Mientras tanto Colt se encontraba muy lejos de allí. Él estaba llegando después de una larga caminata a un enorme recinto algo peculiar, pues parecía una especie de invernadero, solo que más avanzado.

Cuando finalmente llegó, se encontró con una puerta de metal completamente cerrada y un timbre con cámara de seguridad. El sheriff no dudó en presionar el citófono, y arregló un poco su cabello para el momento en que la cámara captase su bello rostro.

—¿Quién es?—, preguntó una voz suave y amable del otro lado de la línea, con un leve acento británico.

—Soy yo Colt, ¿puedo pasar?—, preguntó el pelirrosa.

—Emm... Depende, ¿qué necesitas?—, contestó la dulce voz que le recibía, —Si buscas a la doctora Rosa, digamos que está algo ocupada...

—Solo necesito hablarles sobre la fiesta de aniversario de esta noche—, suplicó Colt, un poco nervioso de no poder conseguir la ayuda que necesitaban, —Necesito de su ayuda, por favor.

La línea se mantuvo en silencio unos segundos que para el pelirrosa parecieron eternos, hasta que finalmente se escuchó como la pesada puerta de metal se abría, y la cámara se apagaba. Con dificultad la puerta quedó completamente abierta dejando ver a la muchacha que le había hablado por el citófono, una chica bastante bajita, de cabello anaranjado y pecas en sus mejillas, con un traje entallado a su cuerpo de colores amarillos y morados. A su lado, estaba un pequeño robot de ruedas, con una planta dentro de él, y un post-it con su rostro dibujado.

La muchacha sonrió a su visitante, dándole unas palmaditas a su acompañante robot, —Puede que la doctora Rosa esté ocupada, pero ¿hay algo en lo que Sprout y yo te podamos ayudar?

—¡Claro!—, exclamó contento Colt, antes de buscar es sus bolsillos sus notas para recordar exactamente lo que tenía que pedirles, —Emm... Bueno, si no es mucha molestia... Necesitamos un lugar apropiado para la fiesta. Lo ideal sería que todos en Brawl Stars asistieran, y como sabrás, eso es mucha gente.

La muchacha frente a Colt rió ante el comentario, —Comprendo, tienes razón, sería un desastre hacerlo en un lugar cerrado—, eso dejó pensativa a la pelinaranja unos instantes, antes de que una voz le llamara la atención.

—¡Bea, ¿qué ocurre allá afuera?!—, fue entonces que se asomó la antes mencionada doctora Rosa, una mujer bastante fornida de lentes, en ropas deportivas, con el cabello morado esponjado y cubierto de varias hojas completamente desordenado, con guantes de box que parecían ser plantas de espinas. La reconocida botánica una vez afuera miró a su asistente Bea, la amable muchacha pelinaranja especializada en abejas, y luego observó a su visitante, —Oh, hola Colt. ¿Hay algún problema?

—Ninguno, Rosa. Él solo necesita ayuda para la fiesta de esta noche—, respondió Bea sonriente, a lo que Rosa asintió comprendiendo, —Estamos viendo donde poder hacerla, pues todo Brawl Stars va asistir, será muy caótico. ¿Qué opinas, Rosa?

—Hmm...—, la boxeadora se quedó pensativa unos segundos, antes de sonreír al tener una idea, —¡Oh, quizás podríamos usar un mapa de supervivencia! Con la ayuda de Sprout podríamos aplanar el terrero, y convertirlo en un buen lugar para una fiesta.

—¡Es una muy buena idea, Rosa!—, exclamó Bea contenta, antes de dirigirse a su pequeño acompañante, —¿Qué piensas tu, Sprout?

—Me gustan los arboles—, fue la respuesta automática del robot.

—¡¿Harían eso?!—, exclamó Colt, completamente emocionado con la idea, —¡Sería genial! ¡De verdad se los agradecería muchísimo!

—No es problema—, sonrió Rosa, abrazando de costado a su asistente y a su creación robótica, —Será un placer ayudar, después de todo es un día especial, ¿cómo no ayudar?

—¡Muchas gracias, chicas!—, agradeció el sheriff antes de despedirse con la mano de las muchachas con una gran sonrisa en su rostro, —¡Confío en ustedes! Debo irme ya, tengo que reclutar más gente, ¡nos vemos!

Bea sonrió, despidiéndose airadamente agitando el brazo con entusiasmo, —¡Nos vemos, Colt! ¡No te decepcionaremos!

—Que tenga un buen día—, fue el comentario del pequeño Sprout al ver al pelirrosa alejarse.