06. Él
CAPÍTULO 6
Él
—Te lo dije todos los malditos hombres de esta preparatoria son una mierda, y aún más sí practican algún deporte— escuché decir a Gia mientras lavaba mis manos en una de los fregaderos del baño.
—Gracias, agradezco tu decimo noveno recordatorio, pero…ya lo sé, no hay necesidad de seguirle. Solo quiero graduarme e irme de aquí…a eso fue a lo único que vine, a estudiar, solo estudiar, nada más. Lo que hagan Manuel y el otro imbécil me importa muy poco— argumente algo molesta, Gia no tenía la culpa lo sé, pero el encontrón que había tenido con Manuel y el peli rojo ese me tenían los nervios de punta.
—Ok, ok. Mejor dejemos esto por la paz, con la humillación que les pusiste no creo que vuelvan a joder— comento burlona— Vamos al salón seguro que don química la materia que cambiara al mundo ya debe estar en el salón, y no quiero volver a escucharlo decirme que soy el fosforo que pela sus cables…
—Si, es mejor evitar hablar de ese par…centrémonos en lo que verdaderamente es importante.
Caminamos hasta el salón, y por los pasillos, solo había puro adolescente cuchicheando entre ellos y mirándome de forma extraña…vaya que los chismes corren, lo bueno de mi es que todo me da igual, bueno todo excepto los números, en especial sí esos números definen mis calificaciones.
Entre al salón y me senté junto a Gia como de costumbre. El panorama allí no era diferente al de los pasillos, solo que aquí era aún más evidente, lo bueno es que el profesor de química era alguien estricto, así que cuando entro todos dejaron de cuchichear y se centraron en el pizarrón…todos menos él…había una banca vacía, Manuel no había entrado a clases, no sé ni porque me importa a fin de cuentas es solo un irresponsable con síndrome de adonis prematuro.
Si claro
Las clases terminaron, y no volví a verlo, me despedí de Gia, saque los auriculares de mi mochila y me desconecte de este mundo para escuchar a Tylor Swift. Camine hasta la parada de autobús, y aunque parezca estúpido lo que voy a decir, esperaba encontrarlo ahí y que se disculpara por lo que dijo, pero no…el no estaba ahí…el bus llego y él no, subí lentamente las escaleras del mismo, haciendo tiempo para que llegara, pero no lo hizo.
Caminé hasta mi casa y de camino no hice más que escuchar música y hundirme en mis pensamientos ¿Por qué rayos dijo eso? Él era todo menos un hablador de mierda…o al menos eso parecía.
¿Por qué? Yo podía poner en su lugar al idiota ese, ¿por qué tuvo él que decir eso?...
Llegue a casa donde la infinita soledad me esperaba. Deje caer mi bolso sobre uno de los sofás de la sala y cuando estaba por dirigirme a la cocina escuche vibrar mi celular, me retire los auriculares, y no lo voy a negar me abalance ansiosa sobre el celular pensando que por alguna extraña razón podría ser él, pero…no. En realidad, era mi hermano.
Solté un bufido al ver su nombre en la pantalla antes de contestar.
—¿Cómo esta la hermanita mas bonita de este mundo?
—Normal, o más bien igual que ayer. Acabo de llegar del colegio y voy a ver sí encuentro algo interesante en el refri.
—¿Estas comiendo bien?
—Obvio. Sabes que a diferencia tuya si se cocinar.
—Okeeey. Me parece o estas algo irritada… ¿Quien a parte de mi se atreve a irritar a mi hermanita? — pregunto burlón.
—No empieces Jeff. Más bien cuéntame como te va a ti.
—Ok. Solo espero que quien te haya hecho enojar viva a diez kilómetros de distancia, sinceramente no quisiera estar en sus zapatos— Y sí supieras que es mi vecino, y que tengo más ganas de correr hasta su casa para exigirle una disculpa para que luego venga a limpiar la casa conmigo para luego ver un k-drama, porque estar sola me deprime y es que Uhs…como odio pensar así.
—Bien, ya que aún respiras voy a colgar…
—No, espera, solo bromeaba no te alteres Emilia, sabes que me importas…a mi me va muy bien, hice nuevos amigos, son unos chicos que de seguro te caerían bien, en especial las chicas…porque en carácter no se hacen nada…pero bueno estoy bien me va bien, he escapado de la muerte un par de veces, pero nada del otro mundo
—Oh vaya que me lo imagino— con sus chistes agrios imagino que hubo más de una con intenciones de matarlo— En cuestión de amigos no me ha ido tan mal tampoco, hice una amiga y…y me llevo bien con los chicos de mi salón.
—Espero que no haya ningún interesado en algo más…porque entonces tendré que viajar hasta allá y poner en practica cierto plan de contingencia que me he reservado por años.
—Si claro. Olvídalo el papel de hermano celoso para nada te va bien.
Hablamos por un rato, hasta que decidió culminar con la llamada porque tenia tareas que hacer. Jeff es mi medio hermano por parte de mamá, es un año menor que yo, sin embargo, es mas alto por lo que cuando la gente nos ve juntos piensan que él es el mayor. Jeff se crio con mamá en Latinoamérica, yo por mi parte me crie junto a mi padre y abuela en Miami. Mi padre era periodista, era el primero en estar al pie de cualquier acontecimiento de gravedad y lo informaba al país entero, amaba a su profesión tanto como a mi…y ese mismo amor lo condujo a su muerte. Al fallecer me quede totalmente sola en este país, mi abuela también falleció un par de años antes que él por lo que no tengo a nadie, solo a mi madre, pero ella tiene su propia familia en Ecuador. Ella se esta haciendo cargo de mi momentáneamente o al menos hasta que termine la preparatoria. Tampoco es que no tenga recursos, mi padre me dejo bien asegurada, podre cobrar dicho seguro al cumplir los veinte años y así me seguiré estudiando.
Pasaron las horas y cayo la noche, extrañamente la habitación de el estaba oscura. Entrena de cinco a siete, ya debería estar en casa… ¡Uhg! No se ni porque me importa, el puede hacer con su vida lo que le plazca ¿no? Como meter una surcoreana en su casa…
Emilia contrólate, Manuel es un irresponsable, un engreído, idiota, hablador yyyy…solo es el vecino ¡Ya contrólate! El es solo el vecino, cuando te gradúes te vas a ir de aquí y así ya no vas a tener que verlo mas.
Solté todo el aire de mis pulmones, estaba entrando en desesperación solo porque no sabia nada de él, y eso no estaba bien, nada bien. Me recosté en mi cama tome mis auriculares los ubique en mis orejas y empecé a escuchar Dope de BTS, canciones fuertes y con buen ritmo como esta logran calmarme cuando me exalto. Termino la canción, puse otra y otra, hasta que un rayo de luz entro por la cortina de mi balcón. El chico había llegado…esa era la luz de su habitación sin duda.
No lo voy a negar me contuve mucho para no correr hacia aquella cortina y ver si de verdad era el, pero mis ganas de saber si había llegado eran mas grandes…me levanté y espié por una pequeña hendija que dejaba libre la cortina, la luz estaba encendida, pero solo se veía eso nada mas, las cortinas y las puertas tampoco ayudaban mucho a la visibilidad. Estuve allí por unos cuantos minutos y cuando ya estaba por darme por vencida, vi la silueta de una mujer dirigirse hacia el otro extremo de la habitación. Esa debe ser Natasha sin duda…pero ¿y él? Las luces se apagaron y no pude ver nada mas.
***
—Bien, si mesclamos la cantidad exacta sin una molécula menos o de más, nuestros cabellos no volaran por todo el lugar— explico Gia observando como toda una científica experta los tubos de ensayo.
Estábamos en clase de química, y todos estaban sentados junto a sus parejas, pero había varias mesas vacías, entre ellas la que suelen usar Manuel y Carter. ¿Dónde estaban? No lo sé, varios chicos no habían asistido hoy a clases eso era raro, pero no me atrevía a preguntar pues la tención por lo sucedido en la cafetería aun se sentía y Gia odia hablar de cualquier cosa que tenga que ver con Manuel. Aun no se la razón de su enemistad y la verdad tampoco me atrevo a preguntar.
—Buen día clase— saludo cordialmente el profesor al entrar. Todos respondimos a su saludo de la misma forma.
—Antes de iniciar la clase me gustaría que le dieran una cálida bienvenida a mi asistente estrella, quien después de casi un año de ausencia vuelve a la preparatoria Addforst la señorita Shin Sae Mi.
¿Shin Sae Mi? esto no debe estar pasando, la misma chica de aquella noche no puede ser compañera mia…debe ser una broma.
Todos la aplaudieron y recibieron con gran alegría, todos execto Gia y yo claro, ambas no hicimos mas que fruncir el seño, aunque me atrevería a decir que Gia le puso mala cara.
Era una chica muy guapa eso no lo niega nadie, tiene un gusto bastante actualizado en lo que se refiere a la moda, lleva un conjunto a juego, conformado por una mini falda, unas botas blancas, una chaqueta y su pelo recogido en una coleta alta.
Vaya que es alguien a quien le gusta destacar.
Despues de darle las gracias al profesor por la bienbenida, paso por nuestro costado y se sento junto a una chica varias mesas atrás.
—El año estaba llendo de maravilla por que tuvo que regresar…— escuche resongar a Gia por lo bajo.
—¿Por qué te molesta? ¿La conoces?— pregunte en un susurro.
—Esa..—dijo regresando su mirada hacia atrás, justo dondr estaba Sae Mi platicando con su compañera de haciento muy placidamente— es nada más y nada menos que la ex novia de Manuel Alvarez.
Su ex…
Frío, si, un frio extraño recorrio todo mi cuerpo, incluso la piel se me puso de gallina, su ex …entonces por eso estaba en su casa aquella noche…el volvío con su ex, por eso no lo vi esta mañana de camino a la parada de autobus, el no durmio en su casa anoche….él volvió con Sae Mi.
Para, para, para. En primer lugar no puedes sacar conclusiones por adelantado y en segundo…
¡Ugh! a mi que mas me da lo que el haga o deje de hacer con su vida.
—¿Sabes lo que significa?— pregunto Gia sacandome así de mis pensamientos.
Negue con la cabeza.
—Que esa loca, ha venido a recuperarlo, y no se va a rendir hasta obtener lo que busca…la conosco, que su apariencia dulce no te engañe, es la mujer más enferma que puede haber en este mundo ¡Ugh! Como detesto su sonrisita de yo no fui, es una doble cara, hubiera preferido que se quedara viviendo en el otro lado del mundo
Sinceramente no me parece…pero apenas la conosco, no podría contradecir a Gia ella la conoce más que yo. Aunque algo me dice que ella y yo, vamos a tener de todo menos una bonita amistad.
La clase concluyo y todos salimos del salon exaustos de escuchar, sobre moles, atomos y moleculas, me gusta aprender pero tener que aprender algo que no tienrque ver nada con lo que quiero para mi futuro es estresante.
—Te apuntas para unas buenas hamburguesa en la cafeteria— comento Gia mientras caminabamos por el pasillo.
—Estaba esperando que lo dijeras.
Dejamos nuestras cosas en nuestros respectivos casilleros y nos diriguimos hacia la cafeteria, ambas nos pedimos una hamburguesa una coca-cola, y una caja de papas. Desde que almuerzo con Gia todos los dias a la semana escojemos un dia en particular para comer algo de comida rapida o como diria…bueno él, comida basura.No se ni porque lo pienso tanto, es un irresponsable, mentiroso y…mejor le paro ahí no quiero dañar mi almuerzo.
—He pensado en cambiar el color de mi cabello a uno mas fuerte como el azul. Le daria mas rudesa a mi rostro ¿no crees?— dijo Gia mientras le daba un mordisco a una papa.
Y bueno es que Gia es una chica de carácter fuerte, alguien que considero de espiritu libre y rebelde, es de mi misma altura, uno secenta como minimo, de piel morena clara, cabello negro pero con una capa pintada de blanco alrededor de la nuca, supongo que es la parte que quiere teñir.
—Creo que estas bien, tu color actual se te ve genial, pero si quieres hacer un cambio no veo porque no hacerlo.— conteste con una sonrisa, misma que se fue esfumando cuando vi a cierta surcoreana acercarse a la mesa.
—¿Qué te pasa?— pregunto Gia al ver el cambio en mi semblante. Ella estaba sentada de espaldas hacia la direccion en la que venia Sae Mi por lo que aun no la vehia.
Con mi rostro le hice una seña para que viera hacia atrás, pero cuando lo hizo Sae Mi ya estaba detrás de ella.
—Hola chicas ¿Cómo estan?— saludo con una gran sonrisa.
—Estabamos bien hace cinco segundos, y sí te lo preguntas, sí eso fue antes de que llegaras a perturbar nuestra paz durante el almuerzo.—contesto Gia cortante.
—Entiendo, entonces no lo hare por mucho, solo queria hablar con…Emilia— hasta ese momento no me habia molestado en levantar mi mirada para verla, pero la forma en la que dijo mi nombre altero mis nervios, y no, no eran los nervios del temor, eran los de irritabilidad.
—Ella no tiene porque hablar contigo..
—Y tu no tienes porque responder en su lugar, ¿o acaso eres su niñera?
—Lo que tengas que decir dilo aquí y ahora, mi tiempo es oro y no me gusta desperdiciarlo— dije, interviniendo en el ambiente de tencion que ambas estaban empezando a crear.
—Bien, me agrada tu carácter— no tanto como a mi tu presencia querida— te veo hoy a la salida en la azotea, sola...sin niñera— dijo inclinandose ligeramente sobre mi.
—Creo que no has entendido, no voy a perder mi tiempo contigo, lo que tengas que decir dilo aquí y ahora…o es que tienes miedo de Gia— conteste con la clara intencion de molestarla. Ella apenas me vio una noche, pero tal parece que ya me va a declarar la guerra.
—Jajaja, no digas tonterias— rio amenamente, como si le hiciera gracia lo que dije— te espero a la salida, no faltes…porque si lo haces la que va a demostrar que en verdad tiene miedo vas a ser tú— concluyo y se alejo de la mesa enseguida.
—Como la detesto— mascullo Gia, mientras la veía alejarse.
—¿Qué le pasa a esa loca?
—Pasa lo que ya me suponía, alguien le fue con el chisme de que Manuel se a mostrado ligera o exageradamente interesado en ti y ahora la víbora está marcando su territorio, te esta declarando la Guerra.
—¿Qué? No se supone que ya no son nada…y si por el contrario ya volvieron a ella que mas le da mi existencia.
—Pánico, eso le da tu existencia. Pánico de perder a su queridito amuleto de popularidad, llamado Manuel. Para la gente enferma como ella tu representas una amenaza…y mas porque Manuel no le va a perdonar muy fácilmente lo que le hizo…
—¿Qué le hizo?
—Okey. Creo que esa parte de la historia no la conoces— me hizo una seña para que me acercara un poco a su rostro— hace un año toda la preparatoria rumoraba que a Manuel lo había dejado su novia por otro…un surcoreano, ya sabes, uno mas guapo mas alto…
Eso si no me lo esperaba, pobre, a nadie le gustaría que le hagan algo así. Pero no creo que no la haya perdonado, si no lo hubiera hecho no la habría metido en su casa aquella noche…todo es tan… extraño.
—Claro, y seguro ahora esta buscando en quien canalizar su enojo, pero te aseguro que escogió a la persona equivocada, no me gusta verme envuelta en ningún tipo de problema, pero eso no significa que no sepa defenderme.
Gia sonrió orgullosa, y continúo comiendo su hamburguesa. Terminamos de comer y continuamos con el horario de clases, el día parecía ir de manera normal, hasta que una tormenta decidió hacerse presente justo a la hora de salida.
—Mierda me voy a mojar los zapatos y ni hablar de mi bolso y mis libros— rezongo Gia mientras nos resguardábamos en el tejado de la salida.
—Esta lloviendo a cantaros, y a como yo lo veo no va a parar en un par de horas— dije exponiendo una de mis manos a la lluvia, para mi este era el mejor de los climas, soy team frio y amo la lluvia, las razones…me sobran.
Entre tanto un auto color blanco se estaciono frente a nosotras, toco la bocina un par de veces y Gia reacciono enseguida muy contenta:
—¡Oh! Es mi papá, vaya que estoy de suerte, no voy tener que mojarme.
—Excelente, te veo mañana entonces.
—¿No quieres que te demos un aventón? De paso conozco tu casa— propuso entusiasmada.
—No es necesario, no quisiera molestar a tu papá, además mi casa esta en dirección contraria a la tuya, mejor otro día vienes conmigo y así la conoces.
—¿Estas segura? Vas a mojarte toda si te vas tu sola hasta la parada.
¡Bim! ¡Bim!
La bocina del auto volvió a sonar.
—Vete tu papá parece impaciente, ya vere como me las arreglo.
—Esta bien, pero me escribes cuando llegues.
Se despidió rápidamente y corrió hacia en auto de su padre. Ella subió y el auto arranco de inmediato, me quedé viéndolo hasta que lo perdí de vista. Que suerte tiene Gia de tener a su padre junto a ella.
La lluvia seguía, y lo peor es que tendría que ir hacia la parada del autobús yo sola.
Como siempre digo, no dejes para luego lo que puedes hacer ahora…protegí con mi chaqueta y mi cuerpo mi bolso lo más que pude y me aventuré hacia la fría pero encantadora lluvia. Camine un par de metros lo mas rápido que pude entre la lluvia, hasta que alguien me cubrió con un paraguas…pare mi caminata en ese mismo instante, y por un segundo mi corazón empezó a latir mas rápido… ¿era el? ¿de verdad estaba aquí?
Subí lentamente hasta ver el rostro del portador de aquel paraguas, y para mi sorpresa no era el, era Rayan el famoso capitán del equipo de básquet. Sus ojos color negro se alineaban con el rojo de su cabello perfectamente peinado creando la imagen de todo un caballero frente a mis ojos.
Su semblante serio y la camiseta negra que llevaba debió ayudar, pues de caballero no tiene nada en realidad.
Buen punto, me detuve porque por un instante pensé que quien sostenía el paraguas era él…pero en vista de que no lo es debo seguir con mi camino.
—¡Hey! Espera— me sostuvo del brazo en cuanto hice un ademan de irme.
—Suéltame— exigí.
—Se que debes estar odiándome, pero me odias a mi no a tu salud, ten, llévatelo— me dijo acomodando entre mis manos el mango de aquel paraguas— cuando llegues a casa puedes tirarlo a la basura si quieres.
Concluyo y se retiro del camino sin decir mas, me giré hacia el y lo vi corre hacia un auto varios metros atrás de mi.
Que raro, y servicial.
Bueno, que conste que el me dijo que tirara el paraguas cuando llegue a casa. Gracias a Rayan mis cuadernos llegaron bien a la parada, me senté en la banca que estaba bajo el tejado y no pude evitar recordar el primer día en que esperé el autobús aquí y estaba lloviendo…
- ¡Ay! AYAYYY AYAAY. Como me duele mi pierna creo que es un calambre...Ayy ayayay-Empezó quejarse con exageración. Señal de que estaba mintiendo. Se reconocer cuando un hombre esta fingiendo y cuando no. Mi hermano es un dramático de lo peor y mi padre solía también armar dramas fingiendo tener dolor en alguna parte cuando no quería dejarme salir, así que conmigo no va a funcionar tu teatrito chico.
- ¡O no! Mi pecho, mi corazón esta acelerado, estoy mal, me falta el aire siento que me muero— cambio de dolor, pero no de táctica.
En serio este chico no se rinde, se nota que le encanta autosabotearse, dramatizo tan bien que incluso estuve apunto de reírme, por suerte llego el bus y subí en ese mismo instante, mientras que el tuvo que dejar de actuar para poder subir…y yo estaba en lo correcto él estaba fingiendo.
El bus llego sacándome así de mi ensoñación. No se porque justamente ahora que su ex novia ha vuelto empiezo a pensar mas en el, porque Emilia ¿Por qué?
Sera porque estas celosa.
No eso es imposible, para nada es de mi tipo, es un mentiroso, un irresponsable, un hablador y…
Una excelentísima compañía, tienes que admitirlo chica, el te agrada, pero como todo ser humano tiene sus pros y sus contras.
Sea como sea el y yo pertenecemos a mundos distintos, muy a parte de que no me ha pedido disculpas, y tampoco se ha atrevido a darme la cara.
Camine lo que restaba de camino hasta casa, y la lluvia no paraba. El paraguas fue de gran ayuda, y ahora se que debo comprar uno, porque este desde que me fue dado tenia un solo destino…la basura. No pretendo conservar algo de ese chico y ya que no lo quería de vuelta lo mejor es dejarlo allí.
Después de darme un baño y comer algo, me disponía a hacer algunas de mis tareas. Hasta que Jeff volvió a llamar. Suele llamarme a diario así que no me sorprende.
—Hola
—Mi hermanita la mas bonita, ¿Cómo estas?
Y si, siempre me saludaba así, ya era su costumbre, Jeff es bastante alegre, su padre también lo es, supongo que lo heredo de él. Yo solía visitarlos en las vacaciones, pero desde que falleció papá hace más de un año no los he visto, vinieron a brindarme su apoyo durante el duelo y aunque quisieron llevarme con ellos a Ecuador, yo preferí quedarme en este país, país donde mi padre hizo historia y conto muchas otras. Por cuestiones de dinero tuve que dejar el piso que arrendaba mi padre en Miami, mi madre creyó que eso me obligaría a irme con a ella, pero por suerte mi abuela me dejo esta casa. Ella solía tener en renta esta casa nunca había estado aquí hasta que la necesidad fue mas grande.
—Estaba por hacer tareas, pero tu llamaste…y me di un pequeño receso.
—¿Esta bien tu servicio de internet? No te escucho muy bien.
Claro, había olvidado que estaba lloviendo, era obvio que la señal del internet o incluso la electricidad, suele fallar, tal y como lo dijo…él.
—Esta lloviendo te llamo después— dije prácticamente gritándole al teléfono.
—Ok, ok, cuídate.
Cerré la llamada. He instantáneamente se fue la electricidad.
—Genial, ya no podre terminar mis tareas.
Como de costumbre salí de casa temprano por la mañana, la tormenta dejo varios charcos, por lo que opte por unos botines, unos jeans, una camiseta básica color negra con una pequeña ballena morada al lado izquierdo a la altura del pecho, acompañada de una chaqueta jean. Camine hasta la parada nuevamente sola. Si, el aun no daba señales de vida. Algo que sinceramente empezaba a parecerme extraño, es un loro parlanchín que nunca se calla, mucho menos en su casa, mas de una vez lo oí hablar o pelear con su hermana, pero ahora…nada.
Al llegar temprano, es obvio que hay escasa afluencia de estudiantes, siempre llegaba junto a el…pero hoy llegué sola así que me dirigí inmediatamente al salón de clases. Lugar donde esperaría a Gia, mientras leía algún libro. Mas lo que no espere, y es que en serio no lo espere, porque casi me voy de espaldas al ver a nada mas y nada menos que Shin Sae Mi de brazos cruzados recostada en el escritorio del salón. A diferencia mía ella llevaba un conjunto a juego, de color celeste y blanco, unas botas por debajo de las rodillas, una falda a la mitad de sus muslos, la chaqueta y la típica coleta.
Vaya alguien se siente Ariana Grande.
—Oh por fin llegas—Exclamo al verme parada bajo el marco de la puerta.
—¿Me estabas esperando? — dije sin darle mucha importancia.
—Ayer la lluvia pospuso nuestra cita en la azotea. Por lo que decidí llegar temprano para terminar la conversación que tenemos pendiente…
Oh claro, ahora veo por donde va la cosa.
Excelente forma de iniciar el día.
—No, creo que aquí hay un mal entendido, en primera no tenemos ninguna cita— di un paso hacia ella— porque yo nunca accedí a ir, y en segunda tampoco tenemos ninguna conversación pendiente… así que no veo la necesidad de hablar contigo— argumente, he hice un ademan de salir del salón.
—Te gusta ¿verdad? —la escuche decir a mi espalda. Me plante bajo el marco de la puerta sin pronunciar palabra.
—He escuchado por ahí que te gusta mi novio. Y te entiendo, es guapo, es alto, carismático, prácticamente irresistible. Pero yo soy su novia, por lo tanto…él es mio.
Oh vamos, Emilia no caigas en la trampa.
De que hablas, detesto esa palabra, suyo ¿acaso es un objeto que compro en el mercado? Es una persona, y las personas somos seres vivos que razonan y pueden hacer elecciones de distintos tipos, entre ellas esta la de con quien quieren estar y con quien no. Ella me busco y ella me va a encontrar.
Ok, que conste que intente hacerte entrar en razón.
—¿Su novia? — en menos de un segundo ya me veía a mí misma regresando mi mirada hacia ella— Hasta donde yo tengo entendido eres su ex. Y tuyo no puede ser porque no es un objeto, y nunca ha estado en venta.
—Oh no, creo no estas actualizada— hizo un puchero con la clara intención de burlarse— él y yo ya volvimos, o porque crees que estaba aquella noche en su casa…
Oh vaya ella quiere jugar sucio
—No lo se, rogándole tal vez…
Si chica yo también se jugar sucio
—…porque por si no lo sabes, ese día Manuel paso toda la tarde conmigo antes de irse a casa…
Su semblante cambio totalmente al oír mis palabras, se molesto. Yo no tenia intenciones de seguirle el juego, pero ella es tan irritante que me es casi imposible retener lo que mi lengua quiere gritar.
—Sabia que tu cara de mosquita muerta, solo era un disfraz…quieres quitármelo ¿no?
—El burro hablando de oreja, si de doble caras hablamos tu te llevas todo un campeonato… y solo para que te informes, la cara que te he mostrado a ti es la que le muestro a todos incluso a el.
—Por favor— comento irritada— mírate y mírame…
Inconscientemente hice aquello, la observé y obviamente su ropa es más cool que la mía, mas cara en realidad. Pero lo material no define a una persona, quizá hoy no lleve el mejor de mis atuendos, y aunque ella este vestida mejor que yo…eso no quiere decir que yo vaya a sentirme inferior.
—…date cuenta de la diferencia ¿A quién crees que elegiría Manuel de entre las dos? Yo, soy sinónimo de belleza y tu— empezó a observarme de pies a cabeza con clara intención de burlarse.
—Yo soy sinónimo de intelecto, algo de lo que claramente tu careces, de nada sirve una cara bonita si tienes un cerebro vacío. Y si estas tan segura de que Manuel te quiere a ti ¿Por qué vienes a mi y armas semejante drama? — dije en un tono de voz autoritario.
—Porque quiero que conozcas tu lugar, y que te quede claro que no importa lo que tu y el hayan compartido en estos días, porque ahora que regrese el te va hacer a un lado…de eso me voy a encargar yo.
—No yo no me trago ese cuento, admite que tienes miedo, estas llena de inseguridades, temes porque sientes que el ya no te quiere a su lado…pero tranquila, no pienso competir contigo, si lo quieres, adelante quédatelo… pero si el no te quiere no me culpes por algo que tu perdiste…bye nos vemos en clase.
Concluí y avance a pasos agigantados hacia la puerta.
—Esto no se queda aquí Emilia Corbett…
Fue lo ultimo que escuche antes de salir de allí. Me dirigí a la segunda planta de la preparatoria, quería ir lo más lejos posible de esa enferma mental ¿Qué le pasa? Acaso no ve que ella misma se esta haciendo daño, sí el no la quiere para que insistir y sí por el contrario de verdad volvieron cuál es su necesidad de fastidiarme.
—¿Emilia dónde vas? — escuche la voz de Gia a mi espalda.
—Lejos— respondí en cuanto estuvo a mi lado— al menos lo más lejos posible de ella…
—¿Cuál ella? oh no me digas, ¿qué te dijo? Sí se atrevió a molestarte con alguna ridiculez dímelo ahora porque hace mucho tiempo estoy buscando una buena excusa para despeinar a esa estúpida.
—Esta enferma— dije señalando mi cabeza— tiene una obsesión insana con Manuel, y la verdad preferiría no volver a tener que cruzarme con ella…
—Claro, era de suponerse, armo todo un show solo para decirte que el suyo ¿no? — dedujo y yo asentí con la cabeza— sabía que Alvarito no traería nada bueno para tu vida…
—¿Alvarito?
—Si Alvarito, ¿o prefieres Manuelito? Las dos formas suenan igual o más ridículas que el mismo dueño del nombre.
Vaya que los apodos son el fuerte de Gia.
—Me da totalmente igual, el y su alocada ex o novia me dan igual. Solo espero no volver a tener una charla de este tipo con ella…
—Bueno entonces hoy seré tu psicóloga…cuéntame todo lo que te haya dicho la víbora— lo dijo en un tono algo gracioso y plenamente no pude evitar sonreír un poco.
—En serio tienes que contarme, así podre ir analizando sus tácticas de ataque y reforzar las nuestras, no voy a permitir que te humille.
Si supieras que la humillada fue otra…
—Como tu digas comandante.
HOLA!!!
Después de varios meses tenemos actualización de Anhelos ❤
De ahora en adelante espero y aspiro actualizar más seguido💗
Espero les haya gustado el capítulo, es el primero que nos narra Emilia.
¿Qué creen que este haciendo Manuel?
¿Creen que de verdad volvío con Sae Mi?
¿Qué team son? ¿Shin Sae Mi o Emilia Corbett? Los leo en comentaríos no olviden votar⭐ Los quiere....Evie♡
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