VIII: Flamel
— ¡No lo puedo creer! — la mujer frente a ellos parecía más que molesta — ¡Robaron poción Multijugos! ¡Suplantaron a Remus!
Harry observaba con asombro a su padrino y a la hija de este, Molly, Bill, Alastor y Remus — el cual había vuelto un poco antes al recibir un patronus de la madre de Anirak— veían todo expectantes.
Por otro lado, Hermione, Ginny y Ron estaban sentados tratando de evitar la tensión que había en el lugar mientras los gemelos tenían una sonrisa traviesa al escuchar como los Black habían escapado de Grimmauld Place.
— Vamos Laetitia — hablo Sirius con voz calmada —, si lo dices así, suena mal, no fue para tanto.
— ¡¿No fue para tanto, Sirius?! ¡Casi los atrapan los mortifagos! — grito la castaña con furia —, si no llegamos a salvar tu estúpido y peludo trasero, estarían muertos.
— Mamá, por favor, no fue culpa de papá — Anirak se levantó del sillón —, todo fue mi idea.
— Chica lista — interrumpieron los gemelos, los cuales al ver que la señora Weasley les lanzaba una mala mirada se callaron.
— ¡No me interesa de quien haya sido el plan! — sobo el puente de su nariz —, vas a volver con tus abuelos a Francia, fue una mala idea dejar que vinieras con tu padre.
Todos los presentes abrieron los ojos con sorpresa ante tales palabras, pues ya se habían encariñado con la chica.
— ¡No lo puedes hacer! — exclamaron padre e hija al mismo tiempo.
— ¡Claro que sí!
— Soy mayor de edad, no me puedes obligar, mamá.
— Me vale un comino si eres mayor de edad, soy tu madre y me harás caso
— ¡No te la puedes llevar, Anirak también es mi hija! — Sirius estaba furioso.
— Los dos cálmense — Remus trato de calmarlos.
— ¡Pues compórtate como su maldito padre, Sirius! — la castaña alzo el mentón ante Sirius el cual era unos centímetros más alto que ella —, Anirak necesita un padre, no un amigo que siga sus travesuras.
— Laetitia, Sirius por favor cálmense — Remus hablaba serenamente tratando de que los dos no comenzaran a lanzarse hechizos, conocía como eran de explosivos sus amigos.
— Me comporto como su padre.
— ¡Si Bill no los hubiera visto vagando por el Callejón Diagon estarían muertos o siendo torturados por los mortifagos! ¡Sirius no tienes la madurez ni para cuidar de tu hija!
— ¡Mínimo papá me ha dedicado más tiempo que tú! — Anirak le grito a su madre, la cual la vio dolida —, tú solo te la pasas en el ministerio o huyendo de los malditos mortifagos, eh estado más tiempo con mis abuelos que contigo, mínimo Sirius desde que salió de Azkaban ha estado conmigo.
— Anirak...
Su padre musito por lo bajo.
— ¡Lo eh hecho por mantenerte segura! ¡Porque los mortifagos no te encontraran! — la mujer se acercó a su hija alzando la voz —. Todo lo he hecho por ti y porque tu estuvieras bien, estar con tus abuelos era lo más seguro para ti.
— ¡Si claro! ¡Y solo por eso ahora quieres alejarme de mi padre! ¡Eh estado doce años lejos de él, no pienso irme solo porque tú lo quieres!
— ¡Anirak, basta! ¡Harás caso a lo que yo te digo!
— ¡No! ¡Tú puedes hacer lo que quieras, pero yo no me voy de aquí! ¡Me vale que seas mi madre!
— ¡Anirak ya es suficiente, deja de comportarte como una niña caprichosa!
— ¡¿Para qué quieres que vuelva con mis abuelos?! ¡De seguro solo quieres que vuelva con ellos para que cumpla el maldito compromiso! — Sirius se tensó al escuchar lo último — ¡Que te quede claro que no me voy a casar con el idiota de Malfoy y no me voy a ir de aquí!
Todos los menores se quedaron viendo a Anirak al escuchar del compromiso y que era con Malfoy, los gemelos que siempre tenían algo que decir se quedaron con la boca abierta.
— Ya basta, haz tu equipaje y nos vamos ahora.
— ¡No! ¡No me voy a ir de aquí! — Laetitia sintió que ya no tenía paciencia — ¡Papá ha sido mejor padre que tú!
Y esa fue la gota que derramo el vaso.
Anirak sintió como su mejilla izquierda ardía, instintivamente llevo su mano hacia ella.
—¡Me pegaste! — la voz de Anirak comenzó a romperse — ¡Nunca lo habías hecho!
Anirak se aguantó las lágrimas, porque a pesar de todo era orgullosa, y desapareció con un ¡crac! del salón, escuchando como sus padres comenzaban a gritar peleándose.
Anirak no sabía cuánto tiempo había pasado, pero sus ojos y cabeza dolían por tanto llorar, no quería volver con sus abuelos, quería quedarse con su padre, no era justo que la obligaran si ya era mayor de edad y pronto terminaría el colegio.
Dejo escapar un último sollozo cuando escucho que tocaron la puerta.
—Anirak, abre, por favor.
Escucho una voz varonil a través de la puerta, se secó las lágrimas con el dorso de la mano y fue a abrir.
—¿Qué paso?
Los ojos marrones del chico recorrieron su rostro.
—¿Estas bien?
Anirak solo asintió levemente con la cabeza, no quería hablar porque lloraría de nuevo.
— Tu mejilla, ¿aun duele?
— Ya no tanto
Ella fue hacia su cama y él tras ella.
El chico la vio sentarse y acaricio con cuidado su mejilla poniéndose a su altura.
— Traje algo — mostro con su mano un frasco que tenía una crema verde —, mamá siempre nos la da cuando nos ocurre un accidente.
El pelirrojo abrió el frasco mientras Anirak veía hacia cualquier punto de la pared, sintió como algo frio recorría su piel y unas leves caricias en su mejilla, el ardor fue desapareciendo.
— ¿Mejor?
— Si, gracias.
Musito por lo bajo.
—¡Anirak! — escucho afuera su habitación — ¿Estas bien? Tus papás casi hacen que vuele la casa, tuve que ayudar a Remus a sostener a Sirius antes de que petrificara a t... — al parecer la otra persona entro a su cuarto y guardo silencio por unos segundos — ¡George! ¿Qué haces aquí?
La azabache dirigió la vista al cuello del chico y efectivamente, pudo ver el lunar, por un momento había pensado que se trataba de Fred.
— Vine a ver si estaba bien — George se paró bien y volteo a ver a su gemelo, el cual tenía una mirada molesta y apretaba la mandíbula —, y a traerle la crema que nos da mamá — dejo el frasco en el mueble junto a la cama de Anirak — ¿Ya han dejado de pelearse?
— Deberías de bajar a ver si ya todo está más tranquilo — la voz de Fred era de pura molestia —, tal vez mamá necesite tu ayuda.
George no dijo más y salió de la habitación dejando a su hermano con la chica, realmente no quería comenzar a discutir con Fred que parecía molesto y él ni siquiera sabía la razón, pues ambos eran amigos de Anirak.
Anirak dejó caerse sobre la cama ante la mirada del gemelo mayor.
—¡Hey! — Fred se acostó a su lado y giro su rostro para verla —, ¿Estas bien?
—No me quiero ir — hablo con un susurro audible —, mamá nunca me había golpeado.
— Estaba muy molesta — Fred acaricio su cabello levemente—, también preocupada, llego a Grimmauld Place con Moody, ambos te buscaron y a Sirius cuando abrieron sus cuartos tu mamá sospecho que habían salido — ahora jugaba con su oreja, la cual jalaba levemente de forma cariñosa —, después Alastor se dio cuenta de que le faltaba poción Multijugos y fue cuando Bill mando un patronus diciendo que te había visto a ti y a Remus — hizo una pausa y continuo—: tú mamá de inmediato supo que era Sirius, de hecho nos preguntó a George y a mi si sabíamos algo, ambos dijimos que seguramente estaban en el cuarto donde esta Buckbeak, por lo que cuando se descuidaron ambos subimos y hechizamos la puerta tratando de que no la abrieran y mínimo les diera tiempo regresar. Pero de ahí llego Bill y los tres partieron al callejón Diagon, lo demás ya lo sabes.
— Gracias por tratar de cubrirnos.
Fred la miro a los ojos, los cuales estaban irritados de tanto llorar, sintió una pizca de dolor en el pecho al verla de esa forma, parecía tan frágil y que pronto volvería a romper en llanto, así que la jalo en un abrazo y escondió el rostro de la chica en su pecho.
— Vas a ver que todo estará bien — acaricio desde el cabello hasta la espalda de Anirak, la cual temblaba levemente —, te prometo que George y yo, inclusive Harry, Ron, Hermione y Ginny encontraremos una forma de que no te vayas, todos queremos que te quedes aquí, hasta Moody que es un gruñón no quiere que te vayas.
— No va funcionar — Anirak soltó un suspiro y aspiro el aroma de Fred que olía a una mezcla de manzana con canela, pólvora y perfume de hombre que le resulto demasiado relajante, sintió como la tensión desaparecía un poco de su cuerpo.
— Siempre hay una forma, si no podemos escapar a la Madriguera
— ¿La Madriguera?
— Mi casa — siguió con las caricias en su cabello —, a mis papás y hermanos les caes bien, así que de seguro no habrá problema que te escondas ahí.
— Parece un buen plan.
— Lo es, muñeca, lo es.
Estuvieron un gran rato abrazados, hasta que ambos se quedaron dormidos, lo último que recordaba Anirak era el palpitar del corazón de Fred mientras tarareaba Just like heaven de The Cure — una canción muggle que ella le había enseñado días atrás—, su tarareo era suave que resulto como una canción de cuna para ella
Anirak despertó al sentir que alguien la movía levemente.
— Anirak, cariño, despierta.
— ¿mmh?
No quería abrir los ojos, se sentía tan relajada que no quería enfrentarse otra vez a la realidad.
— Vamos, despierta.
Abrió lentamente los ojos topándose con la mirada de su papá que la veía con algo de culpa.
— ¿Qué hora es?
Se sentó en la cama mientras se desperezaba, al verse pudo notar que tenía un suéter rojo con una F en el pecho, no supo en qué momento se lo dio Fred.
— Las diez de la noche — Sirius se sentó en su cama — ¿Cómo está tu mejilla?
— Mejor — trato de peinar su rebelde cabello —, George me dio una crema y me quito el dolor.
— Veo que supieron consolarte — vio con desdén el suéter que tenía su hija.
— Ambos son muy amables.
— Parece que tienen mucho interés en ti, una de esas copias no se separó de ti hasta que prometí que trataría de evitar que pelearas de nuevo con tu madre.
— Supongo que fue Fred.
— Me imagino que por el suéter — señalo la prenda —, si fue él.
— ¿Me voy a ir? Apenas estoy recuperando el tiempo contigo, no quiero que nos alejemos de nuevo, papá.
Sirius sintió su corazón estrujarse.
— Después de que tu mamá intentara asesinarme y yo casi la petrificara — Anirak dejo escapar una amarga risa —, logramos hablar teniendo como mediadores a Remus, Molly, Bill y Moody.
— Me sorprende que no haya tratado de utilizar una maldición contra ti.
— Casi usa crucio contra mí, pero Alastor la detuvo.
— Menos mal.
— Pero bueno — Sirius abrazo a su hija, la cual se escondió entre los brazos de su padre como si fuera una niña pequeña —, llegamos a un acuerdo.
— ¿Cuál?
— Podrás quedarte, y volver en vacaciones de navidad, pero ahora el adulto a cargo es Remus, ambos tenemos que hacerle caso y yo tengo que comportarme de forma madura — acaricio su cabello —, también le tenemos que hacer caso a Molly y Moody cuando digan que no debemos salir.
— Suena aburrido.
— Lo es cariño, lo es, pero veras que la tortura terminara cuando acabes el colegio.
— Eso espero.
— ¿Quieres bajar a cenar? Tu madre quiere hablar contigo e hizo la cena — Sirius acaricio con cariño su mejilla —, creo que es su forma de disculparse con nosotros.
— Casi nos mata.
— Estaba preocupada — Suspiro —, probablemente yo me hubiera puesto peor si los mortifagos te hubieran atacado y yo no hubiera estado contigo.
— Está bien — respondió con desgano —, vamos.
— La comida francesa es asombrosa — se escuchó la voz de Ron —, nunca la había probado.
— El año pasado la prepararon en Hogwarts — agrego Hermione—, y no quisiste probar nada.
Anirak y Sirius entraron a la cocina, por lo que de repente todos guardaron silencio para verlos.
— Siéntense — Molly hizo aparecer dos sillas —, la comida que preparo Laetitia esta deliciosa, pruébenla antes de que se enfrié.
Ambos azabaches se sentaron para comenzar a comer en silencio, lo único que se escuchaba eran los cubiertos chocar contra el plato.
— Anirak — la mujer castaña se sentó a lado de ella —, yo quiero disculparme por el golpe de hace rato, no debí, pero entiéndeme estaba preocupada por ti, no puedo imaginar que alguien te haga daño.
— Sí, claro, casi me dejas sin rostro por el golpe — agrego restándole importancia a todo lo sucedido —, pero te perdono.
— Anirak...
— Ya está bien, papá me explico todo — soltó un suspiro —, supongo que hasta cierto punto lo entiendo.
— ¿Entonces estamos bien? —Anirak asintió y su madre la atrapo entre sus brazos para comenzar a besar su rostro —, ¡Como te extrañe mi bebé preciosa!
— ¡Mamá! — la azabache se sonrojo ya que había muchas personas que veían como la trataba su madre.
— ¡Oye, ella es mi bebé! — agrego Sirius tratando de alejar a Laetitia de su hija — ¡Devuélveme a mi bebé!
Todos los presentes rieron al presenciar la escena.
— Y bueno...
Fred hablo llamando la atención de todos.
—¿Es cierto que Anirak se tiene que casar con Malfoy?
A completo George.
Sirius y Laetitia cruzaron miradas mientras Anirak soltó un suspiro.
— Es un compromiso que hizo mi abuela materna junto con Walburga cuando estaba viva.
Sirius puso los ojos en blanco al escuchar el nombre de su madre.
— Uno que obvio no cumplirá.
Sirius apretó el hombro de su hija.
— ¿Y por qué hicieron ese compromiso? — Harry los observo expectantes — ¿Por qué con Malfoy? ¿No debería de elegir con ella con quien casarse?
Anirak le dedico una tierna sonrisa al niño que vivió, a veces era tan adorable.
— Porque sus abuelas han estado obsesionadas con la sangre pura — comenzó a explicar Lupín —, la madre de Anirak se casaría con Lucius, pero sucedieron algunos cambios de planes...
— Por cambio de planes se refiere a que yo nací — Anirak sonrió de forma traviesa que los gemelos correspondieron
— A nosotros también nos pasó — hablo Fred —, cuando teníamos dos años pedimos un perro y hubo un cambio de planes.
— En lugar del perro nos dieron a Ron — agrego George con tristeza —, aunque es casi lo mismo, solo que un perro era más divertido.
Ambos gemelos se ganaron una mala mirada de Ron y un golpe de su madre, los demás solo rieron.
—Pero, regresando al tema — llamo la atención Lupín —, la bisabuela o abuela, como quiera llamarle, de Anirak hace años hizo un juramento inquebrantable, en el que una de sus descendientes se casaría con un Malfoy para conservar la pureza de la sangre.
— Eso es injusto, se supone que Anirak debería de elegir con quien casarse y no ser obligada por un tonto juramento — agrego Harry con molestia mientras veía a Remus —, ¿No hay forma de romper ese tonto juramento?
— Por algo se llama inquebrantable, Harry — dijo con obviedad Hermione —, no se puede romper.
— ¡Ese juramento es basura!
Comenzaron a abuchear los gemelos.
— Aun así — Anirak hizo que todos las voltearan a ver —, mi abuelo intervino y dijo que lo aceptaba solo con la condición, de que si sus descendientes se enamoraban antes de casarse no serían obligadas a aceptar tal cosa.
— Pero para eso, necesitas un novio — agrego Tonks con una sonrisa burlona —, el cual no tienes.
— A mí no me molestaría serlo — se escucharon tres murmullos, que pasaron desapercibidos por todos menos por Ginny la cual solo rio y negó con la cabeza para aventarles un pedazo de pan a tres de sus hermanos.
— ¿Y hasta cuando tienes para encontrar a alguien? — Hermione la vio con preocupación —, no es justo, tu familia no lo es.
— Lamentablemente, querida — hablo Laetitia —, las familias antiguas, como los es la familia Flamel, Black, Malfoy entres otras tienen esas costumbres de hacer compromisos matrimoniales en busca de sus beneficios.
— Hasta los dieciocho — la azabache observo la animaga —, no es mi culpa, siempre eh ido en colegios de mujeres, no es que me moleste, pero me gustan más musculosos.
Sirius resoplo.
—¿Cuándo cumples los dieciocho? — Harry, que estaba sentado a su lado tomo su mano de forma fraternal, cosa que no pasó desapercibido para todos, algunos lo miraban como si quisieran lanzarle un Avada Kedavra.
— El catorce de octubre.
— ¡Para eso falta menos de dos meses! — Ron dejo la pierna de pollo frito que tenía en la boca —. Es casi imposible, es como decir que George y Fred van a terminar trabajando en el ministerio, imposible.
— A veces las cosas que parecen imposibles, se vuelves posibles — el gemelo menor se metió un bocado de comida a la boca.
— Sirius — el mayor de los Black observo a Fred con la ceja alzada —, yo me podría casar con tu hija — bromeo Fred y Sirius gruño —, seré un buen esposo, lo prometo.
— ¡Fred!
Exclamó el matrimonio Weasley.
— ¡¿Qué?! — Fred observaba a los adultos, su mamá, Sirius y Remus lo veía molestos, su papá parecía divertido al igual que la mamá de Anirak, Tonks, Bill y los menores mientras que Anirak solo negaba con la cabeza con una sonrisa en el rostro—. Ustedes siempre dicen que debemos de asentar cabeza y madurar — siguió con una sonrisa en la cara —, la cuidare, lo prometo, Sirius.
— ¡Weasley!
Rugieron Remus y Sirius, ganado la risa de los demás.
— Ya, ya, solo bromeaba — volteo hacia Anirak y le guiño el ojo —, o tal vez no — la chica solo se rio—. Pero soy mejor opción que una serpiente como Malfoy.
— ¡Anirak no se casará con nadie!
Sirius estaba molesto, el hecho de pensar que su hija se casaría le molestaba, pero le molestaba más el no poder hacer nada para romper ese tonto compromiso.
La cena termino con tranquilidad y cada quien fue a su habitación, por excepción de los adultos que tenían una reunión de la Orden del Fénix.
— ¡Oye, Anirak!
Anirak volteo antes de entrar a su habitación.
— Hola, gigante.
El pelirrojo se acercó a ella con una sonrisa.
— ¿Con qué Malfoy?
— Lo conocí hace años, era un niño bonito.
— Y es una serpiente asquerosa.
Anirak rio y distinguió la cicatriz en la ceja izquierda de Fred.
— Por lo visto no te agrada.
— No es como que yo le agrade mucho — puso una mano en el pecho y con aire dramático agrego —: no sé cómo alguien se puede resistir a este adorable chico.
— Eres un tonto, Fred.
— Pero, bueno — se encogió de hombros —, siempre que no quieras casarte con esa víbora — tomo la mano izquierda de la chica, que en comparación de la de él era muy pequeña y saco un anillo mal hecho con un trozo de pergamino el cual puso en el dedo anular—, está la opción de que seas la señora Weasley — bromeo Fred —. Suena mucho mejor Anirak Weasley que Anirak Malfoy.
— ¡Vaya! ¿Quién lo diría? Fred Weasley es todo un romántico — alzo la mano en el aire para observar el anillo —, es lindo.
— Si soy lindo — Fred sonrió.
— Quisieras — Anirak conecto su mirada con la de él —, buena propuesta, háblame en dos años y ya veremos.
— Genial, tengo oportunidad — celebro Fred aplaudiendo levemente, ambos chicos comenzaron a reír.
— Si mi papá y Remus no te matan antes.
— Cuando remplace ese anillo por el bueno, se quedarán con la boca abierta.
Un agradable calor recorrió el pecho de Fred al decir esas palabras y ver como los ojos de Anirak se achicaban al reír, quizá, solo quizá no le parecía una idea tan loca tener un lazo más fuerte con ella.
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