—Están dormidos como unos bebés— Shinichiro ríe dejando con cuidado a Izana y Manjiro en los asientos traseros

—Se levantaron temprano, aunque más bien levantaron a Manjiro temprano— el mayor de los Sano cerró la cajuela del auto

Los cinco niños estaban completamente dormidos, al haber estado desde temprano despiertos y haber gastando energía jugando los dejó cansados hasta dormirse

Iban a irse a sus hogares sino no fuera porque un grupo de motocicletas los rodearon

—Abuelo sube al auto y pon seguro a las puertas— Ryo cerró la puerta del piloto lista para dar cualquier golpe

—¿No son tan fuertes si toda la pandilla completa verdad?— un tipo robusto y alto se bajó de su motocicleta

—No te confirmo eso— Wakasa deja sobre el auto su gorra y lentes de sol —¿quieres averiguarlo?—

°°°°°°°°°°

Los golpes iban y venían, actuaban lo más rápido posible para que sus hermanos pequeños no vieran aquel show

Ryo se alarmó al ver como un tipo iba a golpear por la espalda a Wakasa con un palo

Corrió como nunca en su vida, dio un salto y con sus pies golpeo la cabeza del chico tumbandolo al suelo

—¿¡Creen que porque son muchos pueden ganarnos a nosotros tres!?, ¡somos los Black Dragons maldita sea!—

Con la adrenalina a mil golpeaba ya a menos de la mitad que eran antes, algunos habían huido y otros estaban inconscientes en el suelo

Su cara, ropa y manos tenían la sangre de a quienes golpeó con una sonrisa tétrica en el rostro

—¡SHINICHIRO!— gritó con todo el ser de su alma al ver que iban a enterrarle un cuchillo

Ran se había despertado por los ruidos y el grito de su hermana, algo somnoliento talló su ojo derecho y miró por la ventana

Corrió hacia el recibiendo el filo del largo cuchillo en su espalda

—¡RYO!— gritó Wakasa horrorizado

Shinichiro sintió su respiración detenerse y como el miedo invadió por completo todo su ser

—¡HERMANA!— gritó Ran a todo pulmón, al abuelo Sano al verlo despierto lo sujeto tratando de que no saliera del auto
—¡HERMANA!—

°°°°°°°°°°

La policía junto a la ambulancia había llegado

Tenían el corazón en la garganta, no sabían si Ryo estaba viva o muerta

—Es mi culpa— las manos de Shinichiro temblaban —por mi culpa ella está muriendo—

—No es tu culpa Shinichiro—

—¡Wakasa si es mi puta culpa!— se levanta del banco, agarraba sus cabellos con desesperación —si tan solo yo...—

—Ella es fuerte Shinichiro, te prometo que va a sobrevivir y esto solo será un mal recuerdo—

Quería confiar en las palabras de su pareja pero en no sabía nada, tal vez era cierto lo que decía pero tal vez en el peor de los casos ella no sobreviva

—¿¡Donde están mis hijos!?—

Una mujer alta, cabello blanco y ojos grises hizo presencia en el hospital, sus tacones resonaban en el pasillo y su presencia era demandante

La mujer venia acompañada de un hombre de cabello rubio y ojos violetas, al igual que la mujer ambos imponían respeto y con sus rostros serios, ambos tenían la pinta de tener dinero por sus ropas de marca y joyas brillantes

Ellos eran los padres de Ryo y sus hermanos menores

—¡Ustedes dos!— la mujer se acercó a Shinichiro para darle una sonora bofetada —¡yo sabía que eran unos malditos que llevarían a la desgracia a mi hija!—

—¿Que se cree usted?— Wakasa abrazó a Shinichiro que era un mal de lágrimas

—¿Quien se creen ustedes para estar aquí después de que por su culpa nuestra hija esté en un salón quirúrgico en este momento?— el señor Haitani se colocó delante de su esposa —quiero que me den a mis dos hijos ahora—

—Ellos están con mi abuelo— responde Shinichiro —les aseguro que están en buenas manos—

La mujer pareció soltar un pesado suspiro cargado de molestia

—No entiendo que le vio mi hija a ambos para que nunca se separe de ustedes, son unos pandilleros de mala calle pero mi hija no se separa de ninguno, parece una garrapata—

—Lo que pasa es que Ryo es nuestra mejor amiga y ella es alguien muy leal, la hemos ayudado mucho y ella nos agradece siendo leal, también ella nos a acompañado en los peores momentos de nuestras vidas y así también nosotros la ayudamos, ¿porque?, por que eso hacen los amigos y nosotros somos amigos de Ryo y la queremos mucho como ella nos quiere a nosotros— habló Imaushi frunciendo el ceño sin dejar de abrazar a su pareja —si, pudimos hacer algo para evitar que ella estuviera aquí, pero lo estamos compensando estando aquí esperando la buena noticia de que ella va a mejorar y nosotros dos la cuidaremos como ella cuida de nosotros—

Iba a hablar pero había llegado un doctor

—¿Familiares de Ryo Haitani?—

—Nosotros somos sus padres— aquel hombre se dirigió hacia el doctor —¿como está mi hija?—

—Ella está bien, entró en shock durante la operación pero ha mejorado bastante a como había llegado, también a perdido el hígado y necesitamos hacerle un transplante, sus heridas ya fueron tratadas pero sigue en un estado algo delicado—

—No puede ser— susurra Shinichiro llorando en el cuello de Wakasa —Wakasa es mi culpa—

—Ella estará bien Shin— el albino abrazó a su novio —¿podemos pasar a verla?—

—Solo puede pasar a verla la madre hasta que Ryo esté fuera de peligro—

—Muchas gracias doctor—

Mirando con superioridad a ambos jóvenes la señora Haitani se hizo paso junto al doctor hacia la habitación donde estaba Ryo