Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1. Larga historia


De todos los lugares que me imaginé en la primera semana de clases en mi último año de preparatoria... un barco pirata atrapado en una tempestad no había sido uno de ellos.

Estaba haciendo lo posible por controlar la tempestad con mis poderes, pero era difícil concentrarme cuando el barco no dejaba de lanzarme de un lado a otro. Para controlar el clima a tal magnitud aún me faltaba algo de práctica, además de que nunca había practicado con tempestades. Podía manejar tormentas, huracanes y tornados a la perfección, pero esto era nuevo.

—¡Tal vez si hubiera menos lluvia, Alien, el resto podríamos trabajar mejor! —gritó Anthony desde la proa.

Anthony West. Su segundo nombre: James, por si acaso se lo preguntaban, pero nadie lo llamaba así. Yo, por ejemplo, lo llamaba Chispas, lo cual al principio había sido un golpe para su ego y ahora solo era un apodo cariñoso, y hacía tiempo que él llamándome "Alien" había dejado de molestarme. A Anthony le gustaba apodar a las personas, era su manera de demostrar que te consideraba parte de su vida, aunque eso nunca lo admitiría.

Si se le veía en la Academia, Anthony irradiaba aquella aura de chico problemático. Su cabello negro, facciones marcadas, sonrisa sarcástica y ojos verde oscuro reforzaban el aura. Si por alguna razón decidías hacerte su amigo, confirmabas que, efectivamente, era un chico problemático, pero a veces se esforzaba por no serlo y, después de muchas semanas de paciencia, podías llegarte a encariñar con él y comprender su humor tan... Anthony.

—¡Tal vez si supieras controlar el campo de fuerza, Chispas, podría estabilizarme lo suficiente para concentrarme! —grité de vuelta.

El poder que lo caracterizaba era el control de electricidad y algunas semanas atrás había descubierto que podía físicamente transformarse en cualquier otra persona que conociera. La primera vez que lo hizo se quedó atrapado en una copia del cuerpo de Ryan por un par de días y, en nuestra versión de broma, nos besamos y nunca volvimos a hablar del tema. Larga historia.

Nuestros poderes tenían cierta extensiones y, para Anthony, una de ellas era crear campos de fuerza con ayuda de iones y electrones y... honestamente, no entendía muy bien cómo funcionaba la electricidad en el campo, pero funcionaba.

Así como extensiones, había limitaciones. Nuestros poderes solían descontrolarse cuando había una tormenta, a excepción de aquellos que poseían control sobre el clima, como yo. Una tempestad era suficientemente parecida a una tormenta como para causar algunos problemas, pero habíamos practicado tanto con nuestros poderes que ya poco nos afectaba.

—¡Yo no tengo la culpa de que Nerd no sepa conducir un barco! —respondió Anthony, haciendo lo posible por sostener el campo que lo rodeaba—. ¡¿Quién lo puso a cargo?!

—¡Para tu información, "conducir" no es el término correcto! —corrigió Michael desde la popa—. ¡Y, de todos nosotros, yo soy el más adecuado para navegar el barco! ¡Soy el único que, mínimo, sabe la diferencia entre estribor y babor!

Anthony no pudo responder ya que casi fue consumido por una ola del tamaño de la Cabaña, de no ser porque desvié el agua a tiempo y Ryan llevó a Anthony al otro lado del barco en un parpadeo.

Todos estábamos empapados por la lluvia que, para nuestra poca suerte, parecía llegar de manera horizontal. Normalmente, si yo lo deseaba, podía evitar mojarme bajo la lluvia, con eso de que controlo los cuatro elementos y el clima, pero no deseaba desperdiciar ni un poco de concentración en eso, sino enfocarme que las kilométricas olas no nos ahogaran.

Michael Stewart era el integrante más amable del equipo. De piel oscura, cabello rizado y ojos marrones, era un chico que tímido e introvertido. Antes de formar parte, él era alguien que extrañamente tomaba crédito por lo que hacía. No obstante, estar rodeado por Anthony y yo (un par de arrogantes, ególatras y vanidosos), le había puesto el perfecto ejemplo de tener suficiente seguridad para adueñarse de sus logros y de su personalidad. Seguía siendo tímido e introvertido, pero ahora sabíamos que nos y se tenía confianza.

Conocí a Michael mucho antes de que nos uniéramos en el equipo. Compartíamos algunas clases juntos en la Academia de Artes y Defensa, donde todos estudiábamos para dominar nuestros poderes y aprender sus precauciones. Para ese entonces solo era el chico que tenía suficiente paciencia para ayudarme con las tareas y que yo ayudaba en los entrenamientos.

El trabajo de Michael en el equipo era, en resumen, no dejarnos morir. Sus poderes de sanación siempre eran requeridos al terminar una misión o entrenamiento, así como sus ideas solían ser una excelente ayuda para pensar coherentemente, y ni hablar de lo útil que era al poder teletransportarse. Él era probablemente la persona más inteligente del equipo. Después de mí, claro.

—¡No podemos continuar de esta manera! —anunció Eagle desde el mástil, apenas audible—. ¡Necesitamos detener la tempestad o estacionar el barco en alguna isla!

—¡"Estacionar" no es el término correcto para-

—¡Tú eres el que puede convertirse en águila, Lion! —interrumpió Anthony, ignorando a Michael. —¡Tú investiga dónde hay una isla! ¡Esa era tu tarea desde el inicio!

—¡OLA!

Ante la advertencia de Ryan, ni siquiera me di la vuelta para ver el tamaño de la ola. Podía sentir su enorme presencia, probablemente del tamaño de un edificio de siete pisos. Yo me encontraba agotada, no podría detener aquella ola, pero podía salvar el barco de otra manera.

—¡Anthony, cúbreme! —pedí—. ¡Sosténganse!

Anthony no dudó ni un segundo y me rodeó con su campo de fuerza. Eso me dio oportunidad para estabilizarme y concentrarme más allá del ruido de los truenos y las olas chocando entre sí. Me conecté con el agua que se encontraba debajo del barco y nos elevé en una columna de agua tan alta que no llegó ni una gota de la enorme ola que tres segundos atrás nos hundiría.

—¿Por qué no hiciste eso antes? —me preguntó Anthony.

Sostener la columna de agua no estaba siendo fácil, así que no perdí tiempo en responderle. A la altura que nos encontrábamos, ya no era necesario gritar con toda la fuerza de nuestros pulmones para ser escuchados, solo lo suficiente para que nuestras voces superaran la lluvia, pero no sabía cuánto podría mantener el control sobre el agua.

Eagle bajó del mástil con agilidad, asegurándose de que todos nos encontráramos bien.

—Porque la está agotando tanto como la agotó hacer ese terremoto que destruyó la ciudad de ayer —respondió por mí—. Hay una isla por allá, las olas no me habían permitido ver a esta distancia. Si tenemos suerte, podemos navegar el barco hacia ahí y terminar con esto, tenemos tarea de cálculo por hacer. ¿Brandon?

Brandon había estado ocupado sosteniendo mástiles y asegurándose de que nada nos golpeara a Michael y a mí (e incluso de que no saliéramos volando del barco), ya que éramos los más vulnerables concentrándonos en una sola tarea.

Brandon Fisher era un chico con múltiples tatuajes sobre sus hombros y brazos, utilizando siempre camisetas sin mangas y pantalones negros, solo para combinar con su cabello y ojos oscuros que, a su vez, contrastaban con su piel pálida. Antes de conocerlo, cada vez que me lo cruzaba en la Academia, desviaba mi camino. Su rostro serio no ayudaba mucho a su vida social, pero no le podía importar menos. Eso añadido a su poder principal, la fuerza bruta, era algo intimidante.

