[11]
Dos días habían pasado, y aún no le decían a sus padres, por un motivo y otro la pareja había estado ocupada en su negocio.
Era de noche, ya era muy tarde para llamar así que solamente se acostaron en la cama matrimonial listos para dormir o por lo menos, estar cómodos y charlar un rato.
—Es extraño —dijo Kang sintiendo al omega pegarse a él, el dulce aroma lo cubrió de inmediato y lo relajó.
—¿Qué?
—No tener un celo estos meses —el alfa volteó a la derecha, BeomGyu solamente rió asintiendo para darle la razón.
Por esos nueve meses, ninguno de los dos tendría una etapa de calor.
—Aún así...
—¿Si? —BeomGyu lo observó sabiendo qué significaba ese tono de voz en el alfa. Rió cuando el mismo se inclinó sobre él, entrelazando sus piernas, la mano en su cintura, la cercanía de sus narices.
Para TaeHyun que BeomGyu enredara sus brazos en sus hombros solo fue el aviso para besarlo, solo como él sabía que le gustaba, lento, profundo, con un poco de deseo.
El Omega se dejó hacer, siguiendo el ritmo sin problemas.
BeomGyu deslizó su mano derecha por el hombro del alfa hasta llegar a su mano, subiendo la misma de nuevo a su cintura.
—No te excedas —fue lo único que le dijo antes de besarlo de nuevo, TaeHyun gruñó insistiendo el bajar su mano por el muslo y trasero del omega pero este siempre lo devolvía a la cintura.
El alfa besó su mejilla y luego su cuello, oliendo aún más de cerca, en la glándula de olor, dulce, adictivo, justo en la marca.
Kang quiso apoyarse aún más en el omega para tratar de convencerlo de lo que podría suceder pero sintió la diferencia llamada: segundo mes en cinta.
No era un gran bulto, pero, podía sentir el crecimiento a través de la ropa.
—Hey —BeomGyu jaló un poco su cabello para traerlo a la realidad, el alfa lo observó— ¿Qué tanto ves? —preguntó con el ceño fruncido jalando de la nuca al de aroma a café, volviendo a besarlo, usando esta vez su lengua.
BeomGyu sintió la mano del alfa bajo su camisa, dando una suave caricia en su abdomen.
Les dió la vuelta quedando a horcajadas del alfa que lo observó con ojos de ilusión.
—No vamos a tener sexo —le dijo de inmediato apoyándose de su pecho. TaeHyun chasqueó la lengua.
—¿Entonces?
—No, no quiero —negó con la cabeza recostándose sobre el alfa que lo abrazó besando su coronilla, en total resignación.
Aún así, siguió dándole vueltas al asunto. Hasta que llegó a una teoría.
—¿Es porque no quieres estar desnudo? —preguntó haciendo al omega verlo.
—No —negó con el ceño fruncido. BeomGyu jamás había sentido inseguridades de su cuerpo, y en ese momento de su vida no las tenía.
—¿Es timidez? ¿Es eso? —preguntó el alfa luciendo preocupado. BeomGyu soltó una carcajada volviendo a enderezarse, tomando asiento en el regazo ajeno, a horcajadas.
—TaeHyun, ¿Cómo voy a tener timidez? Eres mi alfa, mi esposo, ¿Te recuerdo todo lo que hemos hecho a lo largo de los años? ¿Los lugares? ¿Las posiciones que me pides hacer por tus fetiches raros? —preguntó aún sin poder creer que Kang le estuviera preguntando algo referente a la timidez.
El alfa balbuceó unos momentos, teniendo un alto bombardeo de recuerdos muy explícitos.
—¡Mierda, Kang! —se quejó el omega dándole un manotazo en el brazo.
—¿Q-qué?
—¡Lo sentí moverse debajo de mi! —regañó señalando hacia la entrepierna del alfa que solo se disculpó cortamente antes de hablar.
—Solo pensé que... No querías sexo por el cambio de tu cuerpo —explicó sujetando la cintura de su pareja que arqueó una ceja.
—¿Qué? No, Kang, soy el embarazado más sexy que puedas ver —respondió, Kang rió dandole la razón de inmediato.
Muy pocas veces los omegas no se veían afectados por el cambio de sus cuerpos, y Kang quería asegurarse enserio de que BeomGyu estaba bien con el suyo y sus cambios, que no le incomodaba o le avergonzaban.
—¿Cómo puedo avergonzarme? —el omega se encargó de quitar su playera de dormir, ahora que caía en cuenta, desde que supo de su estado no había estado sin camisa, o no había dormido sin ella, mucho menos había intimidad entre ellos y entendía que eso llevó a TaeHyun pensar en las inseguridades y vergüenzas.
BeomGyu le sonrió antes de quitarse de su regazo, TaeHyun solo lo observó fijamente, sin quitar su vista de encima.
En silencio, el Omega se acomodó en el centro del nido, TaeHyun lo abrazó, sus manos en su cintura, sus piernas se enredaron.
—Precioso —murmuró el alfa besando su coronilla, tocando su espalda desnuda para dar caricias cortas.
—Lo sé —contestó mirando al alfa cerrar los ojos.
En lo personal, BeomGyu no tenía sueño.
Había tomado alrededor de cinco cafés sin azúcar como su maravilloso antojo del día y no podía evitar estar sin pizca de sueño.
TaeHyun poco a poco dejaba de acariciar su espalda, estaba cayendo dormido.
—Tae.
—Uhm.
—¿Crees que podamos cambiar la estética de la cafetería nueva? Aún no la abrimos, podemos cambiar algunas cosas.
—Podemos hablarlo luego, igual lo teníamos planeado —murmuró pegándose a él, la frente de Kang quedó en su pecho, aún de lado, BeomGyu lo abrazó a él.
—Uhmm... ¿Y si ponemos un espacio para niños?
—Uhm.
—Porque imagina que nosotros cómo padres querramos que nuestro bebé tenga su espacio para entretenerse mientras tomamos algo —propuso con la cabeza llena de ideas, de preguntas, todo, menos ganas de dormir.
TaeHyun no le contestó, solamente se pegó más a él. BeomGyu lo abrazó.
—Y ya que hablo de bebés... ¿Qué te parece cambiar de casa?
—Ujum.
—Puede ser con un patio, ah, con una cocina más espaciosa también.
—Uhm.
—Pero no quiero escaleras, odio las escaleras, pero me gusta que hacen que el lugar se vea más grande, ¿Tu que opinas, Tyun? —preguntó peinando al alfa que no le contestó. Empezando a roncar luego de unos segundos.
El omega chasqueó la lengua enredando sus dedos la cabellera del alfa, acariciando para distraerse.
Pensó millones de cosas, le dió vueltas al pronto negocio que tendrían, la nueva cede del café.
Siguió pensando hasta que llegó al asuntito que crecía dentro de él y del cual sus padres no sabían aún.
¿Debería llamarlos mañana para encontrarse en el café?
Kang se removió de su lugar, abriendo apenas los ojos.
—Duerme —le dijo dejando un pequeño beso en su pecho antes de seguir durmiendo. BeomGyu solo sonrió abrazando al alfa, besó su mejilla antes de tratar de dormir.
Pensó un par de cosas, tratando de concentrarse para dormir.
Pero...
¿Que tal unas tostadas con miel?
Se deshizo del abrazo del alfa con cuidado, igualmente salió del nido con cuidado de no mover nada.
TaeHyun estaba roncando, era imposible que se despertara al no sentirlo.
Tarareó un poco apenas llegó a la cocina, empezó a buscar los ingredientes que se le antojaban.
—Hace frío —murmuró empezando a untar la miel en el pan, a último momento, decidió no hacer el pan tostado.
Masticó soltando sonidos de satisfacción, debían ser casi las dos de la madrugada si no mal calculaba. El silencio de la casa, de la residencia, el frío que entraba por los pequeños espacios de las ventanas.
Agachó la mirada mientras masticaba, no tenía camisa.
—¿Te gusta? —preguntó tomando otra rebanada de pan para llenarla de miel— Nunca pensé comer tanta miel, ni tomar café, pero a ti te gusta mucho, ¿Verdad? —habló usando una mano para comer, la otra la usó unos segundos para pasarla suavemente por su vientre.
Cada vez era más real, estaba viviendo su sueño, estaba feliz.
Y a pesar de que no fue algo planeado, y fue una confusión de pastillas, estaba feliz y a pesar del miedo que sintió respecto a Kang, estaba seguro que el alfa estaba sintiendo la misma felicidad que él.
Cuando se sintió satisfecho y su antojo se quitó volvió a la habitación.
TaeHyun seguía justamente en la posición que lo había dejado, estaba boca arriba con un brazo en el pecho y otro estirado a un lado.
El omega volvió a su posición, cuidando sus movimientos para no despertar al alfa.
Aún así, TaeHyun abrió los ojos al sentir el movimiento de la cama.
—¿A dónde vas? —preguntó con voz ronca, adormecido. El omega rió usando como almohada el brazo del alfa, abrazándolo de la cintura.
—A ningún lado, mi amor —fue lo único que dijo para volver a cerrar los ojos.
Y ahora sí, pudo conciliar el sueño.
Cuando despertó, lo primero que pensó fue en llamar a sus padres. TaeHyun no estaba a su lado, pero podía escuchar la ducha.
Despejó un poco el sueño que sentía y suspiró antes de tomar asiento en el centro del nido, tomó su teléfono del buró y de inmediato buscó el contacto de su madre.
Le escribió en lugar de llamar, esperando unos segundos la respuesta.
—Buenos días, cielito —alzó la mirada, Kang secaba su cabello con una toalla mientras estaba apoyado del marco de la puerta.
—Buenos días —BeomGyu se conocía muy bien, y si se quedaba ahí en su nido, terminaría cancelando todo y quedándose a dormir.
Por eso, se estiró aún con su teléfono en mano, caminando había Kang con sus labios en forma de pico.
El alfa lo besó castamente antes de apartarse y dejarlo hacer su higiene diaria.
—Le escribí a mi mamá —dijo mientras lavaba su cara, mirándose en el espejo— Le dije que fuera con papá a la cafetería para decirle lo del bebé.
—Me parece bien, cielo —TaeHyun buscó su ropa interior, empezando colocarse la ropa del día. Pensó en llamar a sus padres también, para aprovechar.
BeomGyu se tomó un par de minutos más para terminar su aseo, saliendo del baño con un poco menos de sueño.
Se movilizó por la habitación, buscando la ropa que usaría ese día sintiendo la mirada fija del alfa sobre él.
—¿Qué? —preguntó mirando al alfa acercarse. Sus mejillas fueron acunadas con delicadeza, su corazón aumentó su ritmo, no dejaba de reaccionar así cada vez que Kang lo tocaba como un cristal, con esa delicadeza que lo derretía.
Inevitablemente, sintió sus mejillas calentarse un poco cuando la mirada que le dedicaba el alfa era de aprecio y un cariño inmenso.
—¿Por qué estás más bonito cada día? —preguntó moviendo sus pulgares por la suave piel, sonriendo cuando las mejillas en sus manos se sonrojaron aún más.
—Ya... —murmuró el omega. TaeHyun no era ningún ciego, su esposo era lo más hermoso que podía tener, BeomGyu era hermoso.
Pero había algo esos meses que lo hacía ver aún más hermoso.
¿Era el embarazo?
¿Qué era?
—Voy a ducharme —avisó en voz baja tratando de separarse, el alfa lo jaló hacia él juntando sus narices.
—Te avergonzaste —acusó el alfa besando castamente sus labios. BeomGyu negó con la cabeza.
—No... —murmuró sintiendo un pequeño beso en su mejilla.
—Mirame a los ojos —pidió el alfa mirando fijamente a su destinado, BeomGyu alzó la mirada unos segundos, desvió la mirada al no poderla mantenerla fija. TaeHyun rió enternecido besando múltiples veces sus labios antes de dejarlo libre— ¿Debería llamar a mis padres también?
—Deberías... —contestó aún en un tono bajo. TaeHyun sonrió, BeomGyu inconscientemente seguía hablando en un tono bajo y solo era por la timidez del momento.
Tomó su teléfono y marcó el número de su madre que no esperó los tres pitidos para contestar.
A TaeHyun no le impresionó, su madre siempre tenía el teléfono en manos.
Empezó a hablar con su madre pidiéndole muy sutilmente que fuera al café con su papá.
—¿Nos darán un nieto al fin? —fue la pregunta de la mujer cuando supo que también irían los padres de BeomGyu.
—No, solamente queremos reunirnos —le negó a la mujer usando sus dotes de actuación, sonando muy convincente para la mujer.
Para cuándo TaeHyun terminó de hablar por teléfono, BeomGyu se estaba cambiando de ropa con confianza frente a él.
Solamente tomó asiento en la orilla de la cama, observando cómo se colocaba un jean desgastado, lo abrochó y procedió a buscar una de las playeras del alfa, holgada.
—Eres muy lindo, mi amor —dijo de la nada mirando al omega ajustar sus zapatos. BeomGyu chasqueó la lengua sintiendo otra vez el calor en sus mejillas— ¿Debería agradecerle a la Luna por el más hermoso omega que me dió?
—¡Ya, TaeHyun! —y el alfa solo rió a carcajadas por la timidez repentina ante sus palabras.
Siento que está aburrida ;(
The_Dark_Diamond04
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