Yoongi esperaba sentado en el césped a un lado de un árbol, observando un par de detalles en la nada. Había llamado a Jimin hace más de hora y media y aún no se aparecía allí, ya comenzaba a preocuparse por ambos. Puede que le haya ocurrido algo en el camino, o tal vez no. Él no quería pensar en cosas feas, pero eso estaba comenzando a hacer, y le daba miedo.

Tomó su móvil buscando el contacto de su novio en su marcador e iba a marcar de no ser que una mano atrapó la suya.

Levantó la mirada y se topó con el rostro de su pareja, el cuál tenía ojeras bajo sus párpados y una que otra mancha en su rostro. Además, vestía aún, el uniforme escolar.

-Cariño, ¿qué te ocurrió? ¿Te golpearon? -acarició el rostro frente a él y lo analizó, buscando algún indicio de golpes.- ¿Estás bien?

-No es nada Yoonnie, tranquilo. Solo, me duele un poco -se sentó a su lado e hizo que apoyara su cabeza en su cuello, para que pudiera estar tranquilo con su aroma.-

-¿Puedes decirme que ocurrió?

-La profesora me castigó por golpear a un alumno hoy.. él me estaba provocando y yo no me quedaría callado.-revordaba aún sus asquerosas palabras, no podía creer la cantidad de asquerosidades podía llegar a decir un maldito alfa de su pequeño.-  Fué por eso que terminamos en una pelea y en dirección.. Tras salir de la escuela, papá me obligó a ayudarle con su automóvil y mamá me sacó de casa con excusas baratas, yo estaba conciente de que quería sacarme de allí, y.. bueno, estoy lleno de tareas por la escuela, mañana creo que también tendré un largo día.. -habló en voz baja. él estaba estresado por todo eso. Sus padres no eran la mejor solución luego del instituto, pero aún así fué, ya que quería verlos por un rato. Tan solo un rato.-

Yoongi escuchó atentamente. Sabía que Jimin estaba lleno de problemas lejos de él, ya que no era de saber controlarse mucho a menos de que su Omega lo haga por él, y lo ayude. Yoongi podría estar pensando que daba más problemas.

-Yo.. planeaba que saliéramos hoy, podríamos pasar también a un parque de diversiones y comer algo en algún lugar. ¿Podemos? -preguntó de forma infantíl, ignorando inconsientemente lo que su novio acababa de decir.- Por favooor~ juro no causar problemas si me compras un gatito de juguete en llavero, o no, tal vez uno graaande, ¿que sea de mi altura? sería hermoso.

-Yoongi, por favor. -susurró cerrando los ojos levemente, con un poco de presión. el nombrado no había alcanzado a escuchar, por lo que continuó.-

-Oh, tal vez, ¡un kumamon! ¡He visto uno grandote hoy y era hermoso! Necesito uno. ¡Haría buena combinación con mi pijama!, ¿verdad? -habló con tonos emocionantes en su voz, él se había enamorado del oso gigante que vió con Taehyung.- Por favor, mochi~ ¿me lo compras? ¿me lo compras?

-Joder, Yoongi. ¿Podrías cerrar la boca un rato? Me duele la puta cabeza y tú solo la taladras una y otra vez. -Se separó del Omega y miró con el ceño fruncido el frío atardecer.-

El nombrado observó con ojos cristalinos a su Alfa y la tosquedad en sus palabras.
Pequeñas lágrimas comenzaron a salir de sus rasgados ojitos y sollozó de forma baja.

¿Realmente era solo eso para su pareja? No quería ser exagerado, pero aquello sí había dolido. Se preguntó si había hecho mal al citarlo después de todas aquellas llamadas perdidas. Sus uñas picaron y comenzó a 'frotarlas' contra su brazo descubierto, sin parar.

Si Jimin lo veía como una molestia más, solo debieron terminar al primer mes.

-S-siento ser una mierda molesta, para tí. -susurró y se levantó del suelo para alejarse un poco. Sus huesos tronaron y en menos de un minuto, él ya estaba en su forma lobuna. Su ropa y regalos(los cuales se encontraban detrás del omega), estaban esparcidos en aquél suave césped.-

Sus patas marcharon de forma rápida y se alejaron lo más rápido de Park Jimin. El cuál, después de escuchar a su Omega, reaccionó a sus palabras.

-Mierda, no... -susurró al ver aquél pequeño anillo en el suelo, al igual que el osito de peluche, el cuál traía una nota pegada.-

La carta era larga, la mayoría del tiempo le decía cuánto lo amaba y cuánto apreciaba que estuviera a su lado, como también habían momentos en donde le recordaba a muchas cosas que hicieron en el pasado. Sus ojos instintivamente se llenaron de lágrimas al recordar. Ellos habían vivido mucho juntos, y eso era todo lo que deseaban, estar juntos.

Tomó todas las cosas de su pareja y corrió en dirección a la casa que tanto conocía.

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