Después de algunos meses juntos, Brandon y yo nos hicimos amigos. Él era alguien reservado y maduro, que se mantenía en control en cualquier situación. Tenía un corazón noble y siempre intentaba hacer lo mejor para todos, como, por ejemplo, cuando golpeaba a Anthony por hacer algún comentario grosero. Brandon y Anthony eran medios hermanos y, bueno, Brandon era de las únicas personas a las que Anthony escuchaba.

—El hielo no durará mucho, pero puedo trazar un camino con ayuda de White —afirmó Brandon, comprendiendo la idea de Eagle sin necesidad de que la dijera.

Eso sucedía cuando habíamos compartido tanto tiempo juntos. Ya no éramos personas individuales reuniéndose, éramos un equipo que trabajaba con una sola mente. Mayormente lo que yo pensaba, ellos también, y viceversa.

—¡Se acabó su tiempo! —anuncié.

Solté la columna y comenzamos a caer sin mucha gracia.

Anthony, aprovechando sus nuevos poderes de elasticidad, estiró sus brazos como goma de mascar y nos sostuvo a mí y a Eagle. Brandon sostuvo a Michael con una mano y a Ryan con la otra, ya que el velocista estaba por caerse del barco por enésima vez.

El poder de Ryan radicaba en ser extremadamente veloz. Un segundo podía estar frente a ti y a los 5 minutos podía estarse tomando una fotografía frente al Taj Mahal. Aunque al principio le había costado trabajo tener control sobre su poder, había logrado un enorme avance en los últimos meses. A diferencia del resto de nosotros, él no tenía la experiencia previa con sus poderes antes de conocer la AAD. Su inclusión en el equipo fue, digamos, una decisión de último momento.

Ryan Foster era un chico dulce que cometía más errores que el ser humano promedio. Tenía buenas intenciones, pero a veces era demasiado ingenuo o inocente. Una vez intentó comerse uno de mis jabones de kiwi, así como otra vez se quedó atrapado en el baño de la Cabaña. Tener a Ryan en el equipo significaba tener que cuidar lo que dejábamos a su alrededor, ya que había una alta probabilidad de que intentaría comerlo o se haría daño con eso. O ambas acciones al mismo tiempo. Él era, sin lugar a dudas, el niño de la familia.

De todos los integrantes, él fue al primero que conocí. Íbamos en la misma preparatoria y compartíamos algunas clases. Me gustó por algunos meses. Hasta que pasé más tiempo con él. Entonces descubrí que todo lo que sentía por él era superficial y mis sentimientos se acabaron. Fue por eso que no intentamos nada, además de que él tenía novia y la engañó conmigo en una fiesta, pero después nos borraron la memoria y al repetir la fiesta solo terminaron de manera relativamente pacífica. Larga historia.

—¡Haré todo lo que pueda, solo mantengan el curso! —nos pidió Brandon a Michael y a mí.

Anthony me soltó y corrí hacia la proa, la punta del barco donde podía ver nuestra dirección. "Ver" era un decir, ya que en realidad la lluvia no me permitía ver nada, ni hablar de las olas, pero podía sentir la presencia de la isla a un kilómetro.

Brandon comenzó a congelar las olas que nos rodeaban, justo antes de que se estrellaran con el barco. El hielo se rompía tan solo unos segundos después por el golpe de otras olas, pero nos ayudaba a mantener el camino suficientemente despejado para continuar.

Eagle se convirtió en un águila y alzó en vuelo para guiarnos por el curso que debíamos seguir para llegar a la isla.

La tarea de Ryan había sido compartir responsabilidad con Brandon para asegurarse de que no cayéramos del barco y movernos de lugar cuando estaba por caernos una ola o un mástil encima. Su velocidad era un excelente recurso para salvarnos la vida. El problema era que Ryan también estaba constantemente en problemas de caerse o ser herido (era distraído), así que, cuando Brandon dejó de hacer gran parte del trabajo, tuvo que concentrarse y hacer un enorme esfuerzo por cuidarnos.

