Amado Dios, Energía Divina del Universo,
Hoy elevo mi corazón lleno de gratitud hacia Ti por este año que termina, por todas las bendiciones inmensas que mi familia y yo hemos recibido.

Gracias por el milagro de la vida, por haberme dado el honor de ser madre nuevamente de mi hermoso Rafael, y por la dicha de recibir el próximo año a mi sobrina Sofía, un recordatorio de que la vida sigue renovándose en amor y esperanza.

Gracias por la familia, por el amor que nos une,
y por cada sonrisa, abrazo y palabra que nos ha fortalecido.
Gracias por las oportunidades que este año nos ha brindado para crecer,
y por los aprendizajes que han llegado con generosidad y no con dolor.

Hoy, en este umbral entre lo que fue y lo que está por venir,
te pido, Señor, que bendigas nuestro hogar.
Llénanos de salud, ánimo y fe para enfrentar el nuevo año.
Que cada día traiga consigo oportunidades de amar, crecer y servir.

Ayúdame a sanar las heridas del pasado,
a mirar con amor y agradecimiento a mis antepasados.
Por sus luchas, decisiones y hasta sus errores,
te doy gracias, porque de ellos proviene la historia que hoy soy.
Que su legado, con sus luces y sombras,
sea una guía para bendecir y comprender mi propia vida.

Bendice mi camino y el de mi familia en este nuevo año.
Dame la sabiduría para construir hábitos de vida
que me conduzcan hacia una larga vida llena de amor y plenitud.
Conecta mi espíritu a la profundidad del universo,
y enséñame a mirar los errores de los demás con paciencia y compasión, sabiendo que todos estamos caminando hacia Ti, a nuestro propio ritmo.

No quiero ser buena por temor a perder el cielo, sino por el placer de reflejar tu amor, por la alegría de vivir en armonía con el universo que habita en mi corazón, mente y espíritu.

Te entrego mis deseos y propósitos para este nuevo año:
que sean guiados por tu luz, y que, a través de ellos,
pueda ser un canal de amor y paz para el mundo.

Amén.