Punto de quiebre
La vida siempre te pone en situaciones complicadas, muchas de ellas dolorosas en su gran parte. Sin embargo aún por muy fuerte que seas siempre llegara el momento en que llegues al punto de quiebre, cuando eso suceda sabrás que volaste muy alto y tu caída será más dolorosa y cruel de lo que alguna vez pensaste y soñaste.
Un mes había pasado desde aquel día, aunque las cosas iban bien en la empresa no se podía decir lo mismo para el joven Haddock. Aun cuando trataba de verse lo más presentable ante todos interiormente estaba destrozado, la única forma de liberar todo ese dolor era de una forma.
-Todo lo hice mal...-decía entre sollozos-Fui un completo idiota que no le dio lo que ella merecía-
La ahora rutina de Hiccup había tomado un nuevo giro, muchos dicen que la cura para el mal de amores es el alcohol o el sexo. Ante la falta de apetito del segundo decidió inclinarse por el primero, la especialidad del día de hoy era el vino.
Aun con cada movimiento que hacia el castaño mientras sujetaba aquella copa recordaba a la mujer de cabellera rubia, desde su primer encuentro y los días llenos de alegría que compartieron juntos hasta aquel día en que la vio marcharse al momento que sus vidas tomaron caminos separados.
-Soy un completo inútil-tomo con rapidez el licor-Yo la amaba...deseaba tener una familia...nunca soy suficiente para nadie-
Los llantos del castaño junto con sus lágrimas brotaban más con cada gota de vino, el solo hecho de recordar una y otra vez todo lo que vivió con aquella mujer y culpándose por aquel resultado solo lo hacía beber más.
Sin más que seguir con su llanto simplemente buscaba llenar su copa, pero nada broto de aquel envase de vidrio.
-¡Esta porquería ya no tiene nada!-de un movimiento logro que la botella se estrellara contra la pared-
Se dice que desde hace mucho tiempo cada ser humano tiene un límite, algunos son más fuertes que otros. Pero Hiccup había sobrepasado eso, simplemente había llegado a lo que se le conoce como punto de quiebre. Todos los que lo rodeaban lo sabían, se encontraba más serio que de costumbre o simplemente de mal humor, las cosas empeoraron cuando se enteró que la que alguna vez fue su mujer estaba comprometida con otro hombre.
-Hiccup-la voz de Jack se hizo presente-Tienes que dejar esto, es totalmente inaceptable y absurdo-
-Déjame-sin mirarlo oculto su cara-Ella se casara...se casara con otro y tan solo han pasado 5 meses desde que nos separamos-
-Hermano la vida sigue-intento hacer que el castaño reaccionara-¿Acaso crees que se vestiría de monja y estaría rezando todo el día?- Jack estaba subiendo el tono de su voz-Por favor, sepa dios cuando inicio con su vida nocturna. Incluso pudiera que antes-
-Soy un inútil...-los sollozos de Hiccup comenzaban a escucharse-Nunca fui bueno para ella, no le di todo lo que se merecía. Por eso me dejo, porque nunca he valido nada para nadie, mi padre incluso lo sabía-
El alvino simplemente no sabía que hacer, la depresión de Hiccup había aumentado desde el día de la separación. Cada día que pasaba lo encontraba más desarreglado, su cabello había crecido y parecía que el afeitarse le daba igual.
-Aun si así fuera le cerraste el pico a Estoico-suspiro con cansancio-Ella nunca fue nada para ti, simplemente una caza fortunas más-
-Ella me amaba y yo a ella-repetía con dolor-Ella era mi mundo, nadie me amaba cuando no era nadie-
-Eso es lo que tú piensas-susurro levemente-Escucha lo mejor es que pases un tiempo fuera de la empresa-esas palabras hicieron que Hiccup se levantara de golpe-Te haría bien descansar un poco de todo el trabajo, Eugene puede hacerse cargo de todo esto-levanto sus hombros con tranquilidad-Después de todo es papeleo-
-¿Y si no quiero?-pregunto frunciendo el ceño-Es mi empresa, debo estar al frente o se ira a la mierda-
-Se ira mucho a la mierda si tu continuas en ese estado-replico Jack-No puedes tomar buenas decisiones si estas en ese estado-Hiccup estaba a punto de hablar pero Jack lo evito-No quiero quejas Haddock, ya arregle todo y espero por tu bien que no intentes hacer lo contrario-
-Eres un fresco-se recargo sobre su silla.
-Lo se-sonrío con más tranquilidad-Y tú solo un necio que no hace caso a la inteligencia de su mejor amigo-
Desde ese momento Hiccup no puso queja alguna, sabía perfectamente que si lo hacía Jack estaría encantado de hacer uso de sus habilidades legales como de fuerza. Sin protesta alguna simplemente se retiró a su hogar, al saber que Hiccup no estaba en condiciones Jack se ofreció a llevarlo.
Nuevamente hubo una pelea por ello, pero una vez más Jack la gano.
Cuando Hiccup entro simplemente sintió un vacío en aquel lugar, las paredes estaban oscuras e incluso se podía sentir frio el ambiente. La ropa estaba tirada por todas partes sin omitir la presencia de varias botellas de alcohol por todas partes de la casa, en parte agradecía el castaño que Jack no entrara a la casa. Su cabeza le dolía y lo que menos quería era otro sermón sobre como llevar su vida.
Aunque en parte envidiaba la vida que tenía su amigo, Rapunzel sin duda era una gran mujer y buena esposa que siempre cuidaba del alvino. Aun en los malos momentos o peleas lograban salir adelante, e incluso se habían planteado el tener una familia. Todos esos planes que ellos estaban realizando eran los que tenía con Astrid, sin embargo todo se fue a la basura con la firma de aquel documento.
-Yo no soy suficiente-susurraba mientras caminaba-Nunca fue suficiente para nadie, mi madre me dejo y mi padre me culpa de ello-
Oprimiendo cada palabra simplemente camino hasta la cocina, al abrir la puerta del refrigerado tomo una de las botellas y comenzó a ver su líquido.
-Mi padre tenía razón-las lágrimas comenzaban a desbordarse-Soy un inútil, no sirvo para nada-
Miles de recuerdos suprimidos eran los que aparecían en la mente del castaño, todos y cada uno llenos de nostalgia golpeaban en su mente como un martillo. Aun con dolor continuo bebiendo el líquido de la botella, pues aquello era su única cura en ese momento.
-Que casi tiene tenerlo todo-se lamentaba-Perdí a la mujer que amo porque no valgo nada, solo soy un inútil sin suerte-
Se dice que los corazones rotos nunca son fáciles de reparar, especialmente los que tienen heridas que nunca cicatrizaron. Cada recuerdo que Hiccup tenía en su mente y pasaba al igual que una película le provocaba eso, si alguna vez llegaron a cicatrizar el mismo volvía abrir la herida.
-I should've worshipped her sooner-susurraba entre llantos.
Para Hiccup no era extraño hacer lo que hacía en esos momentos, pues al igual que su aburrida y dolorosa vida el beber se había integrado en su rutina. Entre sorbo y dolor buscaba aliviar un poco todos esos recuerdos, pues lo único que quería era encerrar nuevamente todos esos demonios que lo persiguieron desde la niñez.
Las absurdas quejas y replicaciones de su padre, el dolor de su crecimiento, la ruptura con la que deseaba fuera la mujer de su vida y algo que no lograba identificar simplemente se volvían un foso sin fondo. Uno el cual estaba cayendo sin sentir que algún día terminara.
Para su suerte o desgracia la puerta se escuchó, con gran dificultad para caminar simplemente se dirigió a la entrada. Su visión simplemente se tornaba borrosa, pero con algo de suerte logro abrirla.
Sin embargo no era lo que esperaba, pues en la puerta se encontraba un pequeño niño muy parecido a él.
-¿Esto es una broma?-hablo mientras sujetaba aun la botella-¿Quién eres tú mocoso?-
-¿Usted es el señor Hiccup Horrendous Haddock lll?-pregunto un poco nervioso.
-¿Para que lo quieres?-bramo mientras fruncía el ceño-Ese idiota no vale nadaaa....-
Antes de que el pequeño lograra decir alguna palabra Hiccup simplemente perdió el conocimiento, lo último que pudo escuchar era como alguien se quejaba.
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