
1. Clases
12 de octubre de 1977
Alyssanne Duarte
Un día más viviendo la vida como si fuera una, la verdad es que había seguido el consejo de Sirius, porque él solía decirlo bastantes veces.
Tristemente en estos momentos estaba cursando mi séptimo año en Hogwarts, por lo tanto, sería mi último año, algo que todavía no asimilaba demasiado bien. No podía creer que en unos meses saldría de Hogwarts para buscarme la vida.
No estaba lista para eso, ¿cómo es que haría para que no me mataran a la primera? Todos éramos conscientes de la Guerra que se estaba desencadenando en el Mundo Mágico y yo no estaba para nada preparada para eso.
No estaba para nada preparada para ver cómo la gente moría y mucho menos quería perder a mis mejores amigos. Sería algo horrible para mí saber que eso podría llegar a pasar.
Había hecho unos increíbles amigos en Hogwarts y tenía mucho miedo de que la Guerra me los arrebataran. Incluso seguía teniendo a mi amistad de la infancia a mi lado. Seguía teniendo a James que había sido mi mejor amigo desde los seis años y a pesar de que había acabado en Slytherin eso no hizo que nuestra amistad se deteriorara.
Estaba demasiado feliz de tenerlo, aunque debía reconocer que solía ser un grano en el culo, pero así lo quería a pesar de todo, seguía siendo mi mejor amigo y eso nunca cambiaría.
Aunque según mis amigas solían decir que James estaba enamorado de mí, y la verdad es que tal vez debería empezar a creerles, porque solía coquetearme demasiado, pero yo siempre pensé que lo hacía de broma y quería seguir pensado que era de esa forma.
La verdad es que yo a James siempre le había visto como mi mejor amigo y dudaba mucho que yo le gustará porque bueno era su mejor amiga, así que seguía descartando la teoría de mis mejores amigas.
Aunque a James no le gustaba cuando yo le decía que tenía pareja, según él, no quería que me lastimaran. Al final todos me dejaban sin explicación, por lo cual le solía dar la razón a James. Así que no podía hacer nada más, supongo que tenía muy mala suerte en el amor, porque siempre acababa herida.
Lo bueno es que James siempre estaba ahí para animarme en todo lo posible y siempre supo qué decirme en cada situación.
Ahora me encontraba a punto de ir a mi clase cuando vi a James correr hacia mí. Había dos razones por las que estaba corriendo, o era para ir juntos a clase, o es porque había hecho una broma y corría para que yo lo salvara.
Los dos habíamos sido nombrados como los Premios Anuales, debo reconocer que a todos nos sorprendió que James fuera Premio Anual, pero me alegraba demasiado por él.
—¿Qué hiciste ahora? —él me miró ofendido mientras yo soltaba una carcajada.
—¿Por qué supones que hice algo? —lo miré obvia, las cosas eran tan fáciles con él, y podías intuir fácilmente lo que había hecho James, porque siempre lo soltaba.
—Solo por dos razones estabas corriendo. La primera, hiciste una broma y quieres que te ayude a encubrirte. La segunda, es que corres para que vayamos juntos a clase, pero siento que es la primera... ¿Y por qué lo siento así? Porque sí, no hay una explicación precisa, bueno sí... Dijiste que este año harías todas las bromas posibles, ya que era el último año... Así que ahí tienes mi teoría —sonreí.
—Te odio —solté una carcajada mientras él me miraba divertido. James era un chico demasiado encantador y era lindo, no iba a negarlo.
—Claro que no me odias, los dos sabemos que me amas demasiado —él asintió con una sonrisa mientras me abrazaba por los hombros y me daba un beso en la mejilla.
—Tienes mucha razón, ahora señorita Duarte, ¿vamos a clase? —asentí con una pequeña sonrisa mientras caminábamos por los pasillos.
—¿Qué harás después de clase? —me preguntó, mientras íbamos hacia la clase de Transformaciones.
—Supongo que iré a la biblioteca, debo adelantar varias cosas y tal vez me ponga a leer —sonreí mientras lo veía voltear los ojos divertido.
—Eres un poco aburrida —le di un golpe en su hombro mientras él se quejaba.
—Calladito estás más guapo, ¿lo sabías?
—De todas las formas soy demasiado guapo, así que no sé cuál es el problema exactamente —volteé los ojos con una pequeña sonrisa y llegábamos a la clase.
James se fue a sentar con Sirius mientras yo me sentaba con Marlene.
Marlene y yo éramos mejores amigas y nos habíamos conocido en el tren, la verdad es que desde el primer momento supe que las dos nos llevaríamos demasiado bien y no me equivocaba.
Sabía que siempre podía contar con ella, al igual que sabía que ella jamás me juzgaría. Siempre me apoyaría en cualquier decisión, al igual que yo lo haría con ella. Al fin y al cabo era como mi hermana y siempre estaría para ella pasara lo que pasara.
Marlene era la persona que podía llamar a las cuatro de la mañana y ella llegaría corriendo, era la persona que si algo me pasaba iría a rescatarme sin duda alguna, al igual que yo lo haría.
—Buenos días corazón —sonreí mientras preparaba mis libros.
—Buenos días cielo —ella sonrió y McGonagall entró a clase logrando que todos nos mantuviéramos callados y atentos a todo lo que ella estaba diciendo.
Amaba demasiado Transformaciones, era una de mis asignaturas favoritas y que McGonagall fuera la profesora sumaba algún que otro punto. Era tan increíble aprender tantas cosas, en sí amaba todas las materias, digamos que era una persona que le encantaba aprender cosas nuevas.
Aún recuerdo cuando ayudé a los chicos a convertirse en Animagos, habíamos hablado de ello en tercer año porque había encontrado algunos libros.
En segundo año nos enteramos de que Remus era un hombre lobo y aunque él pensó que dejaríamos de ser sus amigos, estuvo muy equivocado porque seguimos a su lado apoyándolo en todo.
Por eso mismo en tercer año empecé mi búsqueda y encontré varios libros que pudieron ayudar a los Merodeadores a convertirse en animagos. Cuando lo consiguieron estuve ahí viéndolos orgullosa porque era algo muy complicado y desde ese momento empezaron a ponerse un apodo correspondiente al animal que eran.
Estaba demasiado feliz de verlos tan unidos, aunque hubo obstáculos, ellos los superaron juntos y ahora estaban bien, por lo cual estaba demasiado feliz por ellos.
Me llevaba muy bien con todos ellos, pero con el que mejor me llevaba, aparte de James, era con Remus, solía currarlo y hacer trabajos juntos, era un chico encantador y muy inteligente. Solía animar a la gente con chocolate y yo al ser una obsesionada por el chocolate, me encantaba cuando él me daba algún trozo de chocolate.
Mire de reojo a Sirius y James y los vi riendo bajitos mientras hablaban de algo, volteé los ojos divertida y seguí atendiendo a la profesora McGonagall.
Una vez terminada Marlene y yo fuimos casi las primeras en salir para ir a muestra siguiente clase, siendo sincera, las clases se había pasado demasiado rápido, aunque creo que se debía a Marlene que solía hacer que el tiempo no fuera tan abrumador.
La adoraba demasiado, en verdad los adoraba a todos y no podía creer que en unos meses estuviéramos todos buscándonos la vida.
Merlín apiádate de nosotros.
NOTA DE AUTORA
¿Qué os ha parecido el primer capítulo?
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #animalswattpad ❤
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