
4
Avisándole a Shinichiro de su incidente fue empujando su motocicleta hasta su casa, fue algo difícil al estar cargando a un niño en uno de sus brazos
—¡Llegué!—
Al avisar su llegada dos pequeños niños rubios corrieron hacia ella felices pero se detuvieron a medio camino al ver a su hermana mayor con un niño que no conocían en brazos
—¿Por que ahora recoges niños de la calles?— frunce el ceño cruzándose de brazos
—solo nosotros podemos tener el derecho de ser cargados por ti nee-san—
—Rin no digas esas cosas— le dice Ryo —este pequeño es el hermanito menor de Shinichiro y se escapó de casa, hoy se quedará con nosotros a dormir—
—¿Por que se escapo de casa nee-san?— preguntó el pequeño de trenzas
—No lo se Ran— mintío —pero como la buena amiga que soy ayudé obviamente a mi mejor amigo a buscar a su hermanito menor—
—Eres muy buena nee-san—
—Obvio que si— los tres ríen
—¿ya cenaron?—
—Te estábamos esperando nee-san, ¡hoy cocinaron espaguetis con albóndigas— dijo con emoción Ran alzando sus brazitos
—Que delicia, entonces voy a bañarme y bajamos con ustedes a cenar pero mientras tanto hagan sus tareas ¿entendido?—
—Esta bien nee-san, vámonos Ran— Rindo tomó la mano de su hermano mayor para ambos irse
°°°°°°°°°°
Wakasa pensaba irse apenas Manjiro pisara la casa pero cuando Ryo les dijo que mañana es que podría llegar porque su motocicleta se estropeo decidió quedarse para mantener tranquilo a Shinichiro y su familia
—El está con Ryo tranquilos— les dice a los hermanos pequeños de Shinochiro —les prometo que mañana en la mañana el estará aquí con ustedes como siempre—
—¿De verdad?— asiente a la pregunta de Izana
—¿El se fue por mi culpa?— pregunta Emma con sus ojos llorosos
—Para nada pequeña— respondió —nada de esto es tu culpa, solo como niños de su edad algunos hacen berrinches—
—Manjiro es demasiado berrinchudo—
—¡Izana no digas eso!— exclamó Emma
—¿Pero tengo razón?—
—Pero tienes razón—
Después de hablar un rato con los pequeños fue hacia la habitación de Shinichiro, se le veía preocupado y claro que lo estaba, el siempre veló por la seguridad de sus hermanitos menores
—Shinichiro Ryo ya te dijo que Manjiro estaba con ella y que mañana a primera hora ella ya tenía a Manjiro aquí— se sentó a su lado dejando su mano sobre la de el
—Lo sé— susurró sintiendo su corazón latir demasiado rápido, la tibia mano de Wakasa sobre su mano lo ponía nervioso
Aprovecharía que Wakasa pasaría la noche en su casa para aclarar su mente y dudas
—Wakasa creo que me gustas— soltó sin más
El albino abrió bastante sus ojos sorprendido de aquella declaración tan repentina
—Creo que soy bisexual porque siempre me gustaron y vi atractiva a muchas chicad pero desde hace tiempo te empecé a ver atractivo, en fin creo que me gustas— confesó sintiendo sus mejillas arder —también creía que me gustaba Ryo pero ahora que lo pensé bien ella me dijo que simplemente solo podía verla atractiva y podría haber pensado que me gustaba, creo que tenía razón pero ya hablaré mañana con ella sobre ese tema, por eso Wakasa te estoy diciendo que creo que tu me gustas—
—Le gusto al que me gusta, genial—
—¿Qu-que?—
—Por las mismas razones que tu creo que yo podría ser gay, nunca me interesaron las mujeres las veía lindas pero ninguna me gustaba así que puedo decir que soy gay porque me gustas tú—
El silencio entre ambos reinó, no era un silencio incomodo pero si algo tenso
—¿A ti no te gustaba Ryo?— pregunta Shinichiro
—Nos decimos esos apodos melosos como broma o seguirnos la corriente— explicó el albino —ella para mi es solo como una hermana—
—Ya veo— susurra
—¿Crees que podrías darme la oportunidad de conquistarte?—
—No se Wakasa, esto es demasiado confuso para mi...—
Se sorprendió cuando fue besado por el albino, un beso corto pero lleno de sentimientos
—Bu-bueno si tanto insistes te-te daré una so-sola oportunidad—
—Lideras una pandilla que es la dueña de Tokyo y te pones nervioso por un beso—
—¡Ca-callate!— le retó sonrojado hasta ls orejas
—Callame— dijo con afines de que el pelinegro lo besara pero solo recibió una chancleta estampar en su cara —¡pero no así!—
—Me vale—
°°°°°°°°°°
Siendo un sábado bastante soleado y temprano Ryo se dirigía en un camioneta a la casa de su mejor amigo junto a Manjiro
—Manjiro no puedes hacer eso así como así, hoy porque fuiste a la casa de tu amiguito pero alguien pudo haberte hecho algo malo o mucho peor que malo—
—Soy lo suficientemente fuerte para defenderme solito— expresó cruzándose de brazos
—Eres un niño Manjiro, los adultos no le temen a un niño pequeño como tú— le indica
—¿Es por eso que yo no te gusto?, ¿es porque soy un niño pequeño?—
Ryo suelta un suspiro
Nunca pensó tener este tipo de plática con un niño mucho menor que el pero allí estaba
—Supongamos que tu me gustaras, exactamente porque eres un niño de seis años no puedo estar contigo porque aparte de que iría a la cárcel, sería demasiado raro por la diferencia de edad que hay entre nosotros—
—Pero yo te amo de verdad—
—Y yo amo a Jonny Deep, Henry Cavil y Keaune Rives pero aquí estamos—
El silencio fue algo incómodo, Manjiro tenía sus mofletes inflados de la molestia y t/n solo podía golpear su frente en en el volante
—Manjiro mira, tu dices ahora que me quieres y me amas pero cuando cumplas mi edad hasta podría ser que te hayas olvidado de mi existencia—
—¡Jamás podría!— exclama —eres demasiado hermosa no solo en físico sino también en personalidad, tus ojos violetas brillan al igual que tu sedoso cabello rubio, tu bella sonrisa hace latir rápido mi corazón, tus abrazos me hacen sentir seguro y tus bubis son muy lindas—
Quería llorar por dos razones
La primera razón; eso era lo más bonito que le habían dicho en la vida si omite la parte de sus pechos
La segunda razón; esas palabras tan bonitas se las dijo un niño pequeño
—Solo me pasa esto a mi— susurró golpeando su frente con el volante con más fuerza —hagamos uns promesa— gira su cabeza hacia el pequeño rubio que lo miraba atento —cuando seas un poco más mayor intentarás conquistarme y te daré una oportunidad ¿ok?—
—¡Siii!— asintió feliz —¡te prometo que serás mi esposa!—
—Claro que si— rodó sus ojos
°°°°°°°°°°
—¡Ven acá mocoso del diablo!—
—¡Abuelito no le pegues a Manjiro con tu bastón!— gritó Emma
—¡Pegale con la silla!— gritó Izana riendo
El abuelo Sano perseguía con su bastón a Manjiro por toda la casa, casi tenía un paro cardiaco cuando se enteró que se había escapado de casa y lo estaban buscando en todas partes
—Shinichiro respecto a lo de ayer yo quiero seguir siendo tu mejor amiga, no quiero que nada sea diferente entre nosotros dos— extiende su mano hacia Shinichiro
—¿mejores amigos por siempre y para siempre?—
—Claro que si Ryo— estrechan sus manos
—siempre serás mi mejor amiga y no creo poder verte de otra manera—
Ambos amigos se sonrieron mutuamente para abrazarse
—¿De que me perdí?— ambos miran a Wakasa —¿Shinichiro te perdonó por rayar su motocicleta?—
—Wakasa no tenías que recordárselo— Ryo fruncío el ceño
—Cierto, Ryo me debes una y bien
grande—
—Te odio maldito Imaushi— masculla la rubia casi albina
—Mentira, tu me amas mi amor— el albino le tiró un beso
Quería demasiado a ese par de amigos que tenía
Por eso pondría la felicidad de ambos por delante de la suya
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro