Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. Al final del abismo

Guía introductoria para novatos
• — ➭ diálogo o una segunda forma de paréntesis (-), aunque se lee distinto. Interprétese según la situación.
• »/« ➭ continuación de un diálogo cuando es demasiado largo (extiende un párrafo).
• «/» + cursiva  ➭ pensamiento o recuerdo.
(...) ➭ cambio de escena o final de capítulo.

────────────────────────────────────────────────────────

All Might pasó por su lado, a paso lento, miserable, torturando las retenidas lágrimas de Izuku, que querían salir. Cuando finalmente escuchó sus pasos bajar por la escalera, rompió en llanto. Era un llanto silencioso, ahogado, como siempre había sido su dolor. Creía que nunca se había sentido tan roto como en ese momento.

Con aquella libreta, quemada y húmeda al mismo tiempo, se abrazó así mismo, con la intención de que los pedazos (de él, de su esperanza, de sus sueños, de su felicidad), se mantuvieran unidos pese a estar agrietados.

Una mentira. Tan sólo una mentira le hubiera bastado para intentarlo, para creer, tontamente, que había alguien apoyándolo; porque no importaba si su madre lo miraba con lástima o sus compañeros se burlaban, siempre y cuando hubiera al menos una persona teniendo fé en él, tendría la confianza de seguir. Entonces, ¿por qué no le mintió? ¿Por qué no le ofreció una falsa esperanza que lo hiciera feliz por un momento? Aunque fuera una simple farsa, aunque lo sumergiera más en la ignorancia de querer alcanzar algo imposible, ¿no era la ignorancia lo que permitía que la gente fuera feliz? Pero en lugar de eso, All Might lo envió de regreso a la realidad con un golpe que había estado evitando desde los cuatro años.

El llanto ahora eran gritos desgarradores, y mientras caía al suelo y soltaba la libreta, sentía como su cuello parecía estar ahorcándose. El dolor de que su ídolo haya sido quien puso fin a su ilusión, distorsionada de la realidad, era tan fuerte como el hecho de perder su sueño en sí.

Se maldijo a sí mismo, y preguntó al aire el por qué, por qué le dolía tanto cuando ya sabía que no podía cumplir su sueño sin un poder, por qué había nacido sin un quirk, y por qué no podía ser un héroe sin poseer alguno.

Cuando sus lágrimas, mezcladas con gritos, hipo y arañazos a sí mismo, por fin cesaron, observó el cuaderno: "Análisis de héroes para el futuro". Recordaba el momento en que había empezado a escribirlos, con la inocencia de un niño y un futuro proyectado en sus ojos. Hoy eso no existía. Esta era la última de una larga serie de trece. Había hecho más de una por año, y con mucho entusiasmo. ¿Tanto esfuerzo para qué? ¿Tenía alguna utilidad ahora? ¿Siquiera él mismo era útil?

Se quedó un rato más en esa azotea, mirando a la nada, en silencio, con alguna lágrima que caía de vez en cuando. ¿Qué debía hacer? Había dedicado toda su (corta) vida, todos sus pensamientos, todas sus ideas, todos sus sentimientos, todo su tiempo, absolutamente todo, a convertirse en un héroe, ¿pero y ahora? Quizás sonaba extraño abandonar todo por la palabra de una sola persona cuando cientos se lo habían dicho antes, pero no era lo mismo. Cuando el héroe número uno es quien te rechaza, y además tu ejemplo a seguir, entonces es hora de soltarlo.

Una explosión a lo lejos hizo que se sobresaltara, inevitablemente sacándolo de sus pensamientos. Quizás ya era hora de volver a casa.

Caminó despacio, con el ceño fruncido y los ojos hinchados de tanto llorar, sin prestarle atención a nada. Pese a aceptar que debía soltarlo, su mente obstinada no podía aceptar renunciar, y es más, no podía entender cómo no podía lograrlo.

—¡Tranquilos, todos cálmense! ¡Y quédense detrás de la cinta de seguridad!

El grito hizo que Izuku levantara la cabeza, y cuando sus sentidos revivieron y pudo captar el bullicio, la multitud amontonada y las llamas del fuego, se dio cuenta de que había caminado hasta el lugar de la explosión inconscientemente.

«¿Vine hasta aquí por mera costumbre?», pensó. Siempre solía ir hacia los grandes accidentes con la esperanza de observar a algún héroe. «Patético, soy patético».

No podía ver bien quién era el villano o rehén (¿o ambos?) por la gran cantidad de personas, pero podía reconocer a algunos héroes como Death Arms, Kamui Woods y... ¿Mt. Lady tratando de llegar al lugar?

—¡Necesito un espacio de al menos dos carriles! —exclamó la heroína que había debutado esa mañana, mientras movía su pie dubitativamente por encima de la multitud alocada.

Izuku frunció el ceño. ¿Por qué perdían el tiempo de esa manera? ¿No era más fácil correr en su forma normal? ¿No llegaría más rápido? ¿Y dónde estaban los policías de apoyo? ¿Por qué los héroes no buscaban formas más innovadoras de ayudar que sólo sus quirks? Hizo una mueca. Toda la situación parecía muy mal regulada. Debería decírselo a alguno de los héroes.

Comenzó a adentrarse entre el bulto de personas que observaban la pelea (o algo así). Solía notificar cuando encontraba una mala ejecución de la seguridad o cosas por el estilo, era como una habilidad que había desarrollado al escribir sus cuadernos —y estudiar medidas de seguridad como una herramienta para el futuro—, aunque claro, si por casualidad se enteraban de que era un quirkless, entonces todo lo que había dicho quedaba invalidado automáticamente.

Estaba a punto de llegar a la primera fila y de ver al rehén, pero su teléfono vibró en su bolsillo con una llamada antes de que pudiera hacerlo. Rápidamente lo tomó, extrañado de recibir una llamada, ya que no tenía casi contactos además de su madre, una vecina y gente con la que no hablaba hace años.

—¿Hola, mamá? —Su voz sonó algo rasposa. Aún permanecían las secuelas de llorar.

—Buenas tardes. Asumo que usted es el hijo de la señora Midoriya, ¿cierto? —dijo un hombre del otro lado.

—Sí, soy yo. ¿Por qué?

—Llamo desde el hospital Yuko, su madre-

—¿¡L-le sucedió algo a mi madre!? —interrumpió con nerviosismo.

El hombre soltó una risita.

—Tranquilo, ella se encuentra bien.

Izuku suspiró de alivio.

—Se desmayó en la calle, cuando salía del supermercado. Sólo le bajó la presión, pero nadie sabía eso y como no había héroes cerca una muchacha tuvo que ayudarla y llamó a una ambulancia.

«¿"No había héroes cerca"? ¿"Tuvo"?» , se repitió, frunciendo el ceño. «¿Del que haya o no héroes cerca depende el sentido de solidaridad de las personas?».

No sabía por qué hoy estaba cuestionando tanto a los héroes, pero quizás no era tan malo, era como comenzar a verlos con nuevos ojos. Tal vez su burbuja de idealización había explotado.

—¿Podría darme la dirección del hospital?

Pese a la preocupación por su madre, había un nuevo sentimiento en él, un entusiasmo por algo nuevo. Sí, quizás All Might tenía razón, quizás había otras cosas que podía hacer para ayudar a la gente. Reinventarse y adaptarse. Ahora que estaba más calmado y con la mente fría, sabía que el mundo no había acabado. No todo en la vida era ser un héroe. Sí, eso.

Luego de recoger a su madre en el hospital, ambos volvieron juntos a casa. Sus abrazos y su comida casera lo consolaron sin decirle una palabra de lo que había vivido ese día. Ella era lo más valioso para él.

—Mamá —llamó.

—¿Qué sucede, Izuku? —Inko inclinó la cabeza preocupada. Su hijo parecía muy decaído hoy, incluso cuando estaban en el hospital sus ojos lucían muy rojos, como si hubiera estado llorando.

—Yo... —Su voz tembló y levantó la cabeza para observarla, con la mirada empañada, a punto de llorar—. He decidido que no seré un héroe.

Inko abrió mucho los ojos y sin querer, dejó caer sus palillos, totalmente sorprendida. Nunca esperó escuchar eso. Pese a que lo deseaba, porque era temerosa (de lo que podía pasarle), nunca creyó que su hijo se daría por vencido.

—¿Qué...? ¿Izuku, estás seguro?

Izuku, decepcionado y triste porque su madre parecía aliviada, también se sentía un poco feliz, porque aún así fingía que quería apoyarlo.

—Sí. Estoy seguro.

Luego de cenar fue a su cuarto y decidió que iba a cambiar su vida. Guardó en cajas casi todo lo relacionado con All Might, excepto un póster y una figura de acción. No le guardaba resentimiento, de hecho creía que verdaderamente le había dado un consejo y había sido amable con él, pero el fanatismo excesivo no era sano. Vendería el contenido de las cuatro cajas y con ese dinero, compraría pesas y libros sobre medicina, la policía, los bomberos y el ejército. Iba a ejercitarse e informarse. Ahora tenía una gama de opciones sobre su futuro. Una vida normal, sí. No necesitaba nada más. Nada más.

Miró la pila de libretas en la esquina de su habitación. No iba a tirarlas, había puesto demasiado esfuerzo y dedicación en ellas como para simplemente desecharlas, y ellas habían sido testigos de toda su vida, no podía olvidarlas así como así. Además, desde esta tarde había pensado que quizás, al final, podrían ser muy útiles, ¿no? Él puede ver los puntos débiles y fuertes de los héroes, las fallas en los trajes y la mala administración de las peleas en la vía pública. Tal vez... tal vez podría ayudar con eso. ¡Tal vez podría ayudar a mejorar la calidad del heroísmo!

La idea rápidamente lo entusiasmó y recordó que debía escribir lo que había visto de Mt. Lady hoy, pero, cuando fue a buscar la libreta trece a su mochila, no estaba. Se puso nervioso y empezó a buscar con más efusividad, quitó todo lo que contenía su mochila, revolvió sus sábanas y tiró la pila de las otras libretas, ¡pero la trece no estaba! ¿Dónde la había dejado?

«Oh...».

De repente recordó: la había dejado en la azotea, cuando se encontró con All Might. Mierda, ya era muy tarde en la noche como para ir a buscarla, su madre también dormía y no le daría permiso de salir a estas horas. Tendría que ir mañana.

—¿Pero y si llueve? Ya ha sufrido mucho con los maltratos de Kacchan. ¿¡Y si alguien se la lleva!? ¡Tiene la firma de All Might, vale mucho!

En un impulso, se arriesgó, tomó las llaves y salió de su hogar lo más silenciosamente posible. Su madre no tenía por qué enterarse que había salido a esa hora, sólo tenía que tomar su cuaderno y volver. Sencillo.

A paso acelerado, rápidamente llegó al barrio de aquel edificio. Toda la zona estaba en construcción y no parecía haber cámaras. Eso era bueno, el secreto de All Might no se había echado a perder por su culpa, pero... por alguna razón, le generaba una mala sensación.

Subió las escaleras y, finalmente, ahora estaba en la azotea. Suspiró de alivio al ver la libreta en el mismo lugar donde recordaba haberla dejado.

—¡Menos mal!

La levantó del suelo y la chequeó. Estaba intacta. O, bueno, intacta a como estaba antes de perderla. Seguía quemada y arrugada.

—La noche está tan hermosa... —murmuró y se acercó a la barandilla, apoyando sus brazos en ella.

Las estrellas brillaban como pequeñas joyas, y la luna era particularmente grande y amarilla. Podría quedarse horas mirando el cielo, era una de las cosas que más le fascinaban. Había veces que se desvelaba observándolo.

Levantó la libreta y la miró. Sus emociones eran demasiado confusas e intensas.

«—¡Si tanto quieres ser un héroe, confía en que nacerás con un quirk en tu próxima vida y salta de un edificio!».

Kacchan, él.... él no quiso decirle que hiciera eso, ¿verdad? Sólo estaba jugando, ¿no? No suele pensar mucho antes de hablar.

Pero por alguna razón miró hacia abajo, hacia la calle que se extendía debajo de la azotea. Un abismo. La caída sería fatal.

Atraído por el magnetismo del final, levantó una pierna y se subió a la barandilla. No iba a arrojarse. No lo iba a hacer, sólo...

Se preguntó si es que Katsuki querría que saltara ahora mismo. Él no lo sabía, ¿cierto?  Lo mucho que Izuku había estado así, justo como ahora en este edificio: siempre al borde de un abismo tembloroso de esperanza, observando el final oscuro que lo esperaba debajo si caía. Si hubiera sabido que no era una idea tan alejada en su mente, ¿aún así se lo hubiera dicho?

Se rió de su propia inocencia. Por supuesto que lo sabía. No entendía por qué era tan malo con él, cuando se suponía que eran amigos.

Pero de alguna forma, en el fondo, se sentía un poco aliviado. Ya no tenía que estar al borde de ese abismo, ya no contaba con la incertidumbre hacia el futuro, ahora sus metas eran más tangibles. Las palabras de All Might no habían sido el empujón fatal, sino que lo habían guiado por un nuevo camino, un nuevo destino. No era tan malo, sólo tenía que acostumbrarse.

Sin embargo, no podía evitar sentirse decepcionado.

«—Los profesionales arriesgan sus vidas».

Él hubiera arriesgado todo. Todo, por serlo. Pero parecía que su "todo" era insignificante.

El sonido de un desesperado llanto proveniente de la calle hizo que mirara hacia abajo una vez más, pero esta vez, un fuerte vértigo lo golpeó.

Quizás fue porque meditó la posibilidad, quizás porque había salido en medio de la noche, quizás porque se había subido a la baranda o porque tenía mal equilibrio; o quizás era porque no podía escapar del abismo, pero su pie falló y se resbaló.

—¡No! —gritó. Su corazón latió desesperado, y sus manos, ilusas, se estiraron tratando de agarrarse de lo que sea, de salvarse.

La caída parecía que iba en cámara lenta, y como en una película, su cabeza le recordó su vida entera y se dio cuenta de lo patética e infeliz que había sido. La palabra "inútil" era tan recurrente como respirar, y se preguntó por qué nunca se había defendido. Si hubiera alzado la voz, si hubiera sido más valiente... Todo ya estaba por terminar pero... Si tuviera otra oportunidad, nunca dejaría que lo volvieran a tratar de esa manera.

«Todavía hay tantas cosas que quiero hacer...».

Su cabeza y su espalda impactaron contra el suelo brutalmente, pero no murió al instante, podía sentir como su cráneo se partía y sus huesos se rompían y la sangre comenzaba a brotar.

Un fuerte grito, aniñado, se escuchó a su lado, y con la vista demasiado nublada, vio una silueta que se agachaba frente a él y tomaba su libreta.

—"Análisis de héroes para el futuro" —leyó, con voz rasposa, y luego, rio.

«Mamá... Lo siento». Sus ojos se llenaron de lágrimas. Sólo podía pensar en lo mucho que esto le dolería. «Espero que seas feliz aún sin mí».

Ah... Una vez más, el destino lo jodía. Primero sin un quirk, y ahora, que decidía caminar por otro lado, lo empujaba con fuerza hacia abajo. Parecía como si no quisiera que abandonara sus esperanzas pero tampoco cumplir sus sueños.

Cerró los ojos, y sintiendo como su corazón latía cada vez más lento, recibió la oscuridad.

No pudo evitar la caída, y así, se condenaron todos sus sueños: muertos, al final del abismo.

(...)
̨𖥔 ִ ་  ، ˖ ࣪  ་  ˖  ʿ ִ ۫  ּ   ִ  ۫   ˑ ֗  ִ   ˑ    ּ  𖥔 𓄼   ࣪  ִ  ۫   ּ  ֗  ִ    ۪⊹  ˑ  ִ  ֗   ִ  ۫   ˑ   ᳝ ࣪  𓄹 ⊹   ᳝ ࣪ .  ִ  ་  ּ
୧ ׅ𔘓 ۫ Nota de la autora (aesthethic's version)๑ ִֶָ :  *reaparece después de un año sin publicar absolutamente nada*

Bueno, holaaa. ¿Cómo están? No puedo creer que le hice ghosting a mis propios lectores JAJJJSJJKQD. Es que pasaron cosas (? Nah, hablando en serio, hubo muchos cambios, en mí, en mi vida, en el mundo en sí, en mi país. Me pasaron muchas cosas y empecé a "vivir más en el mundo real" y me alejé de Boku no Hero y del anime en general, no tenía planeado volver (aunque me daba un poco de culpa haber desaparecido así como así), pero el último tiempo sentí la necesidad de retomar la escritura, porque siempre fue algo que me gustó. De antemano pido disculpas si algo no tiene sentido o no cuadra con el canon cuando debería, porque hace mucho no veo BNHA y ni ganas de tragarme 6 temporadas de nuevo, ¿vieron?

En fin, primer cap después de la edición. Creo que ya sabemos que no hay que creerme cuando digo que "voy a volver pronto", ya ni las personas que leían mi fic deben estar en Wattpad JQHEJQKJEJW.

Si la analogía del capítulo no se entendió, me avisan y la explico :^

Y bueno, díganme qué les pareció la edición en los comentarios (parezco youtuber😭), la nueva portada y todo eso, y si hay algunos viejos y que se acuerden de cómo era esto antes, prepárense que va a cambiar mucho (si Dios quiere, para bien).

Con eso, me despido.

—Llovizna. 🌧️

Pd: feliz año nuevo. Este es mi regalo. 😙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro