Para muchos la vida puede ser una gran aventura pero para alguien que gusta de lo trillado se vuelve obsoleta y aburrida, todo lo frecuentado simplemente pasa a ser una rutina hasta el día de nuestra muerte.

Al igual que siempre el sol salía en todo su esplendor en la ciudad de Berk, para muchos un lugar con gente amable y sencilla en su estilo de vida. Pero para otros Berk era un lugar importante, ante los ojos del gran mundo de los negocios las industrias Haddock eran la joya de la corona de aquella ciudad.

¿Quién era el líder de aquel lugar? Hasta la pregunta era absurda para algunos, pues ya que solo un tonto no lo sabría.

Hiccup Horrendous Haddock lll era él nombre más sonado en el mundo, las revistas, los medios y personas hablan de él. Aun no lograba comprender como un simple chico de esa pequeña ciudad lograría tener un imperio a su corta edad de 24 años.

-Y como puedo mostrar en esta grafica-un hombre de tesis morena y cabellera castaña señalaba uno de los círculos-Las inversiones han crecido, nuestro mercado meta cada vez se expande un poco más e incluso podríamos llegar a un acuerdo con los americanos-sonrío lleno de satisfacción.

-¿Qué hay sobre nuestra competencia?-pregunto un hombre de ojos verdes y cabellera castaña desde su lugar-No podemos cerrar el trato debido a ellos-

-Señor Haddock-contesto con tranquilidad-Es verdad que la compañía Hamada esta en su apogeo, varios de nuestros inversionistas ha intentado llevarse sus fondos para invertirlos con ellos. Pero si sacamos el nuevo prototipo es seguro que lograremos que las cosas cambien, después de todos en este momento parece que las cosas no pintan bien para ellos-

-Quiero un informe completo de la situación-comento el castaño mientras todos escribían en sus tablet's-Necesito saber si las pruebas del nuevo prototipo son aptas para la producción en masa, además quisiera saber sobre los estados de ventas del último mes-

Una vez que las instrucciones se distribuyeron todos los presentes salieron para atender sus obligaciones, por otra parte el moreno se encontraba observando con preocupación a su jefe ya que este solo frotaba su sien.

-Hiccup creo que necesitas vacaciones-comento un poco preocupado-Últimamente vives solo en el trabajo y...-

-Me encuentro perfectamente-respondió-No tengo tiempo para descansar, si no cerramos ese contrato con los americanos tendremos serios problemas-

-Hiccup, esos contratos van y vienen-trato de sonar con un tono despreocupado-Además nuestra compañía son de las mejores a nivel global, nos llueve estos tratos todos los días, quizás sea el momento de que te relajes un poco-

-Ya te dije que no tengo tiempo para eso-el tono de Hiccup era de molestia-Tengo mucho que hacer si no quiero que a la compañía le den por atrás-

Eugene sabía perfectamente que ese no era el motivo, claro estaba que la compañía tenía alguno que otro problema pero no era tan grave.

-Llamo tu padre-comento al llamar la atención del castaño-Me comento que se mudara a las afueras de la ciudad y que si podrías ayudarlo con la mudanza-

Ante aquellas palabras Hiccup guardo silencio, más eso no le impidió responder. Con una pluma y uno de sus papeles a su alcance escribió algunas cosas para entregárselas a su amigo.

-Es un cheque con suficiente dinero para la mudanza-su tono era frio y distante-Eso debería bastarle para que se las arregle-

-Hiccup...-Eugene estaba por reprender a Hiccup.

-Hablaremos luego, tengo que avisar a los inversionistas sobre el nuevo proyecto-sin más que decir dejo a su amigo en aquella sala.

Eugene simplemente no protesto, pues sabía que Hiccup estaba pasando por un mal momento. No era fácil para su mejor amigo, el hecho de un divorcio en proceso era algo que lo había destrozado y si sumaba todo aquello que tenía desde sus días infantiles no ayudaba mucho.

Con paso apresurado Hiccup entro a su oficina sin ver a su secretaria, tras cerrar la puerta simplemente tomo su lugar en aquel amplio lugar. En su escritorio aun podía observar aquella foto, una que simplemente lo hizo suspirar.

La imagen de una joven rubia y ojos azules que sonreía al estar abrazada de aquel joven de cabellera castaña y rebelde con unos ojos iguales a las esmeraldas. La imagen de una pareja perfecta, una que simplemente ahora solo quedaba en su memoria.

-Señor Haddock-interrumpio una joven de cabellera corta y rubia.

-¿Qué sucede Honey?-comento mientras regresaba a su postura seria.

-Llamo...-en esos momento Honey simplemente como pronunciar las palabras.

-¿Astrid?-hablo sin titubear a lo que la joven asintió un poco nerviosa-¿Qué es lo que quiere?-

-Mando decir que tiene que discutir en que términos se dividirán los bienes-trago un poco de saliva-Su abogado espera que se ponga en contacto con el-

-Habla con Frost-paso su mano por su cabello-Dile que hable con el abogado de Astrid, toda la información que necesita esta con él-

Sin decir nada más la chica rubia salió de su oficina dejando solamente al castaño con sus pensamientos.

Si, la vida de Hiccup Horrendous Haddock no era como parecía. Aquellas sonrisas en las portadas de revistas y entrevistas en televisión solo eran una máscara para ocultar su dolor, cuando los medios se enteraron sobre la separación de la pareja toda la atención estaba enfocada en el joven.

Los recuerdos de aquellas conversaciones eran sumamente molestos, pues aun por mucho que le doliera tenía que aparecer como si no fuera de gran importancia. Tratando de pensar en aquellos dolorosos recuerdos se puso en marcha con su trabajo, las llamadas de los inversionistas y la revisión de cada uno de los reportes era algo que simplemente a cualquiera le podría ocasionar dolor de cabeza. Sin embargo para Hiccup era una bendición no pensar en nada más que no fueran números y balances perfectamente cerrados.

Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo era lo mismo, incluso en los días de fiesta que ningún empleado trabajaba. Aquello simplemente con el paso del tiempo se volvió su vida, una rutina que constaba en dormir, trabajar, comer, beber hasta quedarse dormido y seguir.

Lamentablemente no todo siguió de esa manera.

-Listo-comento un joven alvino con varios papeles-Oficialmente están separados y dentro de unos días podrá disponer de sus bienes señora Astrid-

-Le agradezco mucho-sonrío con amabilidad-Si eso es todo me paso a retirar-con delicadeza se levantó de su lugar-Hiccup, espero que seas feliz con tu nueva vida te deseo lo mejor-

-Lo mismo deseo para ti Astrid-asintió con tranquilidad-Espero que encuentres la felicidad que mereces-

Tras darse un apretón de manos la mujer se paso a retirar del lugar dejando al Jack con su amigo.

-¿Te encuentras bien?-coloco una mano en su hombro-Se que esto es muy duro, siempre lo es al principio y...-

-Me hiciste un favor hermano-soltó un suspiro-No era nada para ella-

-Al contrario-corrigió-Ella no era nada para ti, lo que sucede es que tienes corazón de pollo y eras solo un bobo cuando le soltaste que se casaran-

-Eso mismo debía decirle el sujeto con el que me engaño-hablo sin emoción alguna-Sigo sin entender que fue lo que hice mal-

-Yo si-a lo que el castaño volteo a verlo-Casarte con una mujer de la cual casi no sabías nada cuando estabas con un negocio casi establecido-levanto uno de sus dedos-Dejarte llevar por la fiebre loca del amor y huir del cretino de tu padre-levanto otro dedo-¿Continuo? La lista es infinita-

Hiccup simplemente no dijo nada, gran parte de la razón la tenía Jack, pero el solo hecho de sentirse amado por alguien era lo que le daba paz y lo hacía olvidar aquello que era su vida.

-Lo bueno que no tuviste hijos-comento nuevamente el alvino-Esos procesos siempre me sacan canas, son tan complicados que no entiendo como los niños no salen con traumas-

-¿Mas canas de las que tienen?-pregunto con un tono de sarcasmo.

-Lo que tienes es envidia de mi sabrosura polar-bromeaba para intentar subirle el ánimo a su amigo-Anda, te invito un trago-

-¿Qué hay de Rapunzel?-pregunto al ver como su amigo comenzaba a prepararse-No quiero provocar una discusión entre ustedes, además no tengo humor de tomar algo hoy. Estoy hasta el cuello con un contrato y este no lo puedo perder por nada del mundo-

Jack sabía que aquello podría ser una mentira y una buena que cualquiera hubiera tomado como verdad, últimamente Hiccup se había distanciado de todos y ocupado de su trabajo. Más decidió no insistir, sabía bien que esto podría ser una etapa que tenía que estar solo y asimilar las cosas. Aunque eso no evitaría que le dieran su apoyo, después de todo a pesar de ser su cliente también era su amigo.

-Vale-levanto sus brazos en rendición-Pero para la siguiente no puedes negarte y pagaras-

-Trato hecho-comento un poco más tranquilo-Nos vemos escarchita-

-Lo mismo digo pescadito-

Sin más que decir Hiccup salió del despacho de su mejor amigo, al encender el auto tomo rumbo a su hogar.