BeomGyu cruzó los brazos escuchando como TaeHyun lo regañaba por haber golpeado a MinHyuk, estaban en el auto, estacionado frente a la cafetería, desde ahí podían ver a YeonJun y a SooBin, JinSung dormido en el hombro del omega, ambos hablando de lo que acababa de pasar.

—Estás embarazado, BeomGyu, ¿Qué hubiese pasado si MinHyuk te hubiese devuelto el golpe? ¿Uhm? —le preguntó mirándolo fijamente. BeomGyu lo observó en silencio, sabía que tenía merecido el regaño pero no había aguantado más, quería pegarle y lo hizo— Ahora vales por dos, no se te puede olvidar, tu-...

—Lo sé, TaeHyun, sé que llevo una vida encima... ¡Pero ese alfa es un cabrón! ¿Acaso viste como se acercó a YeonJun? ¡Lo iba a golpear! —BeomGyu empezó a contarle todo lo que había pasado a pesar de que TaeHyun estaba ahí, mostrando su descontento, y la rabia que había sentido. El alfa solo lo escuchó, mirándolo fijamente— ¡Y sé que vamos a tener un bebé! ¡Pero YeonJun también tiene uno, lo tenía en los brazos y yo el mío aún no lo tengo en mis brazos! Así que le di su merecido golpe a ese hijo de-...

—Ya entendí, BeomGyu —TaeHyun suspiró acariciando el cabello negro ajeno, se inclinó y besó su cien— Ya pasó —murmuró besando ahora su mejilla, su aroma a café opacó el aroma del omega— ¿Quieres algo de comer? ¿O quieres ir a casa? —le preguntó peinando cariñosamente el cabello del omega, BeomGyu pensó unos segundos, observando al alfa.

—Quiero café.

—¿No quieres algo más? Desayunaste galletas nada más, y es la hora de almuerzo —dijo tratando de convencer al omega de que comiera algo más sólido.

—No, quiero café.

—¿Y qué tal si tomas café y luego comes otra cosa? Tampoco puedes estar a base de café todo el día —le habló con suavidad, acunando su mejilla.

BeomGyu abultó sus labios un poco, pensando en qué se le antojaba para comer.

—Quiero sushi, de cangrejo, y de pollo, ensalada de vegetales y café—le pidió al alfa que parpadeó un par de veces, pensando qué local de sushi le quedaba más cercano.

—Esperame aquí, voy a ir a comprarlo —fue lo que me dijo, BeomGyu le sonrió.

—¡Te amo! —dejó un beso en su mejilla y bajó del auto para ir en dirección a YeonJun y SooBin.

TaeHyun solo sonrió, arrancando el auto.

Yo también los amo.

Ya las cosas estaban normales, SooBin estaba tomando un frappé mientras YeonJun se comía un sándwich, seguían en la cafetería que luego de aquella pelea había vuelto a abrir al público.

BeomGyu estaba sentado con ellos, hablando y dandole un par de miradas a la puerta, antes no estaba muy hambriento, pero ahora sentía mucha hambre y aún más de sushi.

—Minnie, tráeme otro café, por favor —pidió cuando una de las meseras fue a retirar el plato vacío de YeonJun, la omega retiró el vaso vacío de su jefe y le pidió unos segundos. BeomGyu bufó acunando sus mejillas en sus palmas. SooBin arqueó una ceja mirando a su amigo.

—¿Por qué tomas tanto café? Antes no tomabas —dijo ofreciendo de su frappé a su pareja que negó arrullando a su hijo que estaba a punto de despertar.

—Es un antojo normal, TaeHyun huele a café, y ahora no puedo pasar ni un día sin tomarme tres cafés, o comer cualquier cosa que sepa a café —dijo mirando el auto de Kang estacionar, sonrió mirando la bolsa en manos de su esposo.

—Si, es algo común en los omegas —aportó YeonJun sonriéndole a su hijo cuando despertó, observándolo desorientado cómo cada que despertaba.

SooBin simplemente asintió bebiendo de su frappé.

—Ya llegué —TaeHyun besó su mejilla dejándole la bolsa en la mesa, segundos después sacando él mismo los utensilios, la bandeja de roles de cangrejo, la de roles de pollo, las salsas, la ensalada como la pidió.

BeomGyu mordió su labio inferior, sintiéndose avergonzado.

TaeHyun le estaba prácticamente haciendo todo, le destapó todo, le organizó la comida.

—Tae... Y-yo puedo solo... —murmuró a pesar de que ya tenía todo listo para comer, y los palillos en su mano.

—Buen provecho —besó su mejilla, tomando asiento a un lado de SooBin soltando una carcajada al ver la mejillas enrojecidas del omega que empezó a comer su sushi en silencio.

—¿Qué? ¿Estás avergonzado, BeomGyu? —se burló el alfa empezando a hacer ruidos, TaeHyun rió.

—No estoy avergonzado —mintió agachando la mirada a su comida, sintiendo sus mejillas enrojecer aún más cuando SooBin soltó una carcajada.

—Nosotros nos vamos, JinSung aún tiene sueño —dijo YeonJun levantándose con el niño inquieto en brazos, el bebé quería seguir durmiendo pero no estaba tan cómodo, quería su casa— Lamento muchísimo lo que pasó hoy enserio, BeomGyu, TaeHyun.

—No te preocupes, Yeon, cada que él quiera reunirse contigo no dudes en venir para acá —TaeHyun le sonrió para calmar la vergüenza que sentía el de aroma a fresa.

La despedida fue rápida, la pareja partió de inmediato prometiendo escribirse y estar al tanto del embarazo del olor a miel.

—Gracias, Minnie —BeomGyu agradeció a la mujer cuando llegó con su café, caliente, humeante, recién hecho— ¡Oh, Minnie! ¿Me traes un sirope de chocolate?

—Claro, ya se lo traigo —la mujer volvió a irse, dejando a la pareja.

—¿Estás lleno? —preguntó el alfa mirando al omega juguetear con la comida, BeomGyu asintió extendiendo la bandeja que le sobraba al alfa.

—Me voy a comer la ensalada... Gracias —le dijo a la mujer cuando tuvo el sirope en sus manos. TaeHyun frunció el ceño mirando como su esposo llenaba la ensalada de vegetales de chocolate. BeomGyu mezcló un poco y probó— ¡Está delicioso! ¡Uhm! Tae, prueba.

—No, gracias —negó mirando al omega tomar ensalada con su tenedor y extenderla al alfa.

—Confía en mi, Tae, está delicioso.

—No, se ve asqueroso —dijo mirando la comida, se veía horrible y sabía que su sabor no era el mejor.

¿Cómo las verduras y el chocolate sabrían bien juntos?

BeomGyu sintió su labio inferior temblar, sus ojos cristalizados.

—¿N-no co-confías en mi? —dijo al borde del llanto. TaeHyun miró el tenedor, luego miró a BeomGyu al borde el llanto, tomó un hondo respiro, apretó los ojos y comió de lo que le ofrecía el omega.

Sabía asqueroso.

Horrible.

Quería escupirlo y lavarse la boca.

Hizo su mayor esfuerzo para tragarlo, el sabor horrible quedando en su boca.

—Está delicioso, mi amor —fue lo que le dijo mirando como el omega pasaba del borde del llanto a una inmensa sonrisa.

—¿Verdad? ¡Está delicioso! —le dijo antes de seguir comiendo con gusto— ¿Quieres más?

—No, yo mejor me como esto —le dijo señalando los roles que había dejado, BeomGyu accedió terminando él solo su ensalada de vegetales con chocolate.

¿Antojos? Rarísimos.

¿Cambios de humor? Repentinos y muy seguidos.

¿Vómitos? Pocos.

¿Mareos? Ya no tenía.

Fue TaeHyun quien se encargó de recoger la mesa, a pesar de las insistencias del omega en qué podía hacerlo solo.

Estaba siendo atento, cuidadoso, y a pesar de que siempre lo había sido todos los años que se conocían, ahora lo era más, y sobre todo, protector.

Al llegar a casa lo primero que hizo el omega fue ducharse, TaeHyun pensando en qué hacer para la cena.

A decir verdad, su rutina no había cambiado mucho con el embarazo de BeomGyu. Estaba más protegido que antes y tenía dichos síntomas, pero, no había un cambio tan drástico.

—Hay que decirle a nuestros padres, BeomGyu, así sea por teléfono si no quieres moverte de aquí —TaeHyun retomó el tema que tenían hablando desde hace días, BeomGyu rodó los ojos apoyado en la encimera mirando a su esposo hacer la cena de esa noche.

—No quiero todavía —le negó pasando su mano por su cabello húmedo.

—¿Por qué? Ya en una semana y unos días tienes tres meses —TaeHyun se movió por la cocina, buscando platos y lo necesario para servir la comida de ambos.

—Tienes razón, ya voy para tres meses...—murmuró caminando hasta tomar asiento en las sillas del comedor— E-el tercer mes...

No, que no llore, que no llore.
Por favor que no llore.

TaeHyun soltó de inmediato los utensilios que utilizaba para servir la comida y retrocedió sus pasos a BeomGyu que soltó un gran sollozo antes de empezar a llorar, limpiando sus lágrimas.

El alfa acercó una silla para estar sentado pero cerca de su esposo que de inmediato se dejó abrazar por el alfa que se encargó de rodearlo con su aroma a café para calmar el llanto que parecía incontrolable, y además, aún no sabía la razón.

—¡Me siento el peor omega de este mundo! Debíamos decirle a nuestros padres, ¡Son sus abuelos! Tus abuelos son sus bisabuelos, y y-ya... Tengo casi tres meses y no saben —y siguió llorando en el hombro del alfa que solo lo arrulló, besando su hombro por encima de la tela.

