Conocías a los gemelos Hitachiin desde hace más de un año, todo comenzó cuando te tocó en un trabajo en equipo con los gemelos y pudiste diferenciarlos, ellos al principio creyeron que fue coincidencia y por eso intentaron confundirte con su juego de adivinar quién era quién; terminó en que en vez de hacer el trabajo se pasaron haciendo ese juego y en cada oportunidad los lograbas diferenciar, por alguna razón lo lograbas porque a pesar de su idéntica apariencia cada uno tenía ligeras diferencias que extrañamente lograbas percibir.

Y fue desde ese momento que empezaste a ser amiga de ambos, no es como si ellos te dejaran otra opción.

POV (Y/N)

Llegué a mi penthouse después de un largo día en el instituto, y más aún que hoy Hikaru y Kaoru estaban haciendo más bromas de lo normal.

Entré a la cocina a tomar algo y como siempre vi una nota pegada a la nevera que decía que mis padres no regresaban hasta dentro de tres días, después de todo ellos eran dueños de una cadena de hoteles y tenían que viajar por todo el mudo. Suspiré y acabé de un solo trago un jugo de naranja para después ir a mi habitación a colocarme una pijama y a tomar una merecida siesta, después de todo hoy era viernes.

Ya estaba casi dormida cuando escuché que tocaban repetitivamente el timbre ¿¡pero quién rayos interrumpe mi preciado sueño!? me levanté pesadamente preguntándome por qué no avisó el portero de que alguien venía.

-¡ya voy!- con cara de pocos amigos me dirigí a la puerta para abrirla y ver...

-¡(T/N)!- los gemelos se me tiraron encima 

-¡Hikaru! ¡Kaoru! ¿qué hacen aquí?

-te queríamos visitar- respondió Kaoru

-¿y cómo no avisó el portero de que venían?

-nos escabullimos- hablaron al unísono

-haaaa- solté un suspiro- pues bien, ya saludaron, ahora fuera que estaba tomando mi siesta

-pero (T/N)-chaaan, vinimos a pasar tiempo contigo- dijo Hikaru mientras se tiraba en uno de los sofás y Kaoru siguiendo sus mismas acciones

-creo que no tengo más opción, entonces ¿qué quieren hacer?

-¿que tal si caminamos por la ciudad?- preguntó Kaoru

-está bien, voy a cambiarme

Después de unos 5 minutos salí arreglada y ambos tomaron mis manos para arrastrarme del penthouse. Caminamos por parques y comimos helado, no faltaba que alguno de los dos o ambos me arrastraran a cualquier parte como si me fuera a perder.

Ya estaba oscureciendo, iba caminando un poco más adelante de los chicos, miré hacia atrás y vi que estaban discutiendo sobre algo así que decidí volver donde ellos.

-¿qué tanto discuten?

-nada, sólo que Kaoru no admite que alguien sólo es MÍO

-¿¡qué!? más bien eres TÚ quien no admite que alguien es MÍO- le respondió Kaoru

-ya chicos, no sé de que están hablando, pero ya dejen de discutir- hablé mientras me interponía entre los gemelos. Iba a seguir hablando cuando más adelante pude ver algo que me encantaba- ¡chicos, miren! ¡una rueda de la fortuna!

ahora era yo quien arrastraba a los chicos por las calles hasta llegar a la rueda de la fortuna y haciéndolos montar conmigo. Pero al parecer en verdad el tema por el que estaban discutiendo los hizo enojar mucho ya que se sentaron lo más lejos el uno del otro y mirando hacia el lado contrario de donde estaba su gemelo.

-chicos... ¿qué les pasa?- ambos me miraron y después se miraron entre ellos hasta que Kaoru decidió hablar

-(T/N), la verdad es que... ¡me gustas!- lo último ambos lo dijeron al mismo tiempo, lo que me causó gran impresión. 

-¿c-cómo?¿desde cuándo?- creía que ellos sólo me veían como una amiga, aunque también debía de admitir que desde un principio sentía algo por ellos, pero no lo pude descifrar hasta ahora

-por eso discutíamos, a ambos nos gustas desde hace tiempo, hace sólo una semana que supimos lo que el otro sentía por ti. Tú has sido la única que nos ve como cada uno es, no como gemelos- respondió Hikaru desviando la mirada y sonrojándose al igual que Kaoru

-yo...yo también los quiero- me sorprendí decirlo tan abiertamente, pero valió la pena al ver las caras de felicidad de los gemelos que al instante se abalanzaron a darme un abrazo haciendo que la cabina en la que estábamos se tambaleara

-¿entonces te gustamos, ambos?- preguntó Kaoru

-¿más que amigos?- siguió Hikaru

-sí- dije desviando mi cara ante la atenta mirada que ambos me dirigían. Creí que tal vez los dos se enojarían, pero en cambio los dos me dieron un beso en ambas mejillas

-no nos molestaría compartirte ¿no Kaoru?

-para nada- me sonrojé hasta más no poder. Sabía que iba a ser una noche muy larga cuando regresáramos a mi penthouse.