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Kang Byeol 9 meses y medio.













—¿Cuándo será el día que puedas doblar la ropa, Kang TaeHyun? ¿¡Crees que se dobla sola!? ¿¡Por arte de magia!? ¡La dejas ahí, y si no la doblo yo, se queda ahí por años! —regañó BeomGyu desde el cuarto de lavado, doblando la ropa que estaba colgada desde hace días— ¿Te pesan las manos o qué?

—Te dije que se me olvida, mi cielito lindo...

—¿¡Por cinco años seguidos!? —reclamó siguiendo con su acción, mirando de reojo a su esposo asomarse por la puerta— No vengas con tu cara de perro mojado aquí —señaló, TaeHyun rió apoyándose del marco de la puerta, mirando a su esposo.

—Solo venía a preguntar algo...

—¿Qué?

—¿Qué vamos a hacer ésta navidad? Ahora tenemos a Byeol... —preguntó haciendo al omega detener sus acciones, BeomGyu volteó a verlo, cambiando su expresión de una molesta a una emocionada. TaeHyun sonrió.

Desde que empezaron a vivir juntos, en las navidades adornaban con lo básico, uno que otro adorno en la puerta y algunas luces, no más.

Pero ahora tenían un lindo bebé que viviría su primera navidad.

—Hay tantos adornos para llenar la casa, podemos ir a comprar todo lo que nos guste y adornar para Byeol —propuso el alfa recibiendo un asentimiento del omega que poco a poco se estaba emocionando por el tema. Llevaba días pensando en eso después de todo.

—¡Hay pijamas de bebé navideñas! Tan adorables...

—Podemos comprar un árbol de navidad —propuso el alfa recibiendo casi de inmediato una expresión de sorpresa del omega.

BeomGyu se acercó a él, tocando la frente con su dorso, TaeHyun frunció el ceño.

—¿Qué te pasa? —preguntó, BeomGyu arqueó una ceja.

—¡Eso pregunto yo! Jamás te han gustado los árboles de navidad.

—Sólo me dan igual...

—¡Me acabas de decir para comprar uno!

—Bueno... —ladeó la cabeza, evitando la mirada de su esposo que sonreía poco a poco— A Byeol le gustaría mucho...

—¡Pero que papá tan tierno! —chilló acunando las mejillas del alfa para apretarlo y besar sus labios constantemente, TaeHyun rió.

A TaeHyun le daban muy igual los árboles de navidad, eran hermosos, no lo negaría, pero jamás se había imaginado el tener uno en su propia casa, no le importaba tenerlo o no tenerlo, no lo veía como una prioridad para disfrutar de la navidad.

Y su esposo era parecido en ese aspecto, además de que en navidad se la pasaban más tiempo en casa de sus padres que en la propia, así que, ¿Para qué decorar tanto?

—Es su primera navidad... Quiero que sea especial —explicó cuando el omega lo soltó con una sonrisa.

—Con tener a un papá tan tierno cómo tú ya lo hace especial —rió saliendo de la habitación, TaeHyun lo siguió con la mirada— Por cierto, termina de doblar la ropa.

—P-pero, ¡No, no quiero! —se quejó mirando a su esposo, BeomGyu lo señaló en amenaza.

—Quédate ahí.

—¡Pero-...

—Shh, ¿Escuchas eso? —preguntó, poco a poco se escuchó el lloriqueo de Byeol— Es tú hijo pidiendo la leche que solo yo produzco, no puedo doblar la ropa ahora, dobla la ropa, papá estrella —negó antes de desaparecer en la habitación del bebé.

TaeHyun rodó los ojos, empezando a doblar la ropa con varios quejidos y refunfuñando.

¿Lo que más odiaba? Doblar la ropa.

Siempre había sido una pelea eterna entre la ropa y él, y no le afectaba mucho antes porque su madre se encargaba de eso, el poco tiempo que vivió en un apartamento con su ex pareja el omega se encargaba de eso, o simplemente no la doblaban.

El poco tiempo que duró viviendo sólo en su época de estudiante simplemente no doblaba la ropa.

Pero desde que se casó y empezó a vivir con BeomGyu, había que doblar ropa sea como sea.

Los primeros meses BeomGyu se quedó en silencio doblando la ropa, TaeHyun no dobló ni una sola camisa en sus primeros meses de casados.

Hasta qué recibió el primero de muchos regaños de su esposo.

Luego de cumplir medio año de casados, luego de su luna de miel.

Ambos estaban en la búsqueda de un buen local para su negocio, ese día el encargado de salir a ver locales y buscar costos de venta y alquiler fue TaeHyun, BeomGyu estuvo todo el día en casa.

En ese momento, su cabello estaba corto, de color negro, mientras que TaeHyun también lo mantenía corto pero castaño.

La casa había quedado impecable ese día, por eso BeomGyu se tomó el atrevimiento de caminar descalzo y arrojarse al sillón que le habían dado con la casa, era cómodo y suave, aunque muy pequeño.

