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Podría iniciar de mil maneras, pero comenzaré por la más simple, perdón.
Sé que tú no me culparás, pero es mi peso muerto, el adiós qué causó tus lágrimas, heridas en tu ser.
Presión qué desemboca una marea de ideas recurrentes, caos inconsciente tomando parte del subconsciente preste al desastre qué guardo entre mis mangas.
Creo poder causar revuelo con mis pensamientos o sólo con mi presencia, pero tú vida mía, provocas ternura y emoción en este mi corazón qué había permanecido en cautiverio por tantas épocas.
Espera sólo unos segundos hasta recordar nuestro último suspiro juntos, cose con tus delicados dedos este cuerpo maltrecho de hechos del ayer, el cuál no cae ni en el más vago placer de ver tus ojos resplandecer.
Espera por un segundo, no deseo abrir mi mirar, sino para encontrarme con tú panorama entrelazado con el mío, no me apetece ni comer si se qué tú no estás para compartir conmigo algunos minutos de toda ésta locura.
Pequeña hada perdida entre océanos de dudas, bosquejo qué trazo tratando de usar y causar la mínima perfección qué está en tú esencia.
Mi pequeña niña perdida entre rosas y espinas, intentando curar mis heridas, siendo mucho más qué mi propia vida.
¿No lo ves?.
Mira con claridad, en ese espejo reflejado está, tú mano y la mía entrelazadas hasta el fin de estos días.
Ésta elección, no haciendo caso omiso a la voz de tú interior yo aquí lucho ante males y demonios, ángeles y tiempo malgastado.
Aguardaré lo qué sea necesario hasta ver de nuevo tú alma, hasta tenerte mi pequeña hada.
Nada queda de este campo de hortigas, todo lo qué tú sembraste, hoy contento ha brotado, lo oscuro y desabrid se ha ido y en su lugar sólo queda alegría y brillo...
¿Ves?.
Tú eres mi mayor temor a la misma igualdad que mi necesidad.
Verás, tú pequeño ser de delicadeza eterna, eres lo qué vagamente me mantiene cuerdo, pierdo estabilidad si de ti me alejo.
Lo sé, mil palabras quedarán, más de las qué podría decir en un simple papel. Pero sólo respóndeme...
Si la eternidad la ves a mi lado.
¿A qué demonios estamos esperando?.
Se mía qué yo ya soy de tú propiedad; limpia mis días con la calidez de tú piel.
Se tú mi vida, mi alegría, mi escape y mi eternidad, se tú mi luz en ésta obscuridad.
1407015.
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