omega cruzó los brazos mirando a su esposo empezar a enredar algunas luces con las guirnaldas que habían colgado al borde del techo.

—A tí también te puede pasar —se quejó el omega que había estado unos cuantos minutos peleando con el alfa que no lo había dejado subir la escalera para nada, siquiera para cambiar un foco.

—Bueno, por eso puse todas mis cosas valiosas a tu nombre... Si muero tú quedas con todo, es una ganga —explicó, soltando una carcajada cuando el omega le arrojó una bota de navidad, suave y de una tela que apenas y se sentía.

—¿Cosas valiosas? ¿Una camisa de fútbol? —preguntó mirando al alfa asentir.

—Está firmada por el mismísimo Me-...

—¡Ya, ya, ya! Termina rápido —interrumpió el omega con los brazos cruzados, quedándose al lado de la escalera para cualquier emergencia, TaeHyun se movió en la escalera, BeomGyu lo sostuvo del tobillo— Crees que eres inmortal aveces... —refunfuñó volteando a ver a su bebé, Byeol estaba acostado boca abajo sobre una alfombra de baño, el bebé la había estado ocupando hace rato y a pesar de que los padres no querían que estuviera ahí, Byeol lloró cuando lo quisieron quitar de allí, así que ahí estaba, acostado sobre una alfombra de baño jugando con una pelota— Y tú, más te vale no haber salido como él —advirtió señalando a TaeHyun que bajó de la escalera cuando terminó, se inclinó besando la mejilla de su esposo.

TaeHyun se estiró, la mayoría de las cosas estaban navideñas, ya estaba lista esa parte.

Solo faltaba el real protagonista que sacaba carcajadas de su hijo.

El árbol.

Pero primero, un descanso.

—¿Quieres helado, Byeol? —preguntó el alfa caminando a la cocina, BeomGyu lo siguió con las manos en la cintura.

—¿Qué helado de procedencia dudosa le compraste a tu hijo?

—Esto es un helado especial para bebés, no tiene leche... Tampoco azúcar... Lee —indicó, mostrando el empaque a su esposo que asintió con la cabeza al notar que todos los ingredientes eran totalmente naturales y libre de cosas que fueran a hacerle daño al estómago de su bebé.

—¿Helado vegano?

—Para bebés —afirmó TaeHyun sirviendo un poco en uno de los platos hondos de su hijo, tomó una de las cucharas pequeñas y de figura animal. BeomGyu metió su dedo en el envase, probó un poco sintiendo el asco apoderarse de él.

Estaba asqueroso, le faltaba azúcar, leche...

Aunque bueno, era comida de bebé.

—Ven, Byeol, es hora de que pruebes tú postre —habló TaeHyun sentándose en el suelo, BeomGyu se quedó en silencio, arrojándose al sillón cercano, apoyando su barbilla en el espaldar para ver a su esposo e hijo.

Byeol gateó hasta TaeHyun, tomando asiento frente al alfa que le ofreció una pequeña cucharada del helado, mirando al bebé saborear. 

El bebé apretó los ojos y las manos por el frío del helado, incluso emitió un chillido agudo.

Pero...

—Ah...—fue lo que dijo, abriendo la boca e inclinádose a su padre que sonrió, dándole más helado, orgulloso de su compra.

BeomGyu vió en silencio a TaeHyun alimentando a Byeol que cada vez se acercaba más al alfa.

—¿Te gustó mucho? Es delicioso, muy delicioso —aseguró, el bebé apoyó sus manos en el suelo, se levantó con un tambaleo, estiró las manos a TaeHyun, apenas dando dos pasos para caer en su regazo con una risita— ¿Ese es mi agradecimiento? ¡Qué hermoso, mi Byeol! —festejó el alfa besando la frente del bebé, BeomGyu rió mirando por más rato la escena.

Byeol acabó el helado más rápido de lo esperado, incluso quejándose un poco cuando TaeHyun le mostró el plato vacío.

—Siéntase libre de acostarse dónde quiera, Kang Byeol, es bienvenido —aseguró el alfa con un tono grueso, Byeol se había acostado en el regazo del alfa, en el hueco que hacían sus piernas en posición de indio.

Byeol tenía la cabeza apoyada en el muslo izquierdo del alfa y los pies en el derecho, abrazando un peluche que estaba cerca a ellos, de hecho, un peluche de reno de navidad.

El bebé soltó una carcajada por el cambio de voz, mirando a su papá con una sonrisa.

—¿Te gusta que hable así? —preguntó de nuevo, tocando los costados del bebé que carcajeó hasta más no poder, evitando las cosquillas pero sin salir del regazo del alfa que se detuvo a los segundos con una risa.

El alfa volteó a ver a su destinado, BeomGyu con una pequeña sonrisa y una mirada de alegría, pero por la marca sintió algo de nostalgia.

—¿Qué pasa? Tienes rato que no hablas —habló el alfa pasando su mano por la cabeza de su hijo que se relajó, jugando con el peluche y acostado.

BeomGyu volvió su mirada a él, sonrió un poco.

—Me hubiera gustado tener un padre como tú —soltó, dejando confundido al alfa que siguió observando al omega— Sólo pensaba en eso... Sabes que mi padre nunca estuvo presente... O por lo menos de ésta forma —explicó refiriéndose a la forma en que TaeHyun jugaba con Byeol, siempre estaba con él, lo animaba y ayudaba a avanzar, le sacaba carcajadas cada dos por tres y a pesar de que Byeol no cumplía aún ni un año de nacido, ya habían un lazo entre ellos, un lazo de padre e hijo.

TaeHyun era un padre presente en todos los sentidos.

—Lo sé, cielo —afirmó TaeHyun entendiendo, miró a Byeol, el bebé mordisqueando una de las patas del pobre reno, parpadeando cada vez más lento, TaeHyun se encargó de suavizar un poco su aroma y soltar aún más, para cubrir al bebé pero que no fuera demasiado fuerte para hacerlo estornudar— No puedo ser padre a la mitad, ¿No? —bromeó volviendo con su esposo que negó con la cabeza.

BeomGyu había crecido en un hogar lleno de amor, una buena y hermosa infancia, había crecido con todo lo que quería, todos los juguetes, todos los paseos a parques que quisiera, los helados que quisiera.

Aunque ese "todo" solo lo decían sus padres.

A pesar de toda la buena educación y cuidados que tuvo apenas nació, a pesar de siempre tener qué comer a toda hora y en la cantidad que quisiera, a pesar de tener ropa de buena calidad y muy bien arreglada... Había algo que le faltaba y que siempre le faltó.

Su padre.

BeomGyu desde que nació había sido la adoración de ambos padres, su primer y único hijo, un lindo bebé.

Su madre, jugó con él hasta el cansancio, le sacó carcajadas, creó momentos que solamente ellos dos recordaban.

Pero su padre, a pesar de que lo ama, jamás jugó con él, jamás compartió esos momentos especiales de ir en bicicleta, de correr en un parque, de verlo subir una escalera sin ayuda, nada.

Su padre compró toda la buena ropa, costeó todo el estudio y algunas clases extras que animaron al omega a estudiar su actual carrera, pagó todo y cada una de las cosas que quería...

Aunque bueno, había una cosa que no se podía conseguir con dinero.

La presencia de un padre.

BeomGyu sabe que su padre lo ama, y que dió todo por él, y ahora estando casado y con un hijo, el hombre se preocupaba por su hijo, le escribía cada tanto para saber de su salud, de su vida, de estar presente.

Pero claro, ya era demasiado tarde.

Él no se lo reprochó nunca, y no tenía algún tipo de profundo resentimiento contra ello, tal vez la tuvo cuando fue un adolescente, pero ahora de adulto no había casi nada, sólo una leve nostalgia.

Su padre tal vez no había estado presente como él quería que estuviera, o como en realidad tenía que estar.

Pero había estado de cierta manera y actualmente lo agradecía, porque afuera había muchas personas, muchos niños y bebés que estaban creciendo sin una figura paterna.

Él agradecía haber tenido esa figura.

Y ahora tenerla para su hijo, de la manera debida, era su mayor deseo cumplido.

—Me es imposible pensar en alguien que no seas tú cómo el padre de mis hijos... Agradezco que seas tú el padre de éste bebé, todos los días —habló, sonriendo levemente al ver a Byeol dormido en el regazo del alfa, se levantó para ir con él, agachándose en frente de su esposo que sonrió, alzando su mano derecha para acunar su mejilla.

—Es mutuo —aseguró, mirando a su esposo sonreír, acariciando la mejilla de Byeol— Cuando era adolescente no tenía una cara para darle a quien imaginaba como el padre de mis hijos... Y ahora la tengo, desde hace años la tengo, la veo todos los días al despertar...

—¿Y es linda esa cara? —preguntó el omega apoyándose sobre el tacto del alfa que afirmó con la cabeza.

—Es la más hermosa que he visto...

—¿Ah sí?

—Si, aún más cuando tiene la boca abierta y babea un poco —bromeó al final, pellizcando la mejilla del omega que se quejó, tomando con cuidado a su bebé que siquiera se inmutó del cambio de superficie.

—Arruinas el romance —acusó dándole la espalda al alfa para llevar a su bebé a dormir cómodamente a su cuna.

—¿Quieres romance? —preguntó el alfa alzando las cejas con sujestividad, guiñando el ojo al omega cuando volteó a verlo— Deja a nuestro bebé en la cuna y te muestro el verdadero romance.

—¡Uysh, solo cállate! —refunfuñó el omega siguiendo con su andar.

—Si, cielito —aceptó, riendo cuando escuchó la puerta de la habitación de Byeol ser cerrada, se levantó para adelantar la decoración del árbol con un bostezo de por medio, había sido un día agotador, cómo los últimos que habían tenido desde que empezó diciembre.

Pero debían terminar ese arbolito esa noche para su bebé.

Escribiendo sobre padres y no tiene padre. 🤡

Les gustó? Un pequeño vistazo a la familia de Beom! O bueno, a su padre jeje

Nos vemos!

The_Dark_Diamond04