Lo que no sabía, es que años después lo cambiarían por uno mucho mejor.

Escuchó las llaves en la puerta, sonrió mirando a su esposo entrar.

—Hola, precioso —saludó el alfa caminando a él para besarlo a modo de saludo, BeomGyu le sonrió al separarse.

—¿Cómo te fue? —preguntó mirándolo fijamente. TaeHyun asintió empezando a narrar lo que había hecho y conseguido, notando la casa mucho más limpia, ordenada, el olor a desinfectante.

BeomGyu ese día se había tomado la limpieza profunda enserio.

Y solo había una tarea que hacer para terminar.

Dobla la ropa, Tyun, ¿Si? Por favor, estoy muy cansado para hacerlo...

—Mi cielo, lo haré luego...

—¿Luego cuándo? —preguntó tosco el omega mirando a su esposo fijamente, TaeHyun vestía ropa deportiva, estaba un poco más delgado en el época ya que apenas estaba retomando una buena rutina de ejercicio.

—Después, mi amor.

—Ya está seca, puedes doblarla ahora.

—No me gusta doblar la ropa, Gyu...

—Es lo único que tienes que hacer —señaló, el alfa bufó arrojándose al sillón.

—No quiero, BeomGyu.

BeomGyu arqueó una ceja, indignado y tomando es actitud como fastidio y un berrinche.

A mí no, que ni se le ocurra.

—¿Sabes todo lo que hice hoy, Kang TaeHyun? ¡Lavé la ropa, limpié la habitación y los baños, limpié la sala de estar y la cocina! —empezó a enumerar, TaeHyun lo observó fijamente, recibiendo el primer regaño de su esposo luego de casarse, se quedó tenso en su lugar— ¡Hice la  comida y lavé los platos! ¡Incluso limpié afuera y saqué la basura! ¿¡Crees que soy tú servicio!? ¡Págame entonces! ¡Lo único que tienes que hacer es doblar la ropa! ¿¡Te cuesta mucho!? —le gritó indignado, tomó su teléfono de su regazo,  caminando enfurecido a la habitación que compartían— ¡Si lo que quieres es un servicio y no un esposo dime de una vez para divorciarme mañana!

—No seas tan dramático, cielo... —pidió volteando a ver al omega que se cruzó de brazos.

—¿Dramático? ¿Quién es el que está llorando porque tiene que doblar ropa? ¡Más te vale que esa ropa esté doblada para mañana o te va a salir caro, Kang! —amenazó antes de desaparecer por la habitación, indignado con la actitud de su esposo.

Eso había sido uno de tantos disgustos y desacuerdos que tuvieron al empezar a vivir juntos y casados.

Y aún así, después de tantos años, TaeHyun seguía odiando doblar la ropa.

Igual BeomGyu se lo dejaba de tarea, hasta el presente.

—¡Muy bien! Un aplauso a papá que está doblando la ropa~ —canturreó BeomGyu apareciendo con Byeol en brazos, el bebé pasando sus manos por su cara para despejar el sueño, sonriendo cuando vió a su papá, el alfa de pié doblando los enterizos del bebé, uno por uno— A ver, ¿No se te ha caído una mano? —preguntó inclinádose a ver, TaeHyun negó con la cabeza siguiendo con su tarea resignado.

BeomGyu rió, besando su mejilla, Byeol empezó a balbucear, inclinádose a TaeHyun, el alfa le sonrió antes de besar su frente.

—Cuando crezcas tú serás mi pequeño esclavo de doblar ropa —planeó en voz alta, BeomGyu sólo rodó los ojos.

—¿Te imaginas la cantidad de ropa que hay que doblar si tenemos otro hijo? —le preguntó recogiendo con su mano libre algunas cosas fuera de lugar.

—¿Qué importa? Yo la puedo doblar.

—¡Ja! Así dijiste con Byeol los primeros meses, ahora mírate haciendo berrinche porque no quieres doblar la ropa... Ah...—suspiró al final mirando a su esposo con una sonrisa— Si de verdad fueras a doblar toda la ropa de nuestros hijos, tendría hasta cuatro.

—Ya terminé —refunfuñó señalando la ropa doblada, BeomGyu la miró, revisando que estuviera bien doblada, conociendo lo suficiente a su esposo y sabiendo que cabía la posibilidad de que solo estuviera doblada la del inicio, y la demás simplemente arrugada.

—Déjala ahí, yo la guardo —afirmó sintiendo las manos de Byeol en su cara, el bebé dejando una mano en su mentón y la otra en su oreja.

—¿Saldremos hoy por las decoraciones? —preguntó el alfa saliendo del horrible cuarto de lavado, BeomGyu lo siguió con una sonrisa.

—¡Si, vamos hoy! ¿Quieres salir hoy, Byeol? —le preguntó a su bebé que lo observó fijamente, sonriendo un poco.

