*Te encuentras despertándote muy temprano, frotando tus manos contra tu cara recordando que tendrías que hacer hoy y en segundos sonríes, sabiendo que ya llegó el día que tanto habías esperado*

Lector: ¡Es hora de ponerme a empacar!

*Dicho esto te levantas de la cama de un brinco y la tiendes sabiendo que es la última vez que lo harás en la casa de tus padres pues como prometieron ellos hace ya varios años, te iban a ayudar a conseguir una casa para ti solo en un pueblo cuando terminaras la secundaria, corres al baño directamente, entras a la ducha con rapidez y giras la llave fría*

Lector: ¡BRRRRR, Muy fría!

*Sobresaltas al toque con el agua, te fijas en ambas llaves y abres un poco de ambos para que te puedas bañar a gusto mientras hablas contigo mismo*

Lector: No tengo tanto que llevar, todos los muebles son de mis padres así que solo sería una maleta, tengo que calmarme pero ¡Es muy emocionante saber que ahora estaré por mi cuenta!

*terminas de enjuagarte todo el jabón, cierras las llaves de la ducha, te secas con la toalla poniéndote ropa cómoda, sales del baño y te encuentras con tu madre*

Madre: ¡Buenos días, el desayuno ya está listo!

Lector: Gracias mamá, cuando termine de empacar, voy al comedor.

Madre: Me parece bien, mírate ya eres lo bastante responsable para adentrarte al mundo.

*Te pone una mano en tu cara y la acaricia con cariño, en eso sonríes avergonzado*

Lector: Ya lo sé mamá ¿Ten cuidado ok? Te mandaré cartas a donde vall-

*Rápidamente recuerdas que no has elegido un sitio en especifico a donde irás a quedarte, un escalofrío corre en tu cuerpo desde tu larga cola hasta tu cabeza, como si de un último examen se tratase*

Madre: ¿Ya elegiste el pueblo donde te quedarás?

*Vuelves en sí y vez a tu madre calmándote, fingiendo una sonrisa en tu rostro para que no descubra lo que en realidad te está pasando por la mente*

Lector: Si claro, es una sorpresa, cuando te mande la primera carta ya verás donde estoy.

*Tu madre te mira con una cálida sonrisa y se ríe un poco a lo que respondiste, la acompañas a la puerta de tu cuarto empujándola un poco con tus manos frías como el hielo y con gotas de sudor en tu frente del pánico*

Lector: Bueno espérame en el comedor, comenzaré a guardar mis cosas.

Madre: Esta bien cielo, despertaré a papá para que te acompañe a estación de tren.

*Cierras la puerta de tu habitación y cambias tu expresión de felicidad a terror en segundos, mientras abres tu armario y comienzas a enrollar y guardar tu ropa en una maleta de tu color favorito puesta encima de tu cama, comienzas a hablar muy preocupado*

Lector: ¡¿Qué voy a hacer?! Tengo que pensar en algo, ¡Ya sé! En mi celular encontraré un mapa de esta ciudad y sus pueblos alrededor, decidiré rápidamente en cual me mudaré.

*Terminas de empacar tu ropa y cierras tu maleta poniéndola de pie en el suelo para que puedas arrastrarla con las ruedas que tiene, corres directamente y tomas tu celular que se encontraba en tu mesa de noche y tratas de prenderlo*

Lector: No tiene batería, se me olvidó conectarlo mientras dormía.

*Lo dejas donde estaba, recorres con tus manos heladas tu cara tratando de recordar los nombres de los pueblos alrededor de la ciudad que, según tu cerebro, debes recordar por las clases de historia mientras recorres tu cuarto como sí de una caminata hacia una montaña se tratara*

Lector: ¡Rayos! ¿Por qué ese profesor de geografía fue tan aburrido? Tengo que pensar algo mientras desayuno con ellos y llegamos a la estación.

*Paras de dar vueltas en tu cuarto y con un gran suspiro para poder calmar todo tu cuerpo frío, tomas tu maleta y sales de tu habitación hacia el comedor, allí mamá y papá te estaban esperando sentados desayunando y hablando entre ellos, notan tu presencia pero prefieren seguir hablado sobre otras cosas, aliviado comes tu plato y bebida preferidos para comenzar el día y cuando terminas sientes tus latidos sonar tan fuerte que te envuelves entre tus pensamientos más profundos, tu padre ya levantado del comedor, agarra suavemente tu hombro y vuelves en sí para escuchar una pregunta a la que para nada estabas preparado*

Padre: ¿Listo para irnos hijo?

*Tragas saliva, mentirles a tus padres sobre cositas pequeñas estaba bien, pero a esto, no tenías opción, así que sonríes forzosamente*

Lector: Si señor, hasta siempre mamá.

*Te levantas de tu silla igual que tu madre y antes que dijeras cualquier cosa, tu madre te abraza con lagrimas en los ojos y sientes su cálido abrazo que recibes como una fuente de gran alivio, te quedas por unos segundos allí como si el tiempo no pasará*

Madre: Te extrañaré tanto dulzura, recuerda escribirme cuando llegues.

*Se sueltan y vuelves a tener tanto frío que el clima de allí se queda corto comparado con tu miedo, aun así tomas la maleta y entras en el carro de tu padre y mientras llegan a la estación te envuelves en tus pensamientos y en preguntas como: ¿A dónde rayos voy? *