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Aunque MinHo pelee en las guerras... a veces no soporta los misiles

Capítulo 4

Aunque MinHo pelee en las guerras... a veces no soporta los misiles

"A raíz de los acontecimientos apreciados en las últimas semanas, se ha generado decretos temporales para la comunidad de primer, segundo y tercer año de la escuela Sevit:

1. El uso del celular dentro de los edificios escolares está absolutamente prohibido, por lo que estos serán quitados al inicio de cada clase y entregados al finalizar ella, con un permiso de veinte minutos para ser usado. Aquel estudiante que es atrapado utilizando el celular, será quitado y entregado dos días hábiles después al acabar la jornada.

2. Las visitas en los espacios comunes será limitado por un nuevo horario de uso: 14:00 PM – 19:40 PM

3. Los estudiantes que residen en los dormitorios tendrán prohibido salir durante la semana, y teniendo permiso absoluto los fines de semana entre 09:00 AM hasta las 14:30 PM.

Esperamos su comprensión en las nuevas medidas tomadas, ya que el comportamiento indebido de los estudiantes ha comprometido la posición de Sevit ante la comunidad educativa. Mantengamos el respeto entre nosotros, y prioricemos nuestro trabajo ante cualquier otra impertinencia que damnifique nuestra propia disciplina.

Gracias.

Atentamente,

Centro de Estudiantes de Sevit.

Dirección Sevit."

Ow... —Shin Yuna se quejó, mientras cepillaba su cabello—, no puedo creer que nos hayan prohibido salir. Mi maestro de violín se enojará, y nos íbamos a juntar con el club de periodismo a reportar el evento de ajedrez en la plaza del centro para la sección de la cultura.

—Y que lo digas —Con la misma seriedad, Lia se fue a su puesto en el White Tiger para derrumbarse sobre el escritorio—. Iba al cumpleaños de mi hermano. Estaría la decana de la Universidad de Seúl en ese lugar- y perderé mi tiempo acá.

—¡Y que lo digas! —Yang JeongIn, enojado, lanzó su libro su escritorio—, mis clases de química no pueden ser virtualizadas- debo asistir a ellas.

—JiSung~ —llamó Yuna, hacia el asiento del frente—. ¿No puedes hablar con la directora y pedir una excepción por nosotros? ¿Por favor? Lo mío es en beneficio de la escuela.

—Y lo mío para mi vida —rogó Lia.

Han JiSung, más desinteresado que atento de querer escuchar las quejas de sus compañeros, apartó la vista de su libro para apuntar con su mentón hacia la ventana.

—Pregúntenle al presidente.

ChangBin, sentado en el marco de la ventana, estaba memorizando sus tarjetas de estudio. Al sentir el llamado de sus compañeros, negó con molestia.

—Fue más una orden que un consenso con la dirección —explicó ChangBin, y balanceó sus piernas—. La directora permitirá que los alumnos de los dormitorios salgan solo si hay una urgencia o una medición médica que prioricen. Fuera de eso, cualquier cosa atendible en la clínica de Sevit, no es discutible. Pudimos haber conversado más del tema, pero la estúpida de Lee Chaeryeong hackeó de nuevo las alarmas de incendios y encendió los rociadores a mitad de la reunión.

—¡JiSung...! —rogó Yuna, de nuevo, y fue hacia JiSung para abrazarlo por el cuello—. Por favor. Pídele a la directora una excepción. Por favooor~

JiSung se removió bajo de ella. —No tengo ninguna facultad de favoritismo. Si no, es a través de ChangBin.

—¿Cómo eres hipócrita? ¡Claro que tienes favoritismo! La directora te ama —argumentó JeongIn, y juntó sus palmas hacia él—. Please~

Please! —repitieron Lia y Yuna, mientras Yuna sacudía a JiSung.

JiSung se terminó por apartar de Yuna y se levantó de su asiento, y le hizo frente a sus compañeros.

—No soy un Mesías o algo más milagroso, también soy un estudiante que debe de acatar —dijo.

—Esto es porque quedarás en primer lugar, sea como sea —terminó por decir ChangBin—. El resto de nosotros somos los que perdemos.

JiSung se encogió de hombros. —Entonces no soy yo el enemigo.

—JeongIn puede hablar con la directora —ideó Yuna—. Él es el primer lugar de su generación.

—No le prestará atención si no es JiSung- no es ofender, JeongIn, solo que eres menos interesante —le dijo Lia—. No tienes el poder adquisitivo suficiente.

—El jodido de Lee MinHo fue —acusó enseguida Yuna, de nuevo—. Él y todo su grupo de Real King.

—Se ha viralizado una fotografía de su protesta. —Haciendo acto por primera vez dentro de la sala, al tener parte de su concentración en los estudios, Bang Chan habló. Fue inherente no colocarle atención—. Y la directora tomó medida en contra de eso. No va a ensuciar la imagen de Sevit solo por un estudiante protestando.

La forma tan desinteresada que Chan tenía al hablar, junto con la manera en la que solo apartó la vista de su texto de estudio para comentar algo que perfectamente podía pasar desapercibido hizo que la atención de JiSung se centrara más en él.

—Porque fue culpa de Lee MinHo este castigo, ¿no? —le dijo JiSung.

—Yo solamente nombro los hechos —argumentó Chan—. Y no debo ser el único que lo hizo.

Claro que más estudiantes lo habían hecho, por algo en Sevit iban los mejores alumnos del país- no solo los más disciplinados académicamente, pero también cuya capacidad de lógica tan superdotada les hizo leer ensayos de estudios e investigaciones a los ocho años.

Todos salvo MinHo, por alguna razón, quien, para la hora de almuerzo, dos chicos se le acercaron para botar su bandeja, quedó momentáneamente congelado ante dicha acción.

—¿Y esto por qué? —preguntó MinHo.

La cafetería quedó en silencio. En el suelo, el aceite de pescado utilizado en la sopa que pidió se extendía hasta las zapatillas gastadas de MinHo, tal como su jugo que había saltado y manchó parte de su uniforme. Desde una de las mesas, Hwang Yeji se había levantado para querer ir hacia él, pero la intimidación de los dos estudiantes detuvo el movimiento inclusive de las cocineras al servir.

—¿No crees que deberías de hacer algo bueno y dejar de comer? —preguntó Dam, un chico de la misma generación de MinHo pero de otro salón—. Haz un favor a nosotros, por favor.

—Por favor. Si no como, me muero —obvió MinHo.

—¿Necesitas que seamos más explícitos porque tu cabeza estúpida no lo entiende? Puto retardado —El otro chico: RaeYah, dio un paso hacia adelante, pisando a propósito la comida de MinHo—. Muérete. Así, dejas de joder al resto.

—«Joder al resto». ¿Esto es por las cláusulas? Que se haya viralizado algo no es mi culpa-

—Son tus problemas nos que nos hacen pagar a todos —Dam apuntó el pecho de MinHo—. Nos metes a que todos paguemos lo que tú haces- una cosa tan estúpida como innecesaria. Eres putamente innecesario.

—¿Sabes cuánto cuestan mis clases privadas? —RaeYah empujó a MinHo contra la fila del almuerzo—. ¿Qué harás? ¿Pagarás por ellas? ¡Deberías pagar por ellas!

MinHo solo quedó callado, totalmente inesperado de la acción. Bang Chan, detrás de él en la fila, terminó por dejar la comida en su bandeja e irse de la cafetería. MinHo ni siquiera pudo pensar en sacarle en cara aquello cuando RaeYah volvió a empujarlo.

—¡¿Por qué nos quitan privilegios por un cerdo becado como tú?! —gritó—. ¡Deberías pagar por la educación de todos acá si es que tenemos que sufrir tus consecuencias!

—«¡Sufrir las consecuencias!» ¡¿Tanto les cuesta tener un poco de empatía con el resto?! —gritó MinHo de vuelta—. ¡Es por una buena causa! ¡¿Por qué no te preocupas por tus compañeros?!

—¡Por eso, el mejor favor que te pedimos es que te mates!

—Oigan.

Solo era la voz de JiSung lo que hizo retumbar toda la cafetería, tan calmada y desinteresada que incluso RaeYah y Dam dieron un paso hacia atrás.

—La comida se enfría —avisó JiSung—. Muévanse de la fila.

—¡Pero este imbécil-

—Entonces, lárgate de la escuela. Son decretos, no sanciones —dijo JiSung—. Ten un problema real.

RaeYah y Dam solo pudieron mirarse, incrédulos, antes de retirarse de ahí.

La furia de ser salvado por JiSung golpeaba a MinHo en el orgullo, pero pronto notó que dicho enojo no era más que una proyección. Su orgullo decía que no debía de ser salvado; no obstante, una pequeña parte de él lo deseaba.

Porque, en los siguientes días, la sanción a la escuela por la divulgación hacia el Ministerio de Educación hizo que MinHo notara que los chicos, fuera del horario de clase, no tenían muchos pasatiempos. Desde su optimismo podía considerar de que ahora los demás estudiantes podían despejarse de sus largas horas de estudio en cosas productivas; lástima que la cosa productiva era el acoso hacia MinHo.

Pudo notarlo cuando, en el diario mural de la escuela, donde antes pegó sus carteles de protesta, colgaron una fotografía suya tintada de rojo en los ojos y alrededor de su cuello, pidiéndole que se matara.

—Ignora esto. —Cuando Yeji lo notó, arrancó la fotografía—. Solo- no tienen pasatiempos.

Como también era notado en las clases, tras una mañana llegar al pupitre de su aula y toparse con HyunJin y RyuJin limpiándolo de los insultos escritos con negro permanente.

—¿Será a propósito que me escriban cerdo con «s»? —preguntó MinHo, al poder divisar una de las palabras que HyunJin y RyuJin no lograron borrar.

Y eran varias cosas más, tanto que MinHo hasta cierto punto se preguntaba si es que estaba en negación por no sentir alguna reacción negativa en torno a eso.

A veces, cuando iba a dar vueltas hacia el cerrado club de Real King, notaba que los papeles donde pedían su expulsión continuaban tan nuevos y relucientes. También, un fin de semana, notó que a propósito alguien intervino en su carga de lavandería de uniforme con una pañoleta roja que no era suya, lo que hizo que todas las camisas se tornaran rosas y el profesor Hwei le diera puntos de demérito por no cumplir con el uniforme.

Su colmo terminó por llegar cuando, una tarde durante la jornada de limpieza, le lanzaron desde el segundo piso el agua sucia con el que el trapero de suelo fue lavado.

Por lo que, MinHo decidió ir por apoyo moral.

—Al menos dígame quién fue quien mandó la fotografía —pidió MinHo al profesor Kim, dentro de la sala de maestros—. Todo comenzó por la fotografía que me sacaron con JiSung. Por favor, profesor Kim.

—Ah, Lee, he intentado ayudarte con los puntos de deméritos a los que te atacan —lamentó el profesor Kim—, pero no puedo hacer más que eso. Hasta a los maestros nos tienen en la vista con ayudarte —le susurró, mientras apuntaba hacia el puesto frente suyo.

Ahí, el profesor Hwei se escondía en el monitor de su computadora. Era obvio que intentaba escuchar la conversación entre el profesor Kim y MinHo.

MinHo, frustrado, se hincó junto al profesor Kim. —Por favor, profesor. ¿Qué pasó con eso de pelear por mis derechos y esas cosas?

—A veces, el sistema está tan podrido que es inamovible.

—Inamovible. ¡Me da igual!

—¡Shhh...! —chistaron el resto de los profesores.

El profesor Kim, cansado, terminó por tomar su carpeta de clases.

—Te digo que te calles y que vayamos a clase —decretó él—. Créeme, Lee, que todo esto quedará en el olvido.

El profesor Kim dejó primero la sala de maestros, dejando a MinHo totalmente frustrado en su puesto.

«No vas a llorar —se ordenó MinHo, mientras se balanceaba en la silla—. No vas a llorar por esto. Aun puedes pelear. Aun puedes...»

Su labio inferior tembló. Era un asco sentirse solo en todo eso.

No obstante, mientras su vista se nublaba, notó sobre el escritorio del profesor Kim un celular.

El teléfono del profesor.

«Él debe... aquí debe...»

Miró al resto de la sala, sin profesores prestándole atención. El profesor Hwei seguía oculto detrás de su monitor, pero tal vez más interesado en lo que veía ahí antes de lo que MinHo hacía. Con cautela, tomó el celular del profesor Kim y equilibró la pantalla para notar la reflexión de la luz y, así, poder saber cuál era el patrón para desbloquear el teléfono.

«¡Genial! —se felicitó MinHo, y entró a las conversaciones del profesor—. Y me dijeron que Mini Espías no servía para nada».

Filtró todas las conversaciones del profesor Kim por la fecha, y revisó cada una de las denuncias de demérito por los estudiantes. Algunos eran estúpidos, y otros eran más solicitudes de ayuda sobre cosas que no quedaron claros en la clase de matemáticas. Cuando MinHo creyó que no había visto nada, encontró el mensaje adjuntado con la fotografía reenviado al profesor Hwei.

Al ingresar al chat, solo era una burbuja de conversación: la denuncia, y la fotografía suya arriba de JiSung. Enviado por Bang Chan.

(=˘ ³( ,,><,,) ~

La maestra de música les había dado quince minutos de ventaja a los alumnos del 3-A para practicar la canción con evaluación de harmonización, por lo que solo era un caos acústico en el pasillo.

MinHo no podía estar más encerrado en su mundo.

Porque, vamos, él fue un chico enseñado por valores. Su madre se esforzó demasiado no solo para que ingresara a esa escuela, pero todas las llamadas nocturnas eran un gran baño de humildad (y un poco de humillación) por parte de ella, recordándole a MinHo que no porque se encontraba en Sevit significaba que era mejor que el resto de los estudiantes del país- carajo, que él no era mejor que el resto de las personas del mundo.

Por lo que, amistándose con Bang Chan, ¿no debían de tener algo en común? ¿Los valores, aunque sea?

¿Cómo MinHo pudo hacerse amigo de alguien tan ambicioso y egoísta? ¿No que Chan era diferente al resto?

Pareciera que no. Los estudiantes de Sevit cumplían un perfil para destacar en su competencia, y fue la figura de Bang Chan lo que hizo que se formara ese perfil. El estudiante modelo.

Una vez más, su vista se nubló. Se apresuró en secar sus lágrimas con la manga de su camisa rosa y desviar la mirada fuera del pasillo, para que ninguno de sus compañeros notase que estaba al borde de la tristeza.

«Christopher tiene una vida densa —intentó recordar MinHo—. Sus padres son estrictos- en especial su madre. Ellos quieren lo mejor para él, por lo que es normal que Christopher fuese consecuente con sus acciones... ¿Qué hice yo como para que me hiciera eso?»

¿Con qué fin envió la fotografía al profesor Kim? ¿Para dañar la imagen de él? ¿O la imagen de JiSung?

¿Por qué le hizo eso, sabiendo cuánto MinHo amaba al Real King?

—¿Un ensayo con esto? —Bang Chan se sentó a su lado en el pasillo, cansado—. ¿Cómo? Bueno, la profesora sí que nos tiene estima. ¿Tienes esa aplicación de teclado en tu celular?

—«La aplicación de teclado en tu celular...» Lo vi, Chan.

Chan quedó colgado un instante, y lanzó una risa mientras le codeaba. —¿La aplicación?

—La aplica- la fotografía en el teléfono del profesor Kim... —confesó MinHo, con su mirada entre sus manos sobre sus piernas. Su garganta presionada le hacía que su habla fuese endeble, y sintió el fuerte hueco en su cabeza al no poder repetir completa la última palabra que Chan dijo—, la que salgo con JiSung. La que reportaste.

MinHo pudo equivocarse, aunque no creía que hubiese demasiados «Bang Chan» dentro de la escuela. De todas formas, miró a su amigo con la esperanza de que lo negara, que le discutiera o hablara de dicha confabulación que el White Tiger estaba haciendo contra el Real King, y que solo fue una jugarreta infantil.

La broma no llegó.

—¿Lo viste? —corroboró Chan. MinHo asintió—. Ah...

Chan apoyó su cabeza en la pared, sin agregar algo más. Frustrado, MinHo le regresó la mirada.

—¿Por qué lo hiciste? —preguntó MinHo, con su voz disminuyendo de volumen—. ¿No somos amigos?

Aun apoyado, Chan lanzó una risa.

—Amigos... —repitió, antes de mirar a MinHo. La simpatía de su rostro con el que MinHo lo conoció se había evaporado por completo—. ¿En esta escuela quién sería amigo tuyo? ¿Eres estúpido?

La maestra de música llamó a los alumnos a que reingresaran al aula. Chan solo le regaló una sonrisa a MinHo antes de levantarse y entrar. MinHo quedó ahí, en el suelo, no queriendo procesar lo que pasó.

¿Chan fue eso, en todo momento?

La pregunta lo acompañó durante las evaluaciones de harmonización. Eran asquerosas- todas. Nadie se salvaba- o, bueno, tal vez HyunJin con Chaeryeong y Jang Gyuri se esforzaban en hacerlo pasable, e inclusive la melodía del jodido Han JiSung con su lameculo Kim SeungMin y Choi Lia salió decente. Todos cantaban una distinta versión de Can't Help Falling In Love With You de Elvis Presley, tanto que MinHo ya se encontraba enfermo de toda la lentitud.

Su atención se volvió a centrar en la presentación de Yeji con dos chicas más del curso, solo para notar que MinHo era uno de los que faltaba para la evaluación.

—Okey, sigamos que faltan pocos —alentó la profesora de música, y revisó la lista—. Seo ChangBin, Bang Chan y Choi JongHo.

MinHo ni siquiera quiso impresionarse de eso. Choi JongHo era la voz principal del coro oficial de Sevit, y si Chan se preocupaba tanto por su reputación académico, era obvio que presentaría con el mejor cantante de la escuela.

De todas formas, MinHo no tenía la mejor voz

Estaba apenado. La balada lo enfermaba, y notar que presentaría solo le hizo sentir mal del estómago. Estaba totalmente humillado, y su corazón latiendo lento era la evidencia de aquello.

Al terminar, la profesora se vio satisfecha de la harmonización.

—Lee MinHo —llamó ella, antes de fruncir el ceño—. ¿Presentarás solo?

—Presentaré solo...

MinHo se ganó frente al aula, nervioso. Pocos pares de ojos le prestaban atención, como Yeji con HyunJin y Chaeryeong. El resto aprovechaba la clase para poder avanzar sus tareas o estudio, pero los ojos de MinHo estaban enfrascados en Bang Chan.

Wise men say – only fools rush in – but I can't help – falling in love with you... —comenzó MinHo, con su voz temblorosa y apagada.

¿Cuál era la posición que MinHo utilizaba en la sociedad? Él no podía ser tan tonto- si es que también entró a esa escuela, pero reconocía la humanidad y la sangre que corría por sus venas. ¿Aquello era un pecado, para la gente como Chan, de relacionarse?

¿La gente no cambiaría? MinHo había recibido acoso en los últimos días por parte de sus compañeros- aquellos mediocres para el estatuto de Sevit, aquellos que no llegaban al top 10 del ranking en generaciones. Ellos lo trataban mal. Pero Chan, que era segundo lugar, iba más allá del maltrato- llegaba al uso, a la manipulación.

Ay, carajo. ¿Cuántas veces MinHo limpió su parte del dormitorio o hizo sus quehaceres en las aulas para dejar que fuera a estudiar? ¿Quién demonios lavó la sangre de los cobertores de almohadas cuando a Chan le daba una hemorragia nasal antes de cada parcial? ¿Quién le robaba los cigarros, le entregaba mentas y lo bañaba en perfume para que el olor se disipara?

¿Quién estuvo ahí cuando uno de los amigos de infancia de Bang Chan se suicidó? ¿Quién durmió con él cuando una horda de pesadillas atacó a Chan durante los examenes finales de primer año? ¿Quién lo consoló del llanto y del pánico cuando, en segundo año, el primer puesto fue ocupado por Han JiSung?

Bang Chan no era diferente al resto de los estudiantes de Sevit, y él no le lanzaba agua estancada solo porque a Chan no le gustaba ensuciarse sus manos.

Su voz terminó por romper en la canción, disminuyendo su volumen para no mostrar su estabilidad. Daba igual, porque sus ojos ya estaban enrojecidos y lagrimeaban hasta su boca.

De forma paulatina los estudiantes comenzaron a notar lo que pasaba, deteniendo sus estudios y ensayos. Era vergonzoso y patético, inclusive para MinHo.

—¿Lee? —llamó la maestra—. ¿Te encuentras bien?

«Y un carajo estaré bien».

Temerario, caminó hacia el puesto de Bang Chan y empujó el estuche hacia el suelo. La pequeña grabadora que escondía se hizo añicos.

—¿A qué mierda has estado jugando? ¿En serio todo esto te orgullece? —encaró MinHo a Chan—. ¿Estás orgulloso de usarme como amigo? ¿Tan contento te pone que ni siquiera eres capaz de mirarme a la cara? —MinHo golpeó con su puño la mesa de Chan—. ¡Mírame a la cara cuando te hablo!

—¡Señor Lee! —volvió a llamar la maestra.

Chan, desinteresado, solo alzó sus ojos hacia él.

—¿Terminaste tu escena? —preguntó.

De la pena pasó a la cólera, y la garganta de MinHo volvió a apretarse.

—«¿Terminaste tu escena?» Estás podrido. Eres un sucio mentiroso que usa la lástima para todo —siguió MinHo, y su voz, atrofiada, se alzó cuando se giró en su lugar hacia dos puestos más atrás—. ¿Y tú, Han JiSung? ¿No vas a opinar?

JiSung, sorprendido de ser involucrado en la discusión, contestó:

—No sé qué-

—¿Nos besamos o no? —preguntó MinHo—. ¿Lo hicimos? ¿Por qué nunca lo aclaraste? ¿Te gusta la posición de que un pobre como yo te bese? ¿Te ruegue por alguna mierda? ¿Te coloca en mejor posición que el resto tener a alguien como yo detrás de ti?

Finalmente, caminó hacia el fondo del salón. Dam y RaeYah, idiotas que lo acosaron en la cafetería, no esperaron a que MinHo les pateara sus pupitres.

—¡¿Y ustedes qué?! ¡¿Ahora no opinan?! —les gritó MinHo—. ¡¿Se las agarran conmigo porque no tienen las bolas para enfrentar a esos dos imbéciles de allá?! —apuntó a Chan y a JiSung—. ¡¿O a la jodida directora, tampoco?!

—Lee MinHo —llamó una vez más la maestra—, por favor- sal del au-

—¡Todos ustedes están podridos! —MinHo no aguantaba más de la rabia, asombrado por el descaro de sus compañeros de clases—. ¡Son capaces de matarse por un estúpido ranking! ¡Traicionarse por unos estúpidos puntos de demérito! Todo para terminar siendo un estudiante vulgar más en la Universidad de Seúl llorando porque son igual de ordinarios que el chico que estudia en escuela pública.

—Eso —apoyó Yeji desde su asiento.

—¡¿No te vas a detener, Lee MinHo?! —terminó por exclamar la profesora—. ¡Por favor, cálmate!

Antes de notarlo, MinHo ya hizo una escena completa. Avergonzado, se inclinó hacia ella.

—Perdón.

—Lee MinHo.

El aula mantuvo su respiración ante la voz de Bang Chan.

—¿Acaso eres mejor persona por dar un discurso? —preguntó él, con sus ojos aburridos y sus brazos cruzados.

—«Por dar un discurso». No —concordó MinHo—, por eso me largo de esta estúpida escuela.

(=˘ ³( ,,><,,) ~

Ay, cuánto me gusta el drama.

Espero actualizar dos veces a la sema. Muchas gracias por leer <3

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