Acompañabas a tu mejor amiga al concierto de un tal Hayato, habías escuchado sobre él pero nunca te había llamado la atención, más bien te estresaba por su actitud tan sobreactuada y ni hablar de las histéricas fans.

Tu amiga te había arrastrado hasta la enorme fila en la que estabas ahora ya que le prometiste hacer lo que ella quisiera por su cumpleaños, pero nunca pensaste que llegaría hasta el extremo de llevarte a un concierto de uno de los más famosos idols.

-¿cuánto más hay que esperar? Esta fila es infinita- preguntaste irritadamente

-solo un poco más, vale la pena esperar- dijo entusiasmadamente (n/a)

Tras una larga espera al fin comenzó el concierto, debías de admitir que el tal Hayato cantaba bien, pero había algo que simplemente no te cuadraba era como si esa no fuera su verdadera personalidad.

El concierto acabó casi a las 10 de la noche ya que había empezado tarde, te volteaste para ver a tu amiga pero no la lograste ver por ningún lado, la ibas a llamar por tu celular pero desgraciadamente a este se le había acabado la batería, conociéndola sabías que ya te había dejado sólo por molestarte. Te desesperaste al ver que casi toda estaba vacío y lo peor de todo era que no encontrabas la salida, así que no te quedó más remedio que entrar por una puerta que creías podía dar a alguna salida.

Entraste y encontraste un pasillo muy largo lleno de puertas, intentabas abrir cada una de estas pero todas estaban con seguro. "esto ya me está dando miedo" pensaste. Seguiste caminando (o más bien corriendo) hasta que sin darte cuenta chocaste contra alguien y del impacto caíste al suelo.

-¡auch!- levantaste la cabeza para ver con quién te habías chocado y fue gran tu sorpresa al ver que era nada más ni nada menos que Hayato. Él te tendió una mano y tú la tomaste con un poco de desconfianza, la expresión de él no era la misma alegre.

-¿estás bien?

-ehh sí, gracias

-no deberías de estar aquí, la salida está al otro lado

-perdón, me perdí. Por cierto, perdona por ser directa pero tú no te pareces a Hayato, es decir, no te pareces en la personalidad

-soy Ichinose Toikya, su hermano gemelo ¿acaso lo buscas?- dijo con la misma seria expresión

-wow, no sabía que tenía un gemelo. Y no, no soy fan de él

-¿entonces para qué viniste al concierto?

-porque una amiga me arrastró hasta aquí

-entiendo... si quieres te llevo a tu casa, ya casi son las 11

-está bien, gracias- "usualmente diría que no, pero ya era muy tarde y si tuviera que elegir si me violara alguien prefiero que sea él que otro... ¿¡pero qué rayos pienso!?" te sonrojaste involuntariamente, por lo menos Tokiya no lo había notado.

Llegamos al parqueadero, entramos en su lujoso auto y le dije mi dirección. Había un silencio un poco incómodo así que decidí hablar con él.

-y... ¿a ti también te gusta cantar?

-sí, mucho

-ohh debe ser difícil, ya sabes, estando en la sombra de un hermano idol, digo... ehhh lo siento, aghhh olvídalo- algunas veces hablabas sin pensar y esta era una de esas ocasiones, viste de reojo y él esbozó una pequeña sonrisa que al instante desapareció

-deberías de sonreír más- al instante te diste cuenta de lo que dijiste y volteaste tu cara sonrojada, y por eso no te diste cuenta del ligero sonrojo de Tokiya- ehhh, siento mi imprudencia, creo que mejor me callo 

-no te preocupes, nadie había sido sincero conmigo

-lo siento, ¿te digo otra cosa sincera?

-adelante

-prefiero tu sonrisa que la de Hayato

-gracias, en serio que eso significa mucho para mí- ambos se miraron y sonrieron.

Al poco tiempo llegaron a tu casa, él te acompañó hasta la puerta.

-gracias por traerme, y por cierto, algo me dice que tú y Hayato son la misma persona. Pero esperaré hasta que tú me lo digas- ibas a entrar a tu casa cuando la mano de Tokiya tomó la tuya

-te prometo que haré que seas mi fan, de Ichinose Tokiya, no de Hayato- y tras decir esto te dio un beso en la mano y se fue dejándote pasmada. 

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nota:

(n/a): nombre amiga