4. Suerte
—Prepárate para salir —le dijo Tomura, minutos antes.
Suspirando, Izuku caminó hasta su habitación (porque sí, en el bar había habitaciones) y se colocó su traje, que era… Un traje, literalmente. Camisa, corbata. Eso. Sonaba bastante simple, pero en realidad no era un traje ordinario. La tela era flexible y resistente a golpes e impactos, y tenía varios lugares para guardar cuchillos y armas. Por lo mismo, no había podido cambiarlo, por mucho que quisiera. No había algo que se le igualara.
Se puso su máscara de metal blanca, lisa, únicamente con los orificios de los ojos para ver y de la nariz para respirar, y se peinó el cabello hacia atrás. Ahora lo había teñido de negro, ya que el rubio sólo fue para el examen de la UA y resaltaría demasiado.
«Hoy será un día duro», pensó. Era el comienzo de lo que creía un largo viaje en el que se embarcaba con la Liga. ¿Por qué ellos estaban convencidos que era una buena idea irrumpir en la USJ? No lo sabía, pero rogaba que la suerte estuviera de su lado, al menos.
Terminó de prepararse, poniéndose guantes y borcegos negros y sus armas. Las que más usaba eran los cuchillos y las pistolas.
Cuando volvió, Tomura comenzó a quejarse de que había tardado demasiado, y recién entonces atravesaron el portal.
—Bueno. ¿Dónde está? ¿Dónde está All Might? —dijo, moviendo los ojos frenéticamente como un cazador en busca de su presa.
Eraser Head saltó al ataque y comenzó a derribar villanos uno por uno borrando sus quirks. Entre ellos, muy seguramente el de Kuroguiri, pero en el momento en el que se descuidó, abrió un portal frente a Izuku y ambos se transportaron hacia la entrada.
Los estudiantes retrocedieron, ahora frustrados de escapar, y Trece extendió los brazos a sus costados, impidiendo que los villanos se acercaran a ellos (metafóricamente, porque claramente no podía resguardar ni a cuatro niños de esa manera).
Izuku los miró por un segundo, mientras Kuroguiri “presentaba” a la Liga de Villanos, que por cierto, le parecía una táctica estúpida que revelara su objetivo de matar a All Might. ¿Pero a él qué le importaba? Sólo estaba con ellos porque necesitaba un lugar al qué escapar y dónde resguardarse.
Entre los estudiantes, estaban Shinso, Uraraka y Kacchan. Katsuki. Y Katsuki. Debía abandonar ese apodo infantil de una vez por todas.
«—Él no es tu amigo, Midoriya. Alguien que sólo busca humillarte nunca será tu amigo».
Sacudió la cabeza. No era momento de ser nostálgico. Lo que le importaba ahora era: ¿acaso el rogar por suerte le había generado el efecto contrario? ¿Cómo era que todos ellos habían superado el examen, y peor aún, estuvieran en la misma clase? Tenía que ser una puta broma.
También pudo reconocer al Gritón de Lentes y al Rubio Coqueto.
La ansiedad martilló sus manos y jugueteó con sus dedos escalonadamente. Sentía que se estaban entumeciendo.
«Dios, por favor. Sólo te pido que nadie muera».
Sus ojos chocaron con los de Shinso, y los recuerdos del examen y lo feliz que había sido por un rato lo invadieron. Se sentía nostálgico otra vez.
Suspiró, sintiendo su corazón latir de nerviosismo. Debía someterse a esta clase de situaciones, hasta que lo lograra. Hasta que encontrara una oportunidad. Y sólo entonces podría ser libre.
Trece destapó uno de sus dedos e Izuku puso una mano en su pistola, listo para pelear e impedir el ser devorado por su quirk, pero antes de que alguno de los dos hiciera algo, Katsuki y un chico de cabello rojo y puntiagudo, Eijiro Kirishima, se lanzaron al ataque. Izuku se agachó, evitando las explosiones y el cuerpo endurecido.
