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[ 💫 ] - 03: Anhelo.

Disclaimer: Detective Conan y Magic Kaito son propiedad de Gosho Aoyama.

Advertencia: Fanfic de genero Yaoi/BL con drama, corazones rotos, llanto, arrepentimientos, amor no correspondido, angustia, mentiras, dolor y romance.

«El tiempo continua pasando, acumulándose en nuestras espaldas y nuestros labios se llenan de blancas mentiras.

Finalmente me he dado cuenta que soñar solo me tortura más.»

En cuanto Shinichi termina de ajustar las vendas en el pie de Kaito sonríe satisfecho.

—Listo—musita Kudo antes de ponerse de pie—Ahora voy a ver las heridas en tus manos—avisa antes de acercarse a Kaito y tomar asiento a su lado, mientras sujeta con suavidad una de sus manos.

Kaito simplemente asiente y permite al detective hacer su trabajo como auxiliante.

El silencio los envuelve y la incomodidad se hace presente entre ellos, asfixiandolos.

Kaito no puede evitar desear ya no ser un cobarde para encarar a Shinichi, ser capaz de decirle sus sentimientos y aceptar el rechazo.

Pero no es así y siente que, si Shinichi lo llegase a rechazar, el podria morir.

Es tan estúpido.

—¿Kaito?—la dudosa voz de Shinichi, llamándolo, lo hizo sobresaltarse y dirigir su vista al contrario con duda.

—¿Si?—musito Kaito con temor.

—Tú… ¿Realmente te encuentras bien?—cuestionó nuevamente. Kuroba solto una pequeña risa sin emoción al oirlo.

Él, definitivamente, no estaba bien.

Kaito observó el fino rostro de Shinichi lleno de dudas, sus hermosos orbes azules brillaban con profunda preocupación.

Inevitablemente, su corazón se estremeció al pensar que estaba preocupando a Shinichi sin motivos realmente importantes.

Solo tenía el corazón roto, dios, ¿Porque exageraba tanto?

Suspirando con rendición, Kaito sonríe levemente y habla.

—A caso yo… ¿Hice algo extraño anoche?—cuestiona finalmente. Necesita hacer frente a sus errores.

Shinichi tensa sus hombros ante aquella pregunta y, dejando a un lado las vendas y el alcohol, procede a juntar sus manos con nerviosismo.

—No realmente…—dice mientras desvía su mirada—Te emborrachaste demasiado y terminaste por dormirte en la mesa de aperitivos—declara y Kaito siente sus mejillas arder por la verguenza—Asi que me ofrecí a traerte a casa ya que estaba preocupado por ti.

—Entiendo…—musita Kaito avergonzado. Quería morir—Lamento los inconvenientes que te cause—dijo apenado. Esperando que aquello fuera lo único vergonzoso que hizo durante su borrachera y que la preocupación de Shinichi por él, solamente fuera por el exceso de alcohol.

Shinichi negó con calma mientras una fina sonrisa se formaba en sus labios y sus ojos se entrecerraban con melancolía.

—No fue un problema, eres mi mejor amigo y estaba preocupado—dijo con calma. Kaito simplemente sonrió dolido—Planeaba dejarte en casa e irme pero, justo después de postrarte en la cama, despertaste y comenzaste a llorar mientras murmurabas un par de palabras—declaró tensando al mago—así que permanecí un poco de tiempo a tu lado hasta que te volviste a dormir—dijo apenado. Debía admitir que, permanecer junto a Kaito mientras lloraba y hablaba sobre sus sentimientos fue realmente incomodo.

Kaito sentía su cuerpo frío, estaba asustado. Recordaba vagamente las palabras que soltó durante su borrachera, pero sabía que no habían sido buenas.

Dios, él definitivamente no volvería a tomar alcohol durante un largo tiempo.

El silencio se hizo presente entre ambos nuevamente, esta vez más pesado y asfixiante que antes. Las manos de Kaito temblaban al igual que su labio inferior.

Se sentía tan asustado y, a la vez, hartó de todo, hartó de mentir, de llorar en las noches y ocultar sus sentimientos.

Él, simplemente, ya no puede más. Quiere acabar con todo.

—Yo…—habla Kaito, finalmente rompiendo el silencio. Lleva sus temblorosas manos a su rostro y lo cubre con desesperación. Siente tantas ganas de llorar, pero no quiere que Shinichi lo vea—Lo siento…—murmura con su voz quebrada.

Shinichi lo observa con preocupación, separa sus labios para hablar pero ninguna palabra es capaz de salir. Se siente tan confundido.

Kaito es capaz de notar la confusión en el rostro de Shinichi y no puede evitar sentirse horrible. Se pone de pie repentinamente, causando dolor en su herida debido a su rápido movimiento.

—Me voy—comenta el mago con su rostro oculto tras una de sus manos.

Quiere huir, no puede soportar aquella situación, no le importa que aquel sea su departamento y sea ilógico irse, solo quiere estar solo y llorar.

Sin recibir respuesta, Kaito inicia su camino hacía la puerta principal para huir de aquella situación, sin embargo, se ve frenado por Shinichi repentinamente.

—Kaito, espera—dijo rápidamente Shinichi mientras se ponía de pie, alcanzaba a Kaito y colocaba una de sus manos en el hombro de este para frenarlo—Está bien—comentó con nerviosismo.

Aquellas palabras hicieron enfurecer a Kaito, ¿Que "estaba bien"? ¡Por favor! Si Shinichi iba a mentirle preferiría que al menos sonara más seguro en sus palabras.

Kaito apartó bruscamente, de su hombro, la mano de Shinichi mientras sentía como las lágrimas comenzaban a surgir.

—¡No está bien!—exclamó con molestia exaltando a Shinichi—¡Esto esta mal, mis sentimientos son terribles!—grito. No quería compasión, quería ser herido, odiado y abandonado para poder seguir adelante.

—Kaito, por favor, cálmate—pidió Shinichi con preocupación mientras intentaba acercarse a él.

—¡No quiero! ¡Aléjate de mí!—exclamó mientras se giraba y enfrentaba a Shinichi. Las lágrimas en sus ojos hicieron frenar al detective—Soy un terrible amigo, yo…—dijo sintiéndose vulnerableMe odio tantomurmuró entre sollozos desesperando a Shinichi.

Aquello fue la gota que derramó el vaso, Shinichi corrió hacia Kaito y lo envolvió en un abrazo sin darle tiempo a reaccionar.

—Kaito, por favor, detente—dijo con pesar—No digas esas cosas—pidió con dolor. Kaito simplemente lo ignoro y comenzó a forcejear para separarse.

—Shinichi, suéltame—pidió con su voz temblorosa. La amabilidad de Kudo era dolorosa—Eres tan cruel…—murmuró mientras intentaba apartar al contrario.

Shinichi siente su corazón oprimirse al oír aquellas palabras y muerde con fuerza su labio inferior.

No puede evitar sentir que, si ahora usara las palabras equivocadas, perdería por completo a Kaito.

Y el no quiere eso, quiere a Kaito como a un hermano, es su mejor amigo y confidente. Ambos tienen una larga historia que odiaría tener que olvidar.

Sintiéndose desesperado y angustiado, Shinichi elige rápida y cuidadosamente sus palabras antes de hablar.

—Kaito por favor, escuchame—pide mientras sientes como el mago pelea contra él—No sé de quién estás enamorado, pero se qué no lo vale—declaró finalmente helando a Kaito.

¿Qué no lo sabía? ¿Cómo era posible eso?

—¿Qué...?—musito Kaito mientras paraba sus acciones.

—¿Kaito?—lo llamo Shinichi ante su repentina calma. Esperando que sus palabras fueran las correctas.

—¿No lo sabes…?—pregunta y Shinichi simplemente le dedicó una mirada un tanto confundida.

—No, tú nunca dijiste su nombre—declara un tanto nervioso mientras se separaba.

Oh dios.

Kaito siente todo su cuerpo relajarse y perder su energía, obligándolo a caer al suelo mientras suelta una pequeña risa llena de amargura. Se siente tan estúpido.

—¡¿Kaito?!—exclama con preocupación Shinichi mientras se acerca a él—¿Qué sucede?, ¿Te sientes bien?

—No…—declara finalmente Kaito mientras se acuesta en el suelo y cubre su rostro con sus manos—Soy un idiota—dice sorprendiendo al contrario—Lo siento.

—Esta bien, no debes disculparte—dijo Shinichi con calma mientras suspira—¿Cómo te sientes?—cuestiona mientras procede a acostarse en el suelo junto a Kaito.

Aquello sorprende y extraña al mago.

—¿Qué haces?—cuestionó.

—Solo me relajo un poco—comenta Shinichi con una sonrisa que hace ruborizar levemente a Kaito.

—Vas a ensuciar tu traje—comenta Kuroba vagamente.

—Eso no es importante—dijo Shinichi con calma.

