6. Decoración
Cerca de la bahía de Brawl Stars, se encontraba una peculiar pareja paseando felices.
Se trataba de una mujer de cabellos rubios atados, con un elegante vestido celeste tan largo que llegaba hasta el suelo. Portaba una sombrilla sobre su cabeza para cubrirse del sol.
Sostenía su mano un robot bastante alto, de un solo ojo, un chaleco sin mangas, con pelotas en el lugar donde debería ir su estómago.
Ambos paseaban contentos mientras charlaban entre ellos. Eran una pareja bastante extraña, de hecho, nadie entendía como es que esa relación funcionaba. Pero allí estaban, y mientras ambos fueran felices juntos, poco les importaba las dificultades que esa relación les traería.
—...Entonces fue cuando Rosa tuvo que irse a reparar a Sprout, y nos quedamos solas con Bea, pero ella estaba muy preocupada por ese chiquitín—, contaba la rubia al robot, —En resumen, la fiesta de té fue un desastre. Oh, fue una pena que no hubieses estado allí.
—Lo siento—, se disculpó el contrario de chaleco, con un tono monótono de robot pero de igual forma se notaba su tristeza, —Estaba entrenando.
—Lo sé cariño, la próxima vez deberíamos tomar té juntos... Oh bueno, yo tomo té y tu... Emm... ¿Aceite?—, comentó dudosa la rubia.
El robot estaba apunto de reír ante el comentario de su pareja, pero de pronto se quedó en blanco, como piedra. Pasaron varios segundos y nada pasaba con el robot, y la mujer junto a él comenzó a preocuparse.
—Emm... ¿Rico?—, preguntó la rubia, moviendo su brazo robótico algo angustiada, —¿Estás bien? ¿Te estás reiniciando o algo?
De pronto, Rico, el robot en cuestión, reaccionó agresivo, —¡Peligro, peligro!—, alertó, sujetando a su amada de la cintura para esconderla detrás suyo y sacando su arma para apuntar al intruso que su radar detectó.
El de un solo ojo no esperó ni siquiera ver de qué se trataba y comenzó a disparar sus balas rebotadoras.
A lo lejos se escuchó, —¡EN LA CARA NO!
—¿Colt?—, preguntó confundida la rubia.
—Piper, mantente atrás—, declaró Rico, con una mirada despiadada al ver como efectivamente era el comisario el que se venía acercando.
Piper, la mujer de cabellos rubios, frunció el ceño, —Cariño, ya hablamos de esto. No debes preocuparte de él.
—Solo me estoy asegurando.
—No seas ridículo—, se quejó la mujer antes de salir de detrás del robot para saludar al recién llegado, —Hola Colt, ¿qué te trae por aquí?
El sheriff una vez cerca de la pareja, intentó sonreír a la mujer que lo saludó. Sin embargo, un ceño fruncido se plasmó en su rostro cuando el robot detrás de ella le dedicó una mirada de odio puro.
—¡Hola, Piper!—, saludó el pelirrosa a la rubia. Luego dirigió su mirada al robot, —Rico...
—Colt...
—Vaya, creí que ustedes ya habían superado esa estúpida rivalidad—, se quejó Piper, bajando su sombrilla de sobre su cabeza para cerrarla y simplemente cargarla, —Pensé que eran más maduros que esto.
—No confío en él—, decretó el robot, sin dejar de mirar a Colt de forma amenazante, —Mis circuitos gritan peligro cada vez que lo veo.
—Dios... Piper, dile a este montón de tuercas que deje esos estúpidos celos—, se quejó el comisario, cruzándose de brazos ahora viendo al robot, —Creí haber dejado claro que ya no estoy interesado en ella.
—Eres un peligro potencial—, declaró Rico, aún sin despegar su mirada del sheriff, —En mi código está escrito que debo eliminar amenazas potenciales.
—Woah, relájate—, sonrió de lado el comisario, —¿Acaso no confías lo suficiente en Piper cómo para considerarme una "amenaza"? Uh, eso debe doler.
Eso calentó los circuitos de Rico, quien estaba dispuesto a dispararle nuevamente a Colt. Sin embargo, algo lo detuvo, y es que Piper había puesto su mano en el hombro del robot interrumpiendo su acción.
—Colt tiene un punto—, suspiró la rubia, ahora ganando la atención de ambos hombres presentes, —Rico, ya hablamos de esto. Lo que Colt y yo tuvimos ya es parte del pasado. Él ahora gusta de otra persona, y yo solo tengo ojos para ti... ¿Es tan difícil de entender? ¿O acaso es cierto que no confías en mí?
Rico simplemente pasó de la ira a la pena en un milisegundo. Al ser un robot, no comprende bien las emociones humanas, y eso Piper lo entendía.
Sintiéndose culpable y como un torpe, el de un solo ojo bajó la mirada y simplemente dijo; —Tristeza...
—No estés triste, cariño—, animó la rubia, sujetando la cabeza metálica de su pareja para darle un tierno beso en lo que debería de ser su mejilla, —Solo tienes que controlar esos celos tuyos, ¿de acuerdo?
Automáticamente la única pupila del robot se tornó en forma de corazón y comenzó a reír nervioso, —Ok... Lo siento...
—Woah, que tierna—, sonrió Colt ante la escena, —Que pena Piper que tengas que tolerar a este celoso.
—Todos tenemos defectos, así que ten cuidado con lo que dices—, suspiró la rubia, frunciendo el ceño y acariciando el metálico rostro de su amado.
—No sé de qué hablas—, dijo Colt haciendo una pose presumida, —Soy muy bueno en todo lo que-
El comisario no pudo terminar su oración cuando el robot usó su arma para dispararle y más que nada asustarlo. Colt dio un pequeño salto debido al susto, y tropezó entonces con una piedra para finalmente caer al suelo de cara.
—¡Ja, ja, ja! ¡Te tengo!—, se burlaba Rico, mientras se dejaba mimar por Piper.
La rubia simplemente suspiró, —Oh mis estrellas, ustedes de verdad nunca cambiarán, ¿cierto?
—¡Tramposo!—, se quejó Colt mientras se levantaba con dificultad, —¡Como sea! No quiero seguir perdiendo el tiempo aquí, yo solo vine porque necesito un favor.
—¿En serio? ¿Por qué no dijiste eso desde un principio?—, dijo Piper sin frenar sus caricias para que su pareja no se alterara otra vez, —¿Qué clase de favor necesitas?
—Es para la fiesta de aniversario de esta noche—, comentó Colt una vez de pie nuevamente, —Verán Rosa, Bea y Sprout van a preparar un mapa de Supervivencia para poder usarlo como lugar para la fiesta. Quería saber si tu Piper podrías encargarte de decorar el lugar.
—Oh my! ¿Decorar una fiesta? ¡Estaré encantada!—, exclamó fascinada la rubia, —Deberé de empezar cuanto antes, hay mucho que planear... ¿Querrías ayudarme, cariño?
Rico asintió vivaz, —¡Listo para la batalla!
—¡Genial! Entonces cuento contigo Piper... y Rico. ¡Como sea! Debo irme—, sonrió el comisario ya alejándose, —Aun tengo gente que buscar. ¡Gracias por hacer esto!
Piper rió contenta, —Será un placer.
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