YoonGi no puede dejar de ver a su pareja...

Bajo las luces que entran por la gran ventana, el color cálido que abunda en Sevilla, amarillo cálido y reconfortante... la noche hace una perfecta combinación con el ambiente.

Acaricia el vientre de su pareja. Esa zona tan privada e íntima, que solo el Alfa podía tocar. JiMin era un Omega bastante territorial... lo había demostrado en su familia, y en más especifico, con sus cachorros, ya que en cada una de sus vidas, solo su Alfa era quien podía tocarlo.

- Alfa...

Su Omega jadea. Sintiendo las caricias elevar la temperatura de su cuerpo. Suspira al sentir cómo YoonGi acaricia sus muslos, y besa su cuello.

JiMin siente ternura por las caricias que el mayor deja sobre su piel, en esas zonas dónde nadie ha tocado... porque en cuerpo y alma, le pertenece a su Alfa. Y de la misma forma, el Alfa se siente privilegiado que su Omega le permita descubrir su cuerpo, así de bonito.

JiMin sonríe, y ambos se miran antes de reunirse en un beso apasionado, mientras YoonGi se adentra en su interior, lento y suave, no queriendo provocar dolor en el cuerpo de su Omega.
El lubricante natural con aroma a manzana dulce, permite que el intromisión no sea tan dolorosa para JiMin.

El momento es único, para ellos, olvidandose por completo de todo a su alrededor, cuando el suave movimiento entre sus cuerpos comienza, ambos se sienten en el lugar correcto. Después de haber estado tanto tiempo separados, y aun teniendo ciertas dificultades, han logrado lo que casi nadie puede lograr, menos en esos tiempos... y es encontrar a su destino.

JiMin esperaba una relación que pudiera permanecer, cómo Omega buscaba establecerse y tener un Alfa amoroso y que pudieran cuidarse mutuamente.

YoonGi, cómo Alfa solitario, debido a su condición médica, idealizó que su pareja no iba a anhelar estar con él. Que estaría solo, porque su Omega, podría sentirse deprimido al desconocer su aroma...

Pero su lobo lo recuerda...

JiMin... su Omega, huele a hogar, a familia, a seguridad... en sus memorias lo sabe, siente que puede olfatearlo si se acerca a su cuello. No importa sí en esa vida, no puede aspirar su aroma, pero lo reconoce, lo percibe por medio de sus labios...

Porque sus besos son depositados en el cuello de su pareja.

Lo sabe por el calor que expele de su cuerpo ante su tacto.... lo puede sentir con sus demás sentidos. Aunque no pueda olerlo...

JiMin suspira y abre su boca en busca de aire. Los movimientos son placenteros y precisos, delicados y suaves. YoonGi dejaba besos en su cuerpo, acariciaba con sus dedos su piel, rozaba su interior de manera exquisita..

Y sucede en medio de un gemido largo, YoonGi vuelve a marcar a su pareja, ya no es una marca temporal... es el renuevo de todas sus vidas pasadas, de todas las veces en que pudieron encontrarse y amarse... pueden verse...

Un lobo plateado jugueteando con sus cachorros, un lobo blanco alimentando a sus pequeños. Los ven mas definidos que nunca.

"Que guapo soy..."

"Alfa..."

"Nada es más precioso que tu, Omega bonito..."

El Omega ríe.

- Puedo escuchar a tu lobo...- JiMin le dice con una sonrisa y un suspiro entrecortado.

- También...- YoonGi susurra, acariciando la mejilla de JiMin.- La voz de tu lobito es suave... cómo la tuya...

- Y la de tu lobito... tiene un tono juguetón, le gusta hablar...- JiMin suspira. El nudo en su interior no los deja separarse... aunque YoonGi no lo sienta, su aroma está todo a su alrededor, el limón, el dulce y fresco aroma a flor de loto...

Ambos sonríen y YoonGi se acomoda sobre el cuerpo de su pareja, para descansar, cuidando a no lastimarlo. Colocando las sábabas para cubrirlos y dormitar, mientras acaricia el costado de JiMin.

Unidos cómo están, se quedan dormidos... sintiendose completos de nuevo...

🍁🍃

YoonGi siente que no puede con la felicidad que lo embarga, y es que su Omega está tan emocionado, esta tan feliz que esa emoción se le contagia a él.

- Yoonie mira...- JiMin le muestra las pinturas dentro del museo. Una forma completamente diferente al arte de la cultura coreana.- Según la historia, España conserva sus cimientos del barroco y el renacimiento...

- Es muy diferente a Corea...- le dice YoonGi- No tenemos nada de este tipo de edificaciones, ni movimientos tan extravagantes en texturas...- menciona mientras pasan viendo las diferentes pinturas.

- Aunque la comida es deliciosa...- JiMin le sonríe.

- ¿Tienes hambre?- pregunta YoonGi mirando a su Omega preocupado.

"Omega bonito, debe de comer bien... por nuestros cachorritos... debo cuidarlo... ¿debo ir a cazar?"

JiMin se siente enternecido por la forma en que su Alfa se preocupa, lo puede sentir por el lazo. Y se siente feliz... que su Alfa sea así de atento. Por eso quiere cuidarlo, decirle lo guapo que es, lo mucho que ha llamado la atención y quizás se sienta un poco celoso... porque muchos Omegas lo voltean a ver...

Pero es su Alfa especial... el mismo que le cuidó cuando sus familias les dieron las espalda, cuando quisieron obligarlo a emparejarse con otro Alfa, cuando lo único que tenían era un cielo nocturno como techo...

Pero que también el Alfa que había sido muy feliz al ver a sus cachorros crecer, verlos ser los Alfas, Omegas y Betas, que denfendían lo que creían correcto y buscaban el bienestar de sus familias... que se sentía orgulloso en cada vida, de sus cachorros... el mismo Alfa que se volvió loco con cinco cachorritos Omega, que casi se convierte en lobo para espantar a los pretendientes de su cachorrita Gamma... que les enseñó a caminar y les dio su aroma en las frías noches... y su pelaje para cubrirlos.

YoonGi le lleva caminando hasta un restaurante español, cerca del Museo, disfrutan de la comida y conversan sobre sus planes, y acuerdan vivir con los padres de JiMin en ese mes, luego de que regresen.

- ¿Estás bien con eso? No tengo problemas con vivir con papá Min y mamá Min...- le dice su Omega con un puchero.

- Sé que te hace falta verlos... y tu lobito quizás quiera sentir su aroma de nuevo...- YoonGi toma su mano sobre la mesa y le sonríe. Los Omegas son familiares, y lo que menos desea es apartarlo de sus padres, porque los lobos son así...

Aunque ya tengan un lazo, solo quiere verlo sonreír... justo como en ese momento...

"Su sonrisa es hermosa... estoy enamorado de ti, Omega bonito..."