A pesar de no sentir tanta hambre y tener un poco de sueño, la banca no era el lugar más cómodo para dormir y Renar estaba teniendo algunas dificultades para conciliar el sueño.

Mientras se revolvía en su improvisada cama, giraba en todas direcciones intentado acomodar el cuerpo lo mejor posible sin éxito.

Aunque era de noche, no hacía mucho frío por lo que no necesitaba mantas ni algo por el estilo, aun así, hubiera estado bien algo esponjoso para poner encima de la dura banca.

En uno de sus tantos retorcijones para acomodarse, Renar vio una sombra cruzar la calle no muy lejos de donde él estaba. Unos segundos después otra sombra iba por el techo de las casas, siguiendo a la primera de las sombras.

La que iba por las calles se dirigía hacia las puertas y se perdió rápidamente de su vista, pero la del techo aún era visible.

Renar vio como la sombra del tejado salto hacia el siguiente, pero claramente no iba a lograrlo.

Él se levantó apurado, pero la sombra parecía apoyarse en una plataforma aérea y saltó de nuevo llegando a salvo al siguiente tejado.

Reanar se frotó los ojos ya que no podía creer lo que había pasado ante sus ojos.

Debido a este suceso, él decidió seguir por curiosidad a estas sombras.

Mientras seguía a las sombras, el claramente vio como la sombra del tejado saltaba en el aire sin apoyarse en nada.

Renar: (¿Magia o doble salto? Nunca lo vi saltar más que dos veces, la primera en un techo y otra en el aire. No es como que precisara más para alcanzar el siguiente techo, pero aun así) -pensó confundido-

La sombra que iba por las calles llegó hasta estar cerca de las puertas. La iluminación de los muchos guardias que estaban vigilando la entrada llegó hasta la sombra que se reveló para mostrar a una muchacha bastante alta, de pelo negro y cargaba una mochila. En los costados se podía ver cosas colgadas como sartenes y cubiertos largos, pero estos no hacían ruido alguno gracias al control de la chica.

Antes de que Renar pudiera ponerse a cubierto, la muchacha avanzó con confianza como si ya conociera el patrón de los guardias al vigilar las puertas. Se coló entre dos de ellos sin que la notaran y llegó justo detrás de un barril antes de que la vieran, para rodearlo y evitar a otro guardia. Desde ahí fue en zigzag y maniobrando entre las zonas de luz y oscuridad como si hubiera hecho este camino múltiples veces.

La sombra del techo se detuvo al borde del techo más cercano a la puerta y observó como la chica se colaba entre los guardias, pero no intervino.

Renar: (¿Una prueba para algún gremio o culto?) -algo le decía que estaba mal en su corazón, pero no sabía claramente qué-

La chica continuó avanzando bajo la atenta mirada de Rener y la sombra del techo hasta llegar justo ante la puerta.

Pero entonces se quedó quieta.

Ella extendió lentamente la mano y abrió ligeramente la puerta sin ningún ruido.

Los mobs al otro lado no parecían notarla todavía.

Pero incluso teniendo la puerta abierta la muchacha seguía quieta en el lugar, casi sin mover un musculo.

???: Vamos, vamos.

La voz de una mujer mayor, pero no vieja pudo ser escuchada y Renar claramente noto que provenía de la sombra del techo. Aunque más que impaciencia se escuchaba preocupación e incertidumbre.

Renar fijó sus ojos en la chica y esta comenzó a temblar ligeramente antes de dar un paso atrás... y luego otro y luego comenzar a eludir a los guardias en su camino de regreso.

Un suspiro vino de los techos, pero Renar no pudo identificar su significado. Solo vio a la sombra correr nuevamente por los techos con su doble salto.

Intentó segur a la mujer en los techos, pero la perdió de vista rápidamente, como si cuando siguió a la chica que iba por las calles fuese deliberadamente lento.

Cuando entonces se propuso seguir a la chica, esta había pasado por su espalda y él no la había notado, por lo que cuando se volvió en sus pasos no pudo encontrarla.

Renar: Sospechoso, muy sospechoso...

Luego volvió a su banca en la plaza, pero solo pudo dormir un par de horas hasta que el sol salió y entre eso y la gente que empezó a salir de sus casas ya no se pudo volver a dormir.

En este nuevo día, muy temprano en la mañana algunas personas habían llegado a la plaza y comenzaron a ordenar sus puestos de venta.

Algunos, al ver que la gente se empezó a acercar comenzaron a promocionar sus productos a viva voz.

Comerciante 1: ¡Vendooo verduraaas! ¡Verduras frescas! ¡Compre sus verduras frescas recién cosechadas!

Comerciante 2: ¡Leche ordeñada en la mañana! ¡Lleve antes de que se convierta en manteca!

Entre otros.

Aunque rara vez aparto mucho su cabeza de su desayuno, Renar notó rápidamente la figura de la chica.

Ella aparentaba no más de 20 y esta estaba acompañada por una mujer no muy mayor, tal vez en sus 30s o 40s. Ambas mujeres tenían la piel un poco tostada y el pelo negro.

Renar quería conocerlas porque sus habilidades le llamaron la intención, pero tampoco quería ir gritando a los cuatro vientos que las vio haciendo comportamientos probablemente ilícitos.

Al final Renar se dejó llevar por su curiosidad y caminó decidido hasta la chica, cuando estaba cerca de ella camino mirando para otro lado hasta que se la topó y las bolsas en la mano de la chica se cayeron.

Renar: Vaya lo ciento no te v...

Un puño dirigido a su cara fue evitado por meros milímetros.

El brazo de la chica quedó justo en frente de su cara y si no fuese por los años de entrenamiento en artes marciales hubiera sido golpeado de lleno.

La chica estaba respirando fuertemente y mientras una mano intentó golpear la otra tapó sus pechos.

Rápidamente ante la conmoción que se estaba por generar la mujer mayor retiró un poco a la chica y se puso frente a ella para protegerla.

Su cara no era de muchos amigos, aun así, habló en un tono cordial y calmado. Ella sabía que él las había buscado a propósito ya que lo había visto la noche anterior y justo el día después pasaba esto.

???: Lo siento mucho por mi sobrina, no estábamos prestando atención y pasó esto -Dijo mientras se inclinaba ligeramente.

Mientras, la chica logró controlar su respiración y comenzó a juntar las frutas y verduras caídas.

Renar: Yo también lo siento mucho. No miré por donde camino - Dijo-. Por favor, permítame ayudarlos en sus compras, como compensación.

???: No es necesario - Le contestó.

Renar: Insisto.

La mujer al ver que no podía rechazarlo suspiró pesadamente y lo dejó ayudarlos, aunque no estaba totalmente confiada del albino.

Renar se dispuso a juntar las frutas y verduras también y la multitud al ver que no habría problemas se dispusieron a continuar con sus vidas.

Cuando ya tenían todo juntado, Renar se presentó.

Renar: Mi nombre es Renar, y llegué hace poco al pueblo. Vengo de fuera.

No dio ninguna dirección especifica ni mencionó nada porque no tenía completo conocimiento de la geografía y política del lugar.

Cordelia: Mi nombre es Cordelia y esta es mi sobrina Delfina- Dijo la mujer mientras presentaba a la chica también.

Delfina solo miró con un poco de odio a Renar, aunque este no entendía muy bien por qué. El golpe fue apenas un toque, no es que se la haya llevado puesta con una retroexcavadora.

Ellos continuaron su camino juntos por el mercado improvisado de tiendas y compraron algunas verduras y frutas más, así como un poco de carne salada.

A pesar de que en la mañana mientras nadie lo miraba saco un poco de comida de su inventario, ya era casi el mediodía y el estómago de Renar se quejó.

Como él estuvo cargando la mayor parte de las compras, Cordelia decidió, en contra del voto de Delfina invitarlo a comer a su casa.

Renar: A decir verdad, y esto es un poco vergonzoso, no tengo lugar donde quedarme. Anoche me tuve que quedar en una banca en la plaza... No sabría de un lugar que me recomiende para quedarme. No he visto una posada en el pueblo aún.

Cordelia: Y no lo harás jovencito. No hay una posada como tal en el pueblo. Esta la cervecería que utilizan como taberna, pero no hay alojamiento. No muchos pasan por este pueblo... apartado.

Renar: ¿Qué quiere decir con apartado?

Cordelia: Te lo cuento durante el almuerzo. Las paredes tienen oídos y al estar afuera, el aire se lleva tus palabras a los indiscretos -Dijo mientras sonreía y le daba una severa mirada a Renar, como si con solo sus ojos dijera "se lo que hiciste anoche"

Renar: V-vaya. Tendré que esperar un poco entonces -Dijo algo nervioso.

Ella no continuó con la charla hasta que llegaron a una pequeña cabaña cerca de las murallas.

Estaba lejos de la puerta, pero lo suficiente como para poder ver los campos a través de ella si estabas en un segundo piso.

Entraron a la casa y Delfina empezó a desempacar las compras con ayuda de Cordelia. Aunque Renar se ofreció a ayudad, ellas se lo negaron firmemente.

Luego de un almuerzo discreto la cara de Cordelia se puso seria y Delfina miró hacia otro lado.

Cordelia: Hace un par de años, corre el rumor de que un licántropo está rondando el pueblo -Los ojos de Renar se iluminaron, para después apagarse un poco por el comentario de la mujer frente a él-. Esa basura de monstruo aterroriza a todos en el pueblo y los comerciantes pierden cada vez más interés en este lugar por miedo a los rumores. -Luego de una pausa para tomar un sorbo de agua continuó- Claramente no es cierto, de serlo muchos de los lugareños o por lo menos los mercaderes que salen o llegan serian atacados y aún no lo han hecho, asique confió plenamente en que es falso. Incluso hay reportes de que lo vieron ayudar a los comerciantes en problemas. ¡Absurdo!

Aunque Renar no estaba conforme con los comentarios de Cordelia, esta era su casa asique lo respeto, pero en cambio, se centró en Delfina.

Renar: ¿Y tú? ¿Qué opinas de la historia del Licántropo? -Preguntó

Delfina: -Lo mira fijamente por unos segundos enojada y luego mira hacia otro lado, evitándolo.

Renar:¿? -Su cara de complejidad fue vista por Cordelia que rápidamente intervino.

Cordelia: Es un poco fría al comienzo, por favor, no se lo tengas en cuenta. Por otra parte, jovencita, entiendo que estés dolida pero no puedes culpar a todos los hombres. Él se ha mostrado amable desde siempre y ni siquiera reclama que hayas intentado golpearlo. Pórtate un poco más amable con él -Dijo ella. Delfina parecía un poco angustiada con la mención de los hombres, pero borró rápidamente eso de sus ojos y volvió a su fachada enojada.

Delfina: Si, que raro que nos hayamos chocado en el marcado. No importa. Gracias por ayudarnos hoy con las compras -Dijo con una sonrisa claramente falsa y su voz parecía bastante melodiosa, aunque lo estaba intentando ocultar. Luego dejando de lado su sonrisa por su cara seria de siempre dijo - ¿Contenta?

Cornelia no parecía muy feliz por el comportamiento de su sobrina, pero suspiró como si esto ya hubiese ocurrido antes.

Luego del almuerzo, Renar se despidió de las mujeres y como aún no tenía un lugar donde quedarse vagó por el pueblo. No había mucho que hacer y termino rápidamente en frente de la librería.

Estaba a punto de entrar, pero no se atrevió por ahora asique cambió de rumbo a la plaza a sentarse a esperar.

Incluso mientras estaba yendo a la plaza, algo surgió en la mente de Renar.

Corrió hasta las puertas y luego salió dirigiéndose al bosque. En él, camuflado entre los árboles empezó a esperar a que alguien viniera, pero justo como Cornelia le había dicho, nadie venía ni iba a ningún sitio.

La carretera incluso estaba creciendo un poco de pasto esporádico por el poco uso. En un año, a este ritmo la entrada al pueblo sería perdida por completo.

Luego de vagar por el camino un tiempo, volvió sobre sus pasos antes de que la noche llegara y entro justo a tiempo antes de que los soldados cerraran la puerta.

Esta noche se quedó cerca de la puerta bien escondido, pensando que tal vez llegara Delfina.

Efectivamente, ella apareció un poco más tarde de lo habitual, pero seguía cargando con su mochila.

Cornelia: Lleva haciendo esto por una semana- Dijo ella mientras se colocaba cerca de Renar.

Renar: Entonces si me notaste... ¿Por qué hace eso?

Mientras ellos intercambiaron, Delfina esperaba el momento para lanzarse y volvió a repetir el mismo patrón ocultándose de los guardias hasta llegar a la puerta.

Cornelia: Ella no vivía aquí y quiere regresar con su familia, pero le sucedieron cosas en los caminos y les tiene un poco de miedo. Últimamente se ha armado de valor como nunca la había visto, pero siempre duda en su último paso, como viste ayer.

Una vez más Delfina estaba frente a la puerta, pero luego de abrirla, volvió a temblar su cuerpo como la noche pasada. Más pronto que tarde, estaba emprendiendo la retirada.

Cornelia: ¿Me dijiste que no tenías un lugar donde quedarte? Puedes quedarte en mi casa si quieres por un tiempo. No me pareces una mala persona.-Dijo con confianza.

Renar: Seguro, muchas gracias. Se lo pagaré algún día.

Cornelia asintió y camino de regreso a la plaza primero y de ahí a su casa.

Renar: ¿Por qué primero fuimos a la plaza? -preguntó intrigado.

Cornelia: Es la cuartada. Delfina piensa mal de los hombres, imagínate si venimos de la dirección de la puerta mientras ella acaba de volver de ahí. Intentó golpearme a mí una vez que se enteró, a ti te cocinaría vivo.

Renar se calló y esperó no ser el almuerzo de algún otro.

Pronto llegaron a la casa y ambos fueron recibidos por la mirada amarga de Delfina. Sin embargo, ya estaba cambiada a un camisón blanco de una sola pieza que utilizaba para dormir.

Delfina parecía creer la versión de Cornelia, pero aun así miraba con un poco de desconfianza a Renar. El solo podía sonreír.

Delfina: Supongo que ya nos vimos por lo menos dos veces. No somos amigos y no te conozco, pero estoy dispuesta a no enojarme contigo.... tanto. Acéptalo con gratitud.

Luego de eso, en un movimiento exagerado como de la nobleza se dio vuelta y regresó a su cuarto.

Cornelia: Nunca la vi hablar voluntariamente con nadie que no sea yo o algún vecino. Debes tener grandes poderes. -Dijo en tono burlón.

Renar:(Ni te lo imaginas) -El solo sonrió mientras pensaba para sus adentros.

La noche pasó sin incidentes y Renar se preparó para un nuevo día.

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Muchas gracias por leer
Este capítulo esta echo por Pinguinomaster por favor pasen por su perfil a leer sus historias 😀🎉🎊🎉🎊

Lectores:- le dan un zape a thecrazyfran-
¿Por qué no eres como el?

T.C.F: no mames :"v ci cierto