Si algo caracterizaba al equipo era que confiábamos totalmente en que nos cuidaríamos la espalda y nos salvaríamos la vida sin importar el costo. Fue de las primeras cosas que aprendimos al encontrarnos tantas veces en peligro.

Me sentía demasiado agotada para controlar el agua debajo del barco. Estaba llegando al límite de mis poderes. Límite que, por supuesto, yo me había establecido, ya que de lo contrario podía seguir, pero era peligroso para cualquiera que me rodease.

Tenía control sobre el clima y los cuatro elementos, pero no eran mis únicos poderes. Había descubierto que podía percibir la energía de las personas, no a un nivel sentimental, sino mágico. Podía distinguir cuando alguien estaba utilizando sus poderes, cuántos poderes podría tener e incluso podía tener cierto control sobre lo que era llamada nuestra energía vital, que era básicamente lo que nos daba los poderes, lo cual significaba que podía robarlos.

No me gustaba experimentar con ese poder porque ya habían sucedido accidentes. Ya que nuestras emociones estaban atadas a la energía vital, muchos de nuestros poderes eran afectados cuando nos sentíamos molestos o con miedo. Después de cierto incidente que me enfureció, maté y reviví a Anthony con mi poder sobre la energía (larga historia), cosa que no deseaba que sucediera de nuevo, así que me abstenía de utilizar ese poder, mas que fuera vitalmente necesario.

Estábamos cerca de la isla, ya todos podíamos visualizarla. El único problema fue que no había isla como tal. Era más bien como un conjunto de peligrosos riscos y peñascos peligrosamente afilados que probablemente destruirían al barco si no cambiábamos de dirección.

—¡Tiene que ser una broma! —grité con frustración.

—Genial. Todos vamos a morir.

Anthony no se caracterizaba exactamente por su visón optimista.

Era demasiado tarde para frenar el barco y dar la vuelta. Debíamos encontrar otra manera de salir de ahí o la predicción de Anthony sería cierta.

Eagle aterrizó a mi lado y se transformó de nuevo en humano. Me ayudó a sostenerme del barandal de madera y me sonrió como si no nos estuviéramos acercando a una muerte casi segura.

—Cuando terminemos con esto, ¿vamos por un helado? —habló contra mi oído para que pudiera escucharlo. —Helado de fresa, porque sé que no te gusta el de chocolate.

Le devolví la sonrisa y señalé la "isla".

—¿En serio crees que ahora es un buen momento para hablar de esto?

Eagle me guiñó un ojo.

—Cualquier momento contigo es un buen momento, White.

Reí y lo alejé ligeramente para concentrarme, lo cual era difícil con su mano rozando mi cintura y mi espalda casi tocando su pecho.

Eagle Stewart-Pierce fue la primera persona del equipo en la que realmente confié; claro, sin tomar en cuenta a... Frederick, un amigo que falleció casi un mes atrás. Eagle y yo teníamos un pasado en común de relaciones abusivas y temas no muy bonitos. Usualmente yo no confiaba mi historia de vida a las personas en la primera noche de conocerlas, pero con Eagle fue diferente. Él desprendía seguridad, de aquella con la que no era necesario conocerlo para saber que tus secretos estaban a salvo con él y que nunca te juzgaría por ellos. Siempre que él estaba alrededor me sentía en confianza.

Su poder principal era convertirse en cualquier animal, además de controlar la gravedad. Sus poderes eran similares a los míos, ambos nos dedicábamos a la naturaleza. Sus ojos eran naturalmente verdes, pero podían cambiar de color si él se transformaba parcialmente a un animal, como a un búho. Tenía la nariz recta, ligeramente alargada, combinando con su mandíbula marcada y rostro rectangular. Su cabello castaño oscuro había crecido durante nuestra estadía en la Cabaña, ondulándose y desordenándose sobre su frente. Solía portar una sonrisa infantil en sus labios desiguales, con el inferior siendo un poco más grueso que el superior. Aquella sonrisa era una de las principales razones de mi propia sonrisa.

Nos volvimos aún más cercanos la última semana, ya que comenzamos a ir a la misma preparatoria. Él y Michael, su hermano, se cambiaron de escuela sin saber que se estaban inscribiendo a la misma que Ryan y yo asistíamos. Nos enteramos después: ellos lo supieron justo antes de entrar a clases, pero yo no escuché cuando me dijeron que iríamos a la misma preparatoria, así que la única sorprendida el primer día fui yo. Hasta ahora, nos estaba siendo útil tener a cuatro Anormales en el mismo lugar. Michael nos teletransportaba a los entrenamientos y de vuelta a casa. Anthony y Brandon eran teletransportados a la AAD por otro de sus hermanos, quien los había introducido a la Academia. Andrew nos había prometido conseguir una manera más eficaz de teletransportarnos juntos, para no depender de otras personas, pero no sabíamos cómo cumpliría esa promesa.

El barco estaba a cincuenta metros de dar contra los riscos.

—¡Debemos saltar! —gritó Brandon a nuestras espaldas.

—¡¿Qué?! —respondimos el resto al unísono.

Brandon señaló a los riscos y después al océano, como si eso fuera suficiente para convencernos.

Para bien o para mal, fue suficiente para convencernos.

Eagle y yo corrimos a reunirnos con el resto del equipo en la popa. Michael soltó el timón y Brandon dejó de congelar olas. Nos preparamos para saltar por la borda.

—¡Si puedes ocuparte de que no nos ahoguemos, Alien, sería grandioso! —pidió Anthony.

Saltamos justo cuando una ola inclinó al barco.

Mi cuerpo se preparó para el impacto, que sabía que no sería exactamente gentil. Cuando todos estuviéramos bajo el agua me encargaría de que buscarlos a través de sus energías y asegurarme de que ninguno se ahogara. Del único que sabía que no debía preocuparme era Eagle, quien seguramente ya estaba convertido en algún animal marino.

El problema fue que cuando caí, no fue en agua. Fue en concreto.

Aterricé sobre mi espalda, dejándome sin aire por unos segundos. Ya no había olas ni tempestad, por lo que escuché a la perfección los gemidos de queja del equipo, que tampoco estaban esperando caer sobre una superficie sólida.

—¿Todos están bien? —pregunté, sin moverme de lugar.

—¡Auch! —gritó Anthony, más enfadado que adolorido. Lo tomé como algo positivo.

El resto respondió a medias, pero fue suficiente para saber que seguíamos vivos y conscientes.

Tosí, intentando recuperar algo del aire que el golpe me arrebató.

—¿Para la próxima vez podrían avisarnos o algo? —pidió Eagle, convertido de nuevo en humano, hablando hacia el techo, donde sabíamos que se encontraban las cámaras.

Me senté, aplicando algo de esfuerzo. Me recargué en el piso sobre mis manos, extendiendo las piernas en una "V" para descansar mejor. Sacudí mi cabello, intentando deshacerme del goteo, sin mucho éxito.

Los Anormales lucíamos... mal. Empapados hasta la médula, pálidos por el frío del océano, cansados por el gasto de energía. Si alguien pasaba por la puerta y nos veía, probablemente se preguntaría qué tipo de simulación habríamos elegido para terminar de aquella manera.

La sala de entrenamiento estaba vacía, apartada para nosotros: el Equipo Élite. Por supuesto, nadie en la Academia sabía que éramos el Equipo Élite, a excepción de la Sinfonía, la generación de Equipo Élite anterior a nosotros. Entre sus integrantes casualmente se encontraban Andrew White, mi primo, y la legendaria Kira Foster, la hermana de Ryan. Nadie más podía saberlo, por nuestra propia protección. Nunca se sabía quién estaba observando.

Nos tomamos nuestro tiempo para ponernos de pie, ayudándonos unos a otros entre quejas y maldiciones. Esperamos pacientemente a que algún miembro de la Sinfonía entrara por la puerta para darnos su retroalimentación sobre el entrenamiento, como habían hecho toda la semana.

Desde que volvimos a clases, también habíamos estado asistiendo a entrenamientos diarios en la AAD. Cada día era una simulación nueva, una crisis nueva. El barco pirata había sido una de entre las miles de opciones de escenarios disponibles para entrenamientos. Casi nadie los ocupaba, ya que casi nadie poseía el control necesario sobre sus poderes para lograr superar los escenarios, pero ser del Equipo Élite tenía sus ventajas.

Todos nos dimos la vuelta cuando escuchamos la puerta abrirse, pero no nos recibió el usual ceño fruncido de Andrew o los brazos cruzados de Kira o los ojos entrecerrados de Índigo o los labios tensos de Russell o la expresión divertida de Boston. Quien entró a la sala no fue un miembro de la Sinfonía, sino un estudiante de la Academia.

Nos alarmamos de inmediato, pero Christian no dio señales de notarlo, lo cual debía ser imposible debido a sus poderes.

—Oh. Por. Dios. —dijo con las palmas extendidas en incredulidad. —Eso fue increíble, chicos. Ustedes son increíbles. ¡Utilizaron sus poderes con tanto control, tanta fluidez! ¡Fue asombroso!

Christian Patterson era un chico popular en la AAD, todo el mundo lo conocía por sus poderes empáticos. Siempre estaba ahí para escucharte y ayudarte a lidiar con tus emociones. A todos nos agradaba el rubio que nunca tenía problemas con nadie, de eso no había duda, pero no era el mejor guardando secretos. Su filtro era bastante específico: había que decirle exactamente "esto es algo privado, no lo compartas con nadie" para que no lo divulgara, de lo contrario para el siguiente día toda la AAD sabría lo que le dijiste.

—¡Christian! —intenté no escucharme tan tensa como me sentía. —¿Qué haces aquí? Es un entrenamiento privado. —Reí para aliviar algo de la incomodidad.

—Sí, lo sé —respondió, totalmente despreocupado—. Me perdí intentando encontrarlos. ¿Quién diría que hay tantas salas de entrenamiento con simulaciones, eh? —Colocó sus manos sobre su cintura, mirando a su alrededor, como si fuera una obra de arte y no solo concreto lo que nos rodeaba.

—¿Nos... estabas buscando? —preguntó Ryan, sin esconder su extrañeza.

—¡Sí! Llegué justo a tiempo para verlos. ¿Congelar olas de ese tamaño, Brandon? ¡Fue increíble! ¿Y elevar esa columna de agua, Camila? ¡Jamás creí que eso fuera posible! Tal vez no te diste cuenta de la cantidad de agua que estabas sosteniendo, pero desde aquí se veía enorme. Todos tienen poderes tan asombrosos... —Christian suspiró en una ensoñación. —No sabía que el Equipo Élite luciría tan bien en acción.

Intercambié una mirada con el resto del equipo e hicimos lo primero que se nos ocurrió.

Comenzamos a reírnos incómodamente y a hablar al mismo tiempo.

—¿Equipo Élite? Ja, ja. ¿De qué hablas?

—Por supuesto que no somos el Equipo Élite. Ja, ja.

—¡Nadie sabe quién es el Equipo Élite, ja, ja!

—El entrenamiento que viste en realidad fue una ilusión, ja, ja.

—Realmente no somos tan poderosos, ja, ja. Casi nunca entrenamos.

Christian nos miró como si nos hubiera crecido un tercer ojo. Se aclaró la garganta y ladeó la cabeza, como un animal curioso.

—¿Ustedes sí son conscientes de que... tengo poderes empáticos, no? —cuestionó con extrañeza. —Sé cuando alguien miente.

Oh —murmuramos en respuesta.

Estaba de más aclarar que no nos habíamos preparado para un escenario donde fuéramos descubiertos.

Estaba por sugerir que golpeáramos a Christian en la cabeza y cuando despertara en el hospital le aseguráramos que todo había sido un sueño, pero Kira entró a la sala, completamente indiferente a la presencia de Christian.

