—Dejamos esto aquí... ¡Listo!—grita Genna—Abre los ojos, nena.

Hago lo que me dice, me ha maquillado de una forma única, por un momento no me reconozco; mi cabello castaño descansa ligeramente sobre mis hombros y mis ojos han sido remarcados por las sombras que ha usado mi amiga, los labios se me ven pomposos y la forma de corazón la ha hecho más pronunciada.

—¡Ay, Genna te adoro!—chillo levantándome abrazarla

Genna es una rubia alta, de ojos grises, maquillista profesional en Nueva York, ha venido junto con otros compañeros de trabajo y amigos de mi prometido Darren.

—¡Chicas, ya está por llegar!—avisa Madison

—¡Ya vamos!—respondo, me miró de nuevo al espejo

Todo impecable.
Todo perfecto.

Me acomodó el vestido de los hombros, tapando un poco el escote, Genna esta igual de emocionada que yo.

—Imagina la cara que hará cuando te vea y más con esos tacones tan preciosos—comenta

Chillo de emoción. Llevaba 4 años de noviazgo con Darren y uno de compromiso, es contador de una de las mejores empresas de Seattle, nos conocimos en la universidad, yo lo llamaría, "mi alma gemela". Me había enterado por Collin, un amigo de el que había ascendido de puesto, así que entre sus compañeros de trabajo y los míos, decidimos hacer una fiesta sorpresa en su nombre. Mide 1.85, su cabello.es completamente negro y bueno, amo sus ojos azules, es perfecto en todo lo que hace... 《Si, estoy muy enamorada de el》me prometí dar lo mejor de mi para que esto funcionará...

Genna y yo salimos de la habitación; apagamos las luces y cuando vemos el coche de mi prometido en el estacionamiento de la complexión, todos se esconden a excepción de mi. Escuchamos el ascensor, sus pasos y...

—¡Hola, cariño!—exclamo, saltando abrazarlo

—Hey... ¿Como estas?—dice con cierto tono nervioso—Oye... Verás, me gustaría...

—Tranquilo, en un momento hablamos de lo que quieras—habló rápidamente tratando de atraerlo más al interior del departamento

—No, no, Leah, escucha. Tengo que decirte algo.

—Si, si me lo dirás pero por ahora...

—¡Quiero dejar esto!—grita abruptamente

Me han hechado una cubeta de agua fría...

—¿Qué?—es lo único que logro articular en ese momento

Algo se ha quebrado dentro de mi y ni si quiera soy capaz de enfrentar lo que siento ahora, sin duda es más el dolor de lo que acabo de escuchar y el nudo tan grande que tengo en la garganta.

—. Leah, eres grandiosa, en serio, pero...—titubea en seguir, una parte de mi quiere que se detenga—Eres.... muy exasperante, ¿Sabes? Todo lo organizas, quieres un tiempo para todo, administrar hasta la comida, la boda, los invitados y bueno, en el sexo eres genial pero... ¡Todo lo quieres perfecto! Oh no, ¿Estas llorando?

Abro la boca para decir algo, aunque sea un insulto pero simplemente no puedo; las luces se prenden y los invitados han sido testigos de como mi prometido acaba de terminar nuestra relación. 《Que humillante》

Las lagrimas que se deslizan por mis mejillas son de rabia, puesto que en mi lugar, sentía que había dado todo por nada.

—Sorpresa...—dicen algunos de sus amigos

—Carajo...—musita Darren

Doy media vuelta y camino directo a la que era nuestra habitación...

—Leah, Leah, espera, por favor—dice detrás mío

Pero lo único que puedo recoger ahora es mi dignidad y mis maletas.

*    *    *

1 mes después...

Cerré mis ojos en el spa de Cincinnati, con Debbie y Genna acompañándome, Debbie es una pelirroja, de ojos  eres y pecas en toda la cara, entre ella y Genna me ayudaron cuando pase mi duelo con la ruptura de Darren.

Me enfoque en mi trabajo y en la maestría, administración de empresas y una maestría de finanzas y mercadotecnia.

—¿Y Josh, que opinas de él?—preguntó Debbie

—Inmaduro, busca una mamá.—contestó y siento como comienzan a sobarme los hombros

—Ninguno es suficiente.—se queja mi amiga pelirroja

—No es que no sean suficientes....—responde Genna—Solo esta pasando un mal trago.

—No te entiendo.—contesto—No hay ningún mal trago

—Claro que lo hay y te ayudaré a pasarlo.

—¿Ah si, como? ¿La obligarás a casarse?—inquiere Debbie

—Poco falta para que su madre lo haga.

—¡Genna!—bramo—No es necesario. Sólo necesito un respiro.

—Para un respiro, vamos a Las Vegas—me río ante El comentario de Debbie—¿Aceptas o no?

—Todavía no lo sé, debo de ir a trabajar...—miento, he pedido mis vacaciones desde ayer

—Te jodes, ya hice las reservaciones—miro a Genna—Salimos mañana a las 7

—Y lo que pasa en Las Vegas...—inicia Debbie

Las escucho incrédula.

—... Se queda en Las Vegas.—finalizó con Genna