XVII: Quidditch.
Fred Weasley, para sorpresa de todos parecía más feliz de que costumbre y hasta calmado, inclusive estas últimas semanas había estado sin interrumpir alguna clase para sorpresa de sus profesores y compañeros, pero seguía haciendo bromas con George las cuales había mejorado bastante, siempre habían sido buenas, pero ahora parecía que Fred se esmeraba más.
El pelirrojo soltó un suspiro mientras se estiraba en la cama, hoy era el tan esperado partido de Griffyndor contra Slytherin, claro que se sentía más que listo y estaba seguro que ganarían, ya que alguien le había mandado algo para la buena suerte.
"Freddie:
En mi clase de adivinación, la profesora nos puso a hacer amuletos para la buena suerte, según ella si funcionan.
Y creí que a ti te sería más útil que a mí, recuerdo que tu partido de Quidditch es este fin de semana.
Mucha suerte.
Besos.
Con cariño.
Anirak Black."
Releyó por quinta vez la carta que le había llegado hace unas horas, deteniéndose en la palabra besos y recordando como había besado a Anirak hace unas semanas, sus labios eran tan suaves y parecían estar hechos para él porque se amoldaban perfectamente con los suyos, simplemente todo parecía ser perfecto, solo esperaba verla pronto.
Acomodo bien la pulsera — que había llegado con la carta, estaba seguro que era alguna especie de hilo mágico porque brillaba de sobre manera y tenía los colores de Griffyndor— en su muñeca, se quedó viendo la pequeña piedra que era de color gris y parecía tener una pequeña llama de fuego en su interior, el cómo brillaba lo hizo recordar a los ojos grises que le robaban suspiros.
—Fred, me empiezas a preocupar — su hermano acaba de terminar de vestirse y lo veía de forma rara —, estas suspirando mucho, ¿te sientes bien?
—¿Qué? Si, Georgie, no te preocupes, todo bien.
George no parecía muy convencido, su hermano había estado raro desde hace semanas, ¿A caso lo habían hechizado?
—¿Estás seguro?
—¿No te das cuenta, George? Es obvio, esta enfermo — Lee se paró de la cama viendo a los pelirrojos haciendo una pausa dramática —, de amor.
—¿Qué?
—Deja de bromear, Jordan.
Fred doblo con cuidado la carta para levantarse e ir a su baúl.
—¿No te diste cuenta, George? — el moreno hablo con obviedad —, Freddie a estado así desde que vino su chica, a la que por cierto ni me presentaron, me siento traicionado.
—Ella no tiene nada que ver.
Fred guardo la carta junto con las otras que ella le había mandado hasta debajo de toda su ropa para que nadie las tocara.
—Creo que Lee tiene razón, desde ese día has estado raro — George se acercó a su hermano para ver que guardaba, pero antes de que lo lograra, Fred cerro de golpe el baúl —, ni siquiera me contaste que paso ese día, solo saliste molesto de la sala común y tú y Anirak desaparecieron por todo el día.
—Solo arreglábamos algunos asuntos pendientes. Nada importante.
—¿Seguro? — George le lanzaba miradas acusadoras mientras Fred veía hacia todos lados —, cuando llegaron parecían muy unidos, ni siquiera la soltaste de la mano e inclusive la acompañaste a buscar a McGonagall arriesgando a que Umbrige te volviera a castigar.
—No la iba a dejar andar sola por el castillo que no conoce, me voy a bañar.
No espero respuesta para tomar su ropa e ir al baño, no es que no le tuviera confianza a George, pero tampoco quería todavía contarle todo lo que había pasado con Anirak, sentía que si se lo contaba a alguien más todo se echaría a perder, y parte de él estaba inseguro con todo esto, no quería que la Black de repente se fuera con Draco Malfoy y él quedar como un idiota ante todos así que esperaría un poco más para ver como fluían las cosas entre ambos.
El partido había resultado muy bien para Griffyndor ya que fue la casa ganadora a pesar de la estúpida canción que entonaron los Slytherin
Fred y George aterrizaron emocionados y gritando en forma de celebración, se abrazaron con algunos jugadores del equipo y fueron con Harry que era abrazado por Katie y Alicia.
Ellas se separaron del elegido y los gemelos aprovecharon para estrechar la mano de Harry y celebrar con él.
—Hay que ser desgraciado...
Escucharon como Angelina maldecía a Malfoy que seguía burlándose de Ron, pero decidieron ignorar al rubio necesitado de atención.
—Tampoco pudimos incluir <<pobre perdedor>> para referirnos a su padre, claro.
Fred y George se pusieron rígidos tras oír lo que estaba diciendo, dejaron de estrechar la mano de Harry para girar a ver a Malfoy.
—¡No le hagan caso! — exclamó Angelina sujetando a Fred por el brazo, todo el equipo sabía que, de los dos gemelos, el mayor era el más impulsivo —. En serio, no le hagas caso, Fred, deja que grite todo lo que quiera. Lo que ocurre es que no sabe perder, el muy creído.
—Pero a ti te caen muy bien los Weasley, ¿verdad, Potter? — Malfoy continuaba hablando si borrar esa sonrisa burlona —. Hasta pasas la vacaciones en su casa, ¿no es cierto? No entiendo como soportas el hedor, aunque supongo que como te has criado con muggle. Hasta ese tugurio de los Weasley debe de oler bien...
Harry sujeto a George. Mientras tanto Angelina, Alicia y Katie habían unido fuerzas para que Fred se abalanzara sobre Malfoy, el pelirrojo ya tenía la vena del cuello marcada por el enojo. El rubio reía a carcajadas.
—A lo mejor —añadió Malfoy lanzando a los tres una mirada de asco antes de darse la vuelta —, es que todavía te acuerdas como apestaba la casa de tu madre, Potter, y la pocilga de los Weasley te lo recuerda — volvió a soltar una carcajada, Harry se estremeció a escuchar eso —, también eso explica porque los Weasley andan detrás de Black como perros falderos, me imagino que piensan que ella los sacara de pobres, pero ni en sus mejores sueños se uniría a una familia tan asquerosa como la de ustedes para vivir en esa pocilga.
Fred no supo ni como, pero se había soltado de las tres chicas que lo detenían, rebaso a George y Harry que corrían hacia Malfoy. Fred tiro a Malfoy al suelo y Harry, que llego tras él, le dio un golpe en el estómago.
Oía chillidos de chicas, los gritos de dolor de Malfoy, George maldecía a su lado mientras los tres le atinaban una golpiza a Draco.
—¡Impedimenta! — los tres cayeron hacia atrás, sin perder las ganas de matar a Malfoy a puñetazos — ¿Qué demonios les pasa?
Sus nudillos tenían sangre, mientras que George sangraba del labio, ambos se dirigieron una mirada para ver que ambos estuvieran bien.
La señora Hootch los mando al despacho de McGonagall para que esta los regañara, e inclusive los suspendieron del equipo de Quidditch de por vida.
Los tres chicos caminaban sin decir nada, se notaba que estaban enojados.
Fred no aceptaba que lo suspendieran, Malfoy los había provocado y él no se llevaba ni un castigo, sus puños estaban apretado conteniendo la ira, a como estaba era capaz de golpear al primero que se le apareciera en frente.
—Así que los suspendieron —los tres volvieron a escuchar esa estúpida voz y se giraron, tenía moretones en el rostro y sangre en el uniforme de Quidditch —, no saben lo que pasara con el trabajo de su padre cuando mi padre se entere de esto.
—¿Por qué no te callas Malfoy?
Musitaron los gemelos apretando la mandíbula.
—Tan desagradables como siempre — Draco soltó una sonora carcajada —, espero y vayan poniendo los pies en la tierra, estúpidas copias, si creen que estar relacionados con Anirak Black le servirá de algo — Fred se tensó al escucharlo pronunciar ese nombre —, pueden pasar el rato con ella, pero con él que se casara al final soy yo, como si alguien como ella fuera a vivir en una pocilga y en una familia tan asquerosa como la de ustedes, dense cuenta que no son nada más que una familia de vil y pobres traidores de la sangre.
Fred estuvo a punto de saltar sobre él, si ya lo habían suspendido del equipo de Quidditch ¿qué más podría perder?
Pero George y Harry lo lograron detener, su gemelo lo retuvo llevando sus brazos atrás de la espalda y Harry se paró frente a él evitando que avanzara.
El rubio soltó una carcajada para ir pavoneándose por los pasillos de Hogwarts.
—¡Fred, cálmate!
—¡Le voy a partir la cara a ese idiota! — gritaba Fred aun sujetado por su hermano, estaba lleno de ira —¡No le basta con meterse con nuestra familia, también la tiene que meter a ella! ¡¿Qué se ha creído ese puto imbécil?!
—Fred —habló Harry —, solo lo hace para molestarnos, sabes que Anirak al final no se casara con él, su padre no lo va a permitir.
—¿Y si, ¿sí? — exclamo Fred con angustia en su voz —, ¿Y si resulta ser lo mejor para ella?
Su pecho subía y bajaba rápidamente, su respiración estaba sin control, y una sensación de inferioridad e inseguridad lo recorrió.
—Fred — su hermano trataba de tranquilizarlo —, todo va a estar bien, cálmate por favor, ella no se va a casar con él.
Aseguro el gemelo menor, mientras aflojaba el agarre cuando vio que Fred comenzaba a calmarse.
Después de que Angelina los regañara como si fuera su mamá, volvieron a su habitación y el pelirrojo mayor se dejó caer boca abajo sobre su cama, no le importaba ya nada, lo habían votado del equipo de Quidditch y Malfoy tenía la seguridad de que se casaría con esa chica.
Algo estrujo su corazón al imaginarse a Anirak en un vestido de novia parada junto a Malfoy, inclusive la imagen de esos dos besándose estuvo por varios segundos en su mente.
Tallo su cara con frustración y la pulsera le golpeo el rostro, vio la piedra brillante y se acordó de Anirak, de su bonita sonrisa y como su mirada le transmitía paz.
Soltó un suspiro y se puso de pie para ir a buscar pergamino y tinta.
Observo por unos segundos el pergamino, sabía muy bien cómo empezar, así que solo escribió lo primero que se le vino a la mente.
"Muñeca:
Hoy fue el partido, si, ganamos gracias por tu amuleto...pero George, Harry y yo terminamos expulsados del equipo de Quidditch.
Caímos en las provocaciones de la víbora de tu puto prometido, no sabes cuánto lo odio, lo bueno es que le dimos una golpiza que seguro no olvidara.
Casi lo golpee por segunda vez, anda por los pasillos pavoneándose porque te vas a casar con él, bueno yo también lo haría si fuera tu prometido, pero no sabes lo que me hace rabiar.
¿Tú alguna vez has pensado en casarte con él? Ya sabes es de sangre pura y tiene mucho dinero.
En fin, no sabes cómo me vendría bien hablar contigo, realmente te extraño y también a tus bonitos labios.
Con cariño.
Fred Weasley"
Leyó la carta, no estaba tan mal, aunque no sabía cómo se tomaría la pregunta ella, lo único que necesitaba era que le asegurara que no se quería casar con Draco Malfoy, porque el ver a ese rubio tan seguro lo hacía sentirse inferior y sumamente inseguro, sabía que no había punto de comparación, cualquier buena familia preferiría hacer lazos con los Malfoy antes que con un traidor de la sangre como lo era Fred Weasley. Eso antes nunca le había importado, pero ahora todo parecía tan diferente, y es que, viéndolo bien, ¿Qué tenía él para ofrecer? Nada, ni siquiera era tan buen estudiante, y sus padres a veces parecían decepcionados de George y de él.
Llego a la lechucería y busco a la vieja Errol, la cual dormía, la estaba por tomar bruscamente.
<<" Cuida y trata bien a Errol, es una lechuza muy linda">>
Las palabras de Anirak resonaron en su cabeza y con toda la delicadeza que pudo movió a la lechuza, la cual ululo molesta.
—Uy, perdón — le ato la carta en la pata —, necesito que le lleves esto a Anirak Black, en el Instituto de las Brujas de Salem.
La lechuza pareció pensarlo para después pararse en la ventana y comenzar el vuelo.
Fred siguió con la mirada para ver como la lechuza volaba, tenía la gran necesidad de ver a la azabache, de que ella lo tranquilizara con un cálido abrazo y acariciara su cabello mientras le tarareaba una canción.
La necesitaba a ella.
Soltó un suspiro y una idea paso por su cabeza, rompería muchas reglas, pero ¿cuándo él no ha roto una regla?
Tendría que pedirle la capa de invisibilidad a Harry y ayuda a George.
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