XIII: Cumpleaños.
—¡Feliz, Feliz cumpleaños!
Los ojos grises de Anirak Black se abrieron lentamente, acostumbrándose a la luz para toparse con tres chicas que la veían con emoción.
—Hey.
Se sentó lentamente en la cama
—¡Anirak, es catorce de octubre! ¡Tu cumpleaños! —Serendi salto sobre ella en un abrazo que fue devuelto por la azabache — ¡Feliz cumpleaños a la chica más guapa de todo el Instituto!
Ambas rieron disfrutando del abrazo.
—Gracias.
—¡Ya suéltala Serendi, nosotras también queremos abrazarla!
Reclamaron las otras dos chicas que estaban paradas frente a ellas.
—Ya voy.
Serendi se quitó de en medio y Ellie junto con Yes la abrazaron fuertemente.
—¡Feliz cumpleaños a la más perrita!
Hablo Ellie besando su mejilla.
—¡Y a la rompecorazones de Massachusetts!
A completo Yes, por lo que Anirak comenzó a reír.
—Son unas exageradas.
—¡Solo decimos la verdad!
—Bueno, arriba, Anirak, es sábado, te dejamos dormir hasta las tres solo por ser tu cumpleaños, pero ya es hora de que te levantes en un rato más nos iremos al mundo muggle a celebrar.
—¿A dónde se supone que iremos?
—¡Ya verás!
—Bien, solo porque me gustan las sorpresas — se puso de pie —, pero tomare un largo baño en el baño de prefectas, así que no me molesten.
—No pases todo el día en eso — Serendi se paró para tomar unas cosas que estaban en su cama y entregárselas a Anirak —, varias lechuzas llegaron con esto para ti, supongo que son regalos de cumpleaños.
—¡Genial!
—Vamos a estar en la biblioteca, nos buscas cuando estés lista.
Anirak asintió y las otras tres salieron del cuarto dejándola sola con sus regalos, estaba emocionada por abrirlos.
Tomo primero una pequeña caja de color azul cielo, la abrió para toparse con una hermosa pulsera de oro, tenía grabadas las letras "Z.A.B" que eran sus iniciales, tomo la tarjeta que venía junto con ella.
"Cariño:
Disfruta de este día, no sabes lo orgullosa que estoy de ser tu madre.
Te amo y te mando miles de besos y abrazo.
L. Flamel"
Anirak sonrió tras leer la carta, extrañaba los abrazos y la calidez de su madre, dejo ese regalo para tomar otro, era una gran caja negra atada con un listón rojo, al abrirla lo primero que vio fueron varios pequeños frascos con pociones de distintos colores y muchos dulces del mundo muggle, seguido de un libro y un vestido negro, tomo el primer pedazo de pergamino que estaba a su vista.
"Anirak:
¡Muy feliz cumpleaños! Que te la pases muy bien, cuando vuelvas a Londres iremos a celebrar como se debe.
Todos aquí te extrañamos. (Las pociones son regalo de Alastor, dicen que son para que siempre estés en alerta permanente, creo que es su forma de desearte feliz cumpleaños y decir que te extraña)
Te quiere
Tonks"
Dejo escapar una risa al recordar a ojo loco diciéndole a cada rato de permanecer en alerta permanente o cuando regañaba a los gemelos por robarle materiales de su baúl.
Tomo el otro pedazo de pergamino y reconoció de inmediato la letra.
"Cariño:
Feliz cumpleaños, esperamos pases un excelente día.
El vestido es de parte de Hocicos y el libro de nuestro querido lunático.
Te queremos y extrañamos.
Hocicos y Lunático.
La nostalgia la invadió, extrañaba tanto a su papá y a su padrino, y odiaba no poder hablar bien con ellos por medio de cartas por miedo a que alguien más la leyera.
En la siguiente caja venia una hermosa pluma de color negra con detalles dorado, una gran caja de Grajeas Bertie Bott de todos los sabores, plumas de azúcar, varitas de regaliz y una libreta que parecía ser un organizador, esos regalos eran de parte de Hermione, Harry, Ron y Ginny, agradeció internamente y tomo la última caja que quedaba, era demasiado colorida y tenía un enorme moño rojo.
Al abrirla salieron volando varios fuegos artificiales que formaron "Feliz Cumpleaños" de inmediato supo quienes le habían mandado los regalos, contenía un pequeño lote de surtido salta clases, varios chocolates de Honeydukes junto con más dulces y como último una caja negra, la abrió para sacar una carta y una bonita caja musical que al abrirla un hada falsa comenzaba a danzar una linda canción.
Desdoblo la carta con rapidez para leerla.
"Muñeca:
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Me encantaría poder ir hasta allá y darte mi regalo personalmente, y un abrazo, pero ya que no se puede te lo mando.
Espero te lo pases muy bien, y te diviertas, prometo que cuando nos volvamos a ver celebraremos juntos.
Ojalá te guste mi regalo, el profesor Flitwick y George me ayudaron a hechizarla para que nunca deje de tocar esa cancioncilla, la elegí porque me gustó mucho y la primera vez que escuche me recordó a ti. El surtido salta clases es de parte de George, también te desea un feliz cumpleaños.
En fin, cuídate y pásala bien.
No te diviertas tanto como lo harías conmigo
Te mando un fuerte abrazo.
Con cariño.
Fred Weasley"
Definitivamente nadie podría eliminar la gran sonrisa que estaba en su rostro, sentía que nada arruinaría su cumpleaños después de leer esa carta, Fred y ella siempre se estaban escribiendo para contarse cualquier cosas que les pasara o simplemente para preguntarse cómo estaban, de por si eso la emocionaba, pero leer que una canción tan linda hacia que el pelirrojo se acordara de ella provocaba que su corazón latiera salvajemente, tanto que sentía que se saldría de su pecho.
Guardo las cosas con cuidado, en la noche acomodaría todo.
Entre tomar un largo baño, comer y platicar con algunas de sus compañeras que la felicitaban cuando la veían en el pasillo se le fue el tiempo, y ya pasaban de las siete de la noche. Fue a avisarles a sus amigas que solo se cambiaría para salir y ya se podrían ir.
Se puso el vestido que su padre le había mandado, era hermoso, de tela negra brillante un poco más arriba de la rodilla y ceñido al cuerpo, agradecía que su padre fuera algo moderno y le gustara la moda muggle de vestidos cortos y algo pegados.
Se maquillo un poco más de lo normal, tomo la nueva pulsera que su mamá le regalo y un collar e inclusive se puso aretes y tacones, dejo su cabello suelto, como le gusto el resultado tomo un pequeño bolso que ya tenía preparado con lo que necesitaría, salió junto con Serendi que también se estaba terminando de alistar para encontrarse con Yes y Ellie que ya las esperaban en las afueras del instituto.
Las cuatro se tomaron de las manos para hacer una aparición al mismo tiempo, llegaron a un callejón algo sucio donde no había ni un alma. Salieron de forma rápida para toparse con las luces de Times Square.
—¿New York?
Anirak vio a sus amigas la cuales sonreían.
—Vamos, hay más bares que en Massachusetts— Ellie tomo su brazo para hacerla caminar—, y aquí casi nunca piden identificación, mientras seas bonita les basta.
—No nos van a dejar entrar.
Replico Anirak.
—Por eso te trajimos aquí —Serendi le sonrió de una forma que se consideraría siniestra —, con un poco de tus encantos y un guiño por aquí y otro por allá, nos dejaran entrar, hasta tragos gratis conseguiremos,
—Las odio — Anirak puso los ojos en blanco —, ustedes se encargarán de coquetear.
—Lo que digas, Black.
Bailaba al ritmo de Bombastic de Shaggy junto con Serendi, había perdido de vista a Ellie y Yes desde hace unas dos horas, lo más probable es que estuvieran coqueteando con algún chico.
Siguió bailando hasta que vio como un chico se acercaba a su amiga para invitarla a bailar, así que decidió irse despidiéndose de Serendi con un guiño de complicidad. Claro que a ella la habían invitado varios chicos a bailar, pero todos le parecían tan aburridos que los rechazaba sin importarle más inclusive uno que otro le había dicho "amargada" o "creída" hasta le había insistido por más de diez minutos esperando que cambiara de opinión, poco falto para que le diera un puñetazo en la nariz al más insistente, realmente los hombres deberían de aprender a aceptar el rechazo a la primera.
Se sentó en un banco frente a la barra mientras esperaba su turno para pedir una bebida.
—Hola —alguien toco su hombro por lo que giro para toparse con un chico rubio más alto que ella —, ¿Qué haces tan sola?
—Vine con mis amigas.
—¿Una chica tan linda como tú no vino con novio? — Anirak puso los ojos en blanco ya sabía que empezaría con un coqueteo estúpido, gesto que pasó desapercibido para el chico—, soy Matt, ¿cómo te llamas preciosa?
Anirak le sonrió de forma incomoda.
—Eres un desconocido, ¿por qué te diría mi nombre?
—Para dejar de ser desconocidos — el rubio le sonrió con coquetería.
La azabache lo observo de pies a cabeza, era atractivo, en si varios de los que le habían coqueteado lo eran, pero había un problema, ella no dejaba de pensar en cierto pelirrojo bromista que se encontraba en otro continente, se preguntaba si estaría en alguna de las fiestas clandestinas que hacían en la sala común de Griffyndor o si planearía algún nuevo producto junto con George para Sortilegios Weasley o si ya estaría durmiendo mientras sabe Merlín que cosas soñaría.
—¿Entonces qué dices?
El chico frente a ella volvió a hablar sacándola de su ensoñación.
—¿De qué?
—¿Aceptas que te invite un trago?
—No estoy interesada, gracias.
Sin esperar respuesta se levanto para comenzar a caminar dejándolo con las palabras en la boca, sus pies ardían por los tacones que llevaba, busco a sus amigas, pero no encontró a ninguna, era probable que fueran a pasar la noche con alguno de sus ligues, soltó un suspiro y salió del local.
El frio aire azoto su rostro, instintivamente cruzo sus brazos sobre su pecho para tratar de darse calor ella misma comenzó a maldecir, fue una mala idea no traer algo más abrigador, comenzó a caminar buscando un callejón para desaparecer sin que ningún muggle la viera.
—¡Maldita sea!
Tropezó con una piedra, por lo que termino de boca en el piso, sintió que perdía toda su dignidad, pero al menos no había tanta gente transitando las calles, tal vez por la hora, no estaba muy segura que hora era, pero sabía que ya era de madrugada.
Se levantó rápidamente para seguir caminando ignorando el dolor en su tobillo y su rodilla raspada, cuando sintió que alguien la seguía, se giró bruscamente pero no había nadie, quizá eran alucinaciones suyas.
Camino unas cuadras más mientras no dejaba de maldecir y mirar mal a cualquiera que se topara con ella.
—¿Cómo es posible que no haya ningún maldito callejón cerca en esta maldita ciudad?
Susurraba para ella misma, el dolor de pies la estaba matando y el frio no ayuda en nada.
De nuevo la sensación de que la seguían volvió aparecer por lo que apuro más el paso, escuchaba como unas pisadas rápidas iban tras ella, para su suerte vio un callejón y entro de inmediato.
Se recargo en la pared para abrir su bolso y sacar su varita por si necesitara defenderse.
—Con que aquí estas — vio al inicio del callejón y era el mismo chico de hace rato —, sí que eres rápida.
—¿Me estabas siguiendo? — lo observo alzando el mentón de forma altanera y una sonrisa arrogante surco su rostro—, se que soy hermosa, pero debes de aprender que cuando una chica no está interesada no las tienes porque seguir hasta un sucio callejón, ya sabes, eso te hace más asqueroso de lo que ya era, deberías de aceptar el rechazo de una.
Apretó su varita, estaba lista para petrificarlo en cualquier momento, le borraría la memoria y aparecería en el instituto, era un plan fácil y conciso.
—Tengo que llevarte conmigo, Anirak Black.
—¿Cómo mierda sabes mi nombre?
—Cuidado con esa boquita — en el momento que ella le iba a lanzar un hechizo algo la jalo pegándola a la pared inmovilizándola por lo que soltó la varita —, el señor tenebroso estará muy feliz de verte, nos servirás para atraer a Potter.
El rubio acaricio su rostro con una varita.
—¡Suéltame! —trato de moverse, pero su cuerpo no reaccionaba —, cuando me libre de esto pateare tu trasero, o solo deja que le cuente a mis padres ellos te harán pacotilla y te meterán tu estúpida varita por el cu...
El hombre frente a ella la golpeó haciendo que su cabeza pegara contra la pared, antes de perder el conocimiento lo último que vio fue una luz centellante y escucho algunas voces lejanas, después todo se volvió negro.
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