Mama...

Dice que si~ —canturreó besando sus mejillas. TaeHyun rió perdiéndose en la cocina para empezar a preparar la comida de su hijo.

Si saldrían, ellos podría comer en cualquier local, pero debían llevar la comida de Byeol aparte.

Así que se tomó todo el tiempo que necesitaba para cortar fruta, hervir verduras y colocar todo en envases plásticos.

—Precioso...

—¿Si? —preguntó el omega cambiando el pañal de su bebé recién bañado, Byeol solamente viéndolos con un puño en la boca.

—Necesito leche.

—¿En el refrigerador no hay? Compré la semana pasada...

—Esa no, necesito leche para la comida de Byeol —explicó con una risa de por medio, BeomGyu asintió, colocándole ropa abrigada a Byeol.

—Había en los frascos de-...

—Ya no hay.

—¿¡Y te la estás tomando tú o qué!? —preguntó, TaeHyun suspiró negando con la cabeza— Hace dos días extraje suficiente, ¿Cómo que ya no hay?

—Bueno, tenemos un bebé que come mucho —explicó sonriéndole a Byeol que abrió y cerró sus manos hacia él, pidiendo que lo cargase. BeomGyu suspiró dejando a su hijo en brazos del alfa para ir a extraer la leche.

TaeHyun miró a su hijo, vestido, pero no lo suficiente para el frío que hacía afuera.

—Te faltan cosas —decidió buscando en el armario del bebé con una mano, Byeol de aferró a su oreja, balbuceando.

TaeHyun le colocó un gorro de lana, y un abrigo grueso que lo hacía ver cómo una bolita, se veía mucho más pequeño de lo que ya era.

Rió mirando a su hijo, sin ser inevitable querer besar sus mejillas.

—Pero que bonito, que niño más bonito —halagó dejándolo sólo en calcetines mientras tanto, lo dejó gatear por la casa, vigilando por dónde se metía, sin querer que terminase bajo la mesa o cerca de algo que le hiciera daño.

Mama... Mama... ¡Mama!

Allá, Byeol —señaló TaeHyun a la cocina, Byeol volteó a verlo, parpadeando un par de veces antes de gatear en esa dirección, tomando asiento en la entrada.

Mama...

—Hola, mi bebé bonito —saludó el omega con una sonrisa vaciando la leche del extractor a un biberón que medía la onzas que había recolectado.

—¿Y cuándo vas a decir papá? Mañana, hoy... Pasado —habló TaeHyun tomando asiento en el suelo frente al bebé que lo observó.

Mama...

No están difícil, mira... Pa... Pa... —explicó, Byeol parpadeó un par de veces antes de ignorarlo, gateando hasta él con balbuceos, TaeHyun sonrió sosteniendo al bebé que se puso de pié, aferrándose a la ropa del alfa— Dilo... Pa... Pa.

Mamamama... —repitió llevando sus manos a la cara del alfa que lo mantuvo de pié, Byeol apretó las mejillas del alfa, también su nariz, distraído con apretar la cara de su padre que se dejaba con mucho gusto.

—Carajo... —murmuró el omega tratando de instalar de nuevo el extractor, después de todo, necesitaban más leche.

Al hacer eso, produjo un chillido fuerte que no afectó en ninguno de los adultos, pero Byeol soltó balbuceos inentendibles antes de lloriquear, escondiendo su cabeza en el pecho del alfa que lo abrazó para calmarlo.

A Byeol no le gustaban los chillidos de las cosas, tampoco el pitido que emitía el microondas al terminar su proceso, y le daba miedo y ganas de llorar el sonido de bajar la palanca del baño. Siempre terminaba llorando.

—Ya pasó, ya, mi niño, no llores —calmó el alfa dejando al bebé sentado en su regazo.

BeomGyu miró a su hijo fijamente mientras el extractor hacía lo suyo, divagando.

Habían cosas del bebé que lo extrañaban y preocupaban, había aplazado hablarle a su esposo de eso, pero pensándolo bien, Byeol estaba a dos meses y medio de cumplir un año de vida, así que prefería decirlo ahora.

—Deberíamos ir al pediatra...

—Claro, Byeol tiene el chequeo mensual luego de navidad —afirmó el alfa dejando al bebé libre, Byeol gateó a su zona de juegos, directamente con los libros que amaba, ignorando las pelotas, peluches y autos.

—No hablo de un chequeo mensual, ir un poco más... Profundos con él —explicó mirando a su esposo levantarse del suelo e ir hacia él, extrañado por sus palabras.

—¿Por qué?

—Creo que Byeol tiene problemas de desarrollo.


















Aveces iremos retrocediendo a los primeros años de casados, o meses, o antes de casarse, lo haré esporádicamente y espero les guste mucho!

Nos vemos!

The_Dark_Diamond04

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