Lugar de tinta
Llevo tiempo sin escribirte
y no he intentado buscar
las palabras para hacerlo,
no he hecho trampa
e intentado
dejar frases y pensamientos
sin ningún contexto en mis libretas
y hojas de papel.
Porque al final son como cápsulas de tiempo
que no tienen ninguna continuación,
pues no llegan a tener el sentido
que necesitaban al principio.
He decidido esperarme a encontrarme bien
para hacerlo,
pero seguía teniendo fantasías visuales
queriéndolas pegar aquí
en este hilo de cartas,
en estos papeles enmarañados
como mi pelo,
que es el único desastre que hay
en mí cuando tú me tocas.
Demasiados espacios
con sed de versos
como mi espalda
con sed de que la rasques
hasta quitarme las espinas,
o el mal humor cuando estoy
decaída.
Que la dejes roja de erupciones
como tu pecho que palpita
cuando duermo en él.
He estado varias semanas
desaparecida de mis poemarios
pero no en el castillo de tu piel
y me he enamorado todavía más.
Estaba pensando antes que decir
te quiero casi al mismo tiempo
es como mezclar los suspiros
después de un beso,
la transpiración de la piel tras
una caricia.
Es como volver a escribirte
después de olvidar mi caligrafía.
Y seguiré haciéndolo después de una tormenta,
porque vivir sin poesía
es igual que asfixiarse sin tu aire.
Tus versos me han hecho poeta
hasta las venas,
tienen algo de tus dedos rozándome la piel
calentando lunares
para luego acariciarlos.
El destello de tus ojos
el sabor o más bien
la parada sensorial de mi corazón
en el momento
en el que me dijiste que me querías.
Es nuestra manera de gestionar los recuerdos,
de abrazarnos y besarnos.
Me has hecho tuya tantas veces
en esta correspondencia de poemas
que el sudor y el gesto de tus ojos
cerrándose jamás podrá ser polvo.
Tus labios frunciendo besos serán
más que un lugar de tinta.
Las páginas no se borran tan fácilmente
al menos aún no quiero
desnudarme de tus palabras.
Que mi figura de papel
se quede fría
y mi pecho mojado.
Tú dijiste una vez que
a los besos no se los puede
borrar de una con agua,
pues no hagamos eso,
hagamos este camino de hojas perennes
una vez más juntas,
seamos una mariposa diurna
pegada al lienzo de otra mariposa
nocturna,
acurrúcate junto a mis alas
y yo descorreré las sombras
de tus párpados cada noche.
No nos alejemos, por favor,
no quiero mudar de tu piel,
aún no estoy preparada para
ser crisálida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro