Audrey no se movió cuando escucho sonar la alarma a la mañana siguiente. En cambio, rodó hacia su mesita de noche, haciendo clic en el botón de repetición de su reloj antes de darse vuelta. Después del incidente con los hombres lobo, una vez se calmo, Elijah acompaño a la chica Gilbert a casa antes de que desapareciera como solía hacerlo. Sabia que era solo por el estado en el que se encontraba, sin amargo, apreciaba la paciencia de él con ella. Extendiendo la mano, tomo su teléfono y comprobó las múltiples notificaciones que tenia, principalmente Elena comprobando como estaba.

Suspirando, llamó al número de su hermana, obligándose a sentarse en la cama. — Sabes un texto de "¿Estas bien?" funciona tan bien como cincuenta. — Dijo cuando Elena respondió.

— Bueno, tal vez si aprendieras a responder un mensaje de texto, no tendría que enviar cincuenta. — Elena respondió. — En serio, Rey, ¿Qué te paso anoche?

— Tres de los hombres lobo de Jules intentaron matarme. — La gemela más joven suspiro, apoyando la cabeza en la cabecera. — Estoy bien, Elijah los mató antes de que pudieran hacer algún daño.

— ¿Estas segura? ¿Estás bien? — Elena pregunto, sonando alarmada y preocupada.

— ¿Emocionalmente? Estoy agotada. ¿Psíquicamente? Estoy magullada. — Audrey dijo honestamente, dejando escapar un suspiro. Sabía que no podría mentir, Elena lo sabría, y su voz la delataría si no. Realmente sonaba cansada. — ¿Cómo va la escapada romántica, de todos modos? — Intento cambiar de tema.

— Stefan esta enojado conmigo. Se entero del trato completo con Elijah. — Elena le dijo. — Me estoy distrayendo mientras leo viejos diarios de los Gilbert.

Audrey suspiro. Ella, como Elena, sabía exactamente que trato se había hecho. No fue difícil de decir, Elijah fue muy cuidadoso con sus palabras cuando le dijo a Audrey lo que estaba acordado, y ella se dio cuanta de los detalles rápidamente. Mantendría a todos los que Elena amaba a salvo, y cuando llegara el momento, Elena seria sacrificada en el ritual para matar a Klaus. Preguntarle a su hermana solo había confirmado lo que ella ya sabia, y sabia que no podía convencer a Elena de que no lo hiciera.

Antes de que pudiera decir algo, escucho una voz desde el piso de abajo.

— ¡Audrey! ¿Estas despierta, pequeña?

— Es Jenna. — Musitó Audrey. — Debe haber venido a ver si estoy aquí. Te llamare mas tarde, ¿okay?

— Bien.

Audrey colgó a su hermana, se levanto de la cama y bajo las escaleras, sin molestarse en cambiarse el pijama de antemano.

— Ahí estas. — Jenna le sonrío a la adolescente. — Ve a vestirte. Puedes venir conmigo y con Elijah al Grill.

La chica Gilbert parpadeo ante sus palabras, hasta que finalmente vio quien estaba al lado de su tía, Jenna entregándole una taza de café. — Encantado de verte de nuevo, Audrey. — El original asintió con la cabeza, la más pequeña de las sonrisas en sus labios.

— Solo le estaba mostrando a Elijah las antiguas líneas de propiedad, para su investigación. — Jenna le informo, viendo la sorpresa en el rostro de su sobrina. — Pensé que vendría a sacarte bajo fianza, para que no estés atrapada con John.

— Um, si. — Audrey desecho lentamente su sorpresa y asintió con la cabeza. — Claro, iré a vestirme. — Con eso, rápidamente regreso al piso de arriba, tratando de no pensar demasiado en la situación a medida que avanzada.

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El viaje al Grill fue interesante, por decir lo menos. La mayor parte de la conversación fue entre Jenna y Elijah, quienes hablaron mas sobre la historia relacionada con las antiguas líneas de propiedad, mientras que Audrey solo escuchaba con atención. Esta no era una situación en la que esperaba terminar esa mañana, pero si estaba siendo honesta consigo misma, no era lo mas extraño que le haba pasado.

Cuando entraron, se detuvieron cuando iban a pedir una bebida, ya que encontraron tres caras conocidas sentadas a un lado.

— Hola. — Damon sonrío y rodeo el hombro de Andie con el brazo, que estaba sentado a su lado.

— Hola chico. — Jenna sonrío, apenas mirando a Alaric mientras hablaba.

El Salvatore miro entre Jenna y Alaric. — Así que escuche que ustedes dos tuvieron una gran reunión de mentes históricas hoy.

— Si, supongo que podrías decir eso.

Alaric deja algo de dinero y se levanta de la mesa. — Bueno, por mucho que me gustaría continuar con esto, tengo trabajo que calificar.

— No, ¿sabes que? — Andie comenzó con una mirada pensativa. — Deberíamos continuar con esto. Hagamos una cena.

— Ooh, mi niña. — Damon sonrío mientras se acercaba a ella, abrazándola. — Llena de buenas ideas. Estaré feliz de ser el anfitrión. Estas noche, ¿quizás?

Andie asintió rápidamente con la cabeza. — Es bueno para mi. Jenna.

Alaric lanzo una mirada vacilante. — No se si esta noche funcion-

— Si, estoy libre. — Jenna lo interrumpió.

Audrey hizo una mueca mirando entre su tía y Alaric. No estaba segura de lo que estaba pasando, pero podía ver la tensión obvia entre ellos y eso la inquietaba. Siempre se había alegrado de que Jenna no supiera sobre lo sobrenatural, y pudiera tener una relación normal con Alaric, quien siempre hacia lo que podía para mantenerla a salvo. Odiaría ver que sucediera algo que no pudiera arreglar.

— Será un placer. — Elijah asintió después de un momento, mirando a Damon con los ojos entrecerrados mientras hablaba.

— Oh, deberías unirte a nosotros, Audrey. La mujer Star le sonrío a la adolescente. — Estoy segura de que lo disfrutaras.

— OH, um... — Audrey se calló, sin saber que decir. Sintió un codazo a su lado y miro a Jenna, quien le dio un asentimiento alentador. — Claro, ¿Por que no? Suena genial.

— Excelente.

Audrey se disculpo después de eso, se dirigió a la barra y se pidió un gran café. Ella miro hacia atrás al grupo, suspirando mientras veía a Alaric irse, notando la sonrisa incomoda que compartió con Jenna.

Se dio la vuelta cuando le colocaron el café frente a ella, pero una mano le impidió entregar el dinero.

— Por favor. Permíteme. — Elijah le sonrío y le entrego algo de dinero al camarero. Una vez que el camarero se alejo, miro a Audrey enarcando una ceja. — ¿Te sientes mejor?

— Si estoy bien. — Ella se sacudió. No quería entrar en detalles sobre lo de anoche, ya que entonces tendría que pensar en lo que paso. Era algo que no quería hacer pronto. — Gracias de nuevo, por lo que hiciste.

— No tienes que agradecerme. — Sacudió la cabeza. — Me alegro de que no se haya hecho ningún daño.

— Voy a decirlo de todos modos. — Audrey le dijo con firmeza, sacudiendo la cabeza. — No se que hubiera pasado si no hubieras aparecido. Realmente lo aprecio. — Agarro la taza de café para llevar, levantándola con una pequeña sonrisa. — Oh, y gracias por el café.

Elijah asintió con una pequeña sonrisa. — Supongo que te veré esta noche. — Dijo, haciendo una pausa mientras se alejaba, mirándola por encima del hombro. — La espero con ansias, señorita Gilbert.

— Si... — Audrey asintió lentamente, mirando mientras caminaba hacia su tía. — Yo también.

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Audrey no había estado antes en muchas cenas. Elena fue la anfitriona de una a principios de año, antes de que ella o Audrey tuvieran alguna idea de lo que realmente era Stefan, para que Bonnie se acercara a su nuevo novio. Pero, aparte de eso, no tenía mucha experiencia con ellos. Sabía que había u motivo oculto detrás de la velada, lo supo desde el momento en que Andie lo sugirió, ya que sabía que Damon la había obligado.

Claramente, tramando algo. Ella simplemente no sabia que todavía.

Audrey todavía intento hacer un esfuerzo para la noche, poniéndose un par de jeans negros de cintura alta y una blusa blanca de gran tamaño. Se rizo el cabello sin apretar y se recogió la mitad con un moño desordenado intencionalmente, dejando algunos mechones colgando a ambos lados de la cara. Incluso se puso un pequeño par de tacones negro, aunque era una decisión de la que estaba empezando a arrepentirse rápidamente, su equilibrio nunca era bueno cuando se trataba de tacones.

— Rey, ¿podrías abrir la puerta? — Pregunto Jenna, mientras ella y Andie terminaban de poner la mesa.

— Seguro. — Audrey se dirigió a la puerta principal de la pensión y la abrió. Un ceño fruncido se formo con rapidez en su rostro. — ¿Qué estas haciendo aquí?

— ¿Quién es? — Jenna apareció detrás de su sobrina, y miro con el mismo ceño fruncido a John. — ¿Quién lo invito?

— John. — Damon le dio al hombre una sonrisa falsa, mientras aparecía junto a Audrey. — Que sorpresa. Vete.

John lo ignoro y, en cambio, camino mas adentro para disgusto de quienes lo rodeaban. — Cuando Jenna me dijo que haría una cena para Elijah, decidí que no podía perderme toda la diversión y los juegos.

Alaric lo miro mientras se unía a todos. — No habrá juegos esta noche, John. Es solo una cena amistosa.

John pareció escéptico y se volvió hacia el Salvatore, quien simplemente se encogió de hombros. — Lo que él dijo.

Cuando quedó claro que John no tenia intenciones de irse, Jenna se dirigió hacia el comedor con una burla, mientras el hombre Gilbert la seguía a ella y a Alaric. Audrey espero a que Damon cerrara la puerta, agarrando su muñeca mientras se alejaba. —Dime la verdad. — Dijo ella en voz baja. — ¿Qué estas planeando realmente esta noche?

— No tienes fe en mi, ¿verdad? — Damon la miro ofendido. — Como ya le dije a tu tío/padre, es solo una cena amistosa.

— ¿Por el hombre que te apuñalo en el cuello con un lápiz? — Audrey recordó, sacudiendo la cabeza. — ¿Qué tan entupida crees que soy, Damon?

— Relájate, Audrey. — Él le dio unas palmaditas e el hombro de manera condescendiente, ganándose una mirada furiosa de la chica. — No voy a hacerle nada a tu novio original. Cena amistosa, eso es todo.

— Yo no... — Hizo una pausa cuando sus palabras se asimilaron, mirando la espalda mientras se alejaba. — ¡El no es mi novio! — Ella gimió cuando la puerta sonó una vez más, y la abrió, para encontrarse con el original en cuestión. — Oh, Elijah. — Audrey parpadeo y se aclaro la garganta con una pequeña sonrisa. — Hola.

— Audrey. — Elijah asintió, sus ojos la miraron de arriba abajo por un momento, su propia sonrisa creció. — Te ves hermosa, querida.

Sintió que el calor subía por sus mejillas. — Oh, um, gracias. — Se hizo a un lado y abrió más la puerta. — Por favor entra.

— Solo un momento. — Se disculpo, cuando Damon apareció en la entrada una vez más. Sus ojos se entrecerraron en el mayor de los Salvatore a modo de advertencia. — Puedo simplemente decir que si tiene intenciones menos honorables sobre como se desarrollara esta noche, le sugiero que lo reconsidere.

— No, nada, nada no honorable. — Damon negó con la cabeza, ignorando a la chica Gilbert que lo miraba con sospecha. — Solo te estoy conociendo.

— Hmm. Bueno, eso es bueno. — Elijah entra a la casa. — Porque, ya sabes, aunque Elena y yo tengamos un trato si haces un movimiento para cruzarme, te matare y mataré a todos en esta casa. ¿Esta claro?

— ¿Incluso Audrey? — Audrey frunció el ceño y no hizo ningún movimiento para ser discreta, golpeando al azabache en la nuca. Él la miro y ella se encogió de hombros, dándole una mirada molesta a cambio. Poniendo los ojos en blanco, miro hacia Elijah. — Somos como el cristal.

Elijah asintió con la cabeza, antes de ofrecer su brazo a Audrey, quien mordió su labio mientras lo aceptaba agradecida. Damon observo mientras se llevaba a la chica, su sonrisa falsa se transformo a una de desaprobación.

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— Odio decírtelo, Damon, pero según Elijah, tu familia no es la fundadora de el pueblo.

La cena comenzó después de que llegara Elijah, y todos los que estaban sentados se sentaron juntos alrededor de la mesa del comedor. John y Damon se sentaron en la cabecera de cada extremo de la mesa, Alaric y Andie a cada lado de Damon, con Jenna al lado de Alaric. Audrey terminó sentada entre Elijah y John, el adolescente eligiendo ignorar a este último por completo, negándose a dejar que la alcanzara. En cambio, simplemente escuchó la conversación que se desarrollaba a su alrededor, empujando sin rumbo la comida alrededor de su plato.

— ¿Mmm? — Damon tarareó, arqueando una ceja hacia Jenna. — Lo que diga.

— Bien. — Elijah comenzó. — Como le mencioné a Jenna anteriormente, una facción de colonos emigró de Salem después de los juicios de brujas en la década de 1690. — Explico al grupo. — Durante los siguientes cien años desarrollaron esta comunidad en la que podían sentirse a salvo de la persecución.

— Porque eran brujas. — Jenna asintió.

— Sí, pero no hay pruebas tangibles de que hubiera brujas en Salem. — Andie respondió, sacudiendo la cabeza.

— Andie es periodista. — Damon sonrío. — Grandes hechos.

— Bueno, la tradición dice que hubo una ola de histeria contra las brujas. — Continúo el original. — Estalló en el asentamiento vecino, por lo que estas brujas fueron detenidas. Estaban atados a estacas en un campo juntas y, eh, quemados. Algunos dicen que se podían escuchar los gritos desde millas a nuestro alrededor. Fueron consumidos por el fuego. — Miró a Damon, señalando con la cabeza el plato de comida a su lado. — ¿Podrías pasar el...?

Jenna tomo un sorbo de su copa de vino. — No se lo repetiría a la sociedad histórica.

— Esta empezando a sonar un poco como una historia de fantasmas. — John dijo, luciendo poco convencido.

— Nadie te pregunto. — Audrey murmuró, poniendo los ojos en blanco.

Damon hizo todos lo posible para no reír, mientras entrecerraba los ojos hacia Elijah. — Entonces, ¿por qué quieres saber la ubicación de donde sucedieron estas supuestas masacres?

Elijah lo miró, eligiendo cuidadosamente sus palabras antes de volver a hablar. — Ya sabes... la curiosidad de un historiador sano, por supuesto. — Sonríe nerviosamente.

— Por supuesto. — Damon luego se levanta de la mesa. — ¿A alguien le importaría un coñac? Tengo una botella que he estado guardando durante años.

— No para mi, gracias. — Alaric negó con la cabeza, mientras todos terminaban. — Nueve botellas de vino es mi límite.

— Los caballeros deberían toma sus bebidas en el estudio. — Sugirió Andie, mientras todos los demás comenzaban a ponerse de pie.

— Tengo que decir. — Elijah comenzó, mientras empezaba a seguir a Damon hacia el estudio. — La comida estuvo casi tan maravillosa como la compañía.

La periodista sonrío tímidamente. — Gracias.

Jenna le entrego algunos platos a John mientras desaparecen. — Aquí tiene, caballero, sea útil. ¿Hmm?

— Por una vez. — Audrey murmuro mientras recogía los vasos vacíos.

John le envío un mirada mientras tomaba los platos. Alaric camino poniéndose atrás de Jenna con una mirada ansiosa. — Aquí, aquí. Ponme a trabajar.

— Um, ya esta todo. — Jenna se disculpo, tomando los platos y se dirigió hacia la cocina.

El hombre de Saltzman la agarró del brazo con suavidad y la detuvo. — Oye, Jenna, ¿Estas... estas bien?

— Si, esta bien, Ric. — Se sacudió una vez mas y salió del habitación, tanto Alaric como Audrey la miraban preocupados.

— Sospecho que es mi culpa. — John admitió, mirando a Alaric mientras se acercaba.

Alaric lo miro al instante. — ¿Qué hiciste ahora?

— Solo mencioné que no has sido completamente honesto con ella sobre tu difunta esposa.

— ¿Tú qué? — Audrey lo miro, horrorizada por lo que estaba escuchando.

— ¡Hijo de puta! — Alaric agarro al hombre Gilbert por el cuello con enojo.

John le agarra las muñecas y le quita sus manos de encima. — Creo que he sido muy claro contigo, Ric. Quiero mi anillo de vuelta. — Miró a Audrey, quien le devolvió la mirada con una expresión fría, antes de salir de la habitación.

Audrey abrió la boca para decir algo, pero Ric pronto salió él mismo, contestando su teléfono que comenzó a vibrar en su bolsillo. Con un suspiro, Audrey terminó de sacar los vasos usados ​​y se dejó caer en su silla con un suspiro. No estaba segura de que esta cena pudiera ser mucho peor.

No se dio cuenta de lo equivocada que estaba.

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Audrey estaba jugando en su teléfono cuando Elijah y Andie reaparecieron, sin prestarles atención a la pareja. — No pareces feliz. — Elijah comento en voz baja, mientras se sentaba a su lado.

— Drama familiar. — Audrey admitió, dejando su teléfono para mirarlo. — No es nada.

— ¿Estas segura? — Preguntó, y Audrey puso escuchar la preocupación en su voz.

Sus labios se movieron ligeramente hacia arriba, asintiendo tranquilizadoramente. — Estoy segura.

Antes de que ninguno de los dos pudiera decirse nada más, los demás empezaron a entrar en la habitación, siendo John y Jenna los primeros. Cuando John volvió a tomar asiento, Jenna colocó una taza frente a su sobrina y la llenó de café. Audrey le envió a su tía una sonrisa de agradecimiento, y recibió una sonrisa y un guiño a cambio, antes de comenzar a servir café para todos los demás.

— Lo siento, chicos. El postre esta tardando más de lo que pensaba. — Jenna anuncio a todos.

— Entonces, se que esto es solo algo para conocernos, pero yo... — Comenzó Andie, mirando a Elijah mientras se deslizaba en su asiento frente a él. — Realmente me encantaría hacerle algunas preguntas más sobre el trabajo que está haciendo aquí.

Elijah negó con la cabeza, sonriendo cortésmente. — Me encantaría responder.

— Excelente. — La sonrisa de Andie creció y Audrey puso los ojos en blanco. — Eso es genial. — Mientras Jenna regresaba a la cocina, Damon y Alaric reaparecieron, el primero mirando a John mientras él se sentaba en la mesa. — Ric, ¿podrías hacerme un favor y sacar el cuaderno de mi bolso?

Mientras Alaric se dirigía hacia la bolsa en cuestión, Damon comenzó a hablar sin apartar la vista del hombre Gilbert. — Elijah, ¿John te dijo que es el tío-barra-padre de Elena y Audrey?

— Si. — Elijah asintió, su mirada se posó en Audrey, quien se movió incomoda ante la conversación. — Soy muy consiente de eso.

— Por supuesto, lo odian, por lo que no hay absolutamente ninguna necesidad de mantenerlo en la lista de especies en peligro de extinción. — Damon continuo, con un tono de enojo en su voz.

— No Ric, está en el bolsillo delantero. En el... ¿saben que? Disculpen, chicos. — Andie se levanta para ayudar a Alaric a encontrar su cuaderno.

John miró a Damon, imperturbable por su ira, y se inclinó hacia adelante mientras miraba a Elijah. — Lo que me gustaría saber, Elijah, es ¿cómo piensas matar a Klaus?

— Para. — Audrey suspiro, sus codos descansando sobre la mesa mientras enterraba su rostro entre sus manos. Ella termino con la conversación. — Por favor.

El original parecía ser el único en notar la incomodidad de Audrey, y miró entre los dos hombres, con una pizca de molestia en su rostro. — Caballeros, hay algunas cosas que probablemente deberíamos aclarar ahora mismo. — Comenzó con firmeza. — Te permito vivir únicamente para vigilar a Audrey y Elena. Les permito quedarse en su casa viviendo sus vidas con sus amigos como lo hacen como cortesía. Si te conviertes en una molestia, las llevare lejos de ustedes y nunca las volverán a ver.

Andie vuelve con su cuaderno y se sienta. — Está bien. Mi primera pregunta s cuando llegaste a Mystic...

Todo a continuación sucedió antes de que Audrey pudiera siquiera comprenderlo. De repente, un jadeo y un grito de dolor abandonaron los labios de Elijah, su cuerpo hundió su asiento mientras se secaba. Audrey saltó en su silla, incapaz de decir nada mientras miraba a Alaric sacar la daga de el original hacia atrás, colocándola sobre la mesa. La sensación que constantemente tenía alrededor del original desapareció de su estómago, sintiendo un dolor en el pecho que nunca antes había sentido.

El profesor de historia miro a Damon. — Ahora, deshazte de él antes de que Jenna regrese con l postre.

Parpadeando sorprendido, Damon asintió lentamente mientras se ponía de pie. — Bien. — Sus ojos se posaron en la chica Gilbert, quien aun no había dicho nada ni se había movido de nuevo. — Audrey...

Ella simplemente negó con la cabeza y se alejó, cerrando la puerta de entrada detrás de ella cuando se fue.

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Audrey bajó las escaleras hacia el sótano de Salvatore, siguiendo por donde escuchó la voz de su hermana que venía. Después de lo que presenció, Audrey simplemente deambuló por la ciudad con el teléfono apagado, tratando de poner en orden todos los pensamientos que le pasaban por la cabeza. Cuando finalmente volvió a encender su teléfono, escuchó que al no dejar la daga adentro, Alaric no había logrado matar a Elijah. El original luego fue a llevarse a Elena, aparentemente planeando recoger a Audrey después, pero Elena logró golpearlo una vez más.

Esta vez dejando la daga en su lugar.

— Ahí estas. — Elena exhalo aliviada, envolviendo sus brazos alrededor de su gemela. — He estado preocupada por ti.

Audrey se encogió de hombros y sacudió la cabeza mientras miraba a los hermanos y lo que había en la celda detrás de ellos. El cuerpo de Elijah. — Ustedes tres... son increíbles, ¿lo sabían?

Elena la miro confundida. — ¿Que? Audrey, qu...

— No lo hagas. — Ella la interrumpió rápidamente. — No te atrevas a intentar defender esto, Elena. ¡Tú eras quien hizo el trato con Elijah en primer lugar! — Movió su mirada hacia Damon. — Y tú me mentiste en la cara esta noche

Él puso los ojos en blanco. — Cálmate, pequeña Gilbert. Estamos haciendo lo que hay que hacer para mantenerlas a las dos con vida.

— ¡Elijah me estaba manteniendo con vida! — Audrey grito, su temperamento se apodero de ella. No trato de contenerse, no pudo aguantar más esto. — Él me mantenía con vida y me cuidaba mejor que ustedes dos. ¡De hecho, parecía hasta preocuparse por mí! — Lagrimas d ira se formaron en sus ojos, mientras los tres la miraban en estado de shock. Una risa sin gracia escapo de sus labios. — ¿Que? ¿Nada que decir? ¿Saben que tengo razón? — Ella les pregunto.

— Rey...

— Siempre ha sido Elena. — Audrey miro a los hermanos. — Nunca me ha importado, nunca he dicho nada. No me importa que ambos la amen, eso no es asunto mío. Pero eso no me hace menos importante que ella. Soy el daño colateral cuando quieren mantenerla a salvo. — Los dos se miraron, la culpa aprecio en sus rostros. — Sigue sucediendo, pero mientras Elena este bien, ¿a quien le importa? Si no fuera por el hecho de que es ella la que debe usarse en este ritual, no dudo que seria yo a quien tratarían de cambiarme por ella. — Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. — Finalmente tuve a alguien que se preocupaba por mí, que quería protegerme también, y lo arruinaron. Así que ahora he vuelto a tener que cuidarme, como siempre tuve que hacerlo. ¡Estoy tan harta y cansada de eso! ¡Eso no es justo! — Su voz se levo a un grito de nuevo, su voz se quebró. — Yo también soy importante.

Un silencio pesado cayó sobre ellos, Elena, Stefan y Damon todos mirando a Audrey, la culpa y la conmoción se plasmaron en sus rostros. — Estoy cansada. No puedo hacerlo mas, chicos. Simplemente no puedo. — Ella soltó en silencio después de un momento, secándose los ojos con sus manos. — Entonces, sigan haciendo lo que tengan que hacer para mantener viva a Elena. Pero déjenme fuera de esto. — Con eso, giro sobre sus talones y regreso escalera arriba, negándose a permitirse seguir llorando mas frente ellos.

Completamente inconsciente de que su nariz había comenzado a sangrar.

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Holi. Bueno, mi pequeña exploto, y me parece bien que los Salvatore y Elena hayan escuchado todo. Se me alargo un poco mucho este capitulo je.

¿Qué piensan sobre los dolores y la hemorragia nasal que le sucedió a Audrey?

Espero que les haya gustado.

¡Gracias por leer!

Guadi.