XXXV: Mazmorras
Anirak termino de vestirse mientras escuchaba a Fred hablar con George y con la voz de un chico que no reconoció.
Dejo su cabello suelto y una vez que estuvo lista abrió el dosel, el primero en darse cuenta fue el gemelo menor que se acercó rápidamente a ella.
—¡Anirak! — George la abrazo y beso su cabello — ¿Cómo estás?
La azabache correspondió su abrazo, sin duda los Weasley siempre la hacían sentir bien.
—Bien y ¿tu? — George la soltó mientras le sonreía —, veo que estuvo intensa tu noche.
Señalo las marcas que estaban en el cuello del menor, el cual solo soltó una risa nerviosa.
—Se puede decir —llevo un mechón rebelde de cabello negro detrás de la oreja de la chica —, soy todo un galán ¿qué esperabas?
Le guiño el ojo.
—No esperaba menos de George Weasley.
Ambos se sonrieron cuando alguien empujo a George.
—¿Así que tú eres Anirak Black? — la azabache asintió, el chico moreno frente a ella la veía con curiosidad —, la prometida de Fred, sin duda eres igual de bonita que en las fotos del profeta, ahora entiendo porque Fred siempre habla de ti y, de hecho, hasta dormido te menciona.
—¡Lee! — el pelirrojo mayor dejo de comer el pudín para ver mal a Jordan con el rostro sonrojado — ¡Cierra la boca!
—¿Él habla de mí? — vio de reojo a Fred el cual parecía querer desaparecer en ese momento.
—Todo el tiempo — respondió con seguridad y empezó a imitar la voz de Fred — "Anirak es tan preciosa" "mi prometida es una completa diosa" "Anir parece una muñeca" "Extraño a Anirak, es injusto estar separados todo el tiempo" — George se estaba riendo viendo a su gemelo que se tapaba la cara con una mano —, siempre está diciendo eso, varias veces he despertado en la madrugada y en sueño te menciona, hasta George se ha dado cuenta.
—De hecho, no hay momento que no te mencione, hasta te huele en el aroma de su amorte... — el gemelo menor fue interrumpido.
—¡Bueno ya! — Fred estaba nervioso y avergonzado por lo que decían su hermano y su amigo —, Anirak tiene que desayunar...
Rápidamente le llevo a la comida a la cama, tratando de evitar su mirada.
—El amor, el amor...
Tararearon los otros dos chicos entre risas.
—Debes de comer algo — Fred se sentó a su lado extendiéndole un pastel de chocolate —, sé que te gusta el chocolate.
—Gracias — lo tomo mientras sonreía al ver lo avergonzado que lucía el pelirrojo mayor — ¿Así que hablas de mí?
—Es tu culpa — la observo de reojo comer su pastel —, no sales de mi cabeza.
—¿Piensas en mí? — metió un bocado de pastel a su boca disfrutando de su sabor, el chocolate siempre alegraba sus días, su padrino tenía razón: todo era mejor si había chocolate.
—Pienso en ti todo el maldito tiempo — confesó —, desde que te conocí de una u otra manera siempre estás en mi mente, incluso cuando sueño tú eres la protagonista — giro el rostro para toparse con los ojos grises de la chica que lo veía con una sonrisa mientras comía— ¿Tú alguna vez piensas en mí?
—Todo el tiempo, Freddie.
Él se acercó dispuesto a besarla, pero una almohada golpeo su rostro.
—Váyanse a un hotel o algo — George puso los ojos en blanco para acostarse en su cama —... ¡Cerdos!
Anirak y Fred se sonrieron, él dejo un beso en su mejilla y se levantó de la cama para ver a su gemelo.
—¿No tienes que ir a comer o algo? ¿Lee no tienes que ir a ver a la chica Hufflepuff?
—No — le moreno se acercó a la chica —, desde hace tiempo quería conocer a tu prometida así que ahora platicare con ella.
—Yo tengo sueño, casi no dormí — George bostezo —, así que no hagan tanto ruido.
El gemelo menor les dio la espalda tapándose con las frazadas.
Fred soltó un gruñido, ¿no solo se podían ir y dejarlos solos?
Quería pasar tiempo con Anirak, pero Lee y George no parecían cooperar. Se tuvo que resignar a pasar la mañana con ellos ahí.
Anirak logro cubrir todas las marcas con ayuda de maquillaje y magia, salió del baño cuando decidió que su aspecto le gustaba. Su humor había mejorado y su rostro parecía tener más vida.
Al salir se topó con Fred que sin esperar tomo su mano para salir de ahí.
—¿A dónde vamos?
Anirak seguía sus pasos de forma rápida.
—Hoy, tú y yo pasaremos el día juntos — Fred abrió el retrato de la sala común ignorando que el trio de oro y Ginny los llamaban —, ayer no pudimos por mi culpa, hoy te lo compasare.
—No es necesario que me compenses nada, podemos pasar el día en tu sala común o en tu dormitorio...
—¿En mi dormitorio? —Fred giro hacia la chica para subir y bajar las cejas mientras sonreí —, vaya, Black, sí que eres una pequeña pervertida...pero — recorrió su cuerpo con una mirada oscura cargada de deseo, mordiéndose el labio inferior —, no me molestaría pasar todo el día en mi cama contigo.
—¡Fred! Me refería a que podríamos, no sé, platicar o cualquier otra cosa — Anirak estaba roja de la vergüenza, ya que varios estudiantes que iban pasando en los castillos se habían detenido a escuchar su conversación —, olvídalo, vamos a Hogsmeade o a cualquier lugar que quieras — tomo su mano para jalarlo —, eres un maldito hormonal, Fred.
El pelirrojo solo se iba riendo, rodeo sus hombros con el brazo para seguir el camino y salir del castillo, era fin de semana con salida a Hogsmeade por lo que no tendrían que usar el pasaje de la bruja tuerta.
Fred ayudo a bajar a la chica del carruaje.
—¿A dónde iremos?
—Hay una tienda de té aquí cerca — Fred recordó como Ginny, Angelina y Katie hablaban emocionadas sobre lo romántica que era de la tienda de té de madame Tudipié y a pesar de no ser de sus lugares favoritos, Anirak era una chica y estaba casi seguro que le gustarían esas cosas, solo por ella podría hacer una excepción y llevarla ahí —, podemos ir ahí.
—¿Tienda de té? Bien, vamos
La azabache le sonrió para entrelazar sus dedos y caminar juntos, el silencio entre ambos no era incomodo al contrario resultaba agradable.
Cada que Anirak veía que el pelirrojo estaba distraído con alguna otra cosa se tomaba unos segundos para ver su rostro, había cambiado un poco desde que lo conoció, sus facciones estaban más maduras, la mandíbula un poco más marcada haciendo que luciera más masculino, sus pestañas descansaban suavemente sobre la piel debajo del ojo cada que parpadeaba, no eran muy largas pero si bonitas ya que la luz del sol contrastaba suavemente con el color rojizo que tenían al igual que su cabello que lucía como una llamarada centelleante. La piel de Fred era apiñonada clara, no como la de ella que era completamente pálida, combinando perfectamente con el color de su cabello y sus ojos brillantes color avellana, que algunas veces predominaban en ellos ciertas tonalidades verdosas cuando la luz les pegaba directamente.
Estaba segura que Fred había crecido unos cuantos centímetros más, casi llegaba a los dos metros y su masa muscular aumento, era un poco más delgado en las vacaciones de agosto ahora lucia más fornido, estaba pasando de ser un adolescente a convertirse en un hombre, y eso estaba volviendo loca a Anirak, ante sus ojos no existía hombre más guapo que el pelirrojo que sostenía su mano.
—¿Disfrutas de la vista? —Fred se detuvo dándose cuenta de que lo observaba —, parecer muy entrenada viéndome.
—¿Qué? No te veía — Anirak aparto la mirada rápidamente —, veía los negocios que estaban de tu lado.
—¿A sí? — Fred se formó junto con ella en una fila de más de cinco personas —, llegamos.
—Si, a ti ni te ponía atención — mintió y Fred sonrió al percatarse de eso, cada que la chica decía una mentira su entrecejo se fruncía levemente, no era tan buena mentirosa — ¿Qué es?
Observo en local, una pequeña tienda de té de color rosado, adornada con llamativos volantes en distintos tonos de rosados, lo que la hacía lucir muy cursi, inclusive había pequeños corazones flotantes a su alrededor. Alcanzo a ver por la ventana como varias parejas parecían disfrutar de distintas bebidas coloridas, mientras intercambiaban fogosos besos.
—La tienda de té Madame Tudipié — Fred hizo una pequeña mueca de desagrado al ver la atmosfera tan cursi que tenía, trato de concentrarse en la chica, haría lo que fuera por que disfrutara el día y si a ella le gustaba eso lo soportaría —, escuche que es muy romántico, supuse que te gustaría algo así.
La mueca que hizo Fred no pasó desapercibida por Anirak, la que no estaba muy acostumbrada a esos lugares tan cursis, de hecho, hasta cierto punto le resultaban absurdos.
—¿A ti te gusta? —Fred no respondió, solo sonrió tímidamente y ella lo tomo como un no — ¿Te parece si mejor vamos a Honeydukes por golosinas y de ahí a las tres escobas por una cerveza de mantequilla?
—Pero...a las chicas le gustan estas cosas tan coloridas.
Anirak soltó una carcajada al escuchar la forma tan despectiva en la que hablaba Fred y la mueca en su rostro era demasiado graciosa.
—Freddie, me gusta cualquier lugar mientras estemos juntos.
Fred la vio con adoración, sin duda Anirak Black era más que perfecta para él, la tomo del cuello de la camisa para acercarla a él y dejar un beso brusco sobre sus labios. La azabache soltó un pequeño quejido al sentir el golpe sobre sus labios, pero sin pensarlo correspondió el beso que le daba el pelirrojo.
—Fred — Anirak se separó al sentir como él subía la intensidad del beso poniendo una mano sobre su cadera peligrosamente cerca de su trasero —, vamos...
—Sí, muñeca.
Fred se separó para comenzar a caminar con ella a lado hacia Honeydukes.
Sin perder mucho tiempo, compraron de forma rápida varias golosinas en la tienda de dulces, las cuales — después de una pequeña discusión que Anirak gano—, ella pago para salir de ahí e ir a las tres escobas.
En el lugar había bastante gente por ser domingo, la mayoría de los estudiantes estaban ahí algunos platicaban e inclusive alcanzo a ver a Draco Malfoy con una chica con corte de cabello en forma de hongo y dos chicos más que tenían una complexión demasiado robusta, dándoles parecido a unos orangutanes.
Anirak y Fred se sentaron en una mesa pegada a la pared y un poco alejada de la gente. El chico fue a comprar las bebidas mientras ella se entretenía viendo a la gente entrar y salir, distinguió a la profesora McGonagall junto con un profesor demasiado bajito, McGonagall la saludo con una sonrisa amable antes de salir de ahí.
Fred regreso a los pocos segundos con dos tarros de cerveza de mantequilla, dejo un frente a ella y tomo asiento.
—Gracias, cielo.
Anirak le sonrió dulcemente para dar un trago a su bebida.
—De nada — él la imito —, y... ¿Qué piensas hacer cuando te gradúes del instituto?
Pocas veces hablaban de su futuro, siempre se centraban más en bromear o coquetearse.
—Quiero ser Auror, graduándome presentare las pruebas.
—Estoy seguro que lo lograras, eres muy inteligente y poderosa, mamá siempre habla de ti sobre lo que le cuentan Sirius y Remus —Fred tomo su mano que estaba sobre la mesa —, ¿Te quedaras en Massachusetts o te mudaras a Londres de forma permanente?
Esa duda había estado atormentando un poco a Fred, no sabía si ella se quedaría en Londres o se iría a algún otro país o continente, si se iba sería difícil para él verla y más si ella se convertía en Auror.
—Voy a aplicar en el ministerio británico — al pelirrojo se le iluminaron los ojos al escuchar eso —, me quedare a vivir con papá.
—Eso significa que te poder ver todos los días ¿no? Bueno, si tú quieres.
—Claro que quiero — él acerco el dorso de su mano a los labios para dejar cariñosos besos sobre los nudillos — ¿Y tú? ¿Ya tienen todo listo para abrir Sortilegios Weasley?
—Vimos un local en el callejón Diagon, es muy amplio y tiene un departamento con dos habitaciones arriba de la tienda — parecía muy emocionado al contarle sus planes, fuera de George nadie más sabia sobre eso—, con el dinero que tenemos ya nos alcanza, así que en vacaciones de pascua iremos, para ya abrir Sortilegios Weasley una vez que nos graduemos.
—Me alegro mucho — Anirak compartía la emoción de Fred, los gemelos se estaban esforzando por alcanzar sus sueños y lo estaban logrando —, ya quiero conocerla.
—¿Iras a la inauguración? Quiero que estés, es uno de los días más importante de mi vida y nada me haría más feliz que estuvieras ahí — pareció pensar las cosas por unos segundos —, de hecho, te la mostrare mucho antes de la inauguración, tienes que ser la primera en conocerla.
—Te prometo que ahí estaré — apretó su mano con cariño para dar otro trago a su cerveza.
—Más te vale, amor.
Fred abrió los labios con sorpresa, no planeaba decirle de esa forma en ese momento que ella estaba al pendiente de lo que hablaban, solo ayer le dijo así cuando estaba casi dormida porque sabía que no ponía mucha atención y así no pensaría que estaba yendo muy rápido con ella.
Anirak comenzó a toser mientras veía a Fred con sorpresa.
—¿Estas bien, Anir? — el pelirrojo la veía con preocupación.
—¿Me acabas de llamar amor?
Fred miro hacia otro lado evitando los ojos grises que lo veían con sorpresa.
—¿Si? — ya está, la había cagado con ella —...no quiero incomod...
—Me gusta cómo suena —Fred se fijó en ella, parecía feliz, muy feliz de hecho —, suena demasiado bien cuando lo dices.
—¿No te molesta que te llame así?
—No, no me molesta, todo lo contrario, me gusta que me llames así.
—Entonces — se acercó un poco más a ella, tomando su mentón con la mano y limpiar su labio superior que tenía espuma de cerveza —, serás la primera en conocer Sortilegios Weasley, amor.
Anirak sintió como si mil hipogrifos bailar metal en su estómago al escucharlo decir esa última palabra con la voz ronca, soltó un suspiro y ambos se unieron en un beso ansioso.
Fred y Anirak entraron al castillo mientras él la molestaba por su altura.
—Es que ni con tacones me alcanzas.
Fred se carcajeaba al ver el puchero que hacia la chica.
—No es mi culpa que tu parezcas un maldito rascacielos andante.
—Eres una pulga, creo que hasta Kreacher es más alto que tú.
—¡Fred, mido uno sesenta y tres! Estoy dentro de la media.
—De la media estatura de un elfo.
Fred comenzó a correr al ver que la chica parecía dispuesta a golpearlo, le llevaba una gran ventaja ya que sus piernas eran mucho más largas, al único lugar a donde pudo huir fue a las mazmorras que parecían estar vacías.
Cuando ya no sabía a donde más huir se metió a la primera puerta que encontró, que era el salón de pociones, se paró a un lado de la puerta esperando que Anirak entrara.
A los pocos minutos ella entro buscándolo.
—Fred ya deja de esconderte...
Fred tomo su cintura por atrás.
—Creo que el cazador resulto cazado.
—Fred, bájame.
—Nop
Susurro contra su oído para caminar a la mesa de trabajo que solía usar Snape.
—Hay que volver a arriba, aquí hace mucho frio —el pelirrojo la soltó, y ella se dio la vuelta para encararlo —, ya vámonos de aquí.
Fred puso las manos a cada lado de su cuerpo sosteniéndose de la mesa que estaba tras ella.
—Me gustas cada día más, Anirak, no puedo, ni quiero estar lejos de ti.
Unió sus labios en un beso feroz, pegándose más a ella, la azabache rodeo el cuello con sus brazos uniéndose aún más si eso era posible.
Tomo su cintura y con un solo movimiento la dejo sobre la mesa poniéndose en medio de sus piernas sin dejar de besarla, las manos de Anirak jalaban suavemente el pelirrojo cabello provocando que escapara pequeños gruñidos de los labios de Fred, la Black aprovecho cuando él abrió lo labios para introducir su pequeña lengua e iniciar una guerra por ver quien besaba con más pasión.
Las manos de Fred bajaron de su cintura a sus muslos, acariciando su piel desnuda, al contrario de la mañana, Anirak parecía más que dispuesta a tener un mayor contacto físico con él.
Dejo sus labios para bajar los besos a la pálida piel de su cuello, donde mordía y chupaba cada pedazo que tuviera enfrente.
—Fred...
Suspiro al sentirlo mordiendo la parte más sensible de su cuello, un hormiguero recorrió todo su cuerpo. El pelirrojo alzo su falda para tener un mayor acceso a sus piernas.
—Me muero de ganas de hacerte mía sobre esta estúpida mesa — susurro contra su oído, mientras con una mano jugaba con el elástico de su braga.
Anirak metió sus manos bajo la camisa del chico acariciando su abdomen y desabrochaba la hebilla del cinturón.
—Quiero que lo hagas, Freddie.
El sonrió contra su piel a escucharla decir eso, se acercó más a ella provocando que se rozaran sus intimidades sobre la ropa, un ronco gemido salió de sus labios al sentirse tan cerca de ella.
Metió una mano dentro de la camisa de la chica para dejar caricias sobre su estómago, mientras con la otra se encargaba de tomar su cadera apegándola más a él. Anirak afirmo sus piernas en la cadera del chico mientras se movían de forma suave disfrutando de roce.
La azabache comenzó a besar la mandíbula de Fred de forma húmeda para bajar a su cuello.
—¡Weasley!
La voz de Snape inundo el silencioso salón, Fred rápidamente bajo la falda de la chica para ayudarla a bajar de la mesa.
—Buenas noches, profesor — Fred se paró frente a Anirak para que ella pudiera acomodarse la ropa, puso sus manos frente a su entrepierna tratando de cubrir su erección.
—¡¿Con quién estas?! ¡El salón de pociones no es para que trates de satisfacer tus estúpidos y vulgares deseos, mocoso asqueroso! — El mayor distinguió el oscuro cabello de Anirak y obligo a Fred a hacerse a un lado — ¿La chica Black? Vaya, resulta que eres igual de asquerosa y vulgar que tu padre.
—Vaya, ahora entiendo porque mi padre te llama Quejicus — soltó con un tono de arrogancia como el que Sirius usaba cada que hablaba con Severas — Siempre tienes que quejarte de todo, ¿no?
Anirak Black y Severus Snape ya se habían conocido, una noche de diciembre llego a Grimmauld Place para comenzar a discutir con el mayor de los Black, y Anirak siendo una persona que se irritaba con facilidad termino atacando al profesor cuando este amenazo a su padre con la varita, desde entonces ambos no se soportaban, aparte de que Snape consideraba que la chica Black era una copia idéntica de su padre siempre tan arrogantes y altaneros, como si nadie estuviera a su altura, y le provocaba una mayor irritación al verla junto de Potter, era como estar viendo de nuevo a los jóvenes James Potter y Sirius Black.
—Eres más parecida a tu padre de lo que pensaba, siempre dan espectáculos y se comportan de una forma tan promiscua que da asco — vio de forma severa a ambos chicos, Fred parecía demasiado enojado por cómo le acababa de hablar a la chica, en cambio Anirak tenía un gesto relajado como si disfrutara de ver al profesor molesto —, ciento cincuenta puntos menos para Gryffindor y el Director se enterara de esta falta, ahora, los dos largo de aquí.
—Deberías de dejar de quejarte tanto Quejicus y disfrutar de la vida, que no te haces más joven, creo que alcanzo a distinguir canas en tu cabello.
Anirak tomo la mano de Fred para salir de ahí, sin duda parecía que Severus Snape tenía una gran frustración interna, no se imaginaba a alguien que lo tolerara por más de diez minutos.
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