Newt caminó dos pasos  completos y Queenie aplaudió. 

-Lo estás haciendo excelente, bebé -dijo, tratando de no elevar su voz para no asustarle.

-Eso es amigo, sigue así -Jacob añadió, intentando todo para no romper en llanto o en risas de júbilo, o en ambas. 

-Vas bien... -como siempre, la voz de Tina fue suave, callada. 

Desde que estaban pequeñas, las cosas siempre habían sido así. Queenie sería la que saltaba y jugueteaba y Tina la que tomaría aire, mientras deseaba que su hermana no saliera lastimada. Porque esa era la peor pesadilla de Tina; que los que amaba salieran heridos. 

Newt dio otro paso, sus ojos estaban llenos de lágrimas. La mano de Tina sostenía la suya con cuidado, los pies recién liberados de los vendajes de Scamander, hacían todo lo posible por cooperar. 

"Va a ser lento" Melanie, una de las mejores sanadoras de San Mungo había ido la semana pasada. Sus ojos miraban con pena al joven hombre dormido entre las mantas, con su cabello pelirrojo húmedo por el reciente baño medicinal "Al camino para la recuperación, me refiero. Va a ser horriblemente lento, tienen que estar preparados" 

Tina asintió, mientras Queenie escondía un sollozo lastimero en el hombro de Jacob. 

"¿Pero se va a recuperar? ¿Se va a recuperar del todo?" la pregunta no pudo ser evitada, pero Melanie hubiera deseado que sí. 

La sanadora hizo una mueca, evitando la firme mirada de la auror, que le exigía que le hablara con la verdad. 

"Las heridas físicas sanarán" dijo muy lentamente "No puedo decir que no habrá una secuela, pero no es por las secuelas físicas por las que deberían estar preocupados, de cualquier manera". 

De nuevo en el presente, Tina trató de concentrarse en Newt, en sus pasos temblorosos, en lo pálidas que lucían sus pecas con esa pijama puesta. Y, por eso, porque se concentró tanto en él, olvidó una de las cosas más peligrosas para las frágiles piernas de Scamander: El suelo. 

Fue rápido, la caída, el terrible sonido de los huesos siendo azotados contra la maldita (tan maldita) madera lustrada que, cuando todos volvieron en sí, la habitación estaba en un profundo silencio. 

-Ne-Newt... -fue lo primero que Tina pudo pensar en articular. Sus manos estaban extendidas, temblantes, su semblante caído- Hey, Newt -trató de nuevo, parpadeando para ser un poco más consciente de lo que estaba frente a ella. 

Newt estaba hecho un ovillo, sus ojos -grandes, asustados- se hallaban llenos de lágrimas de desesperación. Tina se acercó un poco y él negó fervientemente con la cabeza, haciendo que los pasos de la bruja se detuvieran. 

Pasaron unos segundo y, entonces. 

-¡Claro que no! -Queenie exclamó, poniéndose en pie, sus mejillas rojas y húmedas por el llanto- ¡Nosotros jamás te haríamos algo así! 

Jacob colocó sus manos sobre los hombros de su amada. El corazón del panadero se partía una y otra vez a cada respiración llena de terror que su mejor amigo dejaba escapar de sus rotos labios. 

Tina apretó la mandíbula, tantas cosas estaban mal en ese momento y ella no tenía ni la más remota idea de qué es lo que debería hacer para remediarlas. 

  "No es por las secuelas físicas por las que deberían estar preocupados, de cualquier manera" las palabras de Melanie volvieron a su cabeza. 

De nuevo, Tina pensó en que lo que más la había aterrado siempre había sido que sus seres queridos salieran lastimados. Temía a eso porque ella no sabía como eso se podía reparar. Las heridas son algo complicado, a Tina no le gustaba lo complicado. Pero, esto no se trataba de ella. 

Con determinación entremezclada con la más suave de las ternuras que podía camuflajearse en el tacto frío que ella tenía para ofrecer, se inclinó hacia Newt y tomó su mano. Así de simple como suena, ella se inclinó y sostuvo su mano como si fuera ajena a la fragilidad de todo en ese momento. 

Newt pareció asustado en un principio, llorando y suplicando cosas que solo Queenie sabía lo que significaban. 

Sin embargo. 

-Vamos a levantarte, Newt -Tina musitó, su pulgar recorriendo suavemente el dorso de la mano de Scamander-. Y juntos, lo vamos a volver a intentar. 

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Hola... jeje