Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31: Afuera

Como lo había prometido...

De alguna manera se las arregló para tener todo listo a las 8 en punto... incluso ayudo a excusar el dado "toque de queda" en el que nadie, absolutamente nadie debía siquiera asomarse en las ventanas.

¿Sospechoso? Claro... Medio mundo dudaba pero ordenes eran órdenes.

Esta sería la decisión más arriesgada y estúpida que el Director había tomado, pero conocía los beneficios que podía traer. Fue así que el riesgo valía la pena; aprovecho para pedir a YoonGi que sacara más que algunos nombres... necesitaban toda la información posible de lo que el paciente recordara.

Esta vez el enfermero no iba con su uniforme, tenía su ropa de civil muy abrigada, aquella noche la nieve caía con delicadeza pero el aire frio era suficiente para semi congelar su aliento.

Abrazada a sí mismo, se presentó ante su jefe por última vez en la noche... las palabras eran claras.

"Tú eres enteramente responsable de lo que ocurra esta noche; nadie te ayudara..."

Confuso y entendible a la vez... Tenía que concentrarse y estar tranquilo. No era la primera vez que se enfrentaba a algo así ¿Verdad?

Llego solo a la habitación de su paciente, saco la llave y con sumo cuidado abrió el portón metálico. Sus nervios se vieron reducidos al notar la divertida posición en la que se hallaba sentado el joven, como queriendo enfocar con su vista a través de los rayos luminosos.

—Veo que ya casi te acostumbras—Comento el YoonGi.

—Aun duele— Se quejó.

—Vamos... no es tan malo— Le regalo una sonrisa lo más dulce posible.

JiMin lo enfoco con dificultad, lo primero que noto fue la ausencia de uniforme, esa mancha negra era un abrigo muy largo; luego vio que el no traía nada en sus manos ¿Y su comida? Levanto su mano tratando de percibirlo, aunque ya de por si su olor era reconocible.

—Hoy haremos algo diferente— YoonGi tomo su mano con delicadeza y lo jalo hacia arriba.

—¿De qué hablas?— Respondió arisco.

—Sígueme— Aquella palabra sonó tan confiable para él cómo ninguna había sonado en su oscura vida.

Dio pasos inseguros por lo que creía era su propia celda mientras se pregunta lo que pretendía aquel hombre ¿Otra más de las tretas de JungKook?

—Bien, ahora sube tu pie, estamos en escaleras—Advirtió el chico.

—¿Qué?— Su mente trataba de procesar donde estaban dada la limitación visual que tenía.

—Levanta un pie, y luego otro... ¿Qué acaso no sabes cómo?— Respondió con cierta burla.

Un tanto molesto, se dejó guiar hasta llegar de nuevo a suelo plano, ya se ubicaba; estaban en uno de los pasillos del hospital. Un montón de preguntas y posibilidades cruzaron por su cabeza ¿Por qué estaban ahi? ¿Una trampa quizás? ¿Por qué no había nadie más?

Fijo su mirada en el rostro del enfermero, quizás lo estaban engañando; pero no.... El olor era único, tanto para no confundirlo con otra persona. Esto era un sueño, uno de esos que le daban antes, cuando aún era un adolescente con esperanzas.

El camino fue silencioso, una sensación casi de procesión se instaló en ambos... como si recorrerán el panteón o fueran victimas de miradas que no estaban ahí.

"Cerca" Pensó YoonGi en cuando se pararon frente a la puerta doble; desde ese momento algo cambiaria. "Ojala no me esté equivocando" Rogo a su conciencia.

JiMin recupero totalmente la percepción de su entorno; y lo primero que sintió fue el frio... pero no era nada parecido al que tenía en su celda, este... de alguna manera era más real. Luego fue la sensación de la mano de YoonGi aun sosteniéndolo, y así fue como miro hacia afuera.

Nieve... montones de blanca nieve tan pura e inmaculada... caía con delicadeza sobre los árboles y algunas construcciones, contrastaba notoriamente con las sombras que daban un aire más elegante a la escena.

Una imagen tan inocente, tan simple... tan nostálgica.

¿Cuándo había sido la última vez que vio nieve? Un flash back lo llevo a varios años atrás donde las cosas eran más simples... donde su mayor problema constaba de ganarle a su mejor amigo en una pelea y su mayor ilusión era ver llegar diciembre para apreciar este espectáculo una y otra vez.

YoonGi podía sentir cierta parte del impacto que recorría al joven junto a el, no tenía idea de lo que pensaba pero el ligero temblor en su mano le decía que debía dejarlo procesar la situación.

JiMin no se había sentido tan bien en más de una década, sintió una extraña calidez dentro de sí... algo que creía perdido ya hace mucho, sepultado por la resignación y la frustración. Algo que fue arrebatado junto a su humanidad y sus ganas de vivir, ¿Esperanza quizás? No... era más fuerte que eso... era una promesa; algo intangible que el hombre a su lado le estaba dando sin darse cuenta.

Se soltó del enfermero para estirar su brazo aun incrédulo, logro sentir el delicado roce de algunos copos de nieve, de pronto recordó lo que era la ternura... tan suave que un simple rasguño la desaparecía.

Si estaba en un sueño, no quería despertar... prefería estar muerto dentro de aquella fantasía que darse cuenta de una cruel realidad.

Fue cuando se dio cuenta de lo que era la libertad.

—¿Estas bien?— La voz de YoonGi hizo que bajara de su nube; no... no era un sueño, realmente estaba pasando.

—Si...—Dijo secamente sin dejar de observar a su alrededor, avanzo un poco más... la sensación de hundimiento entre el blanco manto solo mejoraba la experiencia. Recorrió con su mano la baranda hasta el final de las tres simples gradas que lo separaban del verdadero suelo. Atino a pensar en la duda más grande en aquel momento:—¿Qué hacemos aquí?

En cuanto dirigió su vista al enfermero, su mente proceso una de las más angelicales imágenes que no olvidaría hasta el final de sus días. Una dulce sonrisa que traslucía el recuerdo de un bello niño que lo quería, se dejó llevar por esa ilusión ya que le traía dicha a su olvidado corazón.

Para YoonGi podría haber miles de respuestas y razones, argumentos técnicos que la harían ver profesional hasta cosas torpes que demostrarían cuan emocionado estaba, pero la primera de ellas era:— Es tu regalo de cumpleaños, oficialmente tienes 27.

JiMin hizo cálculos quedando asombrado y hasta algo consternado:— Quince años...—Su tono denotaba desolación—... he estado encerrado... quince malditos años.

Por primera vez fue consciente de lo que se había perdido, llevaba más tiempo en la oscuridad de lo que se hubiera permitido en el pasado; y ahora... ahora que veía lo que era la luz. Sentía odio, por sí mismo y por las circunstancias que lo llevaron a terminar así. Los sueños que alguna vez tuvo, sus ilusiones y planes... Todo se fue al diablo en el momento en el que piso aquella casa condenándose a sí mismo. Su peor enemigo finalmente mostraba su rostro... el tiempo. Eso era algo que jamás regresaría; era imperdonable... se dejó vencer, su espíritu fue quebrado... él mismo estaba roto, corrompido y perdido ¿En qué momento fue? ¿Cuándo lo perdió todo?

"Justo en el momento en que me rendí"

—Hey...—YoonGi lo miraba preocupado, no se dio cuenta cuando empezó a apretar sus puños dispuesto a cualquier reacción—...tranquilízate —Era interesante, el no se acobardaba aun cuando él mismo se tenía miedo.

Tanto que pensar, tanto que recordar... Ideas que venían una tras otra que lo torturaban pero a la vez lo hacían sentirse vivo.

Finalmente se desbordo:

—¡¿No te das cuenta de lo que haces?!...— Grito más a la nada que a YoonGi—... ¡Realmente tienes algo mal en tu cabeza! ¡Tú deberías estar encerrada en alguna habitación! ¡Es inaudito!...—Él sabía a la perfección que lo estaba atacando, no era correcto... pero lo hacía—... ¡N... No puedes hacer cosas como esta! ¡¿Quién te has creído al tratarme así?! ¡¿Acaso crees que soy tan miserable?!...— Lo era—... ¡¿Te doy tanta lastima?! ¡¿Qué no te das cuenta que yo ya no valgo la pena?!...—Se llevó las manos a la cabeza en desesperación—... ¡No soy como tú! ¡No soy como un animal al que puedes entrenar!...—Era grande su angustia—... ¡Jamás seré normal! ¡Entiéndelo! ¡¡JAMAS!!

.

.

.

"¿Ya? ¿Terminaste?"

Su respiración era agitada, no supo en que momento perdió los estribos; pero de alguna manera se sentía más ligero... más tranquilo.

YoonGi no se había inmutado en ningún momento... tantos meses siendo asediado por miles de insultos y agresiones verbales la prepararon para aquel momento. Ahora lo conocía, por fin veía a aquel niño asustado que moría por desahogarse; el lo sabía, no era tan malo como se podía pensar.

Se acerco.

Con un infinito cariño, poso su mano en el rostro de JiMin removiendo mechones largos de su rostro... al fin veía algo importante en sus ojos grises, no supo más que sentirse feliz.

—¿Con que... eso es lo que realmente piensas de ti?

El joven no se explicaba cómo tan extraña criatura frente a él había logrado vulnerarlo al punto de dejarlo con los pensamientos a flor de piel... su instinto seguía ahí pero una extraña lucidez lo mantenía en esa realidad.

Desvió la mirada, se sentía juzgado... no era necesario afirmar o negar nada. YoonGi lo descifraría de alguna mística manera.

—No eres una bestia...al menos no para mí.

—He matado gente solo para satisfacer un enfermizo apetito... No me puedes decir que estas bien con eso.

—Nadie lo estaría...—Pensó en todo lo que había podido averiguar sobre su pasado—... pero no fue tu culpa.

—Tu que puedes saber— Dijo con desdén.

—Mucho...— ¿Se lo diría? Todo este tiempo estuvo aliado con el Doctor—...me falta que tú me cuentes tu historia.

¿Cómo responder a eso? JiMin tenía una pelea mental en su cabeza.

Mientras YoonGi se decidía a finalmente ser sincero, si quería que las cosas mejoraran, no debía empezar ocultando cosas. Respiro profundo tomando valor:— el Doctor me conto...—Se sintió aturdido al darse cuenta que quizás cometía un error confesando aquello—... tu pasado, todo... lo sé todo.

JiMin se alejó a pasos lentos haciéndole pensar al enfermero en la posibilidad de que aquella salida acabara mal.

Lo observaba sin expresar nada:—Me lo imaginaba.

Bueno, tal vez no tan mal.

—¿Tu...?

—No soy idiota... no eres el primero al que JungKook busca para ayudarme... intenta redimir su culpa por lo que paso.

—Lo sé...

—¿Sabes lo que ocurría al final?—Pregunto inquisitivo.

Oh si... no era difícil imaginárselo—No es como si... hubiera algo que me ate a mi vida.

—¿Es decir...?

YoonGi se abrazó a si mismo dándose calor, camino bajo la mirada del chico hasta sentarse en una banca cercana—Estoy solo, no tengo familia ni amigos fuera del hospital... no digo que lo odie pero... el ayudarte le da algo de sentido a mi existencia.

Claramente estaban desiguales... el conocía casi toda la vida de JiMin, pero JiMin no conocía nada más que aquellos vagos recuerdos de infancia y el YoonGi de ahora. Las pocas veces que se gastó algunas horas pensando en el, se la imaginaba en una casa mediana, alguno de sus padres con el quien lo recibía después de sus largas jornadas en el hospital. Es decir... en su mente, el era tan diferente a él que cuando lo recibía en su celda, podía sentir un aura irreal de fantasía a su alrededor ayudado con su exquisito olor.

"Entonces... no somos tan diferentes"

Pensó mientras caminaba para tomar asiento junto a YoonGi:—¿Estás solo?— Una pregunta tan ligera que no sintió como salió de su boca.

—Ahora no... tú estás conmigo— Y aunque claramente estaba siendo sarcástico para desviar el tema, la connotación que llevarían aquellas palabras le darían un pequeño estímulo al muchacho.

Desde ese momento el corazón de JiMin latiría por y para alguien y solamente para ese alguien, hasta el día de su muerte.

Maratón: 2/5

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro