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El White Tiger, el peor club de Sevit

Capítulo 2

El White Tiger, el peor club de Sevit

MinHo sostuvo enseguida la corbata de JiSung con la diestra para darle el puñetazo con la zurda, pero JiSung tenía sus reflejos preparados para poder apartarse al tiempo. Asimismo, Felix no perdió el tiempo en saltar hacia la espalda de ChangBin mientras que HyunJin intentaba bajarle los pantalones, siendo interrumpido por un tacleo de JeongIn. Yuna, por su parte, intentó ayudar a ChangBin para bajar a Felix, pero RyuJin le comenzó a jalar el cabello. Chaeryeong fue directo a batallar hacia ChangBin, también, y Lia se interpuso para que no lo molestaran.

Todo bajo la mirada cansada de Chan.

—¡¿Quién te crees que eres?!

—¡Maldito hijo de puta!

—¡Eres una zorra!

MinHo quiso volver a golpear a JiSung, pero él solo alzó sus manos como signo de inofensividad mientras daba pasos hacia atrás. Alzó su rodilla y golpeó el muslo de JiSung, haciendo que, por el debilitamiento, se sujetara de la cabeza de MinHo para no caer al suelo. La manga del chaleco de lanilla de JiSung se enganchó en el arete de MinHo.

—¡Ay! ¡Ay! —chilló MinHo.

—¡Se atoró! —contestó JiSung—. ¡Quédate quieto!

Pero MinHo se movía para intentar apartarse, con el fuerte ardor de su lóbulo por el jale de JiSung.

—¡Cálmate!

—«¡Cálmate!» ¡Me duele, imbécil!

—¡Bájate de su espalda! —ordenó Yuna, mientras intentaba zafar a Felix de ChangBin—. ¡Bájate!

—¡Le voy a arrancar la garganta! —amenazó Felix, y comenzó a morder el cuello a ChangBin.

—¡Quita, quita! —gritó él, alterado. Al mismo tiempo, Chaeryeong intentaba colocar sus pulgares en los ojos de ChangBin—. ¡Ay!

—Esto debí de hacer el día en que me terminaste —masculló Chaeryeong con enojo.

Enseguida, Lia la abrazó por la cintura y la botó al suelo. Chaeryeong, sin cuidado, la atrajo al suelo y ambas comenzaron a jalarse el cabello. Cerca de ellas, HyunJin tenía a JeongIn retenido con una llave en el suelo, estirando sus brazos hacia atrás.

—¡Di que el Real King es el mejor! —gritó HyunJin, mientras forcejeaba más los brazos de JeongIn.

—¡Jamás! —gimió JeongIn de dolor. Sus pobres lentes habían salido volando.

—¡Uy! —HyunJin divisó el rosario alrededor del cuello de JeongIn—. ¡Esto no lo había notado!

Y lo ahorcó.

Chan solo pudo suspirar, de nuevo, de cansancio. No podía considerar a ambos grupos demasiados inteligentes como para tener una pelea en el pasillo; es decir, ¿es que todos eran unos perros o gente estúpida? Chan sufrió demasiado durante la escuela media para prepararse para ingresar a la mejor escuela de Corea del Sur, si es que no era del continente asiático. ¿En serio esa gente que se esforzó, peleaba como niños?

Aburrido, desvió su mirada de la pena ajean, solo para notar que una clase de primer año que tenía matemáticas observaban desde afuera toda la pelea. Chan habría muerto de la vergüenza si no fuera por la prohibición que el maestro Kim tenía respecto a los celulares.

Su celular vibró, apenas escuchable entre los gritos de la pelea, y lo revisó. Su madre le había enviado un mensaje.

«Nos están mostrando las nuevas remodelaciones del establecimiento. Espero que no estés haciendo nada para hacerme sentir avergonzada».

Una pequeña ola de pánico lo abrazó, y fue enseguida hacia el salón de primer año. El profesor Kim, quien también era el profesor principal del salón 3-A, terminaba de organizar los examenes de matemáticas cuando notó a los alumnos asomados por la puerta.

—Oigan- ¿qué sucede?

—Se están peleando —Chan se abrió paso entre los estudiantes por la puerta e informó—, otra vez.

—¡Ay, ay, ay! —MinHo continuó con sus gritos—. ¡Me duele, imbécil! ¡Me duele!

—¡Asosiégate! —pidió JiSung, con su brazo cansado.

—¡Oigan! ¡Oigan! —El maestro Kim apareció en escena—. ¡¿Qué creen que hacen?! ¡¿Quieren que les de puntos de deméritos?!

—Carajo. —HyunJin soltó a JeongIn—. Es el maestro.

Rápidamente el grupo se disipó, al mismo tiempo que se podían escuchar las voces de los centros de padres e inversionistas por el fondo del pasillo. El profesor Kim levantó a JeongIn y a Yuna del suelo, y ayudó a JiSung a zafarse de MinHo. Dio un último empujón a HyunJin dentro del club del Real King cuando, al instante en que los padres e inversionistas aparecieron, la calma estaba en el pasillo.

El profesor Kim se inclinó con respeto, mientras los padres e inversionistas cacareaban de algo que solo ellos sabían. La directora Ahn solo entregó una mirada de soslayo, con la ligera mención a uno de los inversionistas sobre el White Tiger, antes de continuar con lo suyo. A excepción del maestro Hwei, quien se quedó ahí.

—Huelo el caos —dijo el maestro Hwei.

El profesor Kim solo se encogió de hombros. —No sé de lo que habla.

Pero estaba en el ambiente. Se escuchaba la cacofonía de gritos. El profesor Hwei abrió la puerta del Real King y, sin sorprenderse, todo el grupo se encontraba ahí.

—¿Qué fue lo que hicieron? —preguntó, severo.

Aunque no era necesario preguntar. El profesor Hwei apartó a Felix y a HyunJin del muro, y el gran hueco que se encontraba fue suficiente como para que su alma cayera a los pies.

—Ah... —debilitado, miró hacia MinHo—, ¿acaso... ustedes...?

—Fue el White Tiger —acusó enseguida MinHo—. Fue ello- ¡En serio fueron ellos!

Terminó por bramar cuando el profesor Hwei se le abalanzó encima.

(=˘ ³( ,,><,,) ~

Wise men say

"Only fools rush in"

But I can't help

Falling in love

With

You...

—Ah... —MinHo sacudió sus piernas con frustración, y se dejó caer a un lado de la cama—. Ah- esto es imposible. Reprobaré música- ¡Música!

—Vamos... —Chan le dio con afecto una palmada en el trasero—. Es solo harmonizar. ¿No que te decían que eras el Elvis Presley de tus barrios?

—«El Elvis Presley de tus barrios», ¡por el baile y mis sensuales movimientos de cadera! No por ser un barítono excepcional.

—No puedes reprobar música, MinHo. Eso sería bajo- incluso para ti.

MinHo se recompuso en su cama y miró a Chan, ofendido. —Incluso para... ¡¿Crees que eso no lo sé?! ¡Hasta yo conozco mis límites, Christopher!

—¡Shhh...! —Hastiado, JeongIn le calló desde su escritorio—, algunos sí sacamos el futuro adelante.

MinHo frunció su ceño y moduló una amenaza hacia él. Tres años en Sevit y aun no entendía como funcionaba la logística de los dormitorios.

Es decir, no se quejaba de ellos. Era lo suficientemente grande como para mantener a cuatro estudiantes sin hacer sentir incómodos a los otros, además de que cada uno contaba con su cama, con su escritorio de estudio, un pequeño librero y su armario, junto con dos sofás de espacio común pequeños y un baño para los cuatro. Su madre le gustaba contar historias de cómo al internado rural que fue enviada no tenía ni la mitad de los beneficios que MinHo, como un becado, tenía, y que debía de estar agradecido.

¡Y lo estaba! Es solo que no toleraba compartir cuarto con Yang JeongIn y Seo ChangBin.

—Debería desertar —dijo MinHo, sin dramatismo, mientras se apoyaba en Chan por completo, apoyados en el muro de la cama—. Voy a desertar de la escuela. Christopher, ¿tú me darías trabajo si es que deserto?

—Mi buffet de abogados no aceptará a alguien que no haya acabado la escuela, MinHo.

—«Acabado la escuela», ¿y algo como tu secretario o como se le llame? He olido tus gases, puedo cubrir tus infidelidades a tu esposa de conveniencia.

Chan consideró un instante la idea, y negó. —No. Después nos denuncian por ilegitimidades.

—Ilegitimidad te denuncio ahora.

—¡Shhh...! —volvió a pedir JeongIn—. Si quieren hablar, háganlo afuera.

—«Háganlo afuera», pues, si quieres estudiar, anda a la biblioteca —atacó MinHo con voz nasal, mientras le sacaba el dedo del medio.

JeongIn le correspondió, y Chan solo pudo lanzar una risa antes de revisar su teléfono.

—Ah..., debo ir con mi tutor —informó Chan—, pero aun tengo que limpiar mi habitación...

MinHo le dio una sonrisa antes de codearlo. —¿La habitación? Yo me encargo de eso. Tu ve.

Chan le tomó los hombros con afecto para zarandearlo un poco. —Gracias, gracias.

—Gracias. Pero, para la evaluación de música...

—Tranquilo. —Chan se sacó las mantas de sus piernas para levantarse de la cama y sacar sus zapatos escolares. Era raro verlo con otra cosa que no fuera el uniforme—. Serás conmigo. Te daré pocas líneas.

MinHo se recostó por completo en la cama y estiró sus brazos hacia él mientras sacudía sus manos. —Dar pocas líneas... Eres el mejor, Channie.

Chan se despidió y salió del dormitorio compartido. MinHo solo quedó un instante pegado al techo, cansado y frustrado; aunque le gustara mucho la música, él no era de cantarla.

Pensó en hacer algo interesante, pero la deriva de sus pensamientos en lo que podría hacer hizo que le entrara el sueño. No fue hasta una notificación en su celular que lo despertó por completo, en un mensaje de urgencia por parte de HyunJin, donde una papeleta informativa de Sevit estaba pegada en la puerta del Real King.

>> [foto]

>> AMENAZAN CON CERRAR EL REAL KING

—¡¿Qué?! —MinHo saltó, asustado—. Oh, hijos de puta.

—¡¡¡Shhh...!!! —Finalmente, sobrepasado, JeongIn sacó un rociador de su escritorio y se levantó para mojar a MinHo—. ¡Cállate!

MinHo tosió el agua. —«¡Cállate! ¡Cállate!» ¡¿Es agua bendita?!

—¡Así se te apaga el diablo!

Pero MinHo ni siquiera pudo pensar en la rabia hacia JeongIn cuando ya había salido del dormitorio, invocando a todo Real King fuera de la oficina de la directa Ahn para pedir explicaciones.

Porque eso sería inaudito. ¡Inaudito! ¡¿Cuál era la causa por la que cerrarían el Real King?! Claro que todos tenían más de cien puntos de demérito acumulado en lo que iban del año, y por supuesto que ninguno entraba al top 150° de la escuela. Además, la mayoría solo eran becados. Seguido a eso, HyunJin era de quedarse dormido en clases. Una vez, Felix tuvo que ducharse en los lavabos, lo que no fue muy bien recibido. Chaeryeong accidentalmente tropezó con el maestro de física en las escaleras y él quedó hospitalizado por una semana entera. Y RyuJin se había ido a comité ético por plagiar en el último ensayo de Inglés.

Fuera de eso, ¡el Real King era inofensivo! Solo era la dirección quienes se pasaban películas.

De camino a la oficina de la directora, el Real King lo empezó a seguir de forma paulatina. La caminata segura de MinHo hacía que los estudiantes se abrieran paso con rapidez; inclusive pudo notar a un dúo de chicas de primer año que les sacaba fotografías, probablemente del periódico escolar. Oh, la dirección no se tuvo que haber metido con el Real King.

Por ende, cuando llegaron, MinHo abrió la puerta con rapidez.

—Disculpe, señora Ahn, sé que es una falta de respeto venir sin avisar, pero considero pertinente que ya es el colmo de que la poca consideración que se tiene no solo al Real King como club sino a nosotros como estudiantes ante las ideas deliberadas que intentan aplicar dentro de las sanciones y normativas escolares sobrepasen los propios conductos regulares —discutió MinHo enseguida, secundado por asentimiento de su equipo—. Inaudita también es la idea de que quieran cerrar el Real King sin provocación previa, y sin medición previo. El Real King es un club como cualquier otro, y merecemos el mismo respeto que los otros. ¡Sí, puede que nosotros no creemos robots o hagamos explotar cosas, pero traemos la misma cantidad de trofeos en competencias nacionales! ¡No invalide a las artes!

—¡Sí! —gritó el Real King.

—¡No puede faltarnos el respeto de esa manera!

—¡Sí!

—¡Y, sobre todo, no puede cerrar el Real King!

—¡Sí!

La directora Ahn, desde su escritorio, terminaba de regar su bonsai ante la interrupción del grupo. El agua corría demasiado, tanto que llenó la maceta y ahora mojaba todo el escritorio de vidrio. Su vista incrédula fue hacia el profesor Hwei, leal lacayo de ella, quien se encontraba en el pequeño apartado de reuniones organizando el papeleo.

—Disculpe —habló la directora Ahn—. ¿De qué están hablando?

Los colores subieron a la cara de MinHo.

—«¿De qué están hablando?» De la nota que iban a cerrar el Real King...

—¿Qué nota? —preguntó ella, y miró al profesor Hwei—. ¿Colocaste algo en la puerta de ellos?

—No, no, no —el profesor Hwei se levantó para negar, serio—. No habría hecho nada sin su consentimiento, directora. Mucho menos cerrar... ese especial... y fantástico club.

«Mentiroso», pensó MinHo enseguida. Sin embargo, la problemática real estaba en otro lado.

—Aunque... —el profesor Hwei retomó—, sí debería de considerarse al Real King... Tiene un hoyo en la pared- y han irrumpido en la oficina de la directora sin autorización. Creo que los puntos de demérito-

—¡¿Puntos de demérito?! ¡Ah- ya, ya, ya! —gritó MinHo, desesperado, y se inclinó ante la directora—. ¡Disculpe la impertinencia! ¡Discúlpenos!

El Real King se inclinó reiteradas veces mientras que la directora Ahn continuaba desconcertada, mientras que el profesor Hwei gritaba los puntos de demérito a cada uno. Al salir, cerraron la puerta y suspiraron con nerviosismo; enseguida MinHo pateó a HyunJin.

—¡¿No que era una nota de la dirección?! —preguntó.

—¡Lo fue! —se defendió HyunJin, y sacó su celular para mostrar la evidencia—. ¡Lo vi con mis propios ojos! ¡Por supuesto que era una comunicación!

—¡¿Y no rectificaste si era legal?! —preguntó RyuJin.

—¡Claro que le pregunté eso a la hoja!

Pero HyunJin calló enseguida. MinHo se giró para ver qué era lo que lo calló, y la caminata tranquila de JiSung y SeungMin hacia el grupo hizo que su corazón latiera con velocidad a causa de la rabia.

«Este hijo de...».

Irritante. JiSung era irritante. Caminaba con sus pantalones ligeramente apretados- lo suficiente para evidenciar sus piernas chuecas y de pollo; con la camisa del uniforme planchada a la perfección; y con un chaleco de lanilla hecho a mano que usualmente cambiaba el color, cuya única razón por la que se salía con la suya en el uniforme era por ser el primer jodido-puto-maldito lugar.

—Las noticias falsas vuelan con velocidad por todas partes —dijo JiSung—. Creo que es bueno rectificar las fuentes, en especial cuando Sevit tiene en su página una plantilla para hacer comunicaciones.

—¿Plantilla para hacer comunicaciones? ¿Tú hiciste esto? —preguntó MinHo.

JiSung hizo un movimiento con su mano cerca de la cara de MinHo, como si atrapara algo; luego, ese algo lo extendió hacia MinHo.

—Ten, te entrego lo obvio. Nos vemos, idiotas.

SeungMin se despidió con su mano, y los dos insufribles caminaron por pasillo abajo. RyuJin ya había alzado las mangas de su chaqueta para ir tras ellos cuando Chaeryeong le agarró de la falda.

—No te esmeres. Quedarán calvo a los treinta —dijo Chaeryeong—. Eso ya es castigo.

—Esto no se quedará así —aseguró MinHo, enfurecido—. Oh. Prometo que esto no se quedará así.

(=˘ ³( ,,><,,) ~

—Entonces, el resultado del número de función al cuadrado, entablas el dominio y...

—Ay, Chan, explica más lento que siento que me hablas ruso.

—Solo son funciones básicas —Chan le dijo a Yuna, cansado—, no es nada para que te alteres.

—¿Nada para alterar? —JeongIn se asomó, asustado, mientras abría la puerta del White Tiger—. Ustedes creen que esto no da miedo. Pero si da. Y del carajo. No soportaré segundo año. No podré mantener el primer lugar de mi generación.

—Segundo no fue tan difícil como primero —confesó ChangBin, mientras se sentaba en su puesto—. Ah~, dejar amores en son de la carrera política. Nadie te dijo que ser adolescente era tan difícil.

—Terminaste con tu novia solo porque era demasiado tonta. Creo que eso fue una buena inversión de tiempo —consideró Lia, igualmente tomando asiento en su lado.

—¿Creen que sus padres los abortarían si es que no hubiesen sido tan inteligentes? —preguntó Yuna—. Oh, es una buena pregunta para el periódico escolar.

—Me habría gustado que los míos me abortaran —confesó SeungMin en voz baja.

—Supongo que son los gajes de la vida —dijo Yuna—, porque dudo que mi madre- ups.

Su lapicera cayó un poco más allá de su puesto, por lo que, cuando se levantó para ir a recogerla, notó que no podía moverse de la silla.

—¿Eh? —Yuna se sacudió. Su trasero estaba pegado—. ¡Ah! ¡No me puedo levantar!

Los demás chicos comenzaron a comprobar, y tal como Yuna, sus traseros estaban inamovibles de las sillas. JiSung, último en entrar, solo pudo lanzar una risa ante lo burdo que era la situación.

—No... —sonriente, se apoyó en la pared—. Vamos, ¿es que el Real King no tiene una broma más infantil?

—¡Ayúdanos, mejor! —bramó SeungMin, enfurecido.

Sin embargo, JiSung no se pudo mover de la pared. Su camisa del uniforme estaba, igualmente, pegada.

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—¿Es que el White Tiger no tiene una broma más infantil? —preguntó MinHo, viendo cómo el suelo del club estaba barnizado como nuevo, tan brillante y pulcro sobre la madera que, en su defecto, imposibilitaba estar de pie por completo.

Claro que para el resto del club no era un problema. Felix y Chaeryeong se deslizaban tomados de las manos de un extremo a otro, entre risas y jugarretas bajo sus calcetas.

—Deberíamos hacer una coreografía destinada al patinaje —ideó Felix—, considerando que es más fácil moverse, porque de esa forma- ¡Ay!

Lo resbaloso pasó a lo rugoso, y Felix tropezó para salir volando hacia la chatarra del club.

—Oye... —HyunJin apuntó, orgulloso—, esa es una buena táctica. No se me habría ocurrido.

MinHo y RyuJin le dieron una mirada antes de darle un golpe en la cabeza. Mientras, Chaeryeong fue al rescate de Felix.

De la misma forma, al día siguiente, cuando el White Tiger ingresó a su club, tomaron asiento en su propia calma, entre charlas aristocráticas y elitistas, sintieron un fuerte zumbido arriba de sus cabezas.

¡¡¡RIIING!!!

Los siete miraron hacia arriba. La alarma de incendios sonaba como loca.

—¡Hay que evacuar! —gritó JeongIn, mientras se tapaba sus oídos.

El grupo intentó salir de la sala, solo para notar que la puerta trancada. Antes de que el pánico fuese más grande, los rociadores del techo se activaron. Toda la sala fue empapada.

—¡No...! —lloriqueó Yuna—. ¡Mis cosas!

—¡Mi cabello! —se quejó Lia.

JiSung intentó forcejear con la puerta, solo para ver a MinHo saludarle al otro lado de ella y salir corriendo de ahí.

—¡Ah, fueron ellos! —acusó JiSung.

—¡Obvio! —dijo ChangBin. La alarma seguía sonando, y el agua caía como diluvio sobre ellos—. ¡Si la única que ha hackeado el sistema de incendios ha sido Chaeryeong!

SeungMin le dio una patada a una de sus mesas, y JiSung solo pudo mirar con asombro todo el salón.

—Esto es de infantiles —suspiró, mojado.

—¡Esto es de infantiles! —gritó MinHo, al día siguiente.

En la sala 3-A, clase de los chicos y donde debían de llevar a cabo su clase de matemáticas, MinHo veía cómo era proyectado en la pizarra sus antiguos videos de baile que había subido a YouTube cuando tenía doce años, siendo borrados hace no más de dos años. Es decir, ¡¿cómo demonios el White Tiger tuvo acceso a esos videos?!

La clase completa se reía de él. Incluso notaba como Chan, amable, aguantaba sus carcajadas. El pequeño MinHo, en el proyector, se movía al ritmo de una incómoda coreografía de Usher mientras intentaba cantar, siendo parecido a un pinocho con problemas respiratorios.

Furioso, MinHo se giró hacia JiSung. Él, jocoso, sonreía desde su asiento, y apuntó con su mentón el video.

—Eras una ternurita cuando pequeño. ¿Qué te pasó?

HyunJin y RyuJin debieron de sujetar a MinHo para que no lo atacara.

De la misma forma, para la clase de educación física, JiSung terminaba de secarse de con su toalla luego de la ducha para poder vestir su uniforme, victorioso luego de que el equipo de varones le ganara al equipo de damas y ellas como castigo tuviesen que ordenar el patio. El murmullo estaba en los camerinos, con algunos estudiantes golpeándose con toallas húmedas (en el caso de HyunJin) o escapando de algunos que se estaban empapando con el agua.

Mientras JiSung se subía los pantalones, MinHo chocó con él a propósito antes de seguir su camino descalzo hacia su casillero.

—¿Buscas algo? —preguntó JiSung.

MinHo solo le sonrió. —«Buscar algo». Creo que nunca me había fijado en ti...

Inadvertido, JiSung se colocó su camisa y se la abotonó.

—¿Oh? ¿En qué sentido?

—Sabes en qué sentido.

—¿Y en qué te fijaste?

—«¿En qué te fijaste?» En tu carencia de trasero.

Se escuchó la carcajada burlesca de HyunJin de fondo. JiSung solo colocó sus ojos en blanco y terminó de vestirse.

Pasó cerca de MinHo, quien se terminaba de colocar su ropa interior e iba por el pantalón. JiSung, con rapidez, los tomó y salió corriendo del camerino.

¿Era un acto igualmente infantil que las bromas anteriores? Por supuesto, pero a veces JiSung creía que era bueno rebajar un par de escalones en su coeficiente intelectual para poder hablar el mismo idioma que ellos; de todas formas, él regresaría al primer lugar y...

Su escapada se enlenteció cuando llegó al patio de la escuela, dudoso de que MinHo no lo siguiera. No esperaba a que lo hiciera, si es que tenía decencia en no salir en ropa interior, pero lo que más le llamaba la atención a JiSung era de las estudiantes que se encontraban en el patio colectando los instrumentos deportivos para la clase. Las risas y los chillidos de sus compañeras le hizo preguntarse qué demonios pasaba.

—¡Ay, no! —Lia se tapó el rostro—. ¡JiSung...!

JiSung no entendió el llamado de Lia hasta que se dio vuelta para mirar su propio trasero. Toda la parte de sus glúteos estaba cortada, en la vista de su pulcra ropa interior blanca, donde resplandecía en rojo:

«Propiedad de la directora Ahn».

(=˘ ³( ,,><,,) ~

Era apreciable el silencio en el Real King, en especial cuando solo dos personas estaban ahí.

De lo que pareció ser media hora, pero en realidad fueron quince segundos, MinHo estiró su brazo mecánico hacia el interior del club.

—Puedes... tomar... asiento...

JiSung mantuvo su sonrisa amble. Amable e irritante. Y caminó hacia el interior para tomar asiento en una de las sillas acolchadas. MinHo caminó para tomar asiento en la silla frente a él, pero JiSung colocó sus piernas.

—Me vendría bien una coca-cola —dijo.

—«Una coca-cola». Bueno, ¿y de dónde quieres que te la saque? —discutió MinHo. Las cejas de JiSung se alzaron, y MinHo sintió cómo el ácido bajaba por su garganta—. De nuestro pequeño cooler, por supuesto.

Podía notarlo, desde el fondo de su estómago, cómo JiSung se dedicaba a inspeccionar cada parte del Real King. Ah, era como estar desnudo frente a él, porque MinHo había pasado el tiempo suficiente dentro del club como para hacerlo propio. Los póster de Michael Jackson, Elvis Presley o BOA junto con el pequeño santuario que el equipo le tenía a la nueva integrante simbólica: Bada Lee, daban mucho que enseñar a lo que eran ellos. También se encontraban los grafitis y pinturas que HyunJin se había esmerado en hacer durante su momento.

MinHo no notó cómo JiSung se fijo en las polaroids colgadas de los antiguos miembros del Real King, junto con una fotografía de febrero de ese año, el último día del ciclo escolar y de segundo para MinHo, donde estaba con los integrantes actuales junto con los integrantes que en esa fecha estaban en tercer año. La graduación fue uno de los pánicos más grandes de MinHo, considerando como ahora eran cinco miembros y el ciclo anterior eran diez.

—Es un espacio encantador —halagó JiSung—, es lindo ver como cada uno coloca partes de ustedes desde sus hogares o dormitorios. Lo hace ver más... único.

MinHo abrió el cooler y, ahí, figuraba con lujo una lata de bebida. Enseguida la tomó y la comenzó a sacudir.

—Ver más único... Ah~, sí, es que nos gusta que las cosas tengan identidad propia y que no sea una compra de nuestros padres —contestó MinHo, mientras sacudía la lata. «Agita. Agita. Agita...»

—¿Sus padres tienen dinero para comprar algo?

MinHo se giró de manera abrupta y, aun con su sonrisa engrapada en sus mejillas, fue hacia JiSung para tenderle la bebida.

—Comprar algo- ja. Aquí tienes —cedió MinHo—. Espero que con esto se te enfríe un poco la cabeza.

—Gracias.

—Gracias. A lo que vinimos: por favor, como representante del Real King, por favor pedimos que el White Tiger deje de molestarnos —imploró, juntando sus manos—. Es pertinente que llevemos esta fiesta entre nosotros en paz, si sabes a lo que me refiero.

—Nosotros no tenemos problemas —aclaró JiSung, jugando con el cierre de la lata—. Es como si ustedes buscaran el odio.

—«Buscar el odio». Ah~, solo es delimitar de nuevo que nosotros tenemos una hora protegida para colocar la música, designado por el horario de la dirección —reiteró MinHo—, por favor, respeten las normas de dirección.

—Bueno, si la vida es injusta, acostúmbrate a ella-

JiSung terminó por abrir la lata, y la espuma de coca-cola explotó en la cara de ambos. MinHo quiso alejarse de escena, pero JiSung terminó por agarrarlo de la muñeca y acercarlo. MinHo perdió el equilibrio y, casi arrimado, terminó arriba de JiSung.

Su frente chocó con la de JiSung, y la bebida se volcó al suelo. El agarre de JiSung en MinHo mantuvo la cercanía en ambos en una insistencia, tan cercana que MinHo podía notar cómo los labios de JiSung delineaban hacia los de él, junto a esa sonrisa burlesca que no parecía tener freno.

—¿Te vas a mantener ahí? —susurró JiSung, con unas palabras suaves y un tono que hizo a MinHo sentirse tan... tan...

... Asqueado.

—¿Mantenerme? Antes muerto-

¡CLICK!

MinHo y JiSung miraron enseguida hacia la puerta. La sombra de alguien alejándose con rapidez los dejó desconcertado. ¿Fue uno de los chicos de Real King quien les quiso hacer una broma? ¿O fue alguien del White Tiger que quiere usarlo como evidencia para una nueva jugarreta? De todas formas, MinHo se levantó enseguida de JiSung y pasó sus manos por su desordenado uniforme, pegoteado por la coca-cola.

—Supongo que no arreglaremos nada si traes a tus amigos al tratado de paz —dijo MinHo, solemne—. Ojalá te mueras.

JiSung se levantó del asiento, igual de mojado, pero se las arregló para esconder sus manos en sus bolsillos. —Te deseo lo mismo.

(=˘ ³( ,,><,,) ~

El profesor Kim, devoto a la pedagogía desde que tenía quince años, se replanteaba constantemente si es que su alto sueldo en Sevit valía la pena para enfrentar las constantes quejas que los estudiantes enviaban a su celular para acusarse con puntos de demérito hacia los otros.

Era irritante. El profesor Kim estaba más ensimismado en querer enseñar cálculo diferencial antes de las burdas acusaciones de alumnos de segundo año respecto al robo de material de estudio, o que una chica de primer año ha llegado con aretes colgando, o que dos chicos se estaban besando a escondidas en un club.

¡En serio no le interesaba!

—Ah... —murmuró, con la vista de sus dos estudiantes del salón 3-A en la pantalla de su fotografía luego de ser enviada la acusación por mensaje—, en serio, ¿es que ellos no entienden lo que es una acusación real? ¿Qué me importa que se anden besuqueando...?

Sin embargo, antes de que pudiera eliminar la fotografía, con el mensaje «Lee MinHo y Han JiSung están atentando contra la moral de la escuela con comportamientos imprudentes», escuchó el drástico jadeo del profesor Hwei a su lado.

—¡Real King! —graznó él, ofendido—. ¡Ah! ¡Esto es inaudito! Profesor Kim, envíeme la fotografía enseguida.

—¿En serio considera que...? —El profesor Kim ni siquiera pudo terminar de completar la frase cuando los ojos del profesor Hwei casi salían de su órbita para presionarlo. Cansado, le reenvió el mensaje—. Profesor Hwei, debe comenzar a tomarse las cosas más en serio que solamente esto.

—Oh, no, no, no, no. Esto es serio —enfatizó—. Lo enviaré a la directora. Nosotros no cedimos el espacio para que haya estos comportamientos. ¡Por eso no se debe confiar en los alumnos!

El profesor Kim solo bufó de cansancio. Esperaba no meter a Lee MinHo en muchos problemas.

. . .

Ay, que es lindo el minsung.

¡Gracias por leer! Les amo.

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