Fueron cinco minutos los que BeomGyu pasó llorando por haberles privado el derecho a saber de su embarazo a sus padres y suegros. TaeHyun lo abrazó todo ese rato, sin importar que su comida se estaba enfriando.

—Mañana podemos ir a dar la noticia, y si no quieres salir de casa está bien, podemos llamar, mi amor —le dijo con suavidad, el omega lo observó sorbiendo de la nariz, enrojecida y las mejillas húmedas, acunó esas mismas mejillas y le sonrió, besando castamente sus labios luego— ¿Estás de acuerdo?

—Si... —asintió volteando hacia donde estaba el alfa hace minutos cocinando— ¿Qué hiciste de comer? —ya se le había pasado el llanto, y no se sentía el peor omega del mundo como había dicho, ahora solo quería comer.

—Bibimbap, tu favorito, precioso —le dijo besando su mejilla antes de ir a terminar su trabajo de servir los platos de ambos.

BeomGyu esperó ansioso, pasando sus dedos por sus ojos aún húmedos, luego dejó sus manos en sus muslos.

Él obviamente estaba sintiendo el cambio, lo hacía todos los días, los pantalones estaban un poco más justos, sus mejillas estaban más gordas, y su vientre estaba más hinchado, aún estaba lo suficientemente pequeño para que no se notaba por las prendas anchas pero al pasar la mano podía sentir la pequeña montaña.

—Buen provecho, cariño —TaeHyun le dejó el plato enfrente con su respectivo cubierto. BeomGyu relamió sus labios, el aroma era exquisito, sintió su boca hacerse agua.

—¡Se ve delicioso! —emocionado, por su comida favorita y aún más, preparada por su alfa, no dudó en tomar un gran bocado.

BeomGyu masticó un poco antes de fruncir el ceño y tener una arcada, tomó una servilleta y escupió todo lo que se había metido a la boca.

—¿Qué? No sabe mal, es lo que te gusta, ¿Vas a vomitar? Vamos al baño —el alfa dejó de nuevo su tenedor en el plato, levantándose— ¿O quieres otra cosa?

—P-pero si huele rico —BeomGyu aún no entendía cómo algo que le olía tan bien y se veía exquisito casi lo hace vomitar, no iba a volver a meterlo a su boca o ahora sí, vomitaría toda la mesa— Tae, siéntate, estoy bien, solo... No sé porqué si huele tan bien y se ve exquisito... Quise vomitar—el omega seguía viendo el plato frente a él. TaeHyun tomó asiento no muy seguro, aún así, comió de su plato— Y lo hiciste con tanto amor... —murmuró sintiendo su labio inferior temblar, quería llorar porque tenía hambre y no podía comer lo que con tanto amor TaeHyun le había preparado.

Pasó sus manos por sus mejillas húmedas por el par de lágrimas que cayeron, miró como el alfa comía atento a sus movimientos.

—Te prepararé algo diferente, dame un minu-...

—¡No, no te levantes! —BeomGyu se levantó rápidamente de su lugar, el alfa se sentó por completo cuando las manos del omega se posaron en sus hombros— Sé que tienes mucha hambre, come, yo me prepararé algo.

—Pero-...

—Shhh —el dedo índice del omega se posó en sus labios— Todavía tengo manos, me prepararé algo mientras tú comes, no me pasará nada, Tae.

—Está bien —fue lo que dijo cuando el dedo se apartó de sus labios, BeomGyu lo abrazó por la espalda, besando su mejilla. TaeHyun sonrió aún masticando— ¿Qué vas a preparar?

—Pollo frito —fue su respuesta, TaeHyun solo lo observó desde donde estaba. BeomGyu se movía seguro por la cocina, sacando ingredientes y tarareando, ahora que lo pensaba mejor era la primera vez que cocinaba él solo desde que se confirmó su embarazo, TaeHyun siquiera lo había dejado cocinar con las palabras de que estaba cerca de cuchillos y fuego, y simplemente quería atenderlo.

—Ten cuidado con el cuchillo —le dijo cuando tomó dicho utensilio para picar el pollo.

BeomGyu observó el pollo ya descongelado, debía picarlo. Ignoró la inexplicable tristeza que le entró y siguió preparando su comida en silencio, bajo la atenta mirada de Kang que comió su plato y parte del plato que había servido para el omega que se tomó una hora y media en hacer su pollo frito.

—Buen provecho, Gyu —le dijo el alfa con una pequeña sonrisa mirando al omega empezar a comer a gusto, comiendo con las manos, pedazo por pedazo— ¿Quieres algo de salsa?

—¡Si, por favor! —pidió recibiendo el bote de salsa, BeomGyu comió en paz, tarareando y masticando su pollo. Kang lo observó con el codo apoyado en la mesa.

—Te amo.

—Lo sé, es inevitable.

¿Les está gustando?

Por cierto....

¡El prólogo de Blood Deal ya está disponible! Vayan a hecharle un vistazo

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