—Veo que ya conocieron al nuevo integrante de los Anormales —señaló a Christian.

—¿Nuevo... integrante? —dudó Anthony.

Kira asintió.

—Su generación de Equipo Élite fue diseñada para tener siete integrantes en el equipo, así como la nuestra tuvo cinco, porque se cree que hay mayor eficacia —explicó—. Si les falta un integrante, entonces su lugar lo ocupará alguien más. Christian estuvo entre los finalistas y ahora consideramos que será su mejor opción.

Tensé la mandíbula y sentí tanta furia contenida que evaporicé el agua de mi traje y cabello. Los chicos notaron mi cambio de humor, Eagle siendo el que se acercó a mí para tranquilizarme. Colocó su mano sobre mi espalda baja y me dio una mirada tranquilizadora.

—Nuestra mejor opción sería encontrar a Frederick, si la Sinfonía tan solo fuera honesta con nosotros por una vez —dije a Kira, calmando mi tono.

—Camila, ya habíamos cerrado el tema de Frederick —reprendió Kira—. La nota que encontraste fue una trampa de quienes lo secuestraron y el "fantasma" que viste en el baño fue solo un espejismo de tu pérdida y una forma de lidiar con el luto. Frederick murió. Honren su muerte al seguir adelante.

—No vengas a decirnos cómo honrar la muerte de Freddy cuando estás intentando reemplazarlo con alguien más —habló Anthony, serio de pronto—. Ya fuimos un equipo de siete, siempre seremos un equipo de siete, aunque Freddy no esté con nosotros. Christian no será parte de los Anormales.

Kira se cruzó de brazos.

—Christian ya es parte de los Anormales, les guste o no. No es una decisión que toman ustedes. Ahora, denle la bienvenida y váyanse a casa. Hicieron suficiente por hoy.

No nos dio oportunidad de replicar. Se teletransportó fuera de la sala y nos dejó a solas con un muy incómodo Christian. Sus facciones suaves estaban completamente tensas.

—Escuchen, chicos... no quiero causar problemas —dijo con suavidad—. Sé que mi presencia no significa nada bueno para ustedes y sé que pasaron por una pérdida importante. Pero para mí es emocionante estar con ustedes, de verdad creo que puedo serles de ayuda.

Anthony bufó.

—¿Cuáles dices que son tus poderes?

Christian se encogió de hombros.

—Empáticos. Sé leer las emociones de los demás —aclaró con simpleza.

—¿Y eso cómo nos será útil en una misión? —atacó Anthony—. Nerd nos puede sanar si estamos heridos y teletransportarnos si necesitamos ir a algún lugar. Brandon puede levantar una estructura por si quedamos atrapados debajo de ella y puede protegernos del fuego con sus poderes de hielo. McQueen puede darle la vuelta al mundo en apenas unos minutos por si lo necesitamos en una emergencia. Lion puede convertirse en un león y comerse al enemigo o en un elefante y aplastar al enemigo, sin contar que su control sobre la gravedad nos ahorra mucho tiempo cuando necesitamos escalar algo. White es un lanzallamas humano y puede provocar terremotos que derrumban ciudades enteras. Yo soy el mejor del equipo y puedo electrocutar a alguien, convertirme en cualquier persona y, en últimas fechas, estirarme tanto que mi brazo puede darle la vuelta al edificio más ancho que exista. Tus poderes son inútiles, Christian.

Christian ni siquiera parpadeó. Prestó atención a cada palabra de Anthony, asintiendo como si estuviera tomando notas mentales.

—Inútiles para herir físicamente a alguien, sí —admitió sin dificultad—. Pero no es necesario herirlos físicamente cuando ya están pasando por dolor interno. Dime, Anthony, ¿cómo te sientes con respecto a la relación entre Eagle y Camila? Pude percibir ciertos celos de tu parte hace un momento cuando Eagle se le acercó de manera tan... íntima, pero necesitaría profundizar en eso antes de poder ayudarte. ¿Quieres hablar del tema?

Rápidamente me aclaré la garganta y me alejé de la mano de Eagle, que había olvidado que se encontraba sobre mi espalda baja.

Como mencioné antes: Christian no tenía malas intenciones, pero su filtro no era el mejor. Cuando le preguntó eso a Anthony no estaba atacándolo, estaba preguntando por genuina curiosidad.

Anthony rodó los ojos y resopló.

—Tengo cosas más importantes que hacer —declaró.

Se dirigió hacia la salida, seguido de Brandon, quien asintió como despedida. Ryan suspiró y se acercó a Christian para darle una palmada sobre el hombro en manera de apoyo.

—Debemos explicarte las cosas de las que podemos hablar y de las que no. —Suspiró Ryan con simpatía.

—Oh, lo siento. Pensé que era algo que todos sabían —dijo, con verdadero remordimiento.

Ryan rio.

—Claro que todos sabemos. Anthony no es exactamente sutil. Ustedes tampoco —acusó, mirándonos a Eagle y a mí—. Pero Mike, Brandon y yo no hablamos de eso frente a ellos y fingimos no notarlo solo para no ser involucrados.

—A Anthony no le importa lo que Eagle y yo hagamos —repliqué—. No está celoso de nadie, solo le molesta no ser el centro de atención.

—Le molesta no ser tu centro de atención. Hay una diferencia ahí —señaló Michael.

—¿De qué están hablando? Anthony se enamoró de Alison, aquella vez en la fiesta. Yo lo vi con mis propios ojos, incluso lo viví cuando conectamos nuestros poderes y recuperamos las memorias. Por unos segundos, estuvimos en la mente de Anthony. Ellos dos pertenecen juntos. Michael, tú lo viste.

—Sí, pero esa versión de la realidad ya no es nuestra realidad, Cami —respondió Michael—. Eso lo recordamos como un sueño, porque casi lo fue. Lo que recordamos bien y lo que sucedió en nuestra realidad, es la versión que vivimos por segunda vez, una donde Anthony no se cruzó con Alison y, por ende, no se enamoró. No de ella, al menos.

—¿Qué estás insinuando con eso? —dudé.

Michael se encogió de hombros.

—Será mejor que vayamos a la Cabaña para mostrarle el funcionamiento a Christian —sugirió, evitando mi pregunta.

Yo negué con la cabeza, apenas mirando a Christian.

—Yo iré a casa. Necesito descansar.

Christian percibió que, en parte, estaba mintiendo. Me tomó de la mano y habló con suavidad:

—Entiendo que no desees pasar tiempo con el nuevo Frederick, pero-

Fruncí el ceño y le arrebaté mi mano.

—Frederick no es reemplazable. Tú nunca serás el nuevo Frederick.

Christian notó su error, pero para entonces yo ya estaba encaminada hacia la puerta.

Anthony y Brandon estaban a la vuelta del pasillo, exprimiendo sus playeras para quitar el exceso de agua. Hablaban por lo bajo, casi confidencialmente, pero se detuvieron al escuchar mis pasos. Era algo que solían hacer, le tenían bastante aprecio a su privacidad.

Anthony sacudió su cabello y me dedicó una pequeña sonrisa. Comenzó a caminar en dirección a la salida de la zona de salas de entrenamiento, como si solo me hubiera estado esperando para continuar. Hablamos del entrenamiento y nos burlamos de lo que el otro hizo mal, Brandon a veces añadiendo comentarios. Fue un momento pacífico después de tanto caos.

Decidí olvidar el comentario de Christian y las insinuaciones de Michael. No tenía tiempo para rumores ni para preocuparme por las acciones de Anthony o Eagle. Lo que Eagle y yo teníamos no era nada serio, solo un coqueteo recurrente, no había razón para pensarlo más de lo necesario. Pronto se terminaría y el equipo seguiría como siempre. Nada iba a cambiar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro