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IX: Pelea

A medida que avanzaba el tiempo se acababan las vacaciones, ya eran los últimos dos días y tendría que volver al Instituto de las Brujas de Salem, su mamá se había tenido que ir el día de ayer, al menos habían solucionado sus problemas y ella y Sirius prometieron tratar de no matarse otra vez, se sentía feliz, tenia la esperanza de que sus papás volvieran a estar juntos.

Dio unas vueltas sobre la cama y tomo el reloj de muñeca que estaba sobre el mueble junto a su cama, vio la hora: once y media de la noche, se puso de inmediato de pie para ir hacia su closet, el concierto privado de Kiss en HellBar London daría inicio a las doce y media, así que tenía una hora para alistarse y aparecerse en ese lugar.

Saco de su closet un pantalón pegado negro, una playera que tenía el logo de la banda y una vieja chaqueta de cuero negro que hace años había pertenecido a su padre cuando joven, se vistió y fue hacia el espejo para maquillarse, esta noche decidió delinearse los ojos en forma de gato, algo que se había puesto muy de moda en el mundo muggle, se puso su clásico labial rojo y mascara en sus pestañas antes rizadas, se dejó el cabello suelto de forma natural, una vez que estuvo a gusto con el resultado tomo su varita y su cartera en la que tenía dinero muggle que su padre le había dado días atrás.

Se apareció frente a la puerta de la entra, tratando de hacer el menor ruido posible y no despertar el retrato de su abuela, estaba dispuesta a abrir la puerta cuando una voz la hizo pegar un brinco.

— ¿A dónde piensas huir?

Giro de inmediato topándose a un pelirrojo que tenía una sonrisa divertida en su rostro.

— Hey... — dirigió la mirada al cuello del chico, no había ningún lunar —. Hola, Fred

— ¿Así que piensas escaparte otra vez? — el chico se acercó a ella aprisionándola entre su cuerpo y la puerta —, ¿No aprendiste nada con el ultimo regaño de tu mamá?

— No voy a ningún lugar peligroso — tuvo que alzar la mirada para verlo a la cara, seguía con esa sonrisa burlona en el rostro —, solo será por un rato, y dudo que haya mortifagos.

— ¿Cómo estas tan segura que no habrá mortifagos?

Un escalofrió la recorrió al sentir la gran mano de Fred sobre su cintura.

— Voy al mundo muggle — sonrió con inocencia —, no tardare mucho, nadie sospechara.

— ¿A qué vas? — Fred dejo de sonreír, pero comenzó a trazar círculos sobre la cintura de la chica

— A un concierto — Anirak trato de controlar los nervios que provocaban las caricias de Fred

— Suena divertido — la sonrisa volvió a su rostro —, iré contigo.

— Pero tu mamá...

— Dices que nadie se dará cuenta, ¿no?

Anirak negó con una sonrisa en el rostro.

— Pero no puedes ir así, estas en pijama — lo pensó durante unos segundos —, aparte falta George

— George tiene el sueño pesado, no se dará cuenta de nada — se alejó un poco de ella —, iré a cambiarme, no te vayas.

— Está bien.




Fred apareció en la habitación que compartía con George.

— Lumos — susurro y una leve luz apareció en la punta de su varita, de forma silenciosa y rápida saco un pantalón y la primera camisa que encontró.

Cuando se estaba poniendo el pantalón sin querer le pego a un mueble haciendo un poco de ruido.

—¿Fred? — George hablo adormilado.

—Sí, soy yo, hermano — Fred apago rápido la varita —, me pegue con el mueble, sigue durmiendo.

George alego algo de una sobre una chica bonita y una nalga para volverse a dormir, Fred soltó un suspiro aliviado y termino de vestirse, tomo el poco dinero que tenía guardado aparte del dinero para su tienda, esperando que fuera suficiente para invitarle algo a Anirak, porque quizá no era una forma muy común, pero consideraba que era una cita con ella.

Se fijó en el armario donde había unas chaquetas y suéteres de Bill, George y él, sin pensárselo mucho tomo una chaqueta de cuero que era de Bill, mañana la devolvería y nadie sospecharía que la tomo.



Volvió a aparecerse en donde estaba la chica, la encontró saliendo de la cocina.

— ¿Ya estás listo? — Anirak lo recorrió de arriba abajo —, bien, no lo sospechaba, pero te quedan muy bien las chaquetas de cuero.

— ¿A sí? — Fred alzo las cejas y sonrió.

— Ya sabes, te hacen ver rudo.

— Soy rudo.

— Supongamos que si — Anirak le sonrió y abrió con mucho sigilo la puerta — vamos.

Ambos adolescentes salieron y cerraron la puerta con todo el silencio que pudieron.

—¿Cómo iremos?

—Dame tu mano — Anirak le extendió la mano que Fred tomo inmediatamente entrelazando sus manos, Anirak disfrutaba del calor que le brindaba la mano de Fred, mientras él le rezaba a Merlín para que su mano no comenzara a sudar, pues los nervios amenazaban con traicionarlo — ¿Listo?

— Para lo que quieras.

Ambos se sonrieron, la Black se concentró y cerró los ojos, ambos sintieron como si algo los jalara por el ombligo.


Ambos aparecieron en lo que parecía ser un cubículo de baño.

— ¿Dónde estamos?

— En el baño del Bar, vamos.

Anirak fue la primera en salir seguida por Fred.

Se asomaron que nadie estuviera afuera y fueron hacia el centro del Bar, había bastante gente por todos lados.

— ¿Ves alguna mesa libre?

Fred alzo un poco el cuello viendo hacia todos lados, había una mesa cerca de la barra, el pelirrojo la jalo levemente y comenzaron a caminar. Una vez que llegaron se sentaron.

— Voy por bebidas.

— Yo iré — se ofreció Fred.

— ¿Sabes dónde conseguirlas?

Lo paro Anirak antes de que tratara de comenzar a caminar.

— Eh — Fred miro hacia todos lados buscando donde conseguir bebidas —... no, creo que no.

— Tu quédate aquí, yo iré.

— Pero...

— Nada, tú quédate, te prometo que no tardo.

— Con cuidado.

Ambos se soltaron de las manos para que ella comenzara a caminar.

Fred comenzó a ver todo a su alrededor, había mucha gente y las paredes estaban llenas de fotos que no se movían, también había vinilos pegados que tenían nombres muy raros, y de fondo estaba una canción muggle de las que estaba seguro que a Anirak le gustaban.

Todas las personas bebían algo directo de las botellas de cristal o algunas tenían botellas más grandes con algo llamado "Volca" o eso alcanzo a leer, luego le preguntaría a Anirak que era, pues parecía demasiado rico ya que la bebían como si no hubiera mañana.

— Listo

Fred vio a Anirak que ponía un par de botellas de cristal frente a ellos.

— ¿Qué es?

Fred tomo una, y la acerco a su nariz, un aroma amargo lo inundo.

— Cerveza — Anirak bebió de su botella

— ¿De mantequilla?

— No, no sabe a mantequilla, anda pruébala.

Fred le hizo caso y bebió, el sabor amargo le resulto demasiado agradable.

— Sabe bien

— Si, los muggles acostumbran a tomarla, a mi papá le gusta mucho.

— ¿Ya habías venido antes?

— El día del callejón vine con papá, este era uno de sus bares favoritos.

— Si, entiendo por qué.

— ¿También te gusto?

— Sí, es muy distinto de las Tres Escobas, más divertido

— ¿La Tres Escobas?

— Algún día te llevare — le sonrió para continuar tomando su cerveza.

Ambos continuaron tomando, cuando se les acabo pidieron otras cuatro rondas, al menos tenían una pequeña resistencia al alcohol, aunque ya se sentían un poco mareados.

 — ¿Qué pasa? — Anirak sintió como Fred la veía fijamente

— Tienes un ojo realmente hermoso.

— ¿Un ojo? — la azabache alzo la ceja con confusión.

— Quiero decir ojos — Fred parecía nervioso y su rostro comenzaba ponerse rojo —. Ambos...ambos son lindos — sonrió algo apenado, se sentía como un idiota —, muy diferentes el uno del otro — Anirak sonrió sin dejar de verlo — muy, muy únicos y grises. Muy hermosamente únicos.

Fred dejo salir una risa nerviosa para volver a tomar de su cerveza.

— Tu pelo...

— ¿Qué tiene mi pelo?

Ahora era Fred el confundido

— Es muy rojo — Anirak extendió su mano para tocar su cabello —, y suave, me gustas.

— ¿Te gusto?

— Tu cabello — la Black se sonrojo —, tu cabello me gusta, eres como una zanahoria con pies.

Fred comenzó a reírse.

— ¡Qué romántica!

— Para que veas

Anirak le guiño un ojo.

Siguieron tomando y disfrutando de la música que Kiss tocaba, ese grupo comenzaba a volverse uno de los favoritos de Fred.

No one can make me feel the way that you do — el pelirrojo sonreía mientras veía como cantaba Anirak una de sus canciones favoritas, ambos estaban en medio de varia gente que bailaba y cantaba —. And I sure know something.

Fred el tomo de la cintura acercándola más a él cuándo las personas comenzaban a empujarse, Anirak llevo sus manos a sus hombros para comenzar a balancearse al ritmo de la canción.

I was seventeen, you were just a dream — Fred siguió la única parte de la canción que se sabía, su voz estaba un poco ronca por el consume de alcohol, bajo la Mirada para toparse con las dos lagunas grises que tenía Anirak por ojos —. I was mesmerized, I felt scared inside.

Ambos continuaron con la canción sin separarse hasta que los artistas dejaron de cantar.

— Realmente eres preciosa — acaricio su mejilla arrastrando las palabras—, demasiado bonita.

— Tú también — acariciaba lentamente el cabello de la nuca de Fred.

— ¿Yo también soy bonita?

Fred sonrió y Anirak comenzó a reír.

— También eres un tonto.

— A veces

Ambos sentían sus alientos mezclarse, el aroma a cerveza y dulces inundo las fosas nasales de Fred y sintió que no había olido nunca algo mejor, puso ambas manos en la mandíbula de la chica y se acercó más a ella uniendo sus labios en apenas un pequeño roce.

Ese roce no duro más que cinco segundos ya que alguien había golpeado en el trasero a Anirak.

— ¡¿Qué te pasa imbécil?!

Anirak se separó bruscamente de Fred para encarar a un hombre robusto y con poco pelo que los observaba con una sonrisa estúpida en la cara

— Oh, vamos pequeña zorrita — la sensación de estar alcoholizado en Fred comenzaba a desaparecer para dar paso a la furia —, no puedes usar esos pantalones tan pegados esperando no provocar a nadie.

Y antes de que alguien pudiera decir algo, Fred había dado un golpe seco en la cara del sujeto.

—¡Fred, no!

Ambos hombres comenzaron a pelear, al inicio Fred llevaba la delantera cuando lo tiro al piso y golpeo varias veces su cara, pero el hombre logro darle la vuelta para él ser el que lo golpeara.

—¡Suéltalo!

Anirak trato de quitárselo de encima pero solo logro que él le diera un empujón haciendo que se callera de bruces en el suelo, la gente comenzaba a hacer un circulo alrededor de ellos disfrutando del espectáculo.

— Mira muchacho — el hombre observo a Fred, el cual se ponía de pie mientras se limpiaba la sangre de la boca con la manga de la chaqueta —, solo compártela un rato, hay muchas más como ella, las mujeres solo son para un rato, ya estuvo contigo ahora es tiempo que la compartas.

Observo Anirak, que había logrado ponerse de pie, de arriba abajo con una mirada lasciva.

— ¡Ni se te ocurra verla! — Fred lo tomo por sorpresa tirándolo al suelo y volviendo a acertar varios golpes en su rostro —, no tienes ni porque dirigirle la mirada — la cara del sujeto se iba entumeciendo tras cada golpe — ¡Mucho menos tocarla, hijo de puta!

Anirak no sabía qué hacer, no podía usar la magia enfrente de tantos muggles a pesar de que la mayoría estuvieran borracho y tampoco podía tomar a Fred y desaparecerse de ahí.

