La mañana después del baile, Audrey se acercó al otro lado de la cama cuando se despertó, solo para encontrar que Elijah no estaba allí. Una vez que se duchó y se vistió, antes de bajar las escaleras, encontró a Klaus y Kol en la sala de estar. El híbrido tenía los ojos pegados a su bloc de dibujo, dibujando algo con total concentración, mientras Kol paseaba aburrido.

— Ahí estas, cariño. Te tomaste tu tiempo esta mañana. — Kol soltó, sus labios se torcieron en una sonrisa. — ¿Elijah te canso tanto?

— Kol. — Audrey le dio una mirada. — Para. — advirtió, antes de sentarse junto a Klaus en el sofá.

Él miró hacia arriba y le dio una pequeña sonrisa, notando que sus ojos se agrandaron ante el dibujo en su libreta. Cuando abrió la boca para decir algo, él rápidamente le puso un dedo en los labios y la miró. — Para.

Audrey sonrío inocente. — No dije nada.

— No tenías que hacerlo. — Klaus respondió,

Cuando abrió la boca para replicar, los tres escucharon la puerta principal abrirse, y una sonrisa apareció instantáneamente en el rostro de Kol. La única mujer de los hijos de Mikaelson entró, todavía con el vestido de la noche anterior, el cabello desordenado y los tacones en la mano. Audrey levantó una ceja y la rubia le dio una pequeña sacudida de cabeza, murmurando "más tarde" para ella. Por lo que Audrey sabía, Matt había sido su cita para el baile anoche, pero eso terminó en un desastre cuando Kol intentó matarlo.

— Bien bien bien. — Kol se interpuso en su camino. — ¡Ahí esta nuestra chica!

Rebekah le mando una mirada furiosa. — Apártate de mi camino, Kol.

— Fuera toda la noche. — Kol hizo una mueca, sin hacer ningún esfuerzo par amoverse. — ¡Qué escándalo! Confío en que lo hiciste mejor que ese pobre. Matt, ¿verdad?

Audrey agarró uno de los lápices de repuesto que Klaus tenía a su lado y se lo tiró a la nuca de Kol. — Oye, deja de ser grosero con Matt. Es un buen tipo.

Kol la miró con una mirada juguetona, mientras Rebekah apretó los dientes enfadada con su hermano. — Si no cierras la boca te voy a tirar todos los dientes. — advirtió, su mirada se dirigió a Klaus mientras él se reía entre dientes. — ¡Y tu cállate Nik!

Klaus sonrío. — No dije nada

— Estoy aburrido. — Kol gimio, desplomándose en una silla. — Nuestra hermana es una ramera, pero al menos se divierte. Yo quiero también.

Klaus lo miro. — ¿Qué estas esperando? Anda, diviértete.

— No me gusta solo. — Kol argumento, mirándolo esperanzado. — Por favor, Nik. Me lo debes por clavarme una daga en el pecho.

Klaus le dio una mirada, antes de que una sonrisa dibujara sus labios. — Bueno, ¿Por qué no? — reflexiono, dejando su block de dibujo y poniéndose de pie. — Anoche no bebí lo suficiente contigo, matando a la cita de Rebekah.

— Ven con nosotros, Rey. — Kol hizo que la chica Gilbert se pusiera de pie. — Diviértete un poco. — Audrey fue a negar con la cabeza, cuando Elijah entró en la habitación desde el estudio, luciendo perdido en sus pensamientos. — Elijah, dile a tu adorable novia que se una a mi y a Nik.

Elijah miró hacia arriba, saliendo de sus pensamientos mientras le daba a Audrey una pequeña sonrisa. — Ve, querida. Tengo algunas cosas de las que debo ocuparme.

— Bien. — ella cedió, moviéndose y besando sus labios suavemente. — Te veré mas tarde. — ella sonrío, antes de seguir a Klaus, Kol la siguió rápidamente mientras Rebekah le lanzaba el talón.

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El trío terminó en el Mystic Grill para tomar una copa, y Audrey subió y les aseguró tres asientos en el bar, mientras Klaus y Kol se distraían dando golpes a Alaric y Meredith. Le dedicó una sonrisa al camarero y se ordenó un batido, mientras los otros dos finalmente se unieron a ella, pidiendo un whisky cada uno. Después de que Audrey impidiera que el menor de los dos hermanos Mikaelson mirara a Meredith Fell, comenzaron a divertirse, y los dos hermanos solo se emborracharon progresivamente a medida que pasaba el tiempo.

— A ella la recuerdo de anoche. — Kol señala la puerta, haciendo que Klaus y Audrey miren para ver a Caroline entrando. — Se ve... deliciosa.

Klaus le dio una mirada mientras siseaba. — Dices otra cosa y te arranco el estomago. — luego hizo un gesto con la mano hacia la chica Forbes. — Caroline.

Caroline dio una mirada de disgusto mientras se acercaba a la barra. — Oh, eres tú. — murmuro, antes de enviar una sonrisa a la chica Gilbert. — Rey.

— Ey, Care. —Audrey sonrió suavemente.

— ¿No quieres un trago? — el hibrido ofreció.

—Mmm. — ella tarareo en consideración. — Prefiero morir de sed. Pero gracias. — girando sobre sus talones salió, dejando a los tres mirándola.

— ¿No es una diosa? — Klaus soltó, mirando hasta que ella se perdió de vista.

Kol se rio disimuladamente. — Ciertamente se ve bien alejándose de ti.

— Lo tomare como un desafío. — se bebió a bebida y dejo el vaso en la barra antes de salir corriendo tras la chica Forbes.

— Eso va a ir muy bien. — Audrey comenzó mientras lo veía alejarse. — O horriblemente, horriblemente mal.

— Voto por lo último. — Kol sonrío, alzando su copa mientras tomaba un trago. Una vez que su vaso estuvo vacío, lo dejó en la barra y se puso de pie, sus ojos parpadearon hacia Meredith una vez más. — Vuelvo enseguida, cariño.

Audrey lo miró, pero Kol le prestó atención y se acercó a donde Meredith estaba sola en la mesa de billar. Sabía que era inútil intentar detenerlo, Kol siempre iba a hacer lo que quisiera. Ella confiaba en que él no haría nada estúpido en un lugar tan público, y sabía que Meredith era capaz de manejarse sola. Drenando lo último de su batido del vaso, la chica Gilbert se puso de pie y se dirigió hacia el baño, hasta que un rostro familiar le bloqueó el camino.

— Pequeña Gilbert. — Damon le sonrío tenso.

— Damon. — Audrey asintió moviéndose para rodearlo. Pero, el Salvatore se interpuso en su camino una vez mas, haciéndola levantar una ceja. — ¿Qué estas haciendo?

— Algo de lo que podría arrepentirme mas tarde. — admitió, con una pizca de culpa en sus ojos mientras la miraba. — Pero tu alma gemela realmente nos dejo sin otra opción.

— ¿A que te refieres...? — ella sintió un agudo y familiar escozor en su pecho, interrumpiéndola. Un grito ahogado escapó de sus labios, el dolor la golpeó más fuerte que nunca.

— Fácil. — murmuro el mayor, agarrándola mientras ella se tambaleaba hacia delante. — Lo siento, Audrey. — Suspiró, antes de levantar suavemente a la chica en sus brazos y sacarla de la parrilla. La confusión llenó el rostro de Audrey cuando terminaron en el callejón junto a la parrilla, que solo crece cuando Alaric arrastra a Kol afuera, la daga sobresaliendo de su pecho. Esto no debería estar sucediendo si no fuera Elijah. – Dile a tu sexy doctora, que dije buen trabajo.

De repente, Klaus se apresura y golpea a Alaric contra una pared, Stefan apenas puede hacer nada cuando Klaus lo noquea instantáneamente. La chica Gilbert no dudó en envolver sus brazos alrededor de su cuello mientras él la apartaba de Damon. — Te tengo, amor. — murmuro, sentándola con cuidado en los escalones.

— ¿Qué esta sucediendo? — pregunto en voz baja, haciendo una mueca mientras trataba de ignorar el dolor que irradiaba de su pecho.

— Voy a averiguarlo. — prometió, antes de pasar de ella a Kol, quitando la daga a su hermano menor. Sus ojos se posaron en Damon, una mirada furiosa se formó en su rostro, dando un paso peligroso hacia él. — ¡Debería haberte matado hace meses!

— Hazlo. — Damon lo desafío. — No evitara que Esther te mate.

La cabeza de Audrey se levantó de golpe, poniéndose de pie lentamente mientras el dolor se desvanecía. — ¿Que?

Damon no aparto los ojos de Klaus. — ¿No sabías que era amiga de tu mamá? Sí, tenemos mucho en común. Ella te odia tanto como yo.

El hibrido gruño mientras iba a atacar. — ¡Déjalo! — Elijah gritó con firmeza, mientras aparecía en la parte superior de las escaleras. Al instante, Audrey se volvió y se movió a su lado, el mayor de los Mikaelson besando su frente con alivio. — Todavía los necesitamos, Niklaus.

— ¿Qué hizo mamá? — le pregunto Klaus. — ¿Qué hizo ella, Elijah?

Elijah lo ignoró mientras miraba hacia Damon, agarrando su teléfono en sus manos. — Dime dónde están las brujas o haré que mi hermana mate a Elena ahora mismo.

Audrey no dijo nada, ya que todo hizo clic en su cabeza. Elena mintió. Sabía que Elijah no la amenazaría sin una buena razón, confiaba en él. Le preguntaron la noche anterior si Esther estaba planeando algo, y ella les dijo que no, y que ahora Esther estaba tratando de matarlos a todos. Sabía que debería estar enojada o molesta, pero Audrey no sintió nada.

Porque ya no estaba segura de por qué esperaba algo diferente.

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Una vez que Kol se recuperó y obtuvieron la ubicación de los hermanos Salvatore, los tres Mikaelson y Audrey se dirigieron a la vieja casa de las brujas. Como se dijo, Esther estaba fuera de la casa con Finn, la pareja estaba dentro del pentagrama extraído de la sal.

— Hijos mios, pasen al frente. — Esther los miró con calma.

— Quédate a mi lado, madre. — Finn le advirtió, entrecerrando los ojos en sus hermanos.

— Esta bien. — ella le aseguro. — No pueden entrar.

Su punto se demuestra cuando Kol se acerca al pentagrama, lo que hace que las antorchas que lo rodean se enciendan y lo obliguen a retroceder. Deja escapar una Burela, poniendo los ojos en blanco. — Que lindo. Estamos afuera, mientras el hijo bueno se sacrifica. Que patético eres, Finn.

— Callate, Kol. — Esther espetó. — Tu hermano conoce virtudes que ni siquiera puedes imaginar.

— Por lo que se, matar a tus hijos es una atrocidad. — Elijah le advirtió,

Esther negó con la cabeza ante sus palabras. — Lo único que lamento es que no los deje morir hace mil años.

— ¡Suficiente! —Klaus espetó molesto. — esta charla esta aburriéndome. Termina con esto o e enviare al infierno.

— Por mil años, me obligaron a verte. — ella miro entre sus tres hijos. — Sentir el dolor de cada victima que sufrio mientras derramaban sangre. — los ojos de Esther se posaron directamente en Elijah, quien mantuvo a Audrey protectoramente a su lado, su mano entrelazada con la de ella. — Incluso tú, Elijah, con tu pretensión de nobleza, no eres mejor. Todos ustedes. Son una maldición en esta tierra. Extendida por generaciones. Si vinieron a suplicar perdón, lo siento, no servirá.

Al igual que cuando la daga derribó a Kol, Audrey dejo escapar un grito ahogado, agarrándose el estómago mientras se doblaba de dolor. — ¿Audrey? — los ojos de Elijah se abrieron alarmados, mirándola de arriba abajo mientras la abrazaba. — ¿Qué le estas haciendo?

— Siendo ella humana, me temo que será ella la que más sufrirá. — Esther hablo. — Llevé a Elena a creer que la vida de Audrey se salvaría, rompiendo el vínculo que comparte contigo, Elijah. Pero la magia del alma gemela está mucho más allá de mis capacidades. Así que ahora la estoy sacando de su miseria. — habló sin inmutarse cuando Audrey abrió la boca para decir algo, solo para vomitar sangre débilmente. — Para que ella no sienta el dolor que todos ustedes sentirla al morir por el enlace.

— Elijah. — Audrey gimio, apoyando la cabeza contra su pecho mientras él la sostenía.

— Esta bien. — la tranquilizo suavemente, besando su frente. — Vas a estar bien, querida.

Mientras Esther levantaba la estaca en preparación, su rostro decayó cuando algo cambió. — ¡No! — grito desesperada. — ¡Hermanas! ¡No me abandonen!

— ¡Madre!

Las antorchas que rodean el pentagrama se encienden violentamente, obligando a los hermanos a alejarse de las llamas. Después de un momento, las antorchas se apagan, revelando que tanto Finn como Esther habían desaparecido de la vista. El color comenzó a regresar a la cara de Audrey, haciendo que Elijah dejara escapar un suspiro de alivio, besando su frente mientras la chica cerraba los ojos y continuaba descansando contra su pecho.

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Elena Gilbert entro cansada a su habitación, cerrando la puerta detrás de ella con un suspiro. Después de que fue rescatada de Rebekah en los túneles, fue a ver a Bonnie después de escuchar lo que le sucedió a su madre, solo para que Caroline la rechazara. Bonnie no estaba lista para verla y Elena sabía que no podía forzarlo. Abby estaba en transición gracias a ella, darle espacio a Bonnie era lo mínimo que podía hacer, sin importar cuánto quisiera estar allí para ella. Al ver un sobre en su cama, tomó y se sentó en el asiento de su ventana, reconociendo la letra de Audrey en un instante.

El familiar sentimiento de culpa que sintió antes brotó dentro de ella nuevamente, sacando la carta y leyéndola en silencio.

Elena,

Para cuando veas esto, me habré ido de Mystic Falls. Elijah y yo hemos decidido irnos y buscar una manera de romper el vínculo que Esther colocó con sus hijos. Cuando comencé a vivir en la mansión Mikaelson, pensé que de alguna manera ayudaría a mejorar las cosas entre nosotros. Ese espacio nos ayudaría a solucionar nuestros problemas, pero solo ha empeorado. Casi muero de nuevo esta noche, porque decidiste mentir cuando necesitaba que fueras honesto conmigo. Y ya no me sorprende. No me sorprende, no me molesta, ni siquiera me enoja.

Pero necesito dejar de esperar que las cosas cambien. Te sigo dando oportunidades, y cada vez las cosas empeoran. No puedo evitar mi vínculo con Elijah, y lamento que no puedas entender por qué soy tan cercano a su familia como lo soy. Quizás algún día, estará listo para escuchar lo que tengo que decir y cumplir su palabra cuando prometa que las cosas van a cambiar.

Serás mi hermana siempre, Elena. Pero necesito empezar a ponerme a mi primera. No se cuando volveré a verte ni a donde vamos. Así que supongo que esto es un adiós.

Audrey.

Elena dejó la carta en su regazo con un suspiro, cerrando los ojos mientras apoyaba la cabeza contra la pared con tristeza. Aunque Audrey no lo había dicho sin rodeos, supo en ese momento que había perdido a su hermana. Y no tenia a nadie quien culpar mas que ella misma.

*･῾ ᵎ⌇ ⁺◦ ✧.* ↶*ೃ✧˚. ❃ ↷ ˊ-

Buenass, acá otro.

Audrey casi se nos muere, de nuevo. Pero bueno, el próximo capitulo es el ultimo del acto dos!! Viene el acto tres y el ultimo <3

Guadi.