Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. Coqueteo casual


Un par de horas más tarde, me encontraba en mi habitación estudiando con Eagle. Ambos estábamos acostados bocabajo sobre la cama, con las hojas de nuestras notas esparcidas a nuestro alrededor. Teníamos un examen por tomar la siguiente semana, el primer examen que tenía un peso importante sobre nuestras finales del curso.

—Creo que ya he tenido suficiente estudio por ahora —suspiré con cansancio.

Eagle alzó la vista de la hoja que sostenía y miró la mía.

—Ni siquiera has llegado a la mitad, White.

Lancé la hoja a la cama y me encogí de hombros.

—Estudiaré con Lucy cuando regresemos a la ciudad la próxima semana —comenté—. Extraño pasar tiempo con ella.

Eagle ladeó la cabeza en una sonrisa empática, dejando de lado su hoja.

—No imagino lo difícil que debe ser para ti esconderle tu doble vida a tu mejor amiga —dijo.

Era un tema recurrente en el equipo. Tener que estar mintiendo constantemente sobre nuestras vidas no estaba siendo fácil, especialmente cuando eran mentiras hacia seres queridos. Las reglas de la AAD impedían que cualquier estudiante mencionara sus poderes a cualquier persona ajena a la institución, pero habían algunos casos donde los estudiantes no hacían caso y la AAD lo dejaba pasar. Por ejemplo, los padres de Eagle y Michael sabían sobre el mundo de la magia y lo que conllevaba estar en el Equipo Élite. No valía la pena esconderles el secreto a sus padres cuando ambos hijos formaban parte de él.

Igualmente la familia West-Fisher sabían todo sobre la magia, porque la mayoría de ellos eran de la Academia. Anthony y Brandon se encontraban con sus hermanos constantemente y, aunque ya no iban tan seguido como décadas atrás, con sus padres también. Sabían que ambos chicos formaban parte del Equipo Élite, pero ninguno de los Anormales se habían encontrado con algún otro West-Fisher. Yo ansiaba encontrarme con alguno de sus hermanos, conocer un poco más de su familia, ver si todos eran tan serios como Brandon o arrogantes como Anthony.

Mis hermanas y yo llevábamos una vida suficientemente separada para no tener que revelarnos secretos. A veces me dolía tener que mentirle a Cristina, mi hermana menor, pero no tenía otra opción. Natalia tampoco se interesaba mucho en mis actividades fuera de casa, solo intervenía cuando era realmente necesario, como había hecho casi tres años atrás con Derek.

Lucy era la única persona que estaba constantemente intentando saber qué era lo que me mantenía cancelando nuestros planes una y otra vez. Aunque intentaba disimularlo, cada día era más complicado evadir preguntas y dar explicaciones. Yo moría por poder decirle sobre todas mis aventuras y misiones, porque sabía que ella se emocionaría conmigo y, de alguna manera, lo viviría conmigo, pero toda esa información la pondría en peligro y yo prefería mentirle para protegerla a arriesgar su vida.

—Ha sido difícil —admití—. Solo espero que algún día pueda decirle, cuando derrotemos al equipo de Jack. Y al Trío, sean quienes sean. Por ahora tendré que conformarme con mentirle en cuanto lleguemos al baile esta noche —fruncí mi nariz con desagrado.

—Hablando del baile —mencionó Eagle casualmente—. Tú y yo estábamos considerando ir juntos antes de la misión de ayer.

Alcé una ceja y recargué mi cuerpo sobre mi costado para mirarlo mejor, flexionando el codo sobre el colchón y dejando caer mi cabeza sobre mi mano.

—Cierto. Tus opciones de citas somos Anthony o yo —recordé, con una sonrisa divertida.

—Y por supuesto que preferiría llevarte a ti —admitió—, pero entendería si me dices que no, no quiero incomodarte o incomodar la dinámica del equipo.

A pesar de que mi estómago estaba siendo atacado por mil mariposas a la vez, mi voz salió con total calma:

—Solo vamos a ir a un baile juntos, Eagle, no vamos a casarnos —solté una risa nerviosa—. La dinámica del equipo no va a cambiar por nosotros.

—Considerando que tú eres la líder y que la última vez que dijiste eso, la dinámica cambió completamente porque Ryan y tú se evitaban... pienso que mi argumento es válido.

Reí, avergonzada. Haber estado enamorada de Ryan no había sido de mis momentos más brillantes, aún sentía extraño de recordarlo. Ahora me era imposible verlo como algo más que un amigo.

—De acuerdo, pero lo que tenía con Ryan... era muy distinto a lo que tengo contigo —admití, sonrojada.

Desvié la mirada, por lo que Eagle imitó mi postura, tan cerca que si yo suspiraba, íbamos a dar pecho contra pecho. Era difícil mantener la mirada fuera de sus ojos, pero al mismo tiempo era difícil mantenerla sobre ellos. Sus ojos, de color verde césped usualmente, a veces verde oliva, siempre llevaban chispas marrones y doradas alrededor del iris. Podría verlos por horas y nunca aburrirme, pero su mirada siempre parecía seguirme con intensidad, por lo que no me era posible mirarlo por más de algunos segundos. Esa intensidad era algo nuevo para mí, no recordaba a nadie que me mirara de aquella manera.

—Y... ¿qué es exactamente lo que tenemos, White? —preguntó suavemente en un murmullo.

Acercó su rostro al mío, nuestras narices rozando. Tuve que reunir toda mi fuerza de voluntad para no bajar la mirada a sus labios.

—¿Además de coqueteo casual? —intenté darle un tono ligero.

Eagle recorrió mi rostro con su mirada, tomándose su tiempo. No reaccionó a mi pregunta hasta que sus ojos volvieron a los míos.

—¿Crees que es solo coqueteo casual? —preguntó de vuelta, con extrañeza.

Encogí un hombro, insegura de mi respuesta. Días atrás había tenido la certeza de que eso era lo que teníamos, pero al parecer él tenía otra impresión.

—Yo no soy del tipo que tiene coqueteos casuales —aseguró Eagle—. Soy del tipo que sabe lo que quiere y con quién.

Tal vez hubiera sido más fácil concentrarme en sus palabras si él no hubiera bajado su mirada de nuevo a mis labios. Inmediatamente la mía también fue hacia los suyos.

Esa era la cosa con Eagle. A su alrededor me sentía relajada, con la certeza de que todo saldría bien eventualmente. Me llenaba con un sentimiento de tranquilidad que no había sentido con otro chico. Sentía que con él podía permitirme ser vulnerable, abrirme a la idea de que tal vez podría haber alguien después de Frederick. Y si algo había aprendido en terapia después de Derek, era que ese sentimiento de tranquilidad era bueno porque no provocaba la ansiedad que me llevó a seguir con Derek incluso después de todas sus agresiones.

Podía ser yo misma con Eagle, sin la inquietud de estar alerta por señales de que me lastimaría o traicionaría pronto. Sin la inquietud que había sentido con Derek, la misma que aún sentía con Anthony en el fondo.

—Entiendo que después de lo de Derek tengas miedo de dar el paso. —Eagle continuó suavemente, como si estuviera leyendo mis pensamientos. —Solo quiero que sepas que podemos ir tan lento como quieras, pero esto para mí no es... casual.

—Casual —repetí distraídamente.

¿En qué momento nuestros rostros se habían acercado tanto? Solo era necesario que alzara la cabeza un par de milímetros para que nuestros labios se tocaran. No supe quién cerró la distancia, ni siquiera me di cuenta del momento en que cerré los ojos.

Pero nuestros labios apenas se rozaron cuando escuchamos voces furiosas elevarse desde la habitación contigua. Considerando que los muros de la cabaña eran delgados, fue fácil ser interrumpidos. Podría haber comprendido de qué se trataba la discusión, pero mi cerebro había hecho un ligero corto circuito con el pequeño contacto que tuve con Eagle, así que no estaba funcionando correctamente.

Estábamos por retomar el beso, dispuestos a ignorar a los chicos porque ya era algo usual, pero el azote de una puerta nos volvió a interrumpir.

Compartimos una mirada de exasperación, sabiendo que no íbamos a poder avanzar con ese caos de fondo. Suspiramos al unísono y nos erguimos para ponernos de pie y salir a ver lo que sucedía.

Alcancé a visualizar la ancha espalda tatuada de Brandon bajando las escaleras, por lo cual supuse que él había sido quien había azotado la puerta, pero me parecía imposible creerlo. Brandon se mantenía calmado ante cualquier situación, no era propio de él explotar de aquella manera.

Michael abrió la puerta de su habitación, de donde había provenido la discusión. Tenía el cabello desordenado, también impropio de él, quien siempre lo mantenía impecable incluso después de casi morir en las misiones. Su rostro estaba contraído en preocupación y tal vez arrepentimiento, pero era difícil discernirlo cuando no sabía de qué había sido la discusión. Debió ser algo verdaderamente importante para que las dos personas más lógicas del equipo se atraparan en una discusión emocional.

Vi sus intenciones de seguir a Brandon por las escaleras, pero se detuvo al vernos parados a mitad del pasillo, observando la escena con curiosidad.

Michael de inmediato se sonrojó, como si lo hubiéramos atrapado haciendo algo malo, cuando en realidad no sabíamos en qué lo habíamos atrapado. Nos dirigió una sonrisa algo avergonzada y se rascó la nuca. ¿Los primeros botones de su camisa estaban desabrochados? ¿Desde cuándo Michael había comenzado a utilizar sus camisas así?

—Lo lamento, no sabía que estaban en tu habitación —me dijo.

Me encogí de hombros, tensando mis labios en una sonrisa que fue mi mejor intento por fingir que no sabía que había pasado algo entre Michael y Brandon.

—¿Qué fue eso? —preguntó Eagle, con un ligero tono de diversión.

Él también había notado que su hermano y Brandon habían estado ocupados en la habitación. Eso solo me hizo querer reír más.

—Um, nada —respondió Michael, una octava más alta en su voz—. Brandon y yo estábamos... estábamos... estudiando.

Le lancé una mirada a Eagle, llena de obviedad y de "tienes que enseñarle a tu hermano a mentir". Eagle me sonrió y rodó los ojos en un movimiento casi imperceptible.

—Los gritos no parecían parte del estudio —comenté.

Michael se aclaró la garganta.

—Sí, eh... tuvimos algunas diferencias —desvió la mirada—. Se molestó porque... me comí las últimas galletas del paquete que Cami había comprado la semana pasada.

—Perfectamente razonable, porque Brandon adora esas galletas con su vida y, él siendo siempre tan centrado y lógico, te gritó por unas galletas —dijo Eagle, como si nada.

Brandon odiaba esas galletas con su vida. Casi todos en el equipo, exceptuando a Michael, habíamos presenciado cuando Anthony manipuló químicamente algunas de ellas para que supieran a vómito. Se las ofreció a Brandon inocentemente y él terminó teniendo dolor de estómago por los siguientes tres días y un trauma con esas galletas por el resto de su vida. Al parecer ingerir químicos no era sano.

Michael nunca se enteró de esto porque por alguna razón, Brandon fingía estar perfecto de salud cuando el genio del equipo andaba a su alrededor.

—Exacto —respondió Michael en un tono que ni siquiera podía haberse convencido a sí mismo.

Me crucé de brazos y lo miré fijamente. Era una técnica que ya había utilizado múltiples veces con él, ya que las miradas intensas lo ponían nervioso y cuando estaba nervioso comenzaba a hablar sin pensar. Pensé que funcionaría de nuevo, lo vi tensarse en nerviosismo, pero no soltó información sobre Brandon, sino sobre otra cosa.

—Descubrí que tengo un nuevo poder —reveló—. Puedo entrar en los sueños de las personas.

—Oh, ¡felicidades! —Decidí dejar en paz el tema de Brandon, por ahora. Michael no necesitaba más presión sobre sí mismo. —¿Cómo lo descubriste?

—Creo que los he tenido por algunos meses ya, pero los sueños siempre se me olvidaban antes de despertarme, así que no fui consciente de que no eran mi sueños hasta hace algunas noches. Cuando soñaste con Frederick en el río.

No fue hasta que Michael lo mencionó que recordé lo que había soñado, no completamente, solo un fragmento.

Me encontraba de pie a un lado del memorial de Frederick en el río, observando un ramo de flores que recién había dejado ahí, llorando por la muerte de mi amigo. Después él aparecía a mi lado, colocando un brazo sobre mis hombros, reconfortándome y asegurándome que todo estaría bien, como siempre solía hacer cuando vivía. Me decía que podía llorar por tanto tiempo como quisiera, pero que eventualmente debía detenerme, porque las lágrimas se secarían y la vida seguiría. La vida sin él.

Tan solo de recordar el sueño sentí la picazón de mis ojos, la vista volviéndose borrosa por las lágrimas. En el sueño había sentido tanta paz al ver a Frederick de nuevo, que solo me hacía añorarlo aún más.

Michael me tomó de la mano y dio un apretón como consuelo.

—Viste eso, ¿eh? —dije con una sonrisa triste—. ¿Por qué no te recuerdo en mi sueño, entonces?

Michael se encogió de hombros, soltó de mi mano mientras Eagle pasó su pulgar por mi mejilla para limpiar la lágrima que se había escapado. Le dediqué una sonrisa agradecida antes de prestarle atención a Michael de nuevo.

—Creo que puedo entrar a los sueños, pero no formar parte de ellos. Solo observo. —Entró a su habitación de nuevo, saliendo rápidamente con una libreta en mano. —He estado anotando los sueños que recuerdo, me ha ayudado a recordar algunos más y... bueno, también a pensar en algunas... teorías.

—¿Sobre qué? —preguntamos Eagle y yo al mismo tiempo.

—Creo que... cuando decimos que recordamos las otras versiones de nuestra realidad como un sueño, es algo casi literal. Creo que cuando el cambio de realidades era reciente, fui capaz de acceder a ellas a través de los sueños.

Entonces recordé que una noche, antes de la fiesta de cumpleaños de Alison, cuando nuestras realidades fueron cambiadas, soñé con fuego y arañas. No recordaba el sueño en específico, solo que había despertado con el pulso agitado y el terror en mi garganta. Un día después volví a tener el mismo sueño, despertando con dolor de cabeza.

Así como Anthony. Él también había despertado de un sueño con dolor de cabeza, esa misma tarde.

Así como...

—Michael —murmuré, haciendo la conexión. —Michael, Anthony y yo —dije, esta vez con seguridad—. Tuvimos una terrible jaqueca el día después de la fiesta de Alison, justo cuando Anthony y yo despertamos de nuestra siesta. En ese momento no le dimos importancia, pero ahora que sabemos todo lo que sucedió en aquella fiesta...

Michael asintió, comprendiendo mi idea.

—Anthony y tú debieron haber soñado algo sobre la otra realidad y yo estaba percibiéndolos. —Rascó su nariz, recordando aquel día. —Salí a caminar porque me dolía la cabeza, Fred y Ryan me acompañaron. No estaba dormido en ese momento, no pude haber visto sus sueños, pero definitivamente desprendían enormes cantidades de energía para que yo pudiera haberlos percibido despierto.

—O tal vez puedes acceder a los sueños incluso aunque estés despierto, solo no has podido hacerlo conscientemente —sugirió Eagle.

—Tal vez. Pero esa es la menor de mis preocupaciones ahora. La mayor siendo, ¿por qué Anthony y Cami pudieron soñar sobre la otra realidad? ¿Fue un poder o fue solo la conexión emocional con el suceso? Y si es que fue un poder, ¿qué poder les permitió hacer eso? —Me miró a los ojos, buscando una respuesta.

Estuve por decirle.

Casi lo admitía.

Casi caía en la tentación de decirle "tal vez porque soy la Anomalía".

Pero no lo hice.

Porque ni siquiera yo sabía lo que eso significaba.

Meses atrás, Andrew me había confesado que yo era "la Anomalía" que, en sus palabras, yo era a quien el mundo temía y la naturaleza necesitaba. Era el balance, pero tenía la capacidad de destruirlo.

Aquellas palabras quedaron tatuadas en mi mente, porque me aterrorizaba que fueran ciertas. Yo sabía que no era normal la cantidad de poder que tenía, pero no me gustaba pensar en ello, no después de que Andrew me llamara la Anomalía.

Por supuesto, había intentado investigar lo que era. Google no fue de mucha ayuda, así que busqué en los registros de la Academia, sin encontrar mucho sobre el término "Anomalía", solo que, en el mundo mágico, una anomalía significaba algo impredecible que no obedecía las leyes naturales, lo cual era prácticamente nada de información. El no encontrar nada me inclinó a pensar que alguien estaba intentando esconder mi existencia, para bien o para mal.

—No lo sé, pero eso también explicaría el Día del Recuerdo —intervino Eagle—. Así llamo al día que ustedes dos, Ryan y Anthony combinaron sus poderes para regresar sus recuerdos de la otra realidad, lo cual, según mi investigación, no es nada fácil.

—¿Has investigado sobre eso? —pregunté con curiosidad.

Tenía que admitir que yo algunas veces seguía preguntándome cómo había sucedido el Día del Recuerdo, pero nunca encontraba respuestas claras.

—Michael y yo a veces hablamos de eso cuando no podemos dormir —admitió Eagle—. Hemos pensado en varias causas de la combustión entre sus poderes de aquel día. Sabemos que había sido necesario que específicamente ustedes cuatro tuvieran contacto físico para que sucediera, porque de lo contrario hubiera sucedido mucho antes, así que cada uno de ustedes debió de aportar algo. Ryan con sus visiones del pasado de la otra línea temporal, Cami y Anthony con la conexión emocional del momento, ya que ambos fueron protagonistas de la razón por la que la Sinfonía decidió reiniciar esa parte de nuestra vida. Solo nos faltaba el poder de Michael.

—Que es ver sueños —asentí, comprendiendo—. Tanto Ryan como Michael tenían conexión mágica con la otra línea temporal, a través de las visiones y los sueños, complementándose al otro, así como Anthony y yo teníamos la conexión emocional y física.

—Y esa combinación es perfecta para recuperar memorias —concluyó Michael.

Hubo un silencio donde dejamos que la información se asentara en nuestras mentes.

—Vaya. Se siente bien resolver algo —resoplé.

Eagle estuvo de acuerdo, pero Michael frunció el ceño.

—Solo falta un detalle —dijo, pensativo.

Rodé los ojos.

—Siempre nos falta un detalle —rezongué.

—Aquella vez que accedí a sus sueños inconscientemente, solo fue eso: acceder a ellos. Mi poder puede explicar cómo sucedió el Día del Recuerdo, pero no explica cómo ustedes soñaron con otra línea temporal —analizó Michael—. No cualquiera puede soñar con otras líneas temporales, porque de lo contrario el resto del equipo también lo hubiera hecho y yo lo hubiera percibido.

—Es porque Anthony y yo tuvimos una fuerte conexión con esa línea temporal. Es lo más lógico —opiné.

—Puede ser —murmuró Michael sin realmente prestarme atención, perdido en sus pensamientos.

Me encogí de hombros. Tal vez después descubriríamos algún poder que lo explicara más a detalle.

—Perfecto —celebró Eagle—. Entonces el Día del Recuerdo quedó resuelto.

—¡Genial! Incluso me entraron ganas de resolver algo más —comenté.

Me miraron, interrogantes.

—Tal vez con esta nueva información sobre los poderes podemos averiguar algo de Frederick —sugerí—. Es decir, no sabemos el alcance de los poderes de Michael. Podemos ir a la oficina de Russell en la AAD de nuevo, estoy segura de que en alguno de esos libros debe tener algo sobre el alcance de los poderes sobre los sueños, y tal vez algo sobre cómo fue que Anthony y yo soñamos sobre la otra línea temporal.

Así como algo de información sobre lo que significaba ser la Anomalía, pensé.

Anthony no era una Anomalía, así que ser la Anomalía no podía ser la causa de que ambos soñáramos lo mismo. Algo en mi instinto me decía que sí había sido por la conexión emocional, pero ese mismo instinto me decía que ser la Anomalía también podía afectar en cómo yo percibía las líneas temporales. Era decir, las líneas temporales eran parte de las leyes naturales del mundo mágico, ¿no? Lo cual significaba que yo podía ir en contra de esas leyes de alguna manera.

—Si de verdad crees que es necesario ir de nuevo a las oficinas, será mejor que lo hagamos ahora —sugirió Michael—. La Sinfonía seguramente estará pensando que nos estamos preparando para el baile.

—Además, ahora tenemos a Christian para ayudarnos —añadió Eagle—. Puede quedarse en la Cabaña y avisarnos si la Sinfonía viene a buscarnos.

—Perfecto. —Di un aplauso. —¡Anormales, cámbiense a los trajes de misiones! —grité mientras bajaba las escaleras. —¡Asaltaremos la oficina de Russell!

Todos se encontraban jugando cartas en la sala de estar, a excepción de Brandon que solo estaba sentado sin cartas en la mano. Alzaron la vista al verme llegar.

Comenzaron a guardar las cartas, poniéndose de pie sin cuestionar mi decisión. Sabían que debía haber una buena razón para querer regresar al lugar donde habíamos descubierto que Frederick había muerto.

—¿De nuevo? —preguntó Ryan curiosamente.

Christian frunció el ceño y nos miró extraño.

—¿Ya han asaltado oficinas de la Sinfonía? —cuestionó en tono preocupado.

—¡Claro! ¿Tú no? —respondió Anthony con una sonrisa divertida.

—Okey, sé que estás siendo sarcástico, pero estoy empezando a dudar de su confianza en la Sinfonía —admitió Christian—. ¿Usualmente hacen cosas a sus espaldas?

Soltamos carcajadas tan fuertes que incluso Brandon sonrió ligeramente.

—Usualmente... siempre, sí —confesó Eagle—. Es difícil confiar en el equipo que está continuamente mintiéndonos.

—Y guardándonos secretos —añadí.

—Y cambiando nuestras realidades —añadió Anthony.

—¿La Sinfonía hizo qué? —preguntó Christian, incrédulo.

Anthony soltó una risa grave, con un toque de amargura.

—Es una larga historia. Te pondremos al tanto mientras vamos por nuestros trajes y te explicamos el plan de hoy—ofreció Eagle.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro