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➸ 항상 당신을 기억


Afuera de la oficina hacía de un buen día, estaba algo soleado y el calor no era tanto. Seobin mantenía su vista en la ventana mientras esperaba que la psicóloga volviera. Habían pasado ya siete meses desde que decidió retomar las terapias, como el primer día, Jungkook siempre la acompañaba de ida y vuelta, cosa que le hizo las cosas más fáciles.

— Has progresado mucho en este tiempo, Seobin —ingresa revisando un expediente en sus manos, supone que es el suyo. Espera hasta que su mayor se siente en la silla frente a ella— ¿Cómo te has sentido tu? Me gustaría saberlo

— Supongo que bien —duda un poco— aún hay cosas que se debo seguir trabajando, pero puedo decir que me siento un poco mejor y más libre. Al principio no creí que venir me ayudaría mucho, pero ahora es todo lo contrario, liberar las cosas que me tenían apresadas me ayudó bastante a decir verdad

— Me alegra escuchar eso, eres una persona maravillosa que merece vivir una buena vida y al máximo. Por cierto, escuché que te ha ido muy bien en tu trabajo

Seobin sonrió levemente.

Era cierto, aunque al principio fue algo difícil tener que manejarse en su estudio, las cosas resultaron bien después de la graduación. Jungkook se graduó primero que ella, gracias a la ausencia que tuvo durante unos meses, con ayuda de los profesores poco tiempo después Seobin ya se encontraba diplomada. No perdió mucho tiempo en iniciar con su negocio de pinturas, consistía en el una habitación como del tamaño de su sala, al principio fue más que suficiente para sus trabajos ya que no tenía mucha inspiración y eran pocos los interesados en su trabajo. Pero al poco tiempo todo fue mejorando para ella y su negocio creció más.

— Es verdad, puedo decir que lo conseguí todo, o al menos la mayoría de eso —la mujer entendió a lo que se refería, no era ningún secreto decir que Seobin seguía extrañando a Yoongi, siempre lo haría, pero ahora se sentía un poco mejor que el comienzo. Comenzó a aceptar las cosas y el hecho que no podía vivir siempre en las sombras de su habitación buscando un refugio de todo— siendo sincera, la mayoría de mis pinturas tratan sobre mi pasado —un pasado en el cuál Yoongi aún vivía.

— Entiendo, es como una terapia para ti

— Así es —asiente.

La historia detrás de las pinturas de Kang Seobin tenían que ver con su vida, literalmente, algunas de sus pinturas solo retrataban a Min Yoongi, otras a Jungkook y las que más atesotaba ella y tenía colgadas en las paredes de su casa, eran las que tenían juntos, basadas en algunas fotografías viejas y videos que nunca borraría.

Estuvieron una hora hablando del progreso de Seobin, que terminaron en unas felicitaciones en la puerta.

— Bueno, eso sería todo —observo de reojo como un ahora rubio Jungkook se acercaba al verlas— espero que tengan una linda tarde chicos

— Muchas gracias, señora Lee —contestaron al unísono sacándole una sonrisa.

Se despidieron y los chicos comenzaron a caminar hasta el estacionamiento.

— ¿Tienes todo? —pregunta ella.

— Me ofende que preguntes —llevo una mano a su pecho haciendo una mueca, sonriendo cuando miró la comisura de ella elevarse— tranquila, llevo todo

— Lo siento, solo estaba siendo precavida porque cierta persona es muy distraída

— Eh, ¿A quién le llamas distraído? No lo soy

— Yo no he dicho nombres, si el zapato te queda... —insinuó riendo ante el rostro del rubio— es broma, Jungkook

— No, no me gustan tus bromas, me lastiman. ¿No lo escuchaste?

— ¿Qué?

— A mi corazón romperse —Seobin volvió a carcajear.

— Por Dios, Jungkook

Este solo sonrió, para él las risas de Seobin eran preciosas, ya que durante un tiempo no las escuchó para nada, y ahora se sentía mejor de que pudiera sobrellevarlo, aunque seguía siendo algo difícil para ambos.

Nunca olvidarían a Yoongi, por eso hoy que se cumplía un año, querían hacer algo especial.

Cuando llegaron a su destino comenzaron a bajar las cosas del auto, Seobin se adelantó colocando una manta sobre el suelo y para cuando su amigo llegara colocar la comida y bebidas ahí.

— ¿Te ayudo? —pronunció viéndolo llegar con algo de dificultad al caminar, las tumbas alrededor y algunas ramas en el suelo podrían hacerlo tropezar logrando que todo termine en el suelo. El chico negó llegando al fin hasta donde ella, ambos comenzaron a acomodar un poco las cosas.

Una vez terminaron se sentaron sobre la manta sin nada que decir, solo mirando fijarme la tumba frente a ellos. Hace tiempo que tenían planeado eso para cuando llegara el aniversario de Yoongi, pero seguía siendo difícil.

— Creo que primero beberé —Jungkook rompió el silencio.

— Justo es lo que iba a decir —le apoyó la chica— es más difícil de lo que pensé

Una ráfaga de aire los golpeó y ambos rieron levemente.

"Nada es fácil" —dijeron al unísono acompañados de una sonrisa nostálgica.

— Aún en situaciones como estas nos das lecciones de vida, hyung. Recuerdo la primera vez que me lo dijiste, estaba echo mierda gracias a un examen que tuve y pensé que no pasaría por lo difícil que era —Seobin escuchó atenta aquél recuerdo, a ella también le había pasado algo similar— te dije que ya no podía más, que ya no me importaba si no pasaba la prueba, pensé que me apoyarías pero en su lugar me encerraste en la habitación y me quitaste todos los aparatos eléctricos. Nunca voy a olvidar que te quedaste con mi iPad

— ¿Enserio se quedó con él?

— Uhum, seguí insistiendo con el tema y siempre respondía con alguna excusa —Seobin asintió antes de darle otro trago al soju— ¿Recuerdas la primera vez que los presenté en la fiesta? —asintió— Yoongi hyung no dejó de poner excusas para que los dejara solos un momento —la chica sonrió escuchando eso.

— ¿Entonces por eso te fuiste a beber como un desamparado a la barra?

— Preferiría no recordar eso —hizo una mueca.

— Al final Yoongi y yo tuvimos que llevarte a tu casa, ¿Sabes cuánto nos costó eso? Eras como un bebé enorme, no dejabas de hacer berrinches y nosotros apenas pudimos contigo

— Seobin basta

— Y las fotos que tomamos de ese momento...

— ¡Espera! —la freno en medio de su narración, Seobin se cubrió la boca dándose cuenta de lo que soltó— ¿Me tomaron fotografías? Entonces ustedes fueron quienes las publicaron en mi estado mientras dormía, que estúpido soy

— ¿Cómo sabes que fuimos nosotros y no alguien más?

— Eran los únicos que conocían mi contraseña y eran lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta que yo no lo notaría al despertar si lo borraban a tiempo

— Vaya, justo eso fue lo que hicimos —hablo sorprendida— ¡Pero Yoongi tuvo la idea!

— Ajá, claro

Durante lo que restó de la tarde siguieron contando anécdotas sobre lo que vivieron los tres juntos, fue un momento agradable que los hizo sentir un poco más libre de sus realidades e incluso podrían jurar que Yoongi estaba sentado junto a ellos riéndose de cada ocurrencia.

Estaba oscureciendo y Jungkook ya había propuesto volver, pero no tuvo más remedio que esperar un rato más cuando la chica recostó su cabeza en sus piernas impidiendo que esté se moviera, la verdad era que él tampoco quería irse aún, pero ya era algo tarde y no quería que algo les ocurriera.

— Del uno al cien —la chica lo sacó de sus pensamientos— ¿Qué tanto lo extrañas?

— Quisiera no sentirme ofendido con esa pregunta, pero no puedo —frunció el ceño— demasiado, creo que ni siquiera se podría contar

— Me pasa lo mismo. ¿Ya no volvió a visitarte en sueños? —le miró de reojo notando cuando este negó con la cabeza— a mí tampoco

— Supongo que espera no hacernos dependienta de ello —aprovechando la posición, comenzó a acomodar un poco el cabello de Seobin— por cierto, nunca me dijiste que fue lo que te dijo en sueños

— Tú tampoco lo hiciste

— Tienes razón, ¿Entonces me dirás?

— Solo si tú lo haces —debatió haciéndolo parar con sus caricias en el cabello— ¿Qué sucede? ¿Por qué te pones rojo? Oh, incluso tus orejas lo están

— ¡Y-yah! No es nada, ¿Okay?

— Pero ahora quiero saber que te pudo haber dicho Yoon cómo para ponerte así. Jungkookie —puchereó tratando de convencerlo— ándale, dime

— No, Seobin —justo a tiempo, su teléfono comenzó a sonar— contesta

La chica le hizo una mala cara.

— Te salvaste por esta vez —advirtió antes de contestar. Estuvo unos segundos hablando, menos de un minuto fue lo que duró la llamada— es mi madre, dice que es mejor volver ya

Jungkook asintió, espero para que ella se levantara y luego seguirle. Ya habían guardado todo lo comestible, lo único que quedaba era la manta sobre la que se encontraban. Seobin ya la traía entre sus brazos mientras observaba la tumba.

— Vendremos luego, Yoon —le regaló una sonrisa antes de caminar al auto.

Jungkook esperó un momento más y también lo hizo, no sin antes despedirse de su mejor amigo.

— Nos vemos, amigo. Gracias por estarnos acompañando siempre

Esta historia concluye con un epílogo dónde es el aniversario de muerte de Min Yoongi. También donde Seobin y Jungkook recuerdan algunos de los muchos momentos junto a él.

Cómo han podido progresar con respecto a como se sentían desde lo ocurrido.

Espero que está mini-historia les haya gustado aunque sea un poco<3

Gracias por leer (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠❤

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