XI- EL INVITADO DE LA CASA
Audrey era buena para evitar a la gente cuando quería. Durante una de las raras peleas de amigas de Caroline y ella, Audrey logró evitar a la chica durante una semana consecutiva, hasta que finalmente ambas dejaron de ser tercas y se disculparon. Después de lo que sucedió en la cena, Audrey había estado evitando a los dos hermanos Salvatore, junto con su hermana. No estaba lista para escuchar lo que tenían que decir, o actuar como si nunca hubiera dicho nada, lo que supuso que iban a hacer.
— Apesto. — Audrey arqueo una ceja ante las palabras de Caroline, mientras la rubia se unía a la chica Gilbert en su casillero. — En lo único que soy buena es en hablar, y cuando se trata de Matt, ya ni siquiera puedo hacer eso.
— ¿Las cosas están raras entre ustedes dos? — Audrey adivinó.
— En un gran momento. — Caroline confirmo, asintiendo levemente. — Quiere que le diga como me siento, o que lo deje en paz. No sé qué se supone que debo hacer, Audrey. Me agrada mucho Matt, pero también estoy tratando de protegerlo.
— Pero el no lo sabe. — La morena le recordó suavemente. — Está confundido, Care.
— Lo se. — La rubia suspiro, apoyando la cabeza contra los casilleros. — Al menos puedo usar la noche de chicas esta noche para dejar de pensar en eso.
— Me había olvidado de eso. — Audrey admitió, cerrando su casillero y recostándose contra el. — Puedo que no me una. Realmente no estoy de humos.
— De ninguna manera. — Caroline le advirtió con firmeza, rápidamente sacudiendo la cabeza ante la idea. — Necesitas esto tanto como yo. Así que te vas a unir y yo jugare al papal amortiguador entre tú y Elena si quieres. Pero no hay forma de que te deshagas esta noche, ¿de acuerdo?
Los labios de Audrey se torcieron divertidos, antes de levantar las manos en señal de derrota. — Está bien, está bien. — Ella cedió. — Iré esta noche. Es en mi casa de todos modos, no iba a tener la opción de no ir, pensando en eso.
Uniendo sus brazos, los dos comenzaron a caminar por el pasillo hacia su próxima clase, cuando Audrey vio a Alaric saludándola. Él asintió con la cabeza dentro de su salón de clases, claramente indicándole que se uniera a él, y ella suspiró. Murmurando adiós a Caroline, se dirigió al aula de historia y cerró la puerta detrás de ella. Ella puso los ojos en blanco cuando se volvió para ver a su hermana, pero no le dijo nada, mientras se sentaba en el escritorio más alejado de ella.
— John va a terminar muerto n el piso de la cocina si no tienes cuidad. — Elena se enfurecían, depuse de que Alaric les contó a las gemelas sobre su pelea con Jenna.
— Si, bueno, es mas fácil decirle que hacerlo. Le devolví su anillo así que... — El profesor de historia se detuvo con un suspiro. — Mira, Jenna sigue preguntando por Isobel. ¿Sabes, fue asesinada? ¿Por qué no han encontrado el cuerpo? Quiero decir, ¿Cuánto tiempo mas puede mantenerse en secreto?
Audrey se dio cuenta de lo que estaba sugiriendo. — ¿Crees que deberíamos decirle la verdad?
— Estoy diciendo que no puedo estas con ella y no decírselo. — Alaric dijo honestamente. — No es justo para ella y no es el tipo de relación que quiero.
— Sin mencionar que se esta volviendo mas peligroso para ella no saberlo. — Elena admitió, pasándose la mano por el cabello con frustración. — Solo pensé que al menos esperaríamos hasta después de que hayamos tratado con Klaus. Ya sabes, e incluso entonces, ¿Cómo le decimos a alguien lo que sabemos? ¿Cómo alguien escucha eso?
— Miren, lamento ponerlas esto a las dos. — Alaric les dijo a las gemelas con sinceridad. — Pero siento que es su decisión. Y lo que decidan hacer, lo respetare. Pero hasta entonces, Jenna y yo terminamos.
Los gemelos asintieron con la cabeza en comprensión, y salieron cuando sonó la campana para la clase, Elena agarró la muñeca de su hermana con suavidad. — Rey...
— Simplemente no lo hagas, ¿de acuerdo? — Audrey tiro de mano para liberarse de su agarre. — No estoy e humor para escucharlo, Elena. Y con eso, se alejó por el pasillo, sin darle a su hermana la oportunidad de decir nada más.
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Con un suspiro de frustración, Audrey tiró el pañuelo manchado de sangre a la basura, antes de bajar a la cocina. Desde la noche en que eligieron apuñalar a Elijah, Audrey había tenido hemorragias nasales en momentos aleatorios y no tenía idea de por qué. Además de eso, el dolor penetrante que había estado sintiendo en su pecho todavía estaba allí, pero se había acostumbrado a ese dolor poco a poco. Incluso si quería contárselo a alguien, no veía el sentido.
— ¿Comida china o pizza? — Caroline pregunto mientras entraba.
Elena sonrío mientras se unía a ellas en la isla de la cocina. — Como si tuvieras que preguntar.
— Voy a pedirlo. — La chica Forbes añadió, agarrando su teléfono.
— No te olvides de los rollos de huevo. — Audrey recordó, tomando una botella de agua de la nevera.
— Por supuesto. — Caroline asintió, su rostro decayó mientras miraba el dispositivo en sus manos.
Tanto Bonnie como Audrey intercambiaron una mirada y miraron por encima del hombro, viendo exactamente lo que estaba mirando. Su pantalla de inicio, que tenía una foto de ella y Matt juntos, vestidos con sus disfraces para el día de los Fundadores.
— Yo lo haré. — Bonnie tomo la tableta de sus manos, mientras Audrey envolvía un brazo alrededor del hombro de Caroline con comodidad.
Elena miró a Caroline con simpatía y miró a su gemela, quien no la miró. Con un suspiro, volvió su atención a Bonnie, tratando de cambiar de tema. — ¿Crees que Jonas esta siendo sincero?
— No se que creer. — Bonnie les dijo, sus ojos no dejaron la tableta. — Creo que esta perdido. No esta seguro de en quien confiar.
— Que se una al club. — Murmuro Audrey.
Sintió la mirada de Elena de nuevo ante eso, y simplemente puso los ojos en blanco. No podía culpar a los brujos de Martin por ser escépticas con el grupo, después de que los Salvatore apuñalaran a Elijah por la espalda, la única persona en la que confiaban lo suficiente para ayudar.
— Bueno, ¿Qué película vamos a ver? — Caroline rápidamente cambio de tema una vez mas, sacándola de su angustia. — ¿Qué piensa si vemos "The Notebook"?
Al ver su habitual sonrisa brillante, las otras tres chicas no pudieron evitar reír. — Caroline, ¿Cuántas veces has visto esa película?
La rubia hizo un puchero en señal de protesta. — ¡Ese no es el punto!
— Bueno, si, quiero decir... — Elena hizo una pausa lentamente, mientras Jenna entraba a la cocina, mirando a las cuatro adolescentes paradas alrededor del mostrador. — Hey.
La mujer Sommers enarco una ceja. — ¿Qué pasa?
—Noche de chicas.
— Oh.
Audrey le dedico una pequeña sonrisa a su tía. — ¿Cómo estas?
La comprensión entonces golpeó a Jenna, mientras miraba entre sus sobrinas. — Escucharon sobre mi pelea con Ric.
La gemela mayor asintió, dándole una mirada triste. — Se siente terrible.
Jenna simplemente miró a las cuatro chicas. — ¿Es esto algún tipo de intento de animarme?
Elena mira a su hermana y sus amigas, sacudiendo la cabeza. — No. No, se trata de que nosotras, las chicas salgamos y ya sabes, estaremos aquí si quieres hablar, o...
Caroline le dio a Jenna una mirada. — Porque soy una ganadora cuando se trata de relaciones exitosas. — Ella le informo, con sarcasmo en su voz.
— ¿Tu también? — Le pregunto la mayor a la adolescente rubia.
Caroline asintió. — No tienes idea.
— Bien entonces. — Jenna se rinde y se une a ella, tomando un trago del refrigerador mientras lo hace. — Es todo esto de Isobel. Me esta ocultando algo.
— Para jugar al abogado del diablo. — Caroline comenzó, intentando ayudar. Aunque, cuando Audrey la miro, supo que esta también era una forma conocida de desahogar sus problemas con Matt. — Tal vez haya una gran razón por la que no te lo dice. Tal vez solo este tratando de protegerte.
— Bueno, esa no es su decisión. — Jenna argumento. — Quiero decir, merezco la verdad. Todo el mundo la merece.
— A veces es más difícil que eso.
— No si es alguien que te importa, no lo es.
Un incómodo silencio cayó sobre ellos después de eso, antes de que la chica de Forbes se lo quitara de encima. — ¿Sabes lo que necesitamos? Bailar. Hay una banda en el Grill.
— Estoy dentro. — Bonnie sonrío.
— Me uno. — Jenna estuvo de acuerdo.
— Me uno. — La palabra dejo la boca de las gemelas al unísono, y se miraron a los ojos correctamente por primera vez en esa noche.
Caroline simplemente aplaudió con alegría.
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El Grill estaba más concurrido de lo habitual esa noche, ya que todos habían venido a ver a la banda que actuaba. Las cinco mujeres se abrieron paso entre la multitud, encontrando un lugar con una vista decente del escenario que estaba en su lugar, Jenna se detuvo cuando vio a alguien delante de ellas. Las adolescentes miraron para ver sus ojos fijos en los de Alaric, quien miró a Jenna con tristeza.
— Necesito una bebida. — Jenna se disculpo y se dirigió a la barra.
— Oye, Matt. — Caroline sonrío, mirando al chico Donovan cerca de ellas.
Matt la miró y no dijo nada, pasando fuera de la vista de las chicas. Bonnie asintió lentamente, dejando escapar un suspiro incómodo. — Las cosas se pusieron realmente incomodas. — Ella miro a Caroline, quien lo miro con tristeza.
— Si, pero no puedo hacer nada al respecto. — Caroline dijo con frustración.
— ¿Por qué no? —La bruja Bennett la desafío. — Todo lo que haces es hablar de lo mucho que te preocupas por el.
— Si, pero sigo guardando muchos secretos. — La vampira le recordó.
— Alaric esta en el mismo barco que Jenna y tal vez ese sea nuestro error. — Elena interrumpió, haciendo que las tres la miraran. — Estamos tratando de proteger a las personas que amamos manteniéndolas al margen, pero al final, las estamos lastimando de todos modos.
Caroline pareció pensativa por un momento, antes de quitarse la chaqueta cuando la banda terminó su canción y se la entregó a Audrey. — Oh, esta bien, entonces... —Ella frunció el ceño en confusión, viendo como su mejor amiga comenzaba a caminar hacia el escenario. — ¿A donde vas?
En lugar de responder, Caroline subió al escenario y se paró frente al micrófono, empujando al cantante principal hacia un lado. — Hola a todos. ¡Escuchémoslo por la banda! ¿No eran increíbles? — Hace que todos empiecen a aplaudir, indicios de nerviosismo en su voz.
— Esto no va a terminar bien. — Jenna reflexiono, reuniéndose con las gemelas y Bonnie, tomando un trago de tequila.
Cuando los aplausos comienzan a detenerse, Caroline se aclara la garganta para continuar. — Entonces está este chico. Y, eh, me dijo que le dijera lo que siento por él. — Ella divaga. — Como si fuera tan fácil. Um, ya sabes, solo porque hablo mucho no significa que siempre sepa de lo que estoy hablando. Ah, como ahora, me siento loca y realmente no sé cómo expresarme. — La cantante va a quitarle el micrófono suavemente a Caroline pero ella se resiste. — Puedo cantar. ¡Si! Si. Sabes que, voy a cantar.
— ¿Cantar? — Elena repitió.
Audrey simplemente comenzó a sonreír con complicidad. — Solo espéralo.
Elena y Bonnie parecían confundidas, y Audrey no dice nada, sonriendo aún más cuando Caroline comenzó a cantar. Cantó las palabras de Eternal Flame by the Bangles, sus ojos escaneando la habitación en busca de Matt mientras lo hacía. La chica Gilbert más joven vitoreó en voz alta, junto con muchas otras personas en la audiencia. — ¡Vamos Caroline!
Jenna sonrío sorprendida. — Ella es buena.
— La mejor. — Audrey confirmo con un asentimiento.
Cuando la canción llega a su fin, todos gritan y aplauden, mientras Matt se une a ella en el escenario y la besa profundamente. Sintió una mano aferrarse a su muñeca, y antes de que pudiera cuestionarlo, Elena la estaba sacando de la multitud.
Las hermanas terminaron en el pequeño pasillo que conducía al baño Grill, Elena suspirando mientras soltaba a Audrey. — ¿Podemos hablar por favor? — Audrey no dijo nada, solo asintió con la cabeza para que continuara. Tendría que escucharla en algún momento, así esto podría terminar de una vez. — Mira, lo que dijiste la otra noche... tenias razón.
La más joven de las dos parpadeo con sorpresa. — ¿Disculpa?
— Lo decía enserio cuando dije que veo lo que pasa, Audrey. — Elena le dijo honestamente. — Y ahora, Stefan y Damon lo ven, y lo sentimos. Queremos mejorarlo.
— Esa es la cosa, Elena. — Audrey negó con la cabeza. — No pueden mejorarlo. Esos dos morirían por mantenerte a salvo de Klaus, ambos lo han dejado perfectamente claro. Elijah fue el único que me mantuvo a salvo, y hora se ha ido.
— Si, Elijah se ha ido. — Elena asintió y suavemente tomo las manos de Audrey entre las suyas. — Pero todavía estoy aquí. También Caroline, Bonnie, Jeremy, Stefan y Damon. No eres menos importante que yo, y los chicos van a empezar a tratarte con tal. Se sienten más mal por esto de lo que piensas...
— Sabes, las palabras son geniales y quiero creerte. Le dijo a su hermana honestamente. — Pero las palabras tampoco significan nada hasta que se haga algo para respaldarlas. Elijah demostró su palabra cuando dijo que me protegería.
— Nosotros... — La alarma apareció en su rostro. — Oh, Dios mío, Audrey. Estas sangrando.
La mano de Audrey subió instantáneamente a su nariz, apartando sus dedos para ver sangre en ellos, y rápidamente se secó lo mejor que pudo. Con eso, Audrey se dio la vuelta y se alejó, saliendo directamente del Grill en lugar de reunirse con todos los demás. No podía quedarse y enfrentar las preguntas obvias que vendrían, ya que, honestamente, no tenía respuestas para dar.
Sin notar que un Jonas Martin enojado pasaba junto a ella mientras se alejaba.
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Audrey aparentemente se perdió mucho cuando dejó el Grill.
Luka Martin estaba muerto, y debido a eso, Jonas vino a intentar apoderarse de Elena. Regresó a la casa a tiempo para descubrir que Jonas ahora estaba muerto, gracias a la ayuda de Katherine, quien voluntariamente había cambiado de lugar con Elena para detenerlo. Una vez que se resolvió cualquier evidencia de lo sucedido, las gemelas esperaron a que Jenna llegara a casa, sabiendo que Alaric la sacó a salvo cuando Jonas atacó.
— ¿Están durmiendo John y Jeremy? — Jenna le pregunto a Elena.
Tanto ella como Audrey estaban sentadas en la cocina, partieron un bote de helado que habían encontrado en el congelador. — Creo que si. — Ella asintió con la cabeza, robo la cuchara de la mano de Audrey y se comió una cucharada de helado.
— Si me voy a la cama ahora mismo, existe la posibilidad de que me despierte sin resaca. — Dijo la mujer Sommers, luciendo confundida cuando sonó el timbre. — ¿Quién será?
Cuando se va hacia la puerta, Elena mira a su hermana con sus ojos entrecerrados. — ¿Qué te paso antes?
— Nada. — Audrey dijo simplemente, poniéndose de pie. — Me voy a la cama.
— ¡Audrey! — Pero ignoro sus protestas e ignoro el hecho de que Elena la estaba siguiendo con rapidez fuera de la cocina.
— Hola. Debes ser Jenna. — ambas chicas se detuvieron en seco, reconociendo las voz al instante. Una voz que Audrey había esperado no tener que volver a oír nunca más. Sin embargo, allí estaba Isobel Flemming, mirando a las chicas por encima del hombro de Jenna. — Soy... la madre de Elena y Audrey.
Jenna se volvió para mirar a sus sobrinas, que apenas podían mirarla a los ojos, mirando a Isobel en estado de shock. — Isobel...
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Holi holi, espero que estén bien y que les guste este nuevo capitulo!
¡Gracias por leer!
Guadi.
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