Kuroguiri los neutralizó, enviándolos a alguna zona llena de villanos, y segundos después, los envolvió a todos en una nube negra con el mismo objetivo.
Parece que olvidó que su compañero estaba allí, entre los alumnos, por lo que tuvo que apañárselas para quedar afuera y, de paso, quiso intentar salvar a alguno de los chicos. Podría ser un villano, y parte de los atacantes, pero aún así le preocupaba que fueran heridos de gravedad como para tener que abandonar sus sueños, o peor aún, enfrentarse a la muerte.
Estiró su brazo, intentando alcanzar a Shinso, pero cuando vio que éste era consumido inevitablemente por la niebla, cambió su dirección y empujó a Uraraka. Ambos salieron expulsados e Izuku quedó fascinado por unos segundos mientras observaba la magnífica imagen de la esfera formada por el quirk de Kuroguiri.
De una forma muy cliché, Ochako quedó debajo de él. Y tembló. No era muy difícil de imaginar los pensamientos terroríficos que tendría una chica al quedar en esa posición con un villano.
Izuku se apartó como si estuviera quemándose, ya que no deseaba ponerla incómoda. Uraraka retrocedió, con los ojos bien abiertos, plagados de miedo, y en lo único que pudo pensar él fue en que era el culpable de borrar su entusiasta y alegre sonrisa. Y no había nada que apreciara más que las sonrisas.
—Lo siento.
Eso pareció aliviarla un poco, pero rápidamente se levantó del suelo con los puños firmes, lista para defenderse. ¿Por qué un villano la había salvado? ¿Qué es lo que buscaba de ella específicamente?
Izuku suspiró y trató de darse la vuelta, con la intención de decirle a Kuroguiri que lo llevara junto a Shigaraki. Desconfiaba más de lo que podía llegar a hacer él. Probablemente intentaría matar a algún estudiante.
Pero Uraraka no lo dejó escapar y tocó su espalda, haciendo que comenzara a flotar.
«Okey, debido a esta sensación, quizás su quirk tenga más que ver la gravedad que con levitar o la telekinesis».
—¡Oye! ¡Bájame! ¡No te haré daño!
Obviamente sus palabras no fueron ningún seguro, y la chica se rehusó a desactivar su quirk, por lo que, resignado, desató sus cordones, los ató entre sí y los estiró hacia Uraraka, enredándolos en su brazo. Agradecía que sean largos, y que el efecto del quirk fuera más bien lento, o no hubiera podido lograrlo.
Ochako instintivamente se hizo hacia atrás, pero eso sólo impulsó al villano hacia ella, y en un parpadeo, estaba tomando su muñeca.
Su cabello bailó hacia arriba, atraído por el cielo al igual que todo su cuerpo, y la miró con seguridad, convenciéndola de que no le haría nada.
—No te salvé para luego lastimarte.
Su timbre de voz era extrañamente familiar para Ochako. ¿Pero de dónde lo conocía? ¿De dónde podría conocer a un villano?
Sin pensarlo demasiado presionó las yemas de sus dedos entre sí. Por alguna razón, y por muy descabellado y peligroso que fuese, sentía que podía confiar en él.
—Liberar.
Izuku descendió lentamente y se quedó en el lugar, mirándola a los ojos unos segundos más. Quería hacerla sentir a salvo, al menos por un momento; que no dudara de él y lo que podía hacer.
Una vez creyó que era suficiente, deslizó su mano hacia abajo, con la intención de soltar su muñeca, pero se sorprendió al sentir algo peculiar en las yemas de los dedos de la chica.
«Tiene que ver con su quirk, ¿verdad?», se preguntó, mientras recorría suave y lentamente el pequeño relieve allí. «Son como pequeñas almohadillas o botones. Quizás más lo segundo. Parecen ser una especie de interruptor, ya que dijo “liberar” cuando yo estaba en el aire. Probablemente cuando los presiona entre sí su quirk deja de hacer efecto».
Uraraka no dijo nada. Mejor dicho, ni siquiera le prestó atención. Estaba demasiado perdida en sus ojos, tratando de descifrar de dónde lo conocía sólo por ellos. Su mirada y la forma en la que la observaba era tan única que no creía que hubiera otra igual.
«Tan verde como un trébol», pensó, refiriéndose al color de sus ojos.
Inmersos en un magnetismo mutuo, olvidaron (o ignoraron), la situación en la que se encontraban: en un ataque de villanos, víctima y victimario a la par.
—¿Te conozco de algún lado? —divagó Ochako, en un susurro.
Sintió cómo el villano se estremeció a través del tacto, y entonces se alejó del mundo propio que tenían, soltando su mano. Uraraka sintió el vacío que dejó, perdiendo calidez.
—No… Por supuesto que no.
Y antes de que pudiera preguntarle algo más, salió corriendo con el cordón en la mano hacia el villano de la niebla, que lo transportó a quién sabe dónde.
Definitivamente lo conocía, estaba segura, o si no, no habría reaccionado de esa manera.
«¿Cuál es su nombre?», se preguntó.
(...)
—No puedo comunicarme con Aizawa ni con Trece —suspiró All Might—. Yo… —Activó su quirk—. Puedo mantener mi forma por al menos diez minutos. ¡Iré a la USJ!
Claramente no iba a poder hacerlo, porque comenzó a escupir sangre al mismo tiempo que Nezu entraba en la oficina.
—¡¿Director?!
—¡Si, esa es mi verdadera identidad!
—Su pelaje luce tan brillante como siempre.
—El secreto es la keratina. —Nezu sonrió orgulloso—. Pero hablaremos de eso luego.
Regañó a All Might por sobreesforzarse y no saber administrar su tiempo de uso del One For All, y una vez que Toshinori entendió eso, se sentó en el sofá y le ofreció una taza de té.
—Ahora dime, mientras esperamos a que te recuperes: ¿qué es lo que te tenía tan preocupado ese día, en el examen de ingreso? Casi parecías temblar frente al niño Ishida.
All Might tragó salvia. ¿Debería decírselo…? Tenía miedo de que se sintiera decepcionado de él. Pero como siempre era con Nezu, no podía ocultarle nada, simplemente le surgía ser sincero.
—Hace un año, yo…
Le contó toda la historia lo mejor que pudo, sin intentar excusarse o cambiar el contexto, pero sí expresando la culpa, autodecepción y esperanza que sentía. Nezu lo escuchó atentamente, sin opinar absolutamente nada hasta que All Might terminó.
—Bueno, cualquiera hubiera hecho lo mismo en tu situación.
Toshinori agachó la cabeza, desanimado pero también un poco consolado.
—¿Entonces cree que no es posible ser un héroe sin un quirk? ¿Pese a lo que le dijo a Ishida?
—No me refiero a eso. —Apoyó su taza de té vacía sobre la mesa—. La verdad es que no sé qué creer, no hay antecedentes de algo parecido. ¿Me preguntas si es posible? Por supuesto que lo es, cualquiera puede pasar el examen y enfrentarse al entrenamiento de héroe. ¿Pero qué sucederá con ese niño quirkless una vez que se enfrente a los villanos del mundo real? Los quirks son armas, All Might, y muy poderosas. Es una realidad que sin ellos tienes una posibilidad menos para pelear y una más para ser herido.
All Might asintió, entendiendo el punto de Nezu.
—Ishida me parecía una oportunidad estupenda para corroborar si era posible o no, durante su entrenamiento. Conocer sus límites, sus puntos débiles y fuertes, y brindarle las herramientas necesarias y más; hallar caminos y posibilidades juntos. Pero rechazó su aceptación. —Suspiró—. De cualquier forma, sea lo que sea que haya hecho ese niño, no es tu culpa. Como dijo Tsukauchi, hay muchas posibilidades respecto a lo que pasó: suicidio, secuestro, una cosa y después la otra, la segunda por malas influencias… Incluso si realmente intentó suicidarse, ya acarreaba un historial de acoso desde hace mucho tiempo, y si bien fue en el mismo edificio en el que habló contigo, existen otras muchas posibilidades de por qué hacerlo allí.
—Gracias, Nezu. —Toshinori sonrió levemente, triste.
El director volvió a servir té en su taza, pensativo. ¿Por qué Ishida, sin embargo, parecía tener un comportamiento extraño hacia All Might también?
«—Yo, eh… No. No puedo. No voy a ser un héroe», recordó. «¿“No puede”?».
Su expresión se volvió igual de seria que aquel día en el examen de ingreso y repasó todo lo que había escuchado de parte del niño y lo falso que había sonado, la forma en la que cubría su rostro y lo más importante: que no tenía un quirk.
—No pienses demasiado en ello, All Might. De seguro aparecerá pronto. Lo presiento.
Bebió un sorbo de su té y estrechó los ojos, sonriendo levemente. ¿De verdad era sólo una coincidencia?
«¿Qué me escondes, Ishida?».
(...)
Izuku llegó junto a Shigaraki en el momento en el que esa bestia de piel negra golpeaba repetidamente la cabeza de Eraser Head contra el suelo.
Tomura ni siquiera volteó a mirarlo, sino que se dedicó a explicar las cosas que podía hacer el ahora conocido “Nomu”—una vez más, La Liga autodelatándose—, mientras Izuku ataba sus borcegos, agachado, y acomodaba su cabello despeinado hacia atrás. La sola idea de pensar cómo habían logrado tan aberrante experimento humano hizo que se estremeciera.
Aizawa, cuando el Nomu levantó su cabeza, aún con la vista nublada, el rostro cubierto de tierra, sangre y su cabello, y el cansancio acumulado, pudo reconocer la figura del nuevo villano agachado a pocos pasos de él.
«¿No era uno de los Cuervos de Overhaul?», se preguntó. Era la primera vez que lo veía desde entonces. «¿Por qué está con ésta “Liga de Villanos” ahora?».
Una vez Izuku estuvo de pie, pudo observar la conmoción que había en la entrada, y segundos después, Kuroguiri apareció al otro lado de Shigaraki.
—Un estudiante pudo escapar —dijo.
Tomura comenzó a rascar su cuello, cada vez más rápido y más fuerte.
—Kuroguiri, tú… Si no fueras nuestra puerta de escape, ¡te cortaría en pedazos! —gruñó, exasperado, pero de repente, como casi nunca sucedía, dejó de rascar—. No podremos contra una docena de profesionales. Es un game over.
«Debería dejar de jugar tantos videojuegos», pensó Izuku, rodando los ojos. Luego los estrechó hacia la entrada. «Probablemente el chico que escapó sea El Gritón. Su quirk es conveniente para eso».
—¡Argh, que termine justo ahora! —se quejó Tomura—. Regresemos a casa.
Izuku quiso suspirar de alivio, pero no lo hizo. Tenía un mal presentimiento sobre esto. A Shigaraki no le gustaba dejar sus juegos a medias.
Y cuando la cabeza de Eraser fue alzada una vez más, sus ojos no miraron a los villanos con cansancio y dolor, como era hasta ahora, sino que se desviaron levemente hacia su derecha y se abrieron un poco, tiñéndose de temor y preocupación.
Su expresión llamó la atención de Izuku, que se preguntó qué podría causarle ese sentimiento, y siguió el rastro de su mirada. Los chicos de la zona de inundación habían logrado escapar, y ahora observaban todo desde el lago artificial. Uno de ellos dos era nada más y nada menos que Shinso.
—Oh, cierto. ¡Antes de irnos, golpeemos algo de su orgullo como Símbolo de la Paz!
Fue en sólo un instante: Shigaraki pronunció esas palabras y echó a correr hacia el lago artificial, al mismo tiempo que la cabeza de Izuku giró hacia allí, siguiendo la mirada de Eraser Head. Él corrió también, pero por motivos diferentes, desesperado, sintiendo el temor escalar por todo su cuerpo y su corazón desbocado.
Vio cómo la mano de Tomura se estiraba hacia el rostro de la chica de cabello verde, y en un microsegundo las imágenes de ella desintegrándose le inundaron la mente.
«Lo siento, pero es mejor esto que morir», pensó, justo antes de darle una patada en la mandíbula.
Ambos cayeron al agua y rápidamente Izuku se levantó y lo comprobó: nadie había sido herido. La mano de Shigaraki estaba tendida en el aire, desintegrando la nada.
—Vaya, no creí que te sumarías a mi plan —le dijo—. El maestro dice que eres blando, ¡pero actúas rápido!
«¿De qué mierda está hablándome?».
—Pero organicémonos, no podemos dar una mala impresión frente a los estudiantes. —Shigaraki volteó a verlo con una sonrisa macabra—. ¡Tú mata a la niña y yo me encargo de este!
Entonces entendió lo que quiso decir, y cuando cambió su postura, girándose hacia en otro lado, Izuku quiso ponerse de pie y evitar que matara a Shinso, por mucho que eso le fuera a costar, por mucho que tuviera que sacrificar, que sacrificarse, pero el agua lo hizo resbalar, y ni él ni la lengua de la chica impidieron que Shigaraki tocara su rostro.
Sin embargo, nada pasó.
—Realmente eres increíble, Eraser Head —dijo.
Detrás de ellos, el héroe levantaba la cabeza con firmeza, borrando su quirk, pero esa salvación no duró mucho. Izuku sintió que su mundo se venía abajo cuando volvían a aplastarlo contra el suelo y Tomura comenzaba a moverse una vez más.
Para su suerte (extrañamente) hubo un estruendo en la puerta, y a través de ella, ingresó All Might.
«¡Hasta que al fin llegas!», suspiró Izuku, con el corazón latiendo a mil por hora. ¿Cuánto había tenido que sufrir hasta este momento?
—¡Todo está bien ahora, porque yo estoy aquí! —exclamó. Lucía furioso, sin ninguna sonrisa.
Izuku lo observó unos segundos. Este era su primer encuentro oficial con él como un villano, y por alguna razón, eso le parecía significativo.
All Might avanzó a la velocidad de la luz, rescató a Aizawa y lo llevó a la entrada, y luego volvió y se llevó a sus alumnos, golpeándolos levemente a él y a Tomura en el transcurso.
—Un roce de este tipo no es una broma —dijo Izuku, mientras tosía y sostenía su máscara. Agradecía que estuviera hecha a base de un quirk y no fuera capaz de caerse por nada en el mundo.
—Esto no es bueno... —susurró Shigaraki, acercándose a la mano que había caído de su cuerpo—. L-lo siento, Padre. —La levantó y la puso en su rostro nuevamente—. Me golpeó mientras los estaba salvando. Es tan rápido como se esperaba, no puedo seguirlo con mis ojos. Pero, no es tan rápido como pensé que sería. Supongo que es verdad… Se está debilitando. —Sonrió horripilantemente.
Y así, comenzó la pelea de All Might contra el Nomu, pero, en el momento en el que se suponía que Kuroguiri debía partirlo a la mitad con sus portales, una ráfaga de hielo congeló a la bestia de piel negra y le dió el tiempo suficiente al héroe de escapar de esa trampa.
—¿El hijo de Endeavour? —murmuró Izuku, observando al chico de dos colores, Todoroki Shoto.
—Mocoso versus mocoso —dijo Tomura.
Izuku suspiró y tomó su pistola y le quitó el seguro. Sabía que se refería a que debía atacarlo.
«Tiene un quirk emisor y de largo alcance. No es bueno para mí», pensó. Lo suyo eran las peleas cuerpo a cuerpo. No tenía mucho con lo qué defenderse a la distancia.
Ambos se prepararon para luchar, pero una estruendosa explosión hizo que voltearan las cabezas.
Katsuki apareció y atrapó a Kuroguiri, y detrás de él se lanzó Kirishima contra Tomura e Izuku. Los dos saltaron al unísono pero en diferentes direcciones, esquivándolo, y él aprovechó, sabiendo que pelear contra tres sería un suicidio, y disparó hacia Todoroki en el aire. Exitosamente, la bala le dio en el antebrazo (aunque había apuntado al hombro), y gritó de dolor.
Cayó de espaldas contra el suelo. El duro concreto hizo que le doliera un infierno, pero no tuvo tiempo de quejarse o recomponerse lo suficiente, porque Kirishima lanzó un puñetazo hacia él.
Rodó a un lado, pero recibió parte del impacto.
Se puso de pie de un salto y el pelirrojo atacó de nuevo, pero ya parecía seguir un patrón e Izuku esquivó su brazo, esta vez siendo su turno de lanzar un puñetazo a su rostro. Golpeó su nariz con éxito, haciéndola sangrar, y aprovechando su desconcierto golpeó también su rodilla, que no estaba endurecida, y él cayó al suelo.
Pero Kirishima no se dejaría vencer tan rápido y se levantó, aunque el villano ahora lo apuntaba con su arma, lo que lo obligó a quedarse quieto. Si bien le habían dicho que su quirk era a prueba de balas, nunca había estado en una situación como esta, a riesgo de recibir un disparo, además de que el tener una pistola tan cerca era intimidante y aterrador.
—Estamos en aprietos. Los chicos de estos días son increíbles —dijo Tomura—. Nomu.
Ante el llamado, el Nomu se liberó y se regeneró, y bajo las órdenes dadas fue en rescate de Kuroguiri, propinando un golpe avasallante en dirección a Bakugo.
Izuku giró la cabeza como un relámpago y siguió el rastro del impacto, esperando a que la nube de polvo se dispersara. ¿Katsuki estaba…?
Una extraña emoción revolvió su estómago y escaló por cada centímetro de su cuerpo, haciéndolo sonreir.
La nube se dispersó y Katsuki no estaba ahí.
—Espera. ¿Qué? —dijo Todoroki, confundido.
Bakugo estaba a su lado, al igual que Kirishima. All Might los había salvado.
«Está vivo», pensó Izuku, y su sonrisa se esfumó. «Creí que había muerto».
Se sobresaltó. ¿Qué…? ¿Qué estaba…? ¿Acaso estaba feliz ante la idea de que Katsuki podría estar muerto?
Un escalofrío le recorrió la espalda junto a la culpa. Ahora parecía exactamente como él: una persona cruel. ¿Qué diablos le había hecho la convivencia con villanos?
No. Estaba buscando excusas. Estos eran sus propios pensamientos.
—Somos cuatro contra cuatro —dijo Todoroki, observando a sus contrincantes y sacando a Izuku de sus pensamientos.
—Nomu, Kuroguri. Vayan con All Might. Nosotros nos encargamos de los mocosos —ordenó Shigaraki.
Con ambas declaraciones, todos se lanzaron al ataque, pero las ondas de choque de los golpes de All Might y el Nomu enviaron al resto metros y metros más lejos, en una pelea que era imposible de seguir con los ojos, hasta que finalmente el Símbolo de la Paz mandó a volar a su oponente fuera de la USJ.
—Ahora es su turno, ataquenme, villanos —retó el héroe.
Izuku observó el humo que salía de su cuerpo y se mezclaba con el polvo. Estaba en su límite.
—¿Débil? No puede ser. ¡Fuimos completamente superados¡ ¡¿Uso algún hack?! ¡¿Ese tipo me mintió?! —Tomura tembló de rabia.
Definitivamente debía jugar menos videojuegos.
—¿No vendrás? Derrótame si puedes —All Might presionó.
—Tomura Shigaraki, cálmate —dijo Kuroguiri, frenando la forma en la que había comenzado a rascarse—. Mira cuidadosamente. Los ataques de Nomu definitivamente lo cansaron. Además, los niños parecen petrificados del miedo y aún nos quedan subordinados qué usar. Tenemos algunos minutos para matarlo antes de que vengan los profesionales.
—Es verdad. Tenemos que hacerlo ahora. El jefe final está frente a nosotros.
Izuku maldecía el momento en el que Tomura era una persona fácil de convencer, porque un sólo ataque, por más débil que fuera, y All Might estaría fuera. Incluso muerto, como quería la Liga.
Se preguntó si debería hacer algo. Era el único ahí que verdaderamente sabía su secreto, el de su transformación y su forma real.
Pero antes de que pudiera y de que lo atacaran, comenzó una balacera hacia todos los villanos. Parecía que la suerte sí había estado de su lado pese a todo, porque esta agilidad de disparos sólo podía ser obra del héroe profesional Snipe.
Mientras esquivaba las balas —aunque pocas se dirigían en su dirección—, miró hacia arriba y pudo observar a todos (literalmente todos) los profesores de la UA y sus quirks en acción.
Tomura y él retrocedieron cuando apuntaron hacia ellos. Ambos recibieron algunas, que era de esperar ya que estaban frente al mejor tirador de Japón, pero Izuku no se dejó amedrentar y también sacó su pistola, apuntando hacia los héroes. Por supuesto, su vista no era tan aguda y, en lugar de darle a su objetivo, atravesó la ventana arriba de su cabeza.
Kuroguiri los protegió envolviéndolos en un portal, y así, volvieron al bar.
Tomura comenzó a quejarse mientras ambos sangraban en el suelo, exhaustos.
—La próxima vez, reúne a los mejores y demuéstrale al mundo el símbolo que eres, Tomura Shigaraki —dijo All For One a través de la pantalla.
(...)
Al día siguiente, algunos maestros de la UA se reunieron con Naomasa Tsukauchi, quien había sido puesto al frente del caso, para dialogar sobre lo sucedido en la USJ.
—La policía investigó al grupo llamado “Liga de Villanos” —comenzó Tsukauchi—. Los setenta y dos villanos atrapados eran vándalos y criminales de poca monta, exceptuando al Nomu, que parece contener ADN de diversas personas. Los otros tres que lograron escapar son: Tomura Shigaraki, de entre veinte y treinta años, con un quirk que le permite desintegrar todo lo que toca; Kuroguiri, el de los portales, y un último sujeto sin nombre, que anteriormente trabajó para Overhaul.
—Prácticamente no sabemos nada —dijo Vlad King.
—Debemos darnos prisa. Cuando su líder, Shigaraki, esté recuperado, volverán a atacar —agregó Snipe.
—La impresión que Shigaraki me dio fue la de alguien que no ha superado la sensación infantil de omnipotencia. —All Might rascó su barbilla.
—Entonces, un niño con poderes —concluyó Vlad King.
—Hablando de niños… —Nezu inhaló profundamente—. El villano que llevaba puesto un traje formal y del que no sabemos ni su alias ni su quirk, ¿no lucía demasiado pequeño? Era más bajo que Kirishima.
—Es cierto. —All Might levantó las cejas, sorprendido—. De ninguna manera. ¿Estás diciendo que podría ser un niño?
—Quizás —respondió Nezu—. ¿Podrías explicarnos eso de que trabajó para Overhaul, Naomasa? Por favor.
—Por supuesto —dijo—. Hace poco, el Shie Hassaikai pasó su mando a Kai Chisaki. Con él, el grupo yakuza tomó un ritmo más violento y acelerado, y entre sus cambios, comenzaron a aparecer los “Cuervos”. No se sabe mucho de ellos, además de que eran una especie de matones especializados, ya que sus actividades se centraban principalmente en otros villanos y pocas veces se cruzaban con algún héroe. Sin embargo, Aizawa tuvo la oportunidad de luchar con un par de ellos una vez. Pudo reconocer que el chico en el ataque a la USJ era el mismo de entonces, y también declaró que parecía ser demasiado joven. Por lo demás, sólo sabemos que sus ojos son verdes. Ni su nombre, ni su quirk, ni su rostro.
Nezu frunció el ceño, afligido.
—¿No son como nuestros estudiantes? Niños, adolescentes. ¿Y si una mente malvada está empujándolos cada vez más hacia la maldad? ¿Cómo podría terminar eso?
—Lo sé, director —dijo Midnight—. ¿Qué circunstancias los habrán llevado hasta allí?
—Oh, olvidé mencionarlo —cortó Tsukauchi—. Según la investigación de Nighteye, los Cuervos duraban sorpresivamente poco. Un mes, como mucho; pero contra los que luchó Aizawa llevaban aproximadamente seis meses en acción, hasta que desaparecieron repentinamente y Overhaul no designó ningún otro Cuervo más.
—Es extraño… —musitó All Might—. ¿Desaparece del Shie Hassaikai y luego se une a la Liga de Villanos? ¿Por qué?
—¿Estás seguro que no saben su quirk? —preguntó Snipe—. Aizawa dijo que tenía buena puntería. Y él casi me dispara, desde tan lejos. La bala impactó a un lado de mí cabeza. ¿Podría tener un quirk como el mío, tal vez?
—Es una buena teoría —dijo Naomasa. Luego suspiró. —. Bueno, por lo demás, hay pocos heridos. Eraser Head y Trece tuvieron que ser operados de urgencia, mientras que Todoroki recibió un disparo y Kirishima tiene varios golpes, pero no hubo ninguna baja. Al menos, hay una buena noticia.
—Sí… Hay que estar atentos. Reforzar la seguridad de la escuela no vendría mal. Me pondré en contacto con los demás profesores e idearemos algo —dijo Nezu.
—De acuerdo. Con esto, damos por terminada la reunión. Agradezco su tiempo y no duden en llamarme si surge algo. Los veré luego.
—Adiós, Tsukauchi.
(...)
—Se acerca el festival deportivo —anunció Aizawa, con el cuerpo cubierto de vendas.
Los estudiantes comenzaron a gritar y saltar, emocionados, mientras que en la oficina del director, una carta muy curiosa hacía acto de presencia, alimentando su curiosidad. Y en el bar, un inquieto chico dudaba de su próximo movimiento. ¿Debería tentar a la suerte?
(...)
̨𖥔 ִ ་ ، ˖ ࣪ ་ ˖ ʿ ִ ۫ ּ ִ ۫ ˑ ֗ ִ ˑ ּ 𖥔 𓄼 ࣪ ִ ۫ ּ ֗ ִ ۪⊹ ˑ ִ ֗ ִ ۫ ˑ ᳝ ࣪ 𓄹 ⊹ ᳝ ࣪ . ִ ་ ּ
୧ ׅ𔘓 ۫ Nota de la autora๑ ִֶָ : ahre, desaparecía de nuevo.
Lo bueno se hace esperar(?
Sabrán disculpar, tengo un promedio qué mantener en la escuela, así que sólo escribo los fines de semana, je.
Como verán, acorté muchos detalles del episodio a como es originalmente y resumí las escenas, lo cual no sé si hice bien porque creo que le quita acción y llamativo al capítulo. ¿Qué creen?
Tampoco se me da muy bien escribir escenas de peleas pero hago mi mayor esfuerzo. 😔
Respecto al traje de Izuku, se que es muy típico hacer que use camisa y corbata, peeeeeero tengo un porqué. (???) Más adelante se va a explicar.
Espero que les haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo, que va a ser… ¿dentro de un año? AHRE.
—Llovizna. 🌧️
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