Capítulo 7: Elección.
—¿Por qué?
SeokJin se encogió en el pequeño sofá de cuero negro, se sentía nervioso e intimidado por la mirada de su amigo.
—Yo... —empezó a emitir sin concretar ninguna otra palabra.
—Sin vacilar Jin, ¿por qué te acostaste con JungKook? Llevo más de una semana esperando esta respuesta.
—No lo sé —respondió honesto, mordiendo su labio superior por el nerviosismo que le causaba toda la situación—. Si te soy sincero ni yo sé porque lo hice.... Solo... solo me dejé llevar, sí.
—¿Esa es tu respuesta? —cuestionó YoonGi un poco irritado y molesto—. Un: "Solo me dejé llevar, sí" Por favor SeokJin, necesito algo más que eso.
—Pero es verdad, no lo sé con exactitud... primero estábamos besándonos y se sentía tan bien que no quería parar... —admitió algo avergonzado aun con los recuerdos frescos en su interior—. Y luego se confesó y mi corazón se puso extraño y... y solo lo besé devuelta y de un momento a otro ya estábamos en su cama y me dejé llevar. También había bebido algo de vino y e-eso pudo atribuir —trató de excusarse con un leve tartamudeo en sus palabras.
—Ajá, pero en la mañana después de que tomaron desayuno volviste a tener sexo con él y dudo que hayas desayunado vino —respondió burlón.
—Te juro que intenté detenerme, pero sus labios estaban encima de mí y me derretí... y nuevamente me dejé llevar...
YoonGi lo miró por unos largos segundos, sintiendo como su amigo jugueteaba con sus dedos por los nervios. Conocía a SeokJin y debía sentirse algo intimidado ante su interrogatorio, sin embargo, debía hacerlo. Era su amigo y para ayudarlo debía saber los detalles y que SeokJin fuera honesto con él.
—Esto está difícil —dijo después de un tiempo, haciendo una pequeña mueca de desconformidad con su pequeña boca.
—Lo está —respondió SeokJin agudo y bajito. Se sentía algo juzgado por su mejor amigo.
—¿Y qué harás? —preguntó YoonGi—. Te has juntado con él un par de veces, ¡y gracias a Dios no han llegado a nada más! Pero creo que JungKook piensa que están juntos y necesitas saber qué harás, SeokJin.
Kim recordó las pequeñas salidas que tuvo con JungKook después de aquel día. Había evitado a toda costa ir a su departamento porque no confiaba en su cuerpo estando en un lugar a solas con Kook. Y estaba el hecho de que él solo quería aclararle las cosas y que pudieran terminar en buenos términos, pero llegaba JungKook con sus ojitos de bambi a tratarlo de una forma tan linda y derretirlo con sus besos que se le hacía imposible ponerle un fin a todo.
—No lo sé, YoonGi. No lo sé. Estoy atrapado —sollozó Jin. Sus manos refregaron su rostro en un claro signo de frustración consigo mismo.
—Termina con Kook y aclárale las cosas. Así de sencillo.
—No lo es... —farfulló SeokJin sintiendo su garganta apretarse—. Lo he intentado durante estos días, hemos salido, pero cuando me mira con sus ojitos, las palabras no me salen. Después pasamos la tarde juntos y él... me besa mucho.
—Él te gusta —las palabras de YoonGi sonaron como una acusación.
—Lo sé —admitió Jin—. Es tan confuso. Me siento como un desastre. No, no me siento como uno, soy uno.
—¿Y TaeHyung? ¿Por qué no terminas con ese idiota?
—Con Tae llevamos ocho años, casi nueve, YoonGi... —murmuró SeokJin, recordando un poco del todo tiempo juntos. Sus tardes cálidas acompañada de sonrisas dulces—. ¿Realmente debería terminar con él? ¿Botar una relación de años? —le cuestionó a su amigo en una respuesta, la cual no recibió, porque YoonGi a pesar de que ya no sentía que la relación de su amigo siguiera siendo la misma, tenía la pequeña duda si debería terminar todo, no era poco tiempo, no eran dos o tres años, se jugaban ocho de relación y mucho más de amistad. Min odiaría estar en la situación desastrosa de su amigo—. No lo sé, ¿y si quizá después me doy cuenta que lo que siento por JungKook no es tan fuerte y me arrepiento? Con Tae este último tiempo hemos pasado por malos momentos, pero lo amo. Recuerdo todo lo que hemos pasado y no lo sé. No puedo simplemente dejarlo.
—Bien, sigue así. La vas a terminar cagando.
—Uh, gracias por tu apoyo —murmuró algo triste de que su amigo no fuera tan empático con él. YoonGi lo notó y rodó los ojos. Él no quería lastimar a SeokJin, pero no podía mentirle y decirle que todo terminaría de una buena forma.
—No estoy tratando de darte apoyo, si fuera por eso te mentiría diciendo que todo saldrá bien. Te estoy hablando con sinceridad y realmente creo que la vas a cagar. Te amo y por eso mismo no puedo mentirte y hacerte creer que estás tomando buenas decisiones que terminarán en un final feliz lleno de arcoíris y rosas. No puedo. Si sigues así, probablemente el que salga más herido de aquí sea JungKook. No lo conozco, se oye buena persona y sería triste que lo lastimaras, siendo el más inocente de este extraño triángulo amoroso.
—No quiero lastimarlo —la voz de Jin salió de débil e inestable, como un pequeño hilo gastado a punto de romperse.
—No quieres, pero probablemente lo harás.
[...]
—¿Y? ¿Cómo han estado estos días? Ya sabes, con SeokJin.
—Bien supongo... No hemos —sus mejillas se tiñeron de rojo vivo—. No hemos vuelto a estar juntos, en el sentido de acostarnos, porque hemos salido a lugares, como a comer y esas cosas.
—Me parece bien —dijo JiMin ofreciéndole una cerveza a su amigo a la vez que se sentaba frente a él—. Si quieres una relación, va mucho más allá del sexo.
—Lo sé, yo soy feliz con solo verlo sonreír... solo que aquella vez... bueno las dos veces que estuvimos juntos, se sintió muy diferente a cualquier otra cosa. Sentí que por primera vez hice el amor con alguien.
—¡Oww! Mi pequeño niño realmente ha conocido el amor.
—Calla —siseó avergonzado JungKook. Con una gran fuerza de voluntad retuvo sus manos que querían cubrir su rostro igual que un niño pequeño.
—Nop. Ahora solo quiero aconsejarte para que no metas la pata con Jin.
—Eso me da mucho miedo —admitió y bebió un sorbo de líquido amargo—. Temo hacer algo para arruinar lo que tenemos... Si es que tenemos algo.
—¿Uh? ¿No han conversado sobre su relación?
—No... pero hicimos el amor y ahora salimos a citas, de vez en cuando nos besamos ¿eso nos convierte en algo? ¿Novios? No lo sé, según yo sí. Yo me confesé y bueno, Jin me aceptó.
—Supongo que tienes razón, aunque debes conversarlo. Ya sabes, para hacerlo totalmente oficial.
JungKook sonrió ante la última palabra.
—Ah, ¿oficial? Podría llegar y gritarle al mundo que Jin es mi novio. ¡Ah! Me siento como un idiota, pero la idea de que estemos juntos y que todo el mundo lo sepa hace estallar mi interior. Me siento tan afortunado, él es tan lindo y bueno. Es ah... no sé, a veces creo que merece mucho más, yo llego a ser algo idiota y raro.
—¡Eh! Nada de esos pensamientos, puedes ser algo idiota y raro, pero eso no quita el hecho de que lo que sientes por él es real y yo veo que es un amor bonito. Si fuera SeokJin me sentiría muy afortunado de que alguien me mirara de esa forma, ¡tus ojos brillan tan solo al verlo!
—¿Lo hacen?
JiMin asintió con una sonrisa que hacía que sus mejillas se elevaran y que sus ojos se cerraran.
—Oh... yo bueno... realmente siento que me enamoré de él, ¿no es muy pronto? Han pasado unos meses... No lo sé, nunca me había sentido así por alguien y es tan nuevo este sentimiento. No sé si es normal que mi corazón se agite tan fuerte cuando lo veo.
—Lo es, por lo menos eso me pasa con NamJoon. Han pasado años y todavía es igual.
JungKook sonrió ante la respuesta de su amigo y pensó por unos segundos en ella. JiMin y NamJoon llevaban años juntos y su amor seguía igual de fresco que siempre.
—Sabes, yo realmente quiero que Jin sea mi última pareja. No sé si es muy pronto, pero no me veo enamorándome de alguien más.
—Es normal. Eso sí, dale tiempo a todo. Avanza lento y seguro. Yo les tengo fe, sé que estás muy enamorado, lo puedo ver.
[...]
SeokJin observaba atentamente a Yeontan jugar con uno de sus peluches. Su pequeño era tan tierno incluso cuando se encontraba arrancándole el ojo al juguete. Unos pasos ligeros se escucharon a su espalda. Sabía que era TaeHyung quien había recibido una llamada hace unos minutos atrás y parecía que recién había terminado.
—SeokJin —llamó tímidamente TaeHyung. A pesar de que Jin le había perdonado, ambos seguían algo distante, así que quería organizar algo para que tuvieran una noche de pareja, sin embargo, para su mala suerte la empresa lo había llamado diciéndole que lo necesitaban en uno de los sets en una hora a más tardar.
—¿Mhm? ¿Qué pasa?
—Iré a la empresa y quizá llegue tarde. Quería preparar algo especial para nosotros dos, pero si no alcanzo a llegar prometo que lo prepararé mañana.
—Está bien... —respondió con una leve sonrisa—. Adiós, qué te vaya bien.
—Adiós —se despidió TaeHyung, sin embargo, algo inconforme con eso, se acercó hasta SeokJin y depositó un beso encima de los pomposos labios de su novio—. Trataré de llagar temprano —fue lo último que dijo para salir del departamento.
SeokJin se quedó por unos minutos observando la puerta y pensando en su relación con Tae. Si Bien TaeHyung había cometido muchos errores, él estaba arruinando su relación ahora mismo. Se sentía tan mal y confundido por ello. JungKook le gustaba, eso estaba más que claro... pero debía decidir qué hacer con él.
Y como si lo hubiera invocado, el timbre de su celular sonó anunciando una notificación la cual era un mensaje que JungKook había dejado.
"Hola"
"Te extraño"
"¿No es muy raro? Solo nos vimos hace unos días"
SeokJin al leer el mensaje sonrió inconscientemente y su corazón se agitó en su pecho.
"No lo es"
"¿Cómo estás?"
"Bien y tú? c:"
"Bien"
"¿Harás algo hoy?"
"No lo sé, tenía planes con TaeHyung, pero no sé si llegará temprano"
"Ah"
"En ese caso... ¿Te parece salir?"
SeokJin mordió su labio tratando de decidir qué responder. Si salía con JungKook quizá empeoraría las cosas, pero por otro lado quizá sería un buen momento para parar de una vez con todo esto. Le explicaría a JungKook que lo suyo no debió suceder y que solo podía ofrecerle una amistad.
-"Sí"
"¿A qué hora?"
Respondió con un nudo en su garganta... sería difícil, pero debía aclararle las cosas.
"A las 16:30 está bien?"
"Sí"
"Bien, nos vemos en un rato"
"Ah, ya te lo dije, pero realmente te extraño"
[...]
—¿Qué pasa? Porque ese puchero —preguntó JiMin al observar a su amigo quien se encontraba mirando su celular como un cachorro mal herido
—Le dije: "Te extraño" y no me respondió nada —murmuró JungKook—. ¿Soy un tonto? Quizá no debí habérselo dicho, pude haberlo asustado... oh no... —dijo con una expresión de miedo, llevando una de sus manos a la frente—. Lo arruiné. Quizá Jin quiera cancelar la cita.
—Vamos, no seas idiota —lo detuvo JiMin, antes de que empezara en entrar en pánico por algo tan pequeño—. Dudo que un: "Te extraño" Lo vaya realmente asustar. Si fuera por eso, debió haber salido corriendo de tu departamento cuando le dijiste unas mil veces: "Me gustas mucho"
—Creo que tienes razón... igual puede ser que él no sea tan bueno en expresar sus emociones... quizá yo me expreso mucho.
—Pareces un niño con su primer amor —se burló NamJoon quien venía de la cocina, le dio una sonrisa burlesca a su amigo y después abrazó por la espalda a su novio. Era tierno y divertido ver a su amigo tan perdido por alguien, nunca había conocido una faceta así por parte de JungKook y deseaba con todo su corazón que aquella relación que tuviera con SeokJin funcionara.
—No puedo evitarlo... juro que es algo tan diferente a lo que he sentido antes... me siento como un estúpido...
—No es que seas estúpido, es el amor que te hace estúpido —dijo NamJoon.
—Grandes palabras, amor. Deberían anotarte en los libros de filosofía.
NamJoon soltó una pequeña carcajada y después volteó a JiMin para darle un beso. JungKook se iba a quejar, sin embargo, ahora que estaba enamorado no podría quejarse nunca más de sus amigos porque podría acabar como ellos.
—Bien, ¿terminaron de refregarme su hermosa relación? —preguntó JungKook desde el sillón.
—Puede ser... —dijo JiMin, sin mirar a su amigo realmente, su vista se encontraba enfocada en el hermoso rostro varonil de su novio y en especial en sus profundos y sabios ojos que este poseía.
—Oh... —exclamó JungKook observando la hora en su celular—. Será mejor que me vaya alistando para ir a mi cita con Jin.
—¿A dónde irán? —preguntó NamJoon.
—No lo sé... —admitió, simplemente quería ver a SeokJin así que no se detuvo mucho a pensar a qué lugar irían una vez que le pidió salir—. Puede que a alguna cafetería, quizá después lo invite a mi departamento para preparar una cena. Creo que tengo de todo para cocinar algo —comentó poniéndose su chaqueta cuero y guardando sus cosas en los bolsillos, para dirigirse a la puerta y despedirse con una seña de sus amigos—. ¡Adiós!
—¡Qué te vaya bien!
—¡Suerte! ¡Dale saludos de nuestra parte!
Dijeron ambos antes de que la puerta se cerrara por completa.
—Ah nuestro kookie por fin está creciendo... —empezó a decirle JiMin a NamJoon—. Lo recuerdo hace más de un año atrás cuando decía que el amor era una bobería y quería enfocarse en su trabajo, fiestas y chicos de una noche... pero vaya, hora hasta la idea del matrimonio le parece gustar.
—Creo que cayó muy fuerte por SeokJin —opinó.
—Yo también... quizá sea su alma gemela o su destinado.
—Esto no es un omegaverse de lo que lees, amor.
—Ah, pero sería tan genial... te imaginas a mí con pancita y bebés nuestros... ah... Jin y JungKook tendrían bebés muy apuestos.
—Dios, eres tan raro... —NamJoon negó con la cabeza y después una sonrisa hizo relucir sus hoyuelos—. Te amo.
—Yo igual... pero hablando en serio —su voz se volvió más seria y menos juguetona—. Me gusta ver a mi amigo así, se ve tan ilusionado.
[...]
—¡SeokJin! —llamó JungKook cuando lo divisó a unos metros. Su corazón brincó al percibir la sonrisa que Jin le regaló una vez sus miradas se encontraron.
SeokJin se acercó y el estómago de JungKook parecía revolverse ansioso por cada paso que daba el pelinegro.
—¿Cómo has estado? —saludó Jin una vez llegó donde JungKook.
—Bien, estuve con JiMin y NamJoon antes de venir aquí, te mandan saludos... ¿y tú cómo has estado?
—Bien —respondió SeokJin sin muchas ganas, porque al final aquella respuesta no era del todo cierta. ¿Cómo se podía estar bien si su cabeza estaba hecha un lio por sus estúpidos sentimientos y sus horribles decisiones?
—¿Te parece vamos a comer algo? Hay una cafetería por aquí cerca y venden unos pasteles deliciosos. ¿Te gusta la idea o prefieres hacer otra cosa?
—Me gusta la idea.
JungKook le sonrió y depositó un pequeño beso en los labios de Jin, sin inmutarse si la gente a su alrededor le parecía correcto o no ver a dos hombres amarse. No le importaba, mientras fueran solo ellos dos, no debía preocuparle lo que dirían los demás sobre su relación, incluso si su carrera dependía de eso.
—Vamos —dijo y tomó a SeokJin de la mano, Jin observó vagamente que JungKook portaba en su otra mano una bolsa, no quería sonar entrometido así que prefirió no preguntar nada.
Ambos recorrieron un par de calles como si fueran una pareja de años. SeokJin imaginó por un momento una realidad alterna donde las cosas fueran así... quizá las cosas serían más sencillas y no se sentiría tan culpable como se estaba sintiendo en este momento.
Cuando entraron a la cafetería SeokJin observó asombrado el lugar. Era una temática muy hermosa sobre el mundo de Alicia y el País de las maravillas, si bien nunca se sintió fan de aquel universo, estar en aquel lugar con aquel diseño era simplemente mágico. Se sentaron en una mesa de madera redonda que quedaba al lado de un ventanal que te permitía ver un jardín interior repleto de rosas rojas. Una vez vino un mesero a tomar su orden, le entregaron la carta que se caracterizaba por diferentes nombres curiosos y maravillosos que SeokJin pensó que hacían referencia al mundo de Alicia. No pasó mucho tiempo de que la comida que pidieron llegara con rapidez, dejando ver deliciosos postres encima de su mesa. Mientras JungKook disfruta de un trozo de pastel y galletas decoradas como cartas de Ases, acompañadas de un delicioso Caramel Macciato, SeokJin disfrutaba a gusto de unos trozos de media lunas que venían acompañadas de un Mocaccino.
En medio de la conversación, SeokJin había quedado mirando fijamente la servilleta con una ilustración del icónico conejo blanco junto a su inseparable reloj. SeokJin podía casi oírlo en su cabeza apresurarlo.
No pierdas más el tiempo.
—¿Te gusta? —le preguntó JungKook sacándolo de su mente y conflictos.
—Es un lugar realmente bonito... y la comida está deliciosa.
Jeon sonrió contento a que SeokJin le haya gustado el lugar.
—JungKook yo... quiero conversar algo contigo —musitó bajo y sus dedos juguetearon con el borde de la mesa ante el nerviosismo.
—Claro, dime... ¡Espera! —interrumpió antes de que SeokJin pudiera decir algo—. Antes te tengo que dar algo. Por poco lo olvido —murmuró tomando la bolsa que traía consigo—. Es para ti.
SeokJin miró con algo de sorpresa la bolsa y después a JungKook, este le sonreía algo tímido con un leve sonrojo en sus mejillas. Tomó la bolsa y la abrió, cuando sacó el objeto de allí dentro sus ojos brillaron. Era un peluche de su caricatura favorita; RJ.
—La otra vez me comentaste que era tu favorito de la serie BT21. Cuando venía en el auto, por la ventana vi una de las tiendas y el peluche estaba en vitrina... pensé que quizá te gustaría por aquella vez que me dijiste que amaste por muchos años un peluche que luego Yeontan rompió. Y... ¿te gusta? —preguntó nervioso rascándose el cuello. Quería darle un regalo a SeokJin, pero ahora que lo pensaba podía ser algo infantil de su parte.
—Me encanta... pero es muy caro, es un producto original, nunca se me pasó por la mente que tendría uno... tenía pensando comprar uno pirata si te soy sincero —confesó con sus mejillas rojas de la vergüenza. Había visto que costaba más de 4000 yenes y eso era mucho para un peluche.
—Por mí no hay problema con respecto el dinero, Jin. Solo me interesa que te haya gustado, puede que el precio para un peluche sea algo elevado, pero si eso si eso te hace sonreír realmente vale la pena —le dijo sonriendo y tomando una de sus manos para acariciarla con cariño —¿Y bien? ¿Qué me querías decir?
—Oh... yo... —las palabras vacilaron en su boca, miró a JungKook que lo miraba con cariño y ansiedad por lo que le iba a decir—. No es nada...
Kook notó que SeokJin cambió a un semblante más extraño, quería saber qué le pasaba, pero tampoco quería presionarlo. Si Jin se lo quería comentar, se lo diría cuando estuviese listo.
—¿Te parece ir a mi departamento? —preguntó cambiando un poco el tema—. Descansamos y luego preparo algo para cenar.
SeokJin dudó. Lo mejor sería rechazar la invitación de JungKook e intentar hablar otro día, pero viéndolo de otra forma, durante la cena tendría una nueva oportunidad para conversar con él.
—Me parece bien.
[...]
Una vez entraron al departamento, SeokJin lo primero que percibió fue el aroma limpio que venía de el. JungKook lo guío hasta la sala principal y lo invitó a sentarse en el gran sofá. Cuando vino la primera vez, no había tenido mucho tiempo de analizar el hogar de JungKook (pues estaba JiMin que se dedicó a hablarle y no soltarlo hasta que se fue con NamJoon a su casa), y si bien la primera vez le había sorprendido el lugar, verlo ahora con más detalles le hacía quedar bastante impresionado. La decoración era bastante moderna y en sí el departamento era enorme con un gran ventanal dando a la ciudad, recordando que la vez pasada estaba cubierto por unas enormes cortinas.
—¿Y? ¿Quieres ver una película o algo? —le preguntó JungKook.
—Sí, sería genial.
JungKook agarró el control que se encontraba en la mesa de centro de mármol negro y luego se ubicó al lado de SeokJin para acomodarse junto a él. Solo bastó unos segundos para que Gureum apareciera corriendo a recibir a su papá.
—Mi pequeño —sonrió agarrando el animal para brindarle cariño.
SeokJin observó con dulzura la escena.
—Bebé, mira a SeokJin, él es un amigo de papá. Vino la vez pasada.
El perrito lo observó curioso, lo reconocía por aquella vez que vino a dormir con su humano, le había dado algo de pena pues quizá el humano no tenía casa y JungKook lo había rescatado al igual que lo había hecho con él. Pero al final de la noche no le había agradado demasiado, pues lo había oído quejarse y gritar mucho, como si fuera una tortura quedarse en su hogar. Sin embargo, ahora se veía algo simpático y quizá no era mala idea darle otra oportunidad al humano. Así que se acercó a él y con su cabeza le dio un ligero cariño.
—Es muy tierno —comentó SeokJin acariciando con su mano de forma gentil el pelaje del perro.
—Lo es... es genial que se muestre más sociable que la otra vez. Me acuerdo que se había escondido en su habitación.
—Lo recuerdo —dijo mientras seguía haciéndole cariño al Gureum.
—¿Qué vemos? ¿Alguna idea o algo? —le preguntó JungKook encendiendo la televisión.
—Algo de acción y drama podría ser.
El modelo asintió y fue directo a la aplicación de Netflix. Después de unos minutos de búsqueda decidieron ver una película que se veía lo bastante interesante. Cuando la película empezó, JungKook se aproximó aún más a SeokJin para rodearlo con el brazo, Jin se giró para observar a Kook a lo cual este aprovechó para depositar un beso de largos segundos, sus labios se apartaron y no dijeron nada más, para así continuaron viendo el filme. Ya a mitad de la película, Gureum aburrido partió a su habitación a jugar con uno de sus muchos juguetes. Jin inconscientemente había apoyado su cabeza en el hombro de JungKook, este al notarlo, empezó a acariciar delicadamente las hebras sedosas y negras de SeokJin. Pasaron los últimos minutos de aquella forma y cuando la película por fin había terminado, JungKook atrajo a Jin hacia él para brindarle otro beso que deseaba. Una vez sus labios se separaron JungKook preguntó:
—¿Tienes hambre?
—Un poco —admitió Jin.
—Prepararé la cena. Puedes ver otra película mientras tanto —le sugirió depositando otro pequeño beso antes levantarse.
SeokJin asintió con una sonrisa y observó a JungKook irse hasta que desapareció de su vista. Una vez solo, su sonrisa se esfumó y un suspiro se escapó de sus rellenos y rosados labios. Quizá sería mejor si viera otra película para despejar un poco su abrumada mente, la cual le carcomía por los nervios y temor al pensar que después de la cena tendría que hablar seriamente con Jeon. Decidió ver Enredados, una película que se suponía que era infantil, pero a decir verdad le importaba bien poco, era una de sus favoritas y tenía un crush con Flynn. Nunca se aburriría de verla. Sin contar el hecho de que encontraba la historia de ellos dos muy bonita.
La película llevaba un poco más de la mitad cuando JungKook ya tenía todo servido en la mesa, así que llamó a Jin para que pasara a sentarse. SeokJin se encontraba algo nervioso mientras observaba la comida, todo se veía delicioso aludiendo el hecho de que JungKook realmente se había esforzado para ello, así que se obligó a calmarse y a agradecer, y disfrutar de todo lo que Jeon había preparado para él.
Durante la cena Jin pudo controlar sus nervios y actuar de una forma normal, conversando con Jungkook sobre anécdotas que ambos habían pasado, siempre omitiendo alguno que otro detalle como por ejemplo que TaeHyung en realidad era su novio y no su mejor amigo.
—¿Y cómo está tu hermana? No ha venido de nuevo con Odín —comentó Jin para luego echar en su boca otro delicioso pedazo de carne. Una parte de él quería alargar lo más posible la noche.
—Están en un viaje en Italia. Hace tiempo que ella quería volver allá, en realidad es muy bonito así que la comprendo.
—¿Has viajado a Italia? —preguntó sorprendido.
—Sí, un par de veces, con mi familia en mi adolescencia.
SeokJin pensó inmediatamente que la familia de JungKook debía ser bastante adinerada, este le había hecho un par de comentarios antes, pero obteniendo esa información era más que claro. Sus padres solo lo habían llevado a unas que cuantas ciudades dentro de Corea como máximo.
—Oh... yo solo he tenido la oportunidad de viajar a Japón con Tae —dijo recordando por unos segundos lo memorable que fueron el par de semanas. En seguida se sintió un poco culpable.
—Japón es muy lindo, una vez lo visité con JiMin. Una de mis lugares favoritos fue el monte Fuji.
—Igual fui, es una vista preciosa.
—Quizá algún día podríamos viajar a Japón o Italia juntos. Pago los pasajes, te das unos días de vacaciones y nos quedamos por unas semanas —propuso JungKook con un tan tono ligero como si se tratara de un viaje a alguna cuidad cercana.
SeokJin se trapicó.
—¿Muy apresurado de mi parte? —preguntó Kook con una mueca al notar la reacción de Jin, preocupado de que hubiera arruinado algo.
—N-no —dijo dando las ultimas palmadas en su pecho—, solo que... es algo costoso viajar y no me sentiría cómodo si pagaras todo. A parte eres reconocido, y la prensa podría sospechar algo...
—Mi familia es poderosa aquí en Corea, pero le gusta mantener la privacidad, así que hay un contrato en el que pagamos cierta cantidad de dinero si nos dejan al margen de las noticias. Es una mierda, pero es la única forma de estar más seguros.
—Oh... debe ser algo abrumador que se interesen tanto en tu vida.
—Al principio lo era, pero con el contrato la verdad es que apenas salen cosas de mi familia o mías. Así que estoy más tranquilo y tú igual deberías estarlo, no saldrás en una revista de chisme o algo.
—Bueno eso me tranquiliza —dijo con una sonrisita nerviosa al recordar todas las veces que salió con JungKook en público y pudo ser publicado en alguna revista o algo. Si eso hubiera ocurrido... ¿cómo les hubiera explicado a sus padres y Tae su relación con JungKook? Hubiera sido un caos... por eso mismo necesitaba terminar las cosas. Debía prepararse para ello, porque una vez la cena acabase tenía que ponerle fin a todo.
Para su mala suerte el tiempo pasó aún más rápido de lo que pensó. Ahora mismo los platos se encontraban vacíos. Sentía su estómago revolverse de los nervios.
¿Cómo debía empezar? ¿Debía simplemente decirle: "No puedo estar contigo de una forma romántica, solo puedo ofrecerte mi amistad"? ¿O un: "La verdad es que ya tengo a alguien más"? ¿O quizá debía ser más sincero y decirle: "Tae no es mi amigo, es mi novio y cometí un error al engañarlo, no quiero seguir mintiéndote"?
—SeokJin —llamó JungKook moviendo su mano frente a su cara, sacándolo un poco de su burbuja de nervios y caos.
—Eh ¿si?
—Pensé que habías viajado a otra dimensión —bromeó levantándose de su puesto y dirigiéndose hacia Jin—. Ven, acompáñame —pidió ofreciendo su mano.
SeokJin algo dudoso la tomó y Jeon lo guío al enorme ventanal ubicándose frente de el.
Jin observó la hermosa vista.
El piso de JungKook era uno de los más altos del edificio y se podía ver toda la cuidad iluminando la noche. Los carros pasaban y las personas se veían pequeñas desde ese punto.
—SeokJin.
—¿Mhm? —dijo quitando la atención de la cuidad para mirar a JungKook.
—Eres muy hermoso.
Las mejillas de Jin se calentaron, Jeon las acarició con ternura y delicadeza, como si se tratan de algún artefacto valioso y frágil.
Pero SeokJin volvió a la realidad y tomando valor, elevó su mirada y miró a JungKook a los ojos.
Sabía que este era el momento.
Debía decirle todo ahora, tenía que aclararle los hechos a JungKook y terminar la extraña relación que tenía con él, pero antes de que pudiera decir una palabra, JungKook ya se había adueñado de sus labios.
Dulce y amable.
Así fue el beso.
Una vez se separaron JungKook lo miró con su par de ojos grandes y redondos, Jin no supo si es era el efecto de la noche o alguna otra cosa, pero se veían tan brillantes y puros... sobre todo llenos de amor. Su estómago de un vuelco al igual que su corazón en su pecho. Ahí estaba de nuevo esa extraña corriente eléctrica que pasaba por todo su cuerpo dejando una sensación de nerviosismo y torpes a su paso.
—¿Es muy temprano para decir que te amo? —preguntó tímidamente JungKook, como si le diera miedo la respuesta de aquella pregunta—. Sé que te puedo asustar, pero no puedo evitar sentirlo.
Jeon lo observó atentamente esperando una respuesta, pero SeokJin no dijo ninguna palabra, así que, con su corazón encogido del temor, preguntó:
—¿Está mal que te ame?
—No está mal —mintió con la voz débil. Porque lo estaba. Porque no podía corresponderle de la misma forma, no cuando él tenía a alguien más. Era cruel e injusto, pero no podía evitar ser un poco egoísta porque tampoco quería romper eso que tenían.
Ya no.
JungKook le sonrió lleno de ilusión y acarició con amor el rostro de SeokJin, para luego darle un beso abrazador y fogoso, que quemó cada parte cuerda de Jin.
La boca de Kook era húmeda y fresca, y su lengua acariciaba con elegancia la suya. Sus dientes mordieron el labio inferior de Jin, y este soltó un suspiro ante ello. Sus bocas parecían ser imanes atrayéndose una a la otra, porque por más que se separan por unos leves segundos, en seguida se volvían a unir. Poco a poco empezaron a caminar con pasos torpes sin despegar la boca del otro y una vez llegaron a la habitación, SeokJin tenía más que claro que había jodido todo de nuevo y ya no había vuelta atrás.
Como pudo quitó la camisa de JungKook y la lanzó sin importarle donde pudiera caer, dejó expuesto el torso ejercitado de Jeon, y este no perdió el tiempo e hizo lo mismo con Jin para después tirar de él y volver a besarlo. Ambos cayeron a la cama, SeokJin encima de JungKook, el modelo aun besándolo cambió sus posiciones, se alejó un poco del mayor para descartar sus zapatos y los de él. Una vez listo prosiguió hacer lo mismos con sus pantalones y bóxers, quedando los dos completamente desnudos ante el otro.
JungKook acercó su rostro a las piernas de SeokJin. Observó cada detalle de los muslos carnosos y puso sus manos en ellos para empezar acariciarlos recibiendo gustoso los suspiros de Jin por el tacto. Queriendo ir un poco más lejos acercó su boca y empezó a besarlos de una forma delicada y húmeda, pronto los besos se volvieron lamidas y uno que otro mordisco suave. Se apartó para volver a besar los labios carnosos de SeokJin una vez más antes de levantarse de la cama para ir a buscar el lubricante que tenía en su repisa.
El modelo volvió a la cama con la botella en mano. Se ubicó entre las piernas del mayor, y esparció el líquido en sus dedos. Empezó a tantear la entrada, sintiendo el cuerpo de Jin temblar por ello. Sin pensarlo mucho, hundió el primer dedo para enseguida acompañarlo de un segundo. Era exquisito el hecho de que las paredes de SeokJin envolvieran tan bien sus dedos, y anhelaba remplazarlos por su duro miembro, pero sabía que debía contenerse. Debía preparar de una forma correcta a Jin para que este también disfrutara del acto. Así que sin esperar más empezó aflojar el interior del mayor, embistiendo con sus dedos y haciendo movimientos de gancho y circular con ellos. SeokJin gimió echando su cabeza hacia atrás cuando sintió que tocaba su próstata. JungKook sin poder aguantar más, echó una buena cantidad de lubricante en su miembro y empezó a bombearlo. Sacó sus dedos y alineó su glande hinchado en la pequeña entrada de Jin y se hundió saltando un gemido ronco al sentir la forma deliciosa en la que SeokJin lo envolvía. Caliente y húmedo por el lubricante, era como estar dentro del paraíso. Por otro lado, cuando JungKook entró por completo, SeokJin gimió agudo arqueando su espalda y envolviendo sus piernas alrededor de la pequeña cintura de JungKook. Era tan grueso. Se aferró a la espalda de él cuando este empezó a dar embestidas rudas llenas de pasión y deseo. Una tras otra vez golpeando con fuerza su interior.
El miembro de JungKook cepilló la próstata de Jin, logrando que este se volviera gemidos y retorciera pidiendo por más. Jin sintió su estomago tensarse y los dedos de sus pies contraerse, anunciando un extenso y exquisito orgasmo que lo dejó por las nubes. Sus uñas se enterraron en la espalda de Kook rasguñándola. JungKook jadeó cuando las paredes de Jin lo apretaron, siguió embistiéndolo con más fuerza, sintiendo que él también estaba por llegar.
Se corrió dentro de Jin con un gruñido escapándose de su garganta.
Jeon salió lo más delicado posible del mayor. Mordió su labio al ver como su semen escurría del estrecho agujero rosáceo. Se recostó al lado de Jin y sin preguntarle lo tomó para posicionarlo encima de él, para que este descansara encima de su pecho.
SeokJin suspiró al sentir el corazón de JungKook latir con rapidez y fuerza, sintiéndose cálido e hipnotizado por ello. Se sentía tan íntimo estar junto a él de esa manera. El color de sus cuerpos y la forma en la que JungKook masajeaba la espalda baja de SeokJin, para luego acariciar su culo y muslos sacándole pequeños gemidos pecaminosos que se escapaban de su pomposa boca.
—¿Te quedarás a dormir? —preguntó JungKook con su voz baja, la cual sonaba demasiado atractiva para los oídos de Jin.
—Uh... no lo sé... creo que será mejor que me vaya.
—Nop —se quejó con un pequeño puchero caprichoso—. Por favor, quédate a dormir —suplicó tirando del cuello de SeokJin para acercarlo a él y besar sus labios—. La noche es larga y todavía podemos seguir disfrutando —insinuó llevando una de sus manos traviesas a uno de los pezones de Jin y pellizcar de el, a lo que SeokJin respondió con un gemido, después de todo aún se encontraba sensible por el reciente orgasmo—. Aparte en serio quiero dormir abracito tuyo —susurró dando un beso húmedo en el cuello—. ¿Te quedas?
SeokJin mordió su labio indeciso de qué hacer y un poco excitado al sentir los finos labios de JungKook sobre él. Después de pensarlo por unos largos segundos, respondió:
—Está bien.
JungKook sonrió feliz para luego volver a dejar el cuerpo de SeokJin debajo suyo. Besó su vientre formando un camino cos sus besos hasta el pecho y ahí chupar con fuerza el pezón que antes había pellizcado. Durante esa noche, SeokJin volvió a dejar que JungKook lo tomara, así dando su elección a seguir aquella relación que había formado con él, anhelando que la mentira que había creado fuera eterna.
[...]
A la mañana siguiente cuando SeokJin se despertó, sintió unos fornidos brazos envolverlos contra el cuerpo caliente de JungKook. Mordió su labio, como solía hacerlo siempre que se encontraba nervioso. Había tomado una decisión con respecto a JungKook y esperaba con todo su ser que las cosas no salieran tan mal.
—¿Estás despierto, Jinnie? —murmuró ronco JungKook sobre el oído de Jin. La vez pasada en medio de sus crisis no había tenido el tiempo suficiente para prestarle atención a la voz mañanera de Kook, pero ahora no había podido pasar desapercibido, muchos menos cuando sintió un hormigueo de excitación ante ella.
—Sí —respondió dándose la vuelta para encontrarse con el apuesto rostro del modelo.
—¿Quieres que te prepare el desayuno? —preguntó a la vez que su mano acomodaba con delicadeza y cariño el flequillo en la frente de Jin.
SeokJin asintió con una sonrisa que abultaba de una forma tierna sus mejillas.
JungKook ante la respuesta positiva, se levantó. Jin enseguida notó el peso menos en la cama, al igual que el cálido y abrazador calor que emitía el cuerpo de Kook se iba con él
El modelo se acercó a Jin para darle un pequeño beso a la vez que una de sus manos acariciaba sutilmente el muslo desnudo del mayor. Kim se sonrojó al recordar que se encontraba completamente desnudo ante JungKook y que este igual lo estaba hacia él. Seguía siendo algo raro después de todo.
Jeon después de terminar el beso, caminó hasta su closet. Jin lo observó atento y no pudo evitar pensar en lo atractivo y caliente que era el cuerpo de JungKook. Enseguida recriminó sus pensamientos. ¡Dios!, ya no era un adolescente hormonal como para ver el cuerpo de JungKook y pensar automáticamente que lo quería dentro suyo otra vez. Aparte se sentía muy avergonzado, él tampoco solía tener pensamientos tan pervertidos. Últimamente se había convertido en un desastre andante.
JungKook después de buscar unos segundos encontró su bata favorita, cual estaba hecha de seda negra, se la puso. Luego miró hacia Jin y le dijo:
—Puedes bañarte mientras tanto. En el baño también está el cepillo de dientes que usaste la vez pasada. Ah, y si quieres puedes ponerte algo mío.
Jin asintió con una sonrisa ante la invitación y una vez que observó a JungKook salir del cuarto, se levantó de la cama sintiendo su cuerpo algo adolorido y cansado. Se estiró y varios huesos sonaron creando una satisfacción enorme en él al sentirse un poco más relajado. Se dirigió al cuarto de baño y agarró una de las toallas blancas que había en el estante más grande. Su vista se perdió en su reflejo que se revela en el gran espejo que ocupa toda una pared. Se observó sintiendo sus mejillas calentarse al darse cuenta de que JungKook había dejado nuevas marcas en su cuerpo.
Una vez su mente le recordó que debía bañarse, apartó la mirada de su reflejo y se dirigió a la ducha. Miró las manillas y giró la cual tenía un pequeño punto de color rojo. Miró el agua chorear por un par de segundos y luego testeó con su mano si se encontraba tibia, esperó que a que esta llegara a su temperatura ideal para luego meterse bajo ella. Cerró sus ojos y de su boca se escapó un suspiro lleno de satisfacción cuando sintió el chorro caliente de agua golpear su piel, relajando por completo su cuerpo. Después de disfrutar brevemente el agua caliente, agarró el champú y empezó a esparcirlo por su cabeza, lo masajeó y espero el tiempo indicado para retirarlo. Luego siguió con el bálsamo, una vez aplicado en las puntas, agarró el jabón líquido y empezó a limpiar su cuerpo aprovechando de masajear su espalda baja y caderas que era las zonas que más sentía molestia. Se volvió a meter en el agua para remover cualquier indicio de bálsamo y jabón, esta vez preocupándose de limpiarse bien entre medio de sus mejillas y entrada, ya que seguía con semen seco de anoche. Sintió un tirón en su miembro cuando recordó varias cosas, en especial cuando JungKook acabó dentro suyo y se regañó, tratando de hacer caso omiso a la erección semi dura que tenía, y terminó de bañarse.
Cerró la llave y salió de la ducha para agarrar la toalla y empezar a secarse hasta que no quedara ninguna zona húmeda. Luego tomó el cepillo de dientes que había usado la vez pasada, echó la pasta y empezó a cepillarse. Una vez sus dientes quedaron limpios, volvió a dejar el cepillo en su lugar y salió del baño privado. Prestó atención a un detalle que antes no había notado, y era que su ropa se encontraba esparcida por todo el suelo de la habitación echa un desastre. Soltó un quejido, y empezó a recogerla, para luego tirarla a la cama. Simplemente sus prendas se encontraban arrugadas, y sabía que debía plancharlas. Recordó las palabras de JungKook y pensó que no sería mala idea sacarle una camisa a este. Se acercó al armario, sintiéndose algo incomodo por lo intruso que podía ser, lo abrió y buscó lo que sería mejor para ponerse. Al final, optó por una camisa que apenas le llegaba a los muslos. Sin poder evitarlo, agarró el cuello de la camisa y la olió, soltando un suspiro al sentir el aroma de JungKook. Al darse cuenta de lo que había hecho, soltó el cuello y se tomó las mejillas tratando de que el sonrojo se fuera. Era algo vergonzoso haber olido la camisa de JungKook, pero no pudo evitarlo. El aroma de JungKook le atraía.
Tratando de olvidar el pequeño momento bochornoso para él, abrió los cajones esperando encontrar ropa interior en ello, sonrió victorioso cuando fue justamente lo que había. Agarró un bóxer blanco y se lo puso.
SeokJin observó el cajón de los pantalones y dudó seriamente si ponerse uno o no, sin embargo, una parte de él, decía que sería mucho mejor que no. Jin al final le hizo caso a esa parte suya, sintiéndose algo atrevido al solo andar en camisa. Se miró al espejo que tenía el menor en el cuarto, y sonrió contento. Por alga extraña razón se sentía muy bien usar la ropa de JungKook.
Una vez listo, caminó a la sala. En medio del camino se topó con Gureum, Jin enternecido se agachó para saludarlo, y cuando iba a acariciar el suave pelaje de este, el pequeño animal se correteó esquivando el contacto y se marchó del lugar. SeokJin elevó sus cejas y sus labios se entre abrieron de la confusión. Había creído que Gureum había dejado la timidez de aun lado y le tenía algo de confianza, pero perece que se había equivocado.
Gureum en cambio, siguió caminando a su cuarto entre quejas. No le agradaba aquel humano. No y no. ¡Le había dado una oportunidad más, pero había vuelto a gritar y golpear a su humano JungKook! Aunque, algo dentro de su cabecita le hizo dudar, y era que al mirar las piernas del apuesto humano llamado Jin, solía tener pequeñas marcas entre ellas... ¡No! No podía si quiera pensar que su JungKook hubiera hecho eso. Él era muy bueno. Tan bueno que se encontraba cantando y preparando el desayuno con una sonrisa a pesar de todo lo ocurrido.
¡Ahg! Era tan confuso.
Sin embargo, llegó a la conclusión de que era alguna cosa rara que hacían los humanos cuando se amaban: Gritar y golpearse por las noches.
Aunque bueno, también recordaba que la primera vez que vino el humano Jin, cuando recién estaba despertando por la mañana, se volvieron a escuchar aquellos ruidos.
En fin, era mucho para que su cabecita perruna pudiera entender. Prefería no pensarlo tanto. Si su humano Kook era feliz, tendría que aceptarlo.
Por otro lado, SeokJin siguió el camino hacia la cocina, y sintió el rico aroma del pan tostado y los huevos fritos. Su estomago gruñó ante ello. Avanzó un poco más y se quedó sorprendido cuando escuchó la dulce voz de JungKook. Era armoniosa y su corazón se agitó al percibir lo hermosa que llegaba a ser. Llegó donde el menor, quien se encontraba de espaldas cantando y dando pequeños pacitos alegres que lograron que Jin soltara una risita que al final sacaron de su burbuja al modelo.
—Cantas hermoso —le dijo Jin acercándose a él—. ¿Nunca se te ha ocurrido ser idol? Serías muy exitoso.
—Bueno, una vez lo pensé —admitió dejando los cubiertos aun lado, para llegar donde SeoJin, tomar su estrecha cintura y acercarlo a él—, pero me di cuenta que era mucho trabajo. Imagina que siendo solo modelo ya tengo muchas responsabilidades y tengo que mantenerme al margen de algunas cosas. No sé la presión que sentiría siendo un idol. En especial por las fans.
—Tú también tienes fans —le recordó Jin.
Y era verdad, había visto algunas cuentas fans de él por internet, en especial por twitter. Había muchos comentarios de lo hermoso que era, de los rumores sobre su sexualidad, de que debería aparecer en dramas, en que quería que fuera su novio, incluso donde lo ponían como personaje de un fanfic con otros famosos o simplemente los clichés "tú x JungKook".
—Sí, pero no tantos como los idols que suelen ser aún más famosos —respondió de nuevo el menor—. Aparte es mucho esfuerzo.
—Entiendo, pero me gustaría oírte cantar una vez más. Es increíble que en todo este tiempo que llevamos conociéndonos que son unos... ¿Cuánto? ¿Seis meses? Nunca te había oído antes.
—No suelo presumir. Pero vamos, unos de estos días tenemos que ir a un karoke. La otra vez cuando estabas distraído y te escuché cantar, tu voz se me hizo tan hermosa. Muy dulce, al igual que tú —le halagó con sinceridad, para luego depositar un casto beso en los labios del mayor.
Las mejillas de SeokJin se sonrojaron y sus dedos empezaron a juguetear entre ellos sobre el pecho de JungKook, sin darse cuenta que había entreabierto un poco la bata de este. JungKook al verlo tan hermoso, quería volverlo a besar, pero recordó que el desayuno ya estaba listo y se iba a enfriar si seguían así.
—Uh, ya está todo listo —apuntó a la comida—. Yo me iré a bañar y vuelvo —le avisó antes de separarse y depositar un pequeño beso en la frente del mayor.
Jin asintió, en un claro gesto de decirle que estaba bien, JungKook ante ello le regaló una sonrisa y partió a su habitación. Kim al verlo irse, se sentó en la mesa y empezó a tomar el desayuno que Kook le había preparado. De repente recordó su celular. Se levantó dejando la comida aun lado y empezó a buscar el artefacto tecnológico, una vez lo encontró en el sillón, lo tomó y lo llevó consigo a la mesa. Algo nervioso desbloqueó el celular, sintiéndose aún peor cuando observó las notificaciones de llamadas perdidas. Exactamente siete de Tae y dos de YoonGi.
Lleno de inquietud tomó todo el aire que pudo y se obligó a calmarse, para así tomar el valor suficiente para abrir los mansajes que TaeHyung le había mandado ayer entre la tarde y noche.
"Hola, ya llegué"
"SeokJin?"
"SeokJin."
"Dónde estás?"
"Puedes si quiera contestar las llamadas."
"Hey"
"Bien"
"No sé dónde estarás, pero llegué temprano y no estabas. Te dije que quería hacer algo especial para los dos"
"👍"
SeokJin se mordió el labio de los nervios.
Mierda.
Su consciencia recién le afectaba.
Estaba en el departamento de JungKook, usando la camisa de JungKook, después de haber tenido sexo por la noche con JungKook.
Su mano empezó a temblar y la llevo a su cara para refregarse. Sintiéndose horrible como persona.
Se había metido en un enorme lío.
Pero ya estaba hecho y no podía hacer nada más que conllevarlo.
No se sentía capaz de dejar a JungKook.
Sin embargo, tampoco podía dejar a Tae.
Soltó un suspiro, su garganta se apretó por el llanto que amenazaba con salir de la angustia y malestar al verse involucrado en toda esa situación desastrosa.
Tratando de contener la ansiedad, prosiguió a contestar.
"Lo siento."
"Me quedé dormido"
"Estoy donde YoonGi, HoSeok y él estaban organizando una pequeña junta y como creí que no llegarías temprano, fui."
"Tomaré desayuno y me voy"
Sintió que su alma salía de su pecho cuando terminó de responder aquellos mensajes, rezando para que TaeHyung creyera fielmente en sus palabras. Cuando se sintió un poco más calmado, decidió abrir los mensajes que YoonGi le había dejado anoche. Teniendo el presentimiento que no era para desearle unos dulces sueños.
"Espero que hayas aclarado las cosas con JungKook."
"Aunque el hecho de que TaeHyung me llamara preguntándome si estabas conmigo me dice otra cosa."
SeokJin los leyó con la voz juzgadora de YoonGi, incluso logrando sentir la mirada desaprobada de su pálido amigo como si lo tuviera frente suyo.
Soltó un suspiro y se maldijo.
Había arruinado todo, y ahora debía cargar con todo ello.
Contó hasta diez tratando de calmarse y se obligó a dejar el teléfono de aun lado. Volvió a tomar el tenedor y picar el tocino que JungKook le había cocinado, se le lo llevó a la boca tratando de no pensar en lo recién ocurrido y en lo mucho que estaba arruinando las cosas. Bueno, tampoco debía ser tan pesimista, se dijo, tratando de animarse solo un poco... las cosas no podrían salir tan mal ¿verdad?
Sin creerse asimismo resopló y volvió a comer. Una vez terminó, aun pensando un poco empezó a juguetear con las sobras tratando de ignorar el malestar en su estómago y su corazón afligido de preocupación.
JungKook llegó recién bañado, envolvió sus brazos por la cintura pequeña de Jin, y depositó un intimo beso en el cuello de este para después preguntarle:
—¿Te gustó?
—Estaba delicioso —respondió, suspirando al oler el olor limpio y delicioso de JungKook.
—¿No puedes quedarte un día más? —preguntó Kook, apartándose del mayor y sentándose en el puesto de enfrente, esperanzado de que Jin se quedará aun más tiempo con él.
—Tengo que trabajar.
—Eres el dueño.
—Por eso mismo, necesito hacerme cargo, Kookie.
—Bien, te dejaré ir —aceptó con un leve puchero—, pero antes ven aquí —pidió golpeando sus muslos.
SeokJin sonrojado se levantó de su puesto y se acercó lentamente hacia Kook para al final sentarse encima de él. JungKook sujetó con una de sus manos la pequeña cintura de Jin y con la otra acarició con ternura el rostro del mayor para así atraerlo hacia el suyo y sellar sus labios con un beso lleno de amor.
Sí, realmente las cosas estaban jodidas.
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Hola!! Ha pasado mucho tiempo desde la última actualización, perdón por hacerlos esperar;c Sinceramente me estaba costando terminar este capítulo porque cuando creí que estaba listo, se me ocurrían nuevas cosas para añadir:,D
También sé que dije que las escenas de sexo iban a ser menos detallada, pero no pude evitarlo hacerlo un poquito más, y en mi opinión esto no estuvo muy explicito.
Recuerden que el tiempo en la historia avanza super rápido porque esto es un mini fic (a pesar de que agregaré uno o dos capiutlos más) y no quiero alargarlo mucho.
Sé que también pueden molestarse con Jin, porque la esta cagando, y entiendo, en especial por JungKook quien no merece todo esto </3
Ahora sí, muchas gracias por leer y perdón por cualquier error o falta de ortografía <3
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