—¡Suficiente!

Otro hombre tomo a Fred quitándolo de encima, y otro al hombre casi calvo, Anirak por un momento se sintió aliviada, pero todo eso desapareció al ver que eran policías.

—¡Suéltame!

Fred comenzó a forcejar, pero fue en vano.

—Ustedes dos y la señorita irán con nosotros a la estación.

Los policías les pusieron las esposas menos a Anirak.

— Pero él fue el que comenzó — señalo al otro sujeto —, déjennos irnos.

— Lo siento señorita, pero irán con nosotros.

Los policías salieron y Anirak fue tras ellos, en uno de los dos vehículos metieron a Anirak y Fred.

— ¿Estás bien? — Fred la vio preocupado — ¿Te lastimo?

— Yo, estoy bien — Anirak se acercó a él y acaricio con delicadeza su rostro que tenía sangre, al menos a ella no la habían esposado —, estas lleno de sangre, ¿Te duele?

— Ahorita no tanto

El pelirrojo le sonrió débilmente.

— No debiste pelear.

— No iba a dejar que ese imbécil te tocara.

— Siempre me tienes que salvar, ¿No?

— Es mi deber — Fred la vio directo a los ojos, deseando tener las manos libres para acariciar su rostro que le parecía tan suave y bonito —, pareces tan frágil que siento que cualquiera te podría lastimar.

Fred cerro los ojos y se agacho un poco poniendo su frente sobre la suya.

— Tu papá y mis papás nos van a matar — agrego en un susurro.

— Es lo más seguro.

Se quedaron en silencio por unos segundos hasta que el coche se detuvo, el oficial volteo a verlos.

— Esperen un segundo aquí, no intenten huir.

Salió del coche dejándolos solos.

— Anirak — abrió los ojos — ¿Tienes tu varita?

— Si, date la vuelta — Fred obedeció y quito sus esposas con un hechizo no verbal —, estas muy golpeado, no sé si sea prudente aparecernos.

— Tengo una idea, ven — el pelirrojo observo que no hubiera nadie cerca y salió de la parte trasera del auto para entrar en la parte de conductor.

— ¿Qué piensas hacer? — Anirak entro en la parte del copiloto y vio como Fred tomaba la llave que el tonto policía había dejado ahí pegada — ¿Sabes cómo funciona esto?

— Si — Fred encendió el coche —, mi papá tenía un viejo Ford Anglia volador, una vez lo robe junto con George y Ron para ir por Harry a casa de sus tíos —el pelirrojo comenzó a manejar —, ponte el cinturón, voy a subir la velocidad — Anirak le hizo caso y Fred apretó el acelerador — ¿Recuerdas el camino?

— Más o menos.

A lo largo del trayecto la azabache lo fue guiando, Fred y ella reían cada que escuchaban en la radio policial que alguien había robado una patrulla.

Dejaron el vehículo una cuadra antes del número 12 de Grimmauld Place

Comenzaron a caminar hacia la casa Black.

— ¡Vaya primera cita!

— ¿Fue una cita? — Anirak lo observo mientras se detenían frente a la casa.

— Para mí lo fue — Fred mordió levemente su labio tratando de ocultar lo nervioso que lo ponía —, ¿para ti no?

Anirak le sonrió y acaricio su mejilla lastimada.

— Nunca espere tener que robar un auto en una primera cita.

El rostro del pelirrojo se ilumino al escuchar la palabra cita.

—¡Espérate a la segunda!

Ambos rieron para que Anirak tocara con la varita la pared y esta comenzara a abrirse, entraron en silencio y subieron hasta el cuarto piso.

— Pasa — Anirak tomo su mano y lo hizo entrar cerrando la puerta —, aún tengo la crema que me dio George, iré por algo para limpiarte.

— Está bien.

Fred se dejó caer en la cama, tenía una sonrisa en el rostro, a pesar de lo que había pasado fue una buena cita.

— La bese o algo así — susurró Fred mientras ponía sus dedos sobre sus labios, recordando el pequeño roce con los suaves labios de Anirak, su sonrisa se hizo más grande.

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