Creí que serías mi cielo.

Creí qué me llenarías de amor sincero, sin peros.

Creí qué no vería más cuervos al acecho.

Me equivoqué...

Tú me saturaste de miedos.

Me llenaste de complejos

Me tiraste al infierno

Y no tuviste la delicadeza de matarme con un tiro certero.