—Como quieras—musita Kaito con desdén mientras fija su mirada en el blanco techo de su apartamento. El silencio vuelve a ellos, pero esta vez no es pesado o asfixiante, si no agradable y cómodo.

Kaito se siente relajado y en calma, después de desesperarse momentos antes, se encuentra completamente exhausto. Se permite cerrar por un par de minutos sus ojos y descansar un poco.

Shinichi, por su parte, observa desde el rabillo de sus ojos el calmado perfil de Kaito, su desordenado cabello, su fina nariz y sus largas pestañas. Su corazón se estremece con dolor al ver, nuevamente, las ojeras que se encuentran bajo los ojos del mago.

—¿Quieres hablar ahora?—cuestiona finalmente Kudo, rompiendo así el silencio.

Kaito abre sus ojos y dirige su mirada a Shinichi cruzando sus miradas, ambos permanecen así por un par de minutos.

El realmente no quiere hablar sobre lo sucedido, pero sabe perfectamente que Shinichi no se irá a menos le dé una explicación.

—Es algo… Complicado—confiesa Kaito mientras sonríe y vuelve su mirada al techo.

—Sabes qué puedes contarme lo que sea, ¿Verdad?—comenta Shinichi—No te juzgaré—declara. Kaito simplemente rie al oirlo.

—Lo sé—dice antes de suspirar. Quizás hablar con alguien, que no fuera su madre, sobre ello lo haría sentir mejor—No estoy seguro de ser Gay—confiesa finalmente llamando la atención de Kudo.

—¿Cómo es eso?—pregunta un tanto cohibido.

—Bueno, pase gran parte de mi infancia enamorado de Aoko, ella fue mi primer y único amor hasta la secundaria—sonrió melancólico—Pero cuando conocí a esta persona, todo cambió—llevó una de sus manos a su pecho—Nunca antes me había sentido de aquel modo y mucho menos por un chico, ¿Sabes?—dice con calma—Incluso ahora me pregunto si es raro—declaró con pesar.

Shinichi sonrió de lado antes de hablar.

—Es normal, Kaito—musita Shinichi con calma—El ser humano siempre está en movimiento, lo mismo con sus sentimientos y preferencias. Todos en algún momento nos sentimos atraídos o maravillados por alguien de nuestro mismo sexo ¿Sabes?dice antes de dirigir su vista al techo y sonreír con melancolía—Incluso yo lo he sentido antes—declara algo apenado.

—¿Qué?—dice Kaito con brusquedad, al tiempo que se gira para encarar al detective—¿Lo dices en serio?—cuestiono.

Shinichi soltó una pequeña risa nerviosa por el repentino interés de Kaito por su pequeño enamoramiento.

—Si, bueno, no estoy seguro de que estuviera enamorado—confiesa nervioso—Pero me sentía fascinado por esta persona, siempre quise saber mas y mas sobre él, pero no intente hacer algo al respecto, así que no logramos llegar a nada—aclara con pesar—Ambos vivíamos en mundos completamente diferentes.

Oh, Kaito comprendía aquello perfectamente, era exactamente así como se sentía.

Era como si Shinichi y él se encontraran en caminos completamente diferentes, solamente destinados a observarse a la distancia y nunca estar juntos.

Tan jodidamente doloroso.

Kuroba soltó una pequeña risa llena de amargura antes de sentarse sobre el suelo y clavar su mirada en sus piernas.

—¿Nunca te arrepentiste de no haberlo intentado?—cuestiono.

Shinichi lo observó desde su lugar y luego sonrió levemente antes de hablar.

—En un comienzo sí, pero ahora no—declaró mientras tocaba el anillo que se encontraba en su dedo anular—Me siento realmente feliz con mi presente y estoy seguro de que no lo cambiaría por nada.

Kaito simplemente sonrió, sabía que Shinichi diría aquello y, sin embargo, le dolió profundamente oírlo.

El amor que Shinichi y Ran se profesaban era verdadero y profundo. Kaito lo sabia, podía verlo en sus ojos, aquel brillo lleno de felicidad.

«Quisiera que me vieras como la ves a ella.»

Pensó aquello fugazmente, mientras intentaba no llorar.

—Entiendo—musitó Kaito antes de suspirar pesadamente—Quizás yo, en un futuro, también pueda sentirme tan feliz como tú—dijo o, más bien rogó, con anhelo.

—Estoy seguro se que sera asi—dijo Shinichi mientras se sentaba en su lugar y le daba una pequeña palmada al mago.

Kaito sonrió al oírlo y rogó que así fuera.

—Lamento haberme emborrachado en tu fiesta de compromiso—se disculpó nuevamente—tu compromiso me recordó lo miserable que es mi vida amorosa—declaró  con gracia haciendo reír levemente a Shinichi.

—Esta bien, ya te lo dije—dijo divertido. Kaito sonrió al verlo.

—Este dia a sido horrible—confesó—Gracias por escucharme—dijo y Shinichi sonrió ampliamente.

—Gracias por confiar en mí.

Kaito sonrió y observó la herida en su pié, esperaba que no fuera un inconveniente en su siguiente atracó la próxima semana.

Posteriormente, dirigió su mirada a Shinichi, dispuesto a invitarlo a cenar cuando el su teléfono empieza a sonar anunciando de una llamada entrante.

—Oh, lo siento…—musita Shinichi antes de ponerse de pie y contestar a la llamada—Hola, Ran, ¿Qué sucede?—dijo con cariño.

—Hey, cariñoKaito es capaz de oír, pese a la distancia, la dulce voz de Ran al otro lado de la línea—¿Te parece bien cenar juntos? Aún hay muchas cosas de las cuales debemos hablar sobre la boda.

—Por supuesto—dijo Shinichi con una radiante sonrisa en su rostro. Kaito simplemente oprime con fuerza sus labios y se traga su palabras.

—Bien, entonces nos vemos en casa—dijo con alegría Ran.

—Si, hasta entonces—comentó Shinichi antes de cortar la llamada.

—Supongo que estás ocupado—musito Kaito mientras se ponía de pie y se dirigía a la cocina.

—Supongo que si—comento un tanto cansado Shinichi. Organizar una boda era más difícil de lo que había creído.

—Creo que deberías irte a casa—dice finalmente Kaito mientras esquiva los vidrios en el suelo y logra llegar al grifo para tomar un poco de agua.

Su garganta se siente seca y duele un poco.

—¿Eh?—murmura idiotamente Shinichi.

—Deberías ir y pasar tiempo con tu futura esposa—dijo Kaito luego de tomar un poco de agua.

Está listo para mentir.

—Pero…—intentó refutar.

—Estoy bien, así que no te preocupes—lo interrumpió—Puedes irte—dijo mientras caminaba hacia Shinichi y lo arrastraba hacia la salida.

—¡Espera…!—dijo confundido el detective. Kaito simplemente no lo escucho.

—No es de caballeros hacer esperar a una dama—le dijo en cuanto estuvieron frente a la puerta de entrada—Así que ve con ella—dijo con una sonrisa sorprendiendo levemente a Shinichi.

—… Bien—dijo Shinichi rendido—Pero si necesitas algo, solo llamame, ¿Bien?—comento mientras se agachaba y procedía a colocarse sus zapatos.

—Si, si—musito Kaito con diversión. Shinichi solía ser como una madre en ocasiones y eso le enternecida.

—Entonces, me voy—dijo Shinichi mientras se enderezaba y le daba la espalda al contrario.

Kaito extendió su mano y quiso alcanzar a Shinichi inconscientemente, sentía la necesidad de tocarlo.

Sin embargo, rápidamente se detuvo a sí mismo y se dijo que no tenía derecho a ello.

No mientras aún lo amara.

—Ve con cuidado y saluda a Ran de mi parte—dijo Kaito con una sonrisa forzada. Shinichi simplemente asintió y abrió la puerta de entrada listo para partir.

—Cuídate—musito Shinichi con una calmada sonrisa antes de finalmente irse del lugar.

Y Kaito simplemente lo vio marcharse, sin ser capaz de detenerlo o decir algo.

Siendo un cobarde y mentiroso nuevamente.

—Te amo…—murmuro para si mientras llevaba sus manos a su pecho y se permitía soltar un par de lágrimas.

Aquella sería la primera y última vez que lo diría en voz alta.

La última vez que anhelaria su amor.

Esto oficialmente a terminado!

Oh, si, no es final feliz ni tampoco uno trsites (?) es una apertura a un problema mucho mas grande a la larga.

Como dije en la primer parte, esto es como un prologo (?) para otra historia que estoy escribiendo.

Aqui les dejo una pequeña captura de la verdadera historia a la que pertenece y da apertura.

Nada mas que decir, en serio agradesco el apoyo que le dieron a esta pequeña y trágica historia.

Aun no estoy segura de cuando publicare la otra, pero definitivamente lo hare.

¡Muchas gracias por leer!

Espero tengan un bonito